N/A: Esta última parte va para mi amiga y beta. Y también se lo dedico Ak1sA, y ella sabe muy bien por qué. 8D Ya conseguiremos la traducción, mujer! x'D.


Ryuichiro Isaka muchas veces se veía asombrado por la devoción de su adorado subordinado, Kaoru Asahina. Eso se daba ya que el de cabello castaño oscuro sabía muy bien que era un pesado y que para cumplir las labores más simples era muy dependiente de los demás, especialmente de su susodicho secretario.

Hacía diez años que habían empezado a vivir juntos y en ese tiempo realmente muy pocas cosas habían cambiado. Kaoru era el que siempre se ocupaba de las labores de la casa, de despertar a Ryuichiro (tanto a la mañana como de las siestas medio suicidas en la bañera), de hacerle de chofer, de organizarle su agenda… y prácticamente de organizarle toda su vida también.

Entonces, el interrogante era: ¿cómo hacía Kaoru para no cansarse de él?

El secretario parpadeó un par de veces ante la sorpresiva pregunta, dejando de abotonarle el pijama a su jefe para mirarlo a los ojos.

–… En la fiesta bebió más de la cuenta mientras yo no miraba, ¿verdad? – se animó a preguntarle Kaoru.

– ¡No estoy borracho, idiota! – Pero el sonido de su voz le hizo doler un poco la cabeza, la cual se agarró con una mano, arrepintiéndose de haber subido el tono –. Bueno, no tanto…

Kaoru dejó escapar una risita y ayudó a Ryuichiro acostarse. Una vez que este se encontraba cómodo entre las sábanas puso una cara medio caprichosa:

– Todavía no has contestado mi pregunta – su subordinado se sentó sobre la cama para verlo más de cerca.

– Es imposible que yo me canse de usted, Ryuichiro-sama – le respondió con una dulce sonrisa y acariciándolo desde los cabellos hasta la punta de la barbilla –. Tan pronto como termine de acomodar algunas cosas vendré a la cama – y ni bien dicho esto dejó a su amado para apagar la luz y salir del cuarto, sabiendo que dentro de poco éste ya estaría dormido.

Un rato más tarde y finalizadas todas las labores, Kaoru se dispuso a ir a descansar también pero se detuvo antes de entrar al cuarto, posando su mano sobre el picaporte. Entonces mentalmente terminó la respuesta que había empezado: "Además, Ryuichiro-sama, aunque usted no se de cuenta… Siempre me da las gracias y me sonríe. ¿Quién podría cansarse de eso?".


N/A: Bueno, escribo esta última nota de autora y dejo de aburrirlos n3n. ¡Muchas gracias a todos por haber seguido esta serie de viñetas/drabbles! Gracias por todos los reviews, alertas, favoritos y demás; son cosas que de verdad le alegran a uno el día.