I
- Agradezco a todos los presentes su ayuda para que este tratado viera la luz
Todo el salón estaba inhundado por jefes de estado, miembros de la milicia de diferentes países todos reunidos para definir como se llevaría a cabo la reestructuración del gobierno en Afganistán después de la guerra.
El teniente Coronel James Sinclair quien dirigía la coalisión de fuerzas armadas en Afganistán terminó su discurso.
Todos los presentes aplaudieron las palabras del teniente.
Gran discurso- dijo una mujer en traje de noche.
Gracias ¿señorita?- dijo el teniente coronel con educación.
Wallace- dijo la señorita extendiendo su mano- un placer.
James iba a contestar al saludo cuando un mozo llegó.
Señor tiene una llamada de larga distancia- dijo el joven mozo.
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- James, comunícate en cuanto puedas; me lleve el auto del abuelo
La llamada había sido algo desconcertante para James; su hermano menor, Gerald Sinclair siempre había soñado con usar el automóvil de su abuelo Theodore así que James no entendía el por qué de la llamada.
Mmmmh, ¿es qué Gerald ya lo habrá descubierto?- se preguntó James regresando a la fiesta.
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Es extraño como pasan en ocasiones las cosas, James nunca imagino que esa llamada sería la última que recibiría de su hermano.
El teniente Coronel pasaba esa tarde con la señorita Selene Wallace, la señorita Wallace era un miembro importante del parlamento inglés y por consiguiente estaba muy interesada en el papel que jugaban las fuerzas de su Majestad en Afganistán.
El télefono de James sonó distrayendo a ambos de su conversación.
- ¿Si?
James ya no contestó nada, solamente colgó; algo estaba mal.
¿Pasa algo, James?- preguntó Selene.
James no contestó.
¿James? Me estás asustando- dijo Selene acercándose a él.
Mi hermano...- James parecía ausente- mi hermano... murió...
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Theodore Sinclair era dueño de un magnífico Cadillac de los años cincuentas, era su orgullo y su máxima posesión. James sabía que su auto no era un vehículo cualquiera, tal vez si se lo hubiera dicho antes a Gerald... pero como todo Sinclair sabía guardar un secreto. Y el cadillac era el secreto de la familia.
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James regresó junto con Selene a América.
Debo hacer esto solo- dijo el teniente coronel dejando a su compañera en el hotel.
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El reporte que se le entregó a James decía que su hermano había sido víctima de un asalto en despoblado; que habían intentado quitarle el automóvil y al resistirse había resultado mortalmente herido.
¿Por la espalda?- se dijo James al revisar el reporte del médico en el anfiteatro.
Señor- dijo un empleado.
James alzó la cabeza.
- Debe reconocer el cuerpo
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No había ninguna duda, James Sinclair ahora era el último Sinclair con vida.
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¿James?- preguntó Selene cuando James regresó al hotel.
Una fuerte lluvia había empezado.
Nunca le dije- comenzó James mientras Selene le pasaba una toalla por los hombros- que había algo especial con el auto, tal vez si lo hubiera sabido...
James, por favor, no te culpes estás cosas pasan- dijo Selene abrazándolo- nadie quiere que ocurran, pero pasan...
No lo entiendes- dijo James mirando por la ventana- el auto era más de lo que cualquiera podía pensar.
Selene se colocó frente a James, ella entendía muy bien a lo que se refería.
Te entiendo James- dijo la chica.
James parecía algo desconcertado pero después le sonrió un poco.
Y el tuyo- comenzó James- ¿era un él o una ella?
Selene abrazó a James una vez más.
Yo no lo conocí- dijo Selene- le paso a mi abuelo durante la Segunda Guerra Mundial y por lo que me contó fue un él.
Más de lo que ves, ¿cierto?- dijo James mirándola directo a esos hermosos ojos grises.
Más de lo que ves- dijo Selene secándo el cabello pelirojo de James.
James dio un largo suspiro.
Debemos preparar todo para el funeral...
Continuara...