Un matrimonio por conveniencia

Nota aclaratoria: Los personajes de Sailor Moon no me pertenecen son de Naoko Takeuchi, al igual que la historia, es la adaptación de la Telenovela de Catalina y Sebastián de Ranferi Negrete

Sumary Interés, dinero, amor, engaños e intrigas forjan la vida de Serena, una joven romántica y soñadora que tras vivir una fuerte decepción amorosa, debido a que su novio la deja por una mujer mayor y rica, motivada por los deseos de venganza y obligada por sus padres se casa con Darién , el hijo de un rico y poderoso terrateniente, solucionando los problemas económicos de su familia. Sin embargo antes de la boda religiosa, el padre de Darién junto con este deciden ponerle a Serena una prueba, para saber si se casó con Darién por amor o interés, intercambiándose en el lugar de Rubeus, el capataz de la hacienda. El engaño pone en evidencia la ambición de los padres de Serena, quienes al enterarse de que Darién es pobre le piden a la chica que se divorcie de él inmediatamente, poniendo a la rubia entre la espada y la pared, pues siente que un sentimiento profundo está naciendo hacia Darién. Sin embargo Darién, motivado por los deseos de venganza, le niega el divorcio obligándola a pasar un año con él como la esposa de un humilde capataz para darle su libertad, la chica acepta pero ese sentimiento que estaba en el corazón de la chica, se convierte en un grande y apasionado amor, sin embargo por engaños Darién cumple su venganza y se separa de Serena, rompiendo los lazos del matrimonio que los une ¿podrá el dinero comprar el amor verdadero? ¿Serena y Darién podrán vivir su amor o serán separados por la ambición, el engaño o la traición?

Capitulo 1. Buscando un millonario

La familia Tsukino, era una familia que vivía de las apariencias, bueno no todos, las excepciones eran Serena y Renee (se pronuncia Rini), ellas eran las hijas del matrimonio conformado por Kenji e Ikuko, además tenían a su hermano Diamante, el cual ni estudiaba, ni trabajaba, Serena era una linda jovencita de 19 años con cabellos rubios y lindos ojos azules, un cuerpo de envidia, Renee tenía 15 años, era una adolescente igual de bella que su hermana, tenía el cabello rosa y los ojos rojos, al igual que el pelo, quería mucho a su hermana y era su admiración, además ambas chicas se llevaban muy bien y eran amigas y confidentes, Ikuko era una Señora elegante, de cabellos y ojos azules, Kenji eran un señor muy enamorado de su esposa, y la complacía en todos sus caprichos y locuras, el tenía el cabello castaños obscuro y los ojos azules, Diamante, era un joven con un buen cuerpo, con su cabello plateado y sus ojos azules.

Nuestra historia comienza en día de tantos donde se hallaban reunidos Renee, Ikuko y Diamante en la sala del hermoso Pent-house ubicado en una de las zonas más elegantes de la ciudad del Milenio de Plata, se abre la puerta y aparece Kenji feliz

- Buenas noches familia, ya llegue – y en ese momento se acercan sus hijos – Buenas tardes, papi – dice Renee, mientras le daba un beso – sabes llegó el recibo del teléfono, hay que pagarlo o nos lo cortan – y le da unos papeles, - también están los pagaré del carro, si no pagamos las letras atrasadas nos lo van a quitar – le dice su hijo mientras le entrega unos pagarés

- Deuda, y más deudas, eso es lo único que tenemos – exclamaba furioso Kenji – ¿Qué más se debe?

- toma el recibo de la luz, el cable, la renta del pent-house – le dijo Ikuko sentada, mientras leía una revista de modas

- y todavía faltan la tarjeta de crédito, más los intereses, más lo moratorios, estamos llenos de deudas, Ikuko, ¿Qué vamos hacer? Todo sube, menos los salarios, no podemos continuar así

- Pues Kenji, no podemos dejar de vivir bien cómo hasta ahora

- Pero Ikuko, que podemos hacer

- ya te lo he dicho muchas veces, tenemos una hija hermosa y ahora sí en edad casadera, utilízala, Serena puede sacarnos de pobres

Al otro día, en la tienda de abarrotes, se encontraba Serena discutiendo por el precio de las cosas – No lo puedo creer 30 pesos por un kilo de jitomates, me vio cara de rica o qué – Pues si tiene cara de niña rica señorita, gente rubia y de ojos azules, nunca vienen a comprar a estos rumbos – Señora, yo soy la excepción, en serio – decía la rubia al fin después de mucho regatear ayudada su amiga Rei, al fin la chica pudo compra lo necesario para la despensa de la casa

- de verdad no te mides, Serena, eres más coda que tu mamá – le digo su amiga Rei, ella era una morena muy guapa de pelo negro y ojos violeta, eran amigas desde niñas y ambas se querían mucho para Serena era su única y verdadera amiga después de su hermana

- No, Rei, no es eso, es que me disminuyeron el gasto, porque los problemas económicos están muy duros, imagínate, debemos letras del pent-house y del carro, sino pagamos nos los quitan, y nos quedamos sin donde dormir – dijo preocupada Serena,

- No entiendo a tu mamá, para que quiere un coche tan caro sino puede pagarlo – decía Rei a su amiga.

Ikuko por su parte había salido con Renee y en esos momentos llegaban a su casa – por favor Renee, apúrate en abrir la puerta del Garaje no sea que los abogados de la agencia estén por aquí y nos quieran quitar el auto – decía Ikuko, toda exaltada

- ¡Ay mamá! ¡No exageres! Siempre es lo mismo y nunca nos lo han quitado –

- Pero ahora, si van en serio, no hemos pagado lo que nos comprometimos –

- ¡Pero mamá! Si tenían el dinero, ahora entiendo, en lugar de pagar mandaste arreglar el coche para que pareciera del año, en serio, no entiendo porque lo hicieron

- ¿Qué dices? Y que mis amigas digan que no puedo comprar un coche del año, para nada, Renee, pero bájate – dijo Ikuko molesta

Después siguieron haciendo sus compras y cuando iban de camino a sus casas seguían platicando de lo mismo, "las deudas de la Familia Tsukino" – Rei, no sabes, debemos hasta la camisa – le platicaba la rubia a su amiga – las tarjetas de crédito las tenemos hasta el tope, y si no pagamos nos desalojaran

- ya Serena, esos no son tus problemas son de tus padres –decía Rei- si no pueden llevar ese tren de vida que le bajen, pues eso si mucho coche de lujo, mucho pent-house, mucha ropa fina, pero todo a crédito, pues ni siquiera tiene para la despensa

- Pero tú ya sabes cómo son mis papás, Rei –

- Si, sobre todo tu mamá

- Y lo peor es que no sé quien nos pueda ayudar a salir de tanta deuda – decía Serena angustiada

En el Pent-house, Kenji e Ikuko veían la foto de Serena - de verdad que es muy bonita nuestra hija – Dijo Kenji – y como dices Ikuko, ella es la única que nos puede ayudar a sacarnos de tantas deudas – Así es Kenji, Serena es demasiado bonita para desperdiciar su belleza casándose con un cualquiera, tienes o mejor dicho tenemos que buscar a un millonario para casarla y ¡pronto! - sentenció Ikuko

- ¿Casar a Serena con un millonario? Pero Ikuko es una lástima que los millonarios no se den en maceta

- Pero es nuestra única salida, aunque tienes razón Kenji ¿dónde encontrar a un millonario para casar a Serena?

En la hacienda Tierra de Ilusiones, estaba llegando después de cursar sus estudios en el extranjero, Darién Chiba, el hijo del Terrateniente Kiryama Chiba, un joven alto, apuesto, atlético con unos expresivos y maravillosos ojos azules y cabellos color negro azabache, al llegar a la hacienda la miró con infinito amor y exclamó - ¡qué alegría estar aquí! ¡esto sí es vida! Es maravilloso regresar a casa – después llegó a la casa de la hacienda y allí se encontró con Rubeus, un joven huérfano desde muy pequeño al cual don Kiriyama había albergado desde que se quedó solo, Rubeus era de cabellos y ojos rojos, pero con un corazón llenado por la envidia y la amargura, pues pensaba que era hermano de Darién y de la hermanita de este Hotaru y albergaba que algún día se le reconociera como un Chiba, al ver llegar a Darién los saluda

- Darién, es una sorpresa

- Rubeus, ¡qué alegría!, vine a dejar mis maletas, voy alcanzar a mi papá y Hotaru en el pueblo pues me están esperando – después de saludarlo y dejar las maletas se fue al pueblo cerca de la hacienda donde fue recibido con una fiesta, todos en el lugar lo querían, pero volviendo con Rubeus, al ver irse a Darién se quedó serio y pensativo hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por Neflyte, un trabajador de la hacienda de cabellos castaños

- ¿Qué pasó Rubeus? No te cayó nada bien que llegara el joven Darién

- no digas tonterías Neflyte, tú sabes que quiero a Darién como si fuera mi hermano – expresó Rubeus con un dejo de envidia

- más bien le tienes envidia y piensas que es tu hermano – puntualizó Neflyte

- Tú no te metas en lo que no te importa, ya llegará el día en que todo el pueblo sepa la verdad, el día en que sepa de quien soy hijo – expresó un poco furioso Rubeus y se alejó del lugar

Volviendo con Serena ella se encontraba con la compra camino a su casa platicando con Rei

- Sabes Rei, hay ocasiones en que en verdad me gustaría ser rica, en lugar de aparentarlo, debe ser bonito tener un chofer… – cuando fueron interrumpidas o mejor dicho asustadas por el novio de Serena, Seiya un joven de cabellos negros, sujetados por una coleta y de ojos azules,

- esto es un asalto de besos – dijo el joven y empezó a besar a Serena

- Seiya nos asústate – dijeron ambas chicas

En casa de los Tsukino, Kenji, Ikuko y Diamante discutían sobre Seiya y Serena

- Tenemos que separar a Serena de Seiya, no nos conviene para nuestros planes – decía Ikuko

- pero Serena es muy rebelde y terca y este tal Seiya le ha llenado la cabeza de tonterías y de cosas románticas – expresó Kenji

- pues papá oblígala, Serena es una hija de familia y tiene que obedecerte, dile que deje al imbécil de Seiya – le sugirió Diamante

- Sino lo haces, Tú, entonces yo lo haré, le exigiré a Serena que deje a Seiya, ella se tiene que casar con un millonario – especificó Ikuko

Mientras tanto Serena y Seiya seguía platicando

- Nunca te voy a dejar Seiya, te quiero mucho – decía la chica a su novio al mismo tiempo que le acariciaba el rostro con dulce amor

- No tienes porque dejarme – le contestaba el joven con una mirada pícara – yo también te quiero mucho Serena

- Seiya, pero sabes que mis papás no te quieren – dijo la chica muy triste

- Y tu hermano Diamante me odia, pero si nos amamos, nada podrá separarnos – le responde el chico y la besa – es más si intentan separarnos nos fugamos y nos casamos

- Eso sí, porque mis padres se les ha metido la idea de casarme con un viejo millonario

- pues entonces con más razón hacemos lo que te propongo

Kenji y Diamante platicaban sobre las posibilidades de casar a Serena con un millonario

- Sabes, padre recuerdo que una vez mencionaste a Don Kiriyama Chiba, según dijiste es viudo y rico

- si tienes razón el podría ser un buen candidato, sobre todo que estoy en peligro de ir a la cárcel

- pero papá y si Serena no quiere casarse – se cuestiona Diamante

- entonces la obligo yo – dijo Ikuko que en esos momentos entraba en la sala y se unía a la conversación – tienes que saber cuándo va a venir para presentárselo a Serena

Darién por su parte platicaba con su padre, de sus anhelos de apoyarlo en la hacienda y en los negocios, por lo que Don Kiriyama se acordó de Kenji Tsukino, un señor que apoyaba a los terratenientes en asuntos de compra – venta, - le voy a llamar al Señor Tsukino, para que mañana que vayas a la ciudad del Milenio de Plata te apoye con las cuestiones administrativas

En el pueblo la Señora Kaguya era de las pocas que no estaban feliz de la llegada de Darién y es que odiaba a la familia Chiba, debido a que en su época de juventud, estuvo enamorada de do Kiriyama, pero él jamás le hizo caso y esa rabia la consumía día con día, deseaba con toda su alma que Darién no fuera hijo de él y aunque existía una posibilidad lejana de que eso fuera cierto, ella deseaba averiguarlo y sólo lo podría hacer si aparecía la carta escrita por Setsuna la madre de Darién, que había muerto cuando sus hijos eran pequeños

Por su parte la familia de Serena, planeaba cómo presentarle al Señor Chiba, y sobre todo deshacerse de Seiya, a lo cual Renne lo escuchó y cuando llegó Serena se lo mencionó, el cómo pensaban casarla y lo que le pensaban hacerle a Seiya, la rubia al escucharlo tuvo una mezcla de sentimientos, rabia, miedo y angustia y se fue corriendo a ver a su novio, al llegar con él y le dice lo que están pensando sus padres, le dice que tienen que huir pues es un hecho de que sus padres la desean casar con un viejo millonario

- Tenemos que irnos Seiya – decía llorando Serena

- Pero mi amor, no exageres, tan sólo es un rumor

- No, Seiya, mis padres ya lo han decidido

- Mira Serena, esperemos unos días y veremos qué pasa – decía el chico "no puedo cumplirle a Serena lo que le prometí, eso arruinaría mi futuro" pensaba

- Esta bien Seiya, esperaremos – le contestó la chica mientras lo abrazaba

Después de estar un rato con su novio, Serena llegó a su casa y vio a su padre preocupado

- ¿Qué pasa, papá?

- No es nada, Serena, lo que pasa es con tanta deuda, estoy en peligro de ir a la cárcel

- por eso Serena, te tienes casar con un hombre rico que ya escogimos para ti – dijo Ikuko al momento que entraba

- no mamá, no me puedes obligarme a casar por interés y con alguien que no quiero

-Pues entonces por tu culpa nos quedaremos en la ruina y nos quitaran la casa, el coche – le gritaba Ikuko

- Lo siento mamá, pero un matrimonio sin amor está destinado al fracaso – dijo furiosa la rubia

- No sabes lo que dices Serena, tú padre puede ir a la cárcel si no te casas con un hombre rico

- Solo te digo mamá que no me casaré con alguien que no sea Seiya – gritó la rubia y se fue a su habitación

Su madre la vio irse y pensó "Eso lo veremos Serena, te casaras con quien yo diga"

Darién por su parte platicaba con su hermana Hotaru, una jovencita de 15 años de ojos Violetas y cabellos Negros

- sabes Darién, la que faltó para recibirte y estaría encantada es Neherenia

- Lo dices porque ella es tu amiga,

- pero Neherenia te ama, te ama desde niños

- Si Hotaru, pero yo solamente puedo verla como una amiga

- Te dejo voy a cabalgar un rato

Durante la cabalgata Darién se encontró con Neherenia y está lo saludo dándole un beso en la boca

- Neherenia…

- No digas nada Darién, yo te amo y haré todo lo posible para conseguir tu amor, nos vemos

En la noche Kenji recibió una llamada

- Buenas noches, habla Kenji Tsukino

- Señor Tsukino, soy el Señor Chiba y quisiera pedirle un favor

- dígame Señor Chiba

- Mañana va mi hijo Darién, le pido que lo presente con los compradores y lo ayude en todas las cuestiones administrativas

-con gusto Señor Chiba, yo me encargó de su hijo

Al colgar Kenji, le cuenta a Ikuko de la llamada, y entonces planean el llevar a Serena al otro día para que lo ayude, por supuesto al decirle a Serena de que acompañaría a su padre, ella quiso negarse, pero no pudo

Al otro día Serena acompañó a su padre, pero este bajó para arreglar unos asuntos y le pidió a Serena estacionar el carro, pero al tratar de hacerlo una camioneta le gana el lugar y se baja molesta para reclamarle al tipo que le robo el lugar, al verlo bajar se sorprende el joven tiene los ojos azules más bellos que ha visto en su vida

continuara...