Capítulo I: La manera rápida de provocar que te manden al diablo

Eran las 12 de la noche en Jump City y la ciudad se batía contra la tormenta eléctrica más fuerte de los últimos años.

La luz se había ido y lo único brillante era La Torre T que se erguía imponente entre tanta oscuridad gracias a sus luces de emergencia.

Cyborg, Chico Bestia y Starfire estaban afuera rescatando autos atascados en medio de ríos de agua, ayudando personas anegadas en sus propias casas inundas y capturando delincuentes que se aprovechaban del caos reinante.

Robin y Raven hacían guardia en La Torre, cuidando que ningún enemigo se aprovechara de la ausencia de los Titanes para apoderarse de esta.

Sinceramente la verdadera razón que ella estuviera ahí era que tras una pequeña reunión (en la cual excluyeron a la chica) decidieron que la situación era un tanto apocalíptica y enviar a alguien como Raven, podía asustar… un poco… o en realidad bastante a las personas en problemas, empeorando la situación en vez de mejorarla.-

El sonido de un motor rugiendo en la noche sin estrellas fue seguido de un relámpago que apagó las luces de La Torre y luego de eso por la alarma de la fortaleza.

-Hay un intruso –susurró Robin a su compañera –está en la azotea, hay que ir a averiguar.

-Déjamelo a mí, llegaré más rápido –le contestó Raven mientras desaparecía por un portal creado por sombras.

-Está bien, yo subiré para apoyarte si te hayas en problemas.

Mientras corría por las escaleras pensó en que era realmente tonto que su compañera necesitara ayuda ya que era la más fuerte del grupo, pero al llegar arriba y verla pasmada mientras una silueta oscura se abalanzaba contra ella hizo que él olvidara que era la hija de Trigon, la hechicera más poderosa aunque sólo fuera una adolescente y la chica que podía manejar de mejor forma situaciones adversas que había conocido, la sangre le hirvió y el deseo de protegerla fue mayor que su razón. Corrió enfurecido contra la figura para atacarlo, pero su golpe fue bloqueado y de un empujón estaba en el suelo.

Eso no lo detendría, salvaría a su amiga de lo que fuera.

Se paró ágilmente y se impulsó para patear al extraño mas este de forma hábil logró tomar el tobillo del chico maravilla y dejarlo suspendido cabeza abajo en el aire mientras este intentaba soltarse, asentando golpes y retorciéndose, pero sin resultados.

-Esa es forma de tratar a tu tutor –una voz profunda y familiar llegó a sus oídos deteniendo sus intentos de escape.

-¿Batman? –un relámpago iluminó el rostro del enmascarado que lo tenía prisionero -¡Qué demonios haces aquí!

-Para mí también es un gusto verte Robin.

La chica observaba a cierta distancia el intercambio de palabras de ambos. Al parecer no estaban en peligro, podía relajarse ¿Pero quién era él? Su presencia la marcaba el misterio y la oscuridad. No podía apartar su mirada. Tenía un aire que le recordaba a Robin, pero definitivamente al verlo se veía a ella misma en él.

Pero más alucinante.

La sangre se agolpo a sus mejillas a medida que se acercaba a los dos.

Se subió la capucha y esperó que la oscuridad de la noche le cubriera su sonrojo.

-¿Robin?

-¡Raven! –se había olvidado que ella estaba presente. Se sintió avergonzado por la situación y con toda la entereza que le podía dar el estar colgando de cabeza le pidió a Batman que lo soltara.

-Con mucho gusto- acto seguido, el chico chocaba contra el suelo de la azotea.

-¡Oye! ¡Ten más cuidado!

-Veo que hace falta entrenamiento, usualmente habrías caído como una araña.

-¡Maldición! –murmuró antes de entrar de vuelta a la Torre.

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La situación ya se había normalizado; había dejado de llover, la luz había regresado a la ciudad y los titanes que estaban afuera podrían volver en cuanto dejaran a las víctimas en los albergues que se habían improvisado.

-Así que esta es tu 'guarida secreta' –sonrió Batman mientras se quitaba la capa húmeda y la dejaba en una de las sillas del comedor.

-No es una guarida secreta, es una Torre de control –contestó el chico maravilla de mala gana mientras imitaba a su tutor.

-Qué humor es ese Robin, creí que te pondría feliz el verme –este lo miró de reojo y con un suspiro cansado intentó cambiar el rostro.

-Ok, lo siento, ha sido todo demasiado rápido, además… ¿Qué se supone que haces aquí?

-Vine a visitarte, es mi deber como tutor y creo que hemos perdido demasiado contacto.

-Apuesto que Alfred te convenció.

-¿Tan obvio soy?

-Digamos que te conozco desde hace mucho tiempo atrás.

-Digamos que estás en lo cierto, pero tú sabes que mi aprecio a ti no se demuestra de ese tipo de formas tan… maternales…

-Lo sé… por mí no debes preocuparte, fui criado prácticamente por ti y por un mayordomo inglés, no soy el rey de las demostraciones de cariño ¿Pero por qué así vestido?

-Somos superhéroes, supuse que sería mejor aparecer así antes que con mi identidad secreta, sabes muy bien que sin la capa y la máscara sólo soy un multimillonario de Gotham City –" 'Sólo' es un millonario…como si fuera poco" pensó Robin.

-¿Y Justo hoy? Hasta hace rato parecía que íbamos a necesitar una arca y a Noe para salir de esta y por si fuera poco ni siquiera se te ocurrió tocar la puerta, simplemente irrumpiste por la azotea.

-Qué puedo decir a mi favor… me gustas las entradas dramáticas –Robin le lanzó una mirada enojada y Batman sólo pudo encogerse de hombros pero sin perder la sonrisa del rostro –hey, perdón, no esperé que te molestara tanto, sabes que no me caracterizo por ser una persona normal.

-Pude haberte dañado.

-¿En serio? –su tono ingenuo estaba teñido de ironía. Raven que aparecía con té para los tres soltó una risita ante el comentario.

Serio y mordaz aparte de misterioso. Aquel superhéroe se estaba volviendo completamente de su gusto.

El mayor notó a la chica que les repartía té y sonrió con agrado.

-Disculpa mis modales, soy Batman –el hombre tomó una de las manos de la chica y la besó sin dejar la sonrisa que adornaba su rostro.

Una de las tazas con té explotó vertiendo su contenido. Exactamente fue la de Robin, manchando sus pantalones y quemándolo de paso.

-¡Raven!

-Lo siento… no quise…

-Y veo que tú te llamas Raven… aún estás empapada, deberías tomar un baño y cambiarte de ropa.

-Es cierto, espere –se marchó por un portal y regresó de manera rápida de la misma forma cargando una toalla negra junto a ella –tome, usted debería tomar también una ducha, la habitación de visitas tiene baño, si gusta lo guío.

-¡Hey y yo! –exigió el chico maravilla con un tinte de algo que parecía celos en su voz.

-Tú sabes donde queda tu habitación Robin, no necesito guiarte –el chico se palmeó la cara como signo de desesperación.

-No me refería a eso.

-No te preocupe, Robin puede hacerlo, tú encárgate de ti antes de que te resfríes.

-Está bien –y sin más se marchó.

-Bien, creo que te tengo que llevar a…

-No te molestes –le interrumpió su tutor –sé dónde queda el cuarto de visita, sé también que tienen más de uno, tienen un piso exclusivo para entrenamiento, una sala con armas aunque no las ocupan, estacionamiento de sus naves... y puedo seguir.

-Oye… cómo…

-Me conseguí un plano de las instalaciones… fue relativamente fácil, deberían proteger más su información.

-Demonios –gruñó Robin mientras se marchaba a su habitación.

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Al día siguiente las actividades en la Torre T comenzaron tarde por el agotamiento general después de la inacabable noche de tormenta.

El rostro aún somnoliento del chico maravilla se asomaba por el pasillo con la intensión de dirigirse a la cocina y desayunar.

Era extraño, pero había tenido un sueño muy anormal. Supuestamente aparecía Batman en La Torre T, pero eso definitivamente era ridículo; no sabía de él desde que se había marchado de casa después de una gran pelea entre ellos y hacía de eso un año.

Un poco antes de que formara los Jóvenes Titanes.

Tal vez era su gran aprecio hacia él y su rara forma de extrañarlo lo que lo llevó a fantasear con eso. Quizá ya era hora de que se apareciera por Gotham City en una visita de cortesía.

El olor a café recién hecho le despejó un poco sus sentidos y agradeció a Raven que muchas veces se comportara como la madre de ellos aunque no lo admitiera… no era la primera vez que le servía café sin preguntarle si deseaba o no, simplemente sabiéndolo.

¿Y qué era ese aroma que se sumaba al anterior? ¿Waffles? ¿Desde cuándo la chica sabía cocinar? ¿O se habría equivocado y Cyborg se había levantado también?

No importaba, tenía hambre y le caería bien el comer algo después de esa noche tan agitada.

-¡Buenosdíasquedem…! –lo primero que vio al entrar fue a Raven sonriendo de forma coqueta a Bruce quien preparaba unos waffles enfundado en el delantal rosa con el que Cyborg cocinaba…¡Qué rayos! ¿Raven sonriendo? ¡Bruce en un delantal rosa!

Oh no, era el fin del mundo como se conoce, el cuadro en definitiva era demasiado surrealista.

-Buenos días Robin –sonrió el hombre mientras servía el desayuno para Raven y para él –preparé suficiente para los seis.

-¿Los seis? –se sentó aún dudoso de que todo fuera real… seguramente seguía en ese sueño extraño dónde llovía, Batman aparecía por la azotea y les daba un susto de muerte… ahora estaba ahí con un delantal demasiado femenino para la salud mental de cualquier hombre coqueteando con la chica más reservada que conocía y la que aún era menor de edad por lo que cualquier cosa entre ella y su tutor estaba legalmente prohibida.

Un escalofrío recorrió toda su espina dorsal y sintió como puñaladas de algo parecido a furia se le enterraban en el estómago repetidas veces al imaginarse a Raven y Bruce en la misma cama.

Definitivamente ese no era un sueño… era una pesadilla.

-Raven me dijo que su amigo llamado Cyborg era el que cocinaba, pero al parecer aún esta agotado en su cama, así que decidí preparar para todos, es lo mínimo que puedo hacer después del susto de anoche.

Demasiado hablador, demasiado pendiente de la oscura chica… eso no le agradaba.

-Bonito color, aunque creo que te prefiero de negro –gruñó un sarcasmo el chico maravilla.

-Es lo que encontré para proteger mi ropa y que no se ensuciara con harina, de todas formas no creo que me haga menos hombre el usar delantal y menos que este sea rosado.

'Touche' ¿Cómo se supone que sería entretenido molestar a alguien con un color afeminado si este no tenía ninguna duda sobre su sexualidad?

-¿Y desde cuándo tus destrezas culinarias? Creí que de todo se encargaba Alphred.

-Sólo son unos waffles, cualquier hombre soltero debería saber cocinar eso además de un huevo frito y fideos… por lo demás se puede sobrevivir a comida recalentada y restoranes de comida rápida.

-Tienes demasiado dinero como para hacer algo de lo ya mencionado…

-Lo sé, pero de vez en cuando me gusta sentirme un poco normal.

-Yo no sé ni siquiera cocinar waffles -¿Raven lo estaba defendiendo? ¿Acaso los planetas se habían alineado solamente para hacerle la vida imposible a Robin?

-Mejor aún, así se le da la posibilidad de impresionar al hombre soltero, con sus improvisadas dotes culinarias, a una chica tan bella como tú.

La taza de Robin nuevamente reventó pero esta vez logró escapar de su contenido.

-Esto ya se está volviendo una molesta costumbre…

Recién a las 12 del día comenzaron a aparecer el resto de los titanes entre bostezos y ruido, con rostros ya repuestos y alegres de que la noche tan catastrófica no haya pasado a mayores.

-Buenos días amigo Robin, amiga Raven, señor Bruce –saludó Starfire mientras se sentaba en el comedor.

-Hola viejo ¿Por qué no nos habías dicho que tu tutor era Batman? Te habría obligado a ir a Gotham City por su autógrafo –le reclamó Chico Bestia mientras se ponía al lado de Robin.

-Y que el Batimóvil tenía una tecnología tan súper –sonrió Cyborg -¿waffles? No los habrá cocinado alguno de ellos dos –murmuró con gesto sombrío mientras apuntaba a su líder y a la chica oscura.

-No, los hice yo –sonrió Bruce.

-Vaya Raven ¿lo amenazaste o algo para que te diera en el gusto? –la molestó Chico Bestia.

-Ella simplemente me comentó lo que le gustaba desayunar por las mañanas y como los waffles es una de las pocas cosas que se cocinar decidí prepararlos, no me costaba nada hacer feliz a la señorita –Raven se colocó la capucha ante la imperceptible sonrisa que apareció en sus labios. Tomó su libro y pretendió leer.

¿Qué era eso? ¿Desde cuándo todos eran tan familiares con su tutor? ¡Ni siquiera lo conocían! Algo no estaba bien en todo esto, desde el comportamiento de Raven en adelante; se veía tan cómoda junto a él, sonreía y le coqueteaba, de hecho su rostro relajado había desaparecido en cuanto lo vio entrar en el comedor y eso de algún modo le molestaba.

"Es natural, es mi mejor amiga, y él es un soltero empedernido ¿Tiene que comportarse tan encantador con cada chica linda que se le aparece frente a él? La hará sufrir y eso es algo que ella no se merece".

Apretó los puños bajo la mesa. La sola mención de que la chica resultara herida de una u otra forma lo molestaba e indignaba.

-Me quedé con Bruce despierta hasta que los demás Titanes llegaron –aclaró Raven quién aún mantenía los ojos en el libro y aparentaba leer. Definitivamente no lo hacía –alguien debía esperarlos y él se ofreció a acompañarme. Tú estabas durmiendo.

Fue muy sutil, pero notó el tono molesto que se infiltraba entre cada palabra monótona. Le estaba recriminando y él no podía decir nada a su favor… había estado tan enojado que se olvidó de sus deberes de líder.

Lo que no lograba entender era ese sentimiento que albergaba dolorosamente en el pecho. Bruce era más que su tutor y amigo; era su padre, y el verlo debería resultar motivo de alegría, aún más por la excelente disposición que el adulto tenía de olvidar la rencilla que desató su huída de Gotham City. Venía en son de paz y él lo único que había hecho era comportarse de forma agresiva. Pero no lo podía evitar; el sólo mirar las sonrisas que habían entre Batman y Raven, sus miradas cómplice, la atmósfera apartada que se situaba entre ellos… eran del mismo material, se comprendían y se complementaban… solitarios y oscuros, ambos alados nocturnos. Él era su mejor amigo y habían pasado muchas cosas juntos, pero jamás había tenido ese acercamiento con ella, aunque la conocía hace más de un año.

Se sentía amenazado. De pronto el hecho de que alguien le quitara el afecto de la chica lo aterró.

La alarma de la torre seguida por la voz de Cyborg lo sacó de sus pensamientos.

-Viejo, es el Doctor Luz, está intentando robar el banco de Jump City, seguramente para financiar sus enfermos experimentos.

-Muy bien ¡Jóvenes Titanes, al ataque!

El grupo desapareció dejando sólo a Bruce quien terminó tranquilamente su café mientras observaba el monitor el cual le daba una panorámica tomada por un satélite del lugar en el que se iba a formar la pelea.

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La batalla había sido muy fácil. "Demasiado fácil" pensó Batman.

Por la posición del satélite no había podido ver muy bien lo que pasó exactamente, sólo notó que cuando iba a comenzar la batalla con ese molesto Doctor Luz, Raven se interpuso entre el ataque del villano y los Jóvenes Titanes, intercambiaron un par de palabras y de la nada aparecieron unos tentáculos que se asomaban por la oscura capa; acto seguido: el Doctor Luz se entregaba voluntariamente a la policía.

Él lo consideraba un villano patético pero persistente y ni siquiera con La Liga de la Justicia se había entregado de esa forma voluntaria y asustada. Podía notar los rasgos de terror en su rostro, como si hubiera visto al demonio, aunque su atención iba dirigida exclusivamente a Raven.

Esa chica era un enigma y algo que no podía dejar pasar Bruce Wayner era un misterio más incomprensible que él mismo.

-¡Trajimos pizza para el almuerzo! –informó feliz Chico Bestia.

-De carne y vegetariana –complementó Starfire con una sonrisa.

-Y también de doble queso con aceitunas negras y champiñones –sonrió Cyborg.

-Apostaría mi Baticueva que la última la eligió Robin, buena pelea Jóvenes Titanes, me sorprende como tienen condicionado al Doctor Luz.

-¿Viste la pelea? –preguntó temerosa Raven.

-En vivo y en directo gracias al satélite, es increíble el rostro de temor cuando los vio… aunque estaba mirando a Raven directamente… aunque por la posición del satélite sólo les vi la espalda.

-Es simplemente que le hemos pateado tantas veces el trasero que ya nos teme –mientras decía esto Robin sonreía, mas su posición era tensa como de defensa y se había puesto entre Bruce y la chica, esperando protegerla.

-Entiendo –le sonrió de vuelta su tutor –ahora comamos las pizzas antes que se enfríen.

-Oye… ¿Y tú traje? –cambió el tema mientras se iba a sentar con todo su equipo.

-Anoche estaba muy mojado y Raven se ofreció para lavarlo y secarlo, pero yo le dije que lo dejara para hoy día, así que debe estar en el cuarto de lavado.

Todos habían dejado la pizza a mita de camino entre su boca y el plato luego de que escucharan "Raven se ofreció". Cuatro pares de ojos la miraban sorprendidos poniéndola nerviosa aunque jamás lo admitiría. No le gustaba ser el centro de atención.

-Sólo intentaba ser buena anfitriona.

Se sirvió un pedazo de pizza de doble queso, aceitunas y champiñones mientras se comportaba como si en realidad no importara lo que había sucedido.

El resto continuó comiendo no muy convencidos.

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-Raven –Robin aparecía por la azotea donde estaba la muchacha meditando ayudada por los últimos y tranquilizantes rayos de un sol de invierno.

-¿Qué haces aquí? Los demás fueron al centro comercial con Bruce ¿no es así? ¿Por qué no fuiste? –lo miró de reojo sin dejar su posición.

-No se me dio la gana simplemente…

-Gracias por tu ayuda con el interrogatorio de Batman hoy en la tarde.

-No hay problema con eso, supuse que no te sentirías cómoda con las preguntas sobre tus poderes.

-Y supusiste bien chico maravilla.

-Mmm… ¿tú crees que podamos hablar?

-Claro –la chica dejó lo que hacía para acercarse al líder del equipo -¿Qué ocurre? Te has estado comportando extraño desde que llegó tu tutor.

Sintió como si ella hubiera esperado esa conversación.

Robin apretó los puños un segundo, luego se relajó con resignación y se asomó a la orilla de la azotea.

La ciudad comenzaba a mostrar las primeras luces encendidas mientras el sol ya sólo era una línea naranja en el horizonte.

-Vamos, confía en mí, no puedo obligarte a hablar, no me gusta entrometerme en los asuntos de los demás pero recuerda que tengo un lazo especial contigo y aunque no quiera siento el conflicto que tienes dentro… no sé exactamente lo que pasa, mi poder de empatía no me regala la información así de fácil, pero mi inteligencia es suficiente para notar que el problema es Bruce…

-No sé que me ocurre –soltó de una vez posando la mirada en ella –siento que está invadiendo mi espacio, que está entrometiéndose en donde no lo llaman. Vino a verme, pero desde un principio lo he dejado sólo con ustedes… me estoy comportando de manera infantil y grosera, pero soy incapaz de cambiar ese asunto y lo peor de todo es que sé que lo nota, me siento culpable cuando no lo veo, pero cuando lo tengo frente a mí vuelve a hervir mi sangre y sabes como me pongo cuando algo me supera…

-Tranquilo Robin –Raven le regaló una pequeña sonrisa y apoyó su mano en el hombro del chico en manera de respaldo –no sé mucho de estas relaciones entre padres e hijos y yo sé que aunque no es biológico, eso son ustedes dos… el ser superhéroe no te quita el ser adolescente y a los adolescentes siempre le han molestado que sus progenitores se inmiscuyan en sus cosas…

-Además él es mejor que yo en todo… no puedo compararme y eso me molesta… incluso logró contigo mejor comunicación de la que jamás lograría yo.

-Calma chico maravilla… ¿Eso te molesta? No debería, tú y él son diferentes, hechos de otro material… no puedes comparar la relación que tengo con él a la que tengo contigo; a ti te conozco desde hace más tiempo, gracias a ti he logrado limpiar mi destino de destrucción, por ti es porque sigo teniendo esperanzas en el futuro; él es distinto, entiende como me siento, no me conoce pero aún así es como si existiera en mi vida desde hace mucho tiempo, somos muy parecidos, no iguales, pero sí parecidos, ambos sabemos lo que es controlar nuestras emociones y lo que es estar solos.

-Siempre supe que era diferente a él, pero creí que a medida que madurara me convertiría en…

-¿… Batman? –le interrumpió la chica con tono comprensivo –no puedes pedir eso, son dos personas distintas, puede que hayas heredado muchos comportamientos de él, pero aún así tú eres Robin y él es Batman, tampoco puedes recriminar a los chicos que se sientan embelesados por él… tú sabes lo genial que es.

-¿Por eso le lavaste su traje?

-¿Ah? –la chica quedó desconcertada ante lo que le acababa de decir su líder.

-Es porque es genial ¿no? ¿Con Chico Bestia, con Cyborg o Star tendrías esa consideración? ¿Las sonrisas, las miradas coquetas, la charla?

-¿Qué rayos…? A no… yo no le debo dar explicaciones de lo que hago a nadie… sólo deseaba ser agradable con él…

-¡Te gusta!

-¡¿Qué?!

-¡¡¡Lo hiciste porque te gusta!!!

-¡Por favor!

-¡¡¡Por eso las tazas que explotan, los sonrojos… los… los… waffles!!!

-¿Los waffles? ¡¿Te quedaste sin cosas que recriminarme chico maravilla?!

-¡No me has contestado! ¡¿Te gusta?!

-¡Demonios! ¡No te importa si es así o si no es así, no tengo que rendirte cuentas!

-¡¡¡Claro que sí, soy tu líder!!!

-Líder o no mis sentimientos son cosas que sólo me incumben a mí y si no te importa seguiré mi meditación en mi cuarto.

-Espe... –el joven intentó detenerla pero una sombra la envolvió haciendo que atravesara el suelo y desapareciera del lugar -…ra… demonios… -golpeó el suelo con un puño mientras negaba con la cabeza.

Había subido porque necesitaba de la tranquilidad y sabiduría de la chica… y una vez arriba ella se había comportado de forma agradable, considerada y comprensiva como siempre lo hacía cuando un amigo tenía problemas a pesar de su frío carácter. Sus consejos eran acertados, la situación que planteaba era clara y de a poco su cabeza se iba despejando. Siempre le ocurría eso cuando conversaba con ella.

Entonces ella le dijo que creía a Bruce genial.

Bueno, no lo había dicho exactamente, pero lo había insinuado ¿o no…?

-Soy un idiota…

-Eso no te lo discutiré chico maravilla… esta vez si que te equivocaste –de las sombras apareció la imponente figura de Bruce, vestido completamente de negro y con el rostro serio.

-¡Nos estabas espiando!

-Si a espiar se puede llamar el subir a la azotea para avisarles que trajimos hamburguesas para la cena… sus amigos me dijeron que podían encontrarse acá y llegué en un mal momento.

-¿Qué escuchaste? –preguntó avergonzado el chico.

-Sólo como te mandaban al diablo por forzar sentimientos en una señorita.

-¿Eso fue una ironía?

-No, solo fue una verdad.

-Demonios Bruce… no sé lo que me pasó, sólo sé que estábamos conversando y al segundo después le gritaba a Raven porque… porque…

-Te sentiste celoso de mí.

-¡Yo no estaba celoso!

-¿Me vas a decir entonces que no te gusta Raven?

-No… ¡No!... qué dices, es sólo que es mi mejor amiga y de repente vi que se llevaba mejor contigo que conmigo y sólo me sentí mal porque yo he estado a su lado en los momentos más difíciles…

-… y yo sólo llegué de la nada.

-Algo así… además sé que tu mayor defecto es ser el típico soltero ricachón que tiene muchas chicas, pero que no le puede dar una relación estable a ninguna… Raven no se merece eso ¿Sabes? Ella ha sufrido mucho.

-Eso quería hablar contigo, pero creo que no es el mejor momento.

-No, dime… tengo la cabeza fría ahora.

-La culpabilidad.

-Puede ser…

-Este último tiempo he estado pensando Dick… desde que tú te fuiste Gotham City ya no es lo mismo, dime viejo y sentimental, pero me estoy sintiendo sólo… quiero una familia Richard –colocó una mano en el hombro del chico –y si bien ya tengo un maravilloso hijo creo que es hora de sentar cabeza y realizar la más grande hazaña de todas… esa que pensé que jamás realizaría.

-¿Qué me intentas decir Bruce?

-Quiero una esposa Dick… una persona que me acompañe un poco en mi vacía mansión, alguien con quien compartir mi cama todas las noches y a la que pueda confiar mi gran secreto de que soy superhéroe y mejor aún si ella comparte mi pasión por la justicia y la verdad…

-¡Por fin sentarás cabeza! ¡Uf! ¡Nunca pensé que sería posible! ¿Y ya tienes alguna candidata?

-Sí.

-¿La conozco acaso?

-Bastante.

-Déjame adivinar ¿Cassie? Batichica siempre ha estado al lado tuyo y sabes como te admira, harían una buena pareja… ¿o quizá Babs? Oracle tiene carácter y es bella, sé que para ti la silla de ruedas no es impedimento en una relación.

-Ni una ni otra Robin…

-¿Entonces? ¿Quién más conozco que comparta contigo ese espíritu justiciero?

-Raven.


Bueno, fin del primer capítulo, esta completamente alejado de lo que iba a ser en un principio pero me pasó algo raro con este fics xD me gustó mucho, mucho, pero no sabía si debía publicarlo xq es un tanto rarito... el segundo capi está escrito, pero no tengo mucho tiempo para subirlo, veremos si la próxima semana se me hace posible... aún no salgo de vacaciones T T ... pasare la mitad del verano recluída en la universidad.

Aviso de utilidad pública: si alguien sabe donde descargar las temporadas de Teen Titans aviseme!!! he bajado hasta la segunda, pero aun me faltan 3 y se que deben estar rondando por ahi en la red.... tengo la esperanza. O sino los comics... aunque son un pokitito extraños y estan en ingles D:... obligada a dejar mi cómodo y bello lenguaje natal... odio el ingles jeje.

eso :3, saludos a ustedes.