»Disclaimer: Los personajes de Naruto pertenecen únicamente a Masashi Kishimoto.
»Tipo de fic: Universo Alternativo.
»Advertencias: Ooc
»Rating: M
Of Your Own Chocolate
Deseó mandar al diablo a su madre, cuando llevó a su nueva adquisición a casa, ¡Cómo lo deseaba! Su madre era una total manipuladora, hipócrita y perra.
Siempre amable ante los demás, haciéndose pasar como la buena y abnegada madre que nunca había sido. Cuando en realidad era una basura.
Su madre tenía 40 años y él tendría unos ¿25? ¿26? ¿27?, como si en verdad la edad fuera impedimento para su madre, sino que explicación había en cambiar de chico cada dos o tres semanas.
No, su padre no había muerto, mucho menos estaban divorciados; ellos seguían casados, aún así era una relación basada en la mera conveniencia y demás estupideces que a ella le valían, su padre andaba en el extranjero casi todo el año, eran pocas las veces que regresaba a visitarla.
Debía conceder que su madre era bastante cuidadosa, la alta sociedad siquiera imaginaba la verdadera porquería que era Sakumo Haruno.
—Me opongo. —dijo finalmente. La amable y por demás hipócrita sonrisa de su madre fue reemplazada por un ceño fruncido. — ¿Y que de Sai?
—Sakura, no me colmes la paciencia. —exclamó la madre, presionando fuertemente la mandíbula. —Él es un buen tipo y creo que esta vez será diferente, además Sai me aburrió, todo el tiempo se sentía culpable por ti.
Los ojos de Sakura brillaron por una milésima de segundo.
— ¡Ja! —ironizó. —Siempre dices lo mismo, luego los dejas tirados como cualquier cosa, los utilizas y desechas como envolturas...eres repugnante.
—Y a ti te duele verdad, porque sabes que ninguno de ellos se fijaría en ti, admite que soy mejor que tú Sakura. —no iba a llorar, para nada...se había vuelto inmune a los sardónicos comentarios de su progenitora.
—Eres una basura, te vales de tu físico para conseguir tus propósitos, me arruinaste la vida, me lo quitaste, me quitaste a Sai y ya lo desechaste, sabías que nos queríamos.
—Sí, sobre todo eso...te quería tanto, que lo demostró de la mejor manera. —Sakura apretó un puño. —Agradécemelo hija, te hice un enorme favor.
— ¡Eres una...!
—Cá-lla-te. —le cortó. —Ahí viene. — la joven solo desvió la mirada pensando en lo despreciable que era su madre.
—Buenos días. —escuchó que alguien le decía con aburrimiento, Sakura enfocó su mirada en el novio-si es que podría decírsele así a un amante-de su madre.
Luego de una minuciosa inspección, confirmó el buen gusto que tenía Sakumo. "Mínimo, ¿no?", se dijo internamente.
Aquel joven imponía un "no sé que" en la estancia. Para que describirlo, con decir que era un Adonis es más que suficiente.
Sakura dejó en segundo plano su porte y quedó maravillada con sus ojos; no, no se había enamorado a primera vista...no creía en esas chucherías desde hace mucho.
Pero los ojos de ese hombre, parecían encerrar todo un mundo desconocido. Observó a su madre, que miraba cual colegiala –embobada- a su amante.
Fue ahí, cuando una tentadora idea llegó a su mente.
Fue ahí cuando...
—Mucho gusto, Sakura Haruno. —saludó cortésmente estirando su mano, Sakumo hizo una mueca de desconcierto.
—Sasuke Uchiha. —dijo éste con voz fuerte y clara, respondiendo el saludo.
Fue ahí, cuando decidió que a su madre le hacía falta una cucharadita de su propio chocolate.
Le haría comer polvo.
Eres una niña muy mala, Sakura