Ahí estaba ella, después de recorrer la ciudad en su convertible de la forma en la que tanto le gustaba, en la forma como su vida pasaba ahora frente a su mente, veloz. En ese lugar que simbolizaría para ella el fin del camino, de su camino. Se encontraba en la cima de una gran roca que daba una preciosa vista al mar, al horizonte, en espera de la puesta de sol. Su lugar favorito, pues podía sentir como el viento acariciaba su cara, mezclado con esa brisa marina que le inundaba el corazón de paz. Su mente en ese momento se encontraba nublada y a la vez cargada de pensamiento, recueros, seguridad que se quebrantaba con el temor. Siempre creyó que tenia su vida bajo control, para ella no existían los imposibles, luchaba por todo lo que quería hasta conseguirlo.
Provenía de una de las familias mas adineradas y poderosas del país. Su niñez fue buena, no se podía quejar, lo tenia todo, nunca le falto nada, sus padres querían mucho a su hija única y siempre se lo demostraban. Y claro, nadie podía pensar que cuando creciera su voluntad seria tan distinta a la que ellos creían y esperaban, que sus gustos distaran de lo que la mayoría escoge. Esa transición de la niñez a la adolescencia empañarían la demostración de cariño anterior con constantes pleitos, que el carácter rebelde de la joven, heredado de la madre, no ayudaban para acabarlos, y no acabaron jamás. Y no es que ese amor se haya acabado o disminuido, pero ningún lado cedería, sus formas de pensar y ver el mundo distaban mucho. Sus padres querían lo mejor para ella, pero ella sentía que lo mejor para ella era no vivir con ataduras, si quería llevar su cabello dorado corto, usar ropa de chico y buscar el amor en una mujer, lo haría.
Amaba a sus padres, y estaba segura de que ellos a ella, pero cuando la desesperación por convencer al otro gana, las palabras hieren y no se pueden borrar. Es por ello que cuando pudo se independizo y decidió hacer su propio camino, lograr sus propias metas y superar sus expectativas personales. Ser piolo de carreras no es fácil cuando se es mujer, pero lo logro. Resulto ser muy guapo, tanto que hasta la chica que tenia novio se sentían profundamente atraída a ella a pesar de ser mujer.
Sonrió recordando sus travesuras amorosas.
-"Mi vida resulto como siempre quise que fuese, libre" pensó mientras el viento desordeno sus mechones dorados sobre sus ojos.
Empezó a atardecer, su corazón latía mas fuerte, su estomago se apretó, bajo la mirada a las olas que chocaban violentamente contra las rocas. Una leve sonrisa y un suspiro, su mirada volvió a posarse sobre el atardecer.
El cielo estaba anaranjado.
Cerro sus ojos y desesperadamente pensó en que quería vivir, si es que de verdad existía el amor, no lo sintió, y lo deseaba. Anhelaba encontrar una razón para vivir
"necesito una razón"
Se acercaba el atardecer
Necesitaba una razón para vivir, compartir lo mejor de si a alguien, ver un nuevo amanecer desde su departamento, disculparse con sus padres, no haberse enojado por cosas que ahora no tenían importancia. Eso le daba un motivo para continuar, esa era una razón para seguir, pero...
Abrió los ojos
El sol ya se iba, se estaba apagando
"pero..."
Su corazón se acelero, estaba decidida pero la nostalgia se apoderaba de ella, a la vez que ansiedad. Volvió a cerrarlos, sentía el viento como si entrara en su ser, estiro sus brazos
-"necesito una razón...pero..."
Tomo una gran cantidad de aire, y...
...Los ultimos rayos de luz...
-"es hermoso, no crees?" una voz hizo que se detuviera su corazón y respiración, al igual que la acción que iba a hacer a continuación.
La rubia permanecía con los ojos cerrados sintiendo el viento, que se mezclo con la brisa marina mas cálida que había sentido.
-"como el atardecer puede ser perfecto cuando el viento se mezcla con la brisa del mar" dijo nuevamente la voz.
Esto hizo que la rubia abriera inmediatamente los ojos y girara su cabeza hacia donde provenía esa voz.
Quedo hipnotizada con lo que veía, una hermosa joven de cabello turquesa y de ojos tan profundos como el océano que le veían fijamente con una bella sonrisa dibujada en su rostro. Se perdió en ese horizonte de sus ojos, olvidando todo, todos esos pensamientos que antes se presentaban de forma caótica en su mente se desvanecieron, y sentía que el tiempo se detuvo.
-"y como el sol, se fue otro día, ya anocheció"- dijo la joven de cabellos como el mar
La rubia salió del trance y miro hacia el horizonte, el sol ya se había ido, bajo su mirada y suspiro.
-"Michiru Kaio" dice la joven. La rubia vuelve la mirada a la peliverde, -"me llamo Michiru Kaio, y tu?
La rubia la ve por unos momentos sin pronunciar palabra, luego le dedica una tierna sonrisa
-"Haruka Tenou"
Bueno, me decidí a hacer mi propio fic xq tengo bastante tiempo libre x ahora q estoy de vacaciones, y tnia ganas de hace tiempo a hacer uno, pero es q soy matada para la redacción, jajaja
En fin, puedo tachar "hacer un fic de HxM" de mi lista de cosas q qria hacer antes de entrar a clases.....
criticas, comentarios, abucheos ;) los recibo cn gusto
Bsos!