hola amigos!

Se que he tardado mucho en subir el capítulo, pero escribirle para mi ha sido un reto, pensé que iba atener qu e abandonar la página de manera permanente, debido a mi enfermedad.

Si he estado enferma, bueno para algunos es una manera de vida, incluso para mi lo era, pero hay un momento que dejar de comer te pasa factura y tanto provocar el vómito te acaba causando lexiones a tu cuerpo

Pero ya estoy bien estoy curada y puedo regresar con mis amigos de F.F para disfrutar de un buen mimato! (aunq el mio no sea bueno)

Aqui les dejo el siguiente capitulo de Amarse en Secreto ^^


Tras una tarde de bastantes altibajos y una intensa charla con la extraña dueña del bar en el que pasó la mayoría de las horas bebiendo, Mimi Tachikawa se encaminó a las diez de la noche a reencontrarse con sus amigos, supuso que Tai estaría algo preocupado, pero ya se la ocurriría una escusa que darle cuando le tuviese delante.

La verdad no iba a ser una noche nada fácil, el hecho de tener que fingir delante de todos sus amigos iba a ser una de las mayores tareas de su vida. Mimi era conocida por su poca facilidad para mentir, siempre terminaban pillándola, si no era por el tartamudeo, era por el tembleque de manos; sin embargo el alcohol sería un buen aliado en su mentira.

Después de una larga camita por una calle infernal llena de adoquines en los que sus tacones no paraban de incrustarse, divisó el Pub al que sus amigos habían comentado que iban a acudir.

Por un momento dudó en entrar o no allí, sabía que si entraba tendría que aguantar las miradas de desaprobación de Joe y Kousiro, las preguntas de Tai y Sora, y lo peor…la indiferencia de Matt.

Sin embargo recordó las sabias palabras de la dueña del bar "no pienses, solamente actúa. No está bien saltarse las reglas, pero tú no firmaste un contrato de amor eterno", la verdad las palabras de aquella mujer la habían ayudado mucho, sin embargo aún estaba dudosa de que hacer

"Supongo que esta noche decidiré que hacer con mi vida"- pensó la castaña al tiempo que cruzaba la puerta del Pub en el que se podía leer las letras "World"

Una vez dentro del Pub, intentó divisar a sus amigos entre la gran masa de gente que estaba en el local. Para ser un Pub en un pueblo parecía que mucha gente de los alrededores acudía a el.

Intentó pasar entre la maraña de personas, sin embargo fue un intento frustrado, ya que cada vez que avanzaba un paso, una o dos personas la empujaban accidentalmente haciéndola retroceder dos pasos más.

Pero Mimi no había entrado al Pub para quedarse en la puerta sufriendo pisotones y empujones de cuatro personas que no sabía comportarse, así pues , agarró firmemente su bolso, y se dedicó a clavar su codo en la espalda de todas aquella personas que se interponían en su camino, recibiendo como respuesta algún que otro empujón y malas miradas

Observó a sus amigos situados al otro lado de la pista de baile, y antes de dirigirse hacia ellos se acercó a la barra, y pidió otra copa, y con la cañita entre los labios y abriéndose paso entre codazos llegó a su destino.


-Oye Tai, esa chica que se está dedicando a clavar el codo en la espalda a todas las personas que encuentra a su paso no es Mimi- señaló Kari algo confusa en dirección hacia donde se encontraba la castaña librando su dura batalla de supervivencia- ¿y está bebiendo?, mala señal, cuando Mimi bebe enseguida la afecta el alcohol hermano, ¿hermano?

Sin embargo la pequeña Hikari no obtuvo respuesta de su hermano, ya que cuando terminó la frase, el moreno ya estaba situado al lado de su novia, y disculpándose con el hombre de seguridad por el comportamiento de esta.

-Mimi, ¿se puede saber por qué diablos ibas pegando codazos a diestro y siniestro?-preguntó el moreno en tono de reproche.

-Pues muy fácil-contestó ella mientras daba un sorbo a su copa- yo intenté pasar educadamente y me empujaban, así que decidí sacar el codo e ir clavándole en las espaldas ajenas.-concluyó sonriendo

-Ya, y eso implica tener que dar un codazo al hombre de seguridad ¿no?

-Bueno, yo no sabía que era el hombre de seguridad, además no se apartaba cuando intenté pasar,y eso es de muy mala educación- contestó mientras se acercaba a los labios de su novio.

Sin embargo Tai se percató del estado de embriaguez de la joven y se separó de sus labios.

-Estás ebria Mimi, puedo oler el alcohol que emana de tu boca desde la puerta, sigo sin entender por que bebes si sabes que no toleras bien el alcohol.

-Tai…yo…- "piensa Mimi"-un día es un día, relájate que quizás luego no tendrás tiempo de hacerlo-contestó la joven al tiempo que tomaba entre sus labios el lóbulo de la oreja del moreno, haciendo que este sintiese un escalofrío por todo el cuerpo.

Sin embargo Tai no fue el único que sintió algo tras la reacción de la castaña, a Matt tampoco se le había pasado por alto el detalle de la oreja de su amigo, y no le gustaba nada, sentía ganas de levantarse tomarla por un brazo y sacarla de aquel lugar.


La noche comenzaba sin muchas variaciones, Kousiro hablaba animadamente sobre los peligros de los nuevos virus que rondaban por Internet, Joe lo miraba atónito preguntando de vez en cuando; Kari susurraba al oído de Tk cosas que hacían que el color de la cara del joven cambiase de carne a rojo en dos segundos; Sora se sorprendía de que Tai no tomase partido entre Tk y su hermana con frases del tipo "Ishida voy a terminar con la vida de tu hermano " o "Tk si aprecias tu vida, sitúate dos sillones lejos de mi hermana", hasta que la pelirroja se percató de que el mayor de los Kamiya estaba muy ocupado comiéndose la boca con su novia; y Matt por el contrario solo se dedicaba a fusilar con la mirada al moreno.

Sora se acercó a Matt y señalando con la mirada hacia Tai, añadió entre risas –este moja fijo ¿no crees?

Comentario que en el rubio no provocó ningún afloramiento de risa, solamente se limitó a ponerse de pie y preguntar en voz alta "¿alguien quiere algo de beber?",solamente obtuvo respuesta de Tai

-A mi tráeme lo más fuerte que halla en el bar- y tras terminar su frase volvió a sumergirse en el mar de besos en el que estaba.

El rubio se dirigió a la barra y pidió dos copas que tras ser servidas las tomó en sus manos y se encaminó a la mesa en la que estaban sentados, una vez allí tomó a Tai por la cabeza y la echo levemente hacia atrás, rompiendo así con el beso que el moreno estaba recibiendo.

-¡Eh de que vas!- exclamo Mimi mirándolo con odio

-Disculpa señorita, pero vengo a darle a tu novio la copa que me pidió anteriormente, y a permitirle que pueda respirar, por que sinceramente pareces una lapa-contestó sentándose.

-Que te jodan-fue lo único que contestó la castaña acompañando su frase con un gesto bastante grotesco con el dedo corazón-

El rubio sonrió y se levantó de su asiento, se acercó lentamente hasta donde la castaña estaba sentada, se agachó y cuando estuvo lo suficientemente cerca del odio de la joven dijo en un susurro casi inaudible

-A ti te gusta más cuando te lo hago con el índice.

Y sin más se dirigió a su asiento como el que no quiere la cosa, se sacó un cigarro y comenzó a hablar con el novio de la joven, dejando a la castaña petrificada y sin opción a réplica alguna.

Tras unos minutos sin palabras la joven se puso de pie, y dirigiéndole una mirada a su amiga pelirroja y la pregunto amablemente.

-Sora ¿me acompañas al baño?

La susodicha asintió con la cabeza, y se encaminaron al lugar.

Una vez en el baño, Mimi fue la primera en entrar, empujando levemente a Sora hacia a un lado y sacándola la lengua. Cinco minutos después y tras varios golpes en la puerta por parte de su amiga acompañados de gritos como "Mimi mi vejiga va a explotar" o " ¿te has colado por la baza?" la joven salió del servicio.

Sora la tomó por el brazo y la sacó a la fuerza para poder entrar ya que la castaña se había parado delante de la puerta impidiéndola el paso.

Mientras Sora estaba en el servicio, Mimi notó como el baño comenzaba a darla vueltas, se acercó hacia la puerta por la que había entrado su amiga y gritó

-Te espero fuera del baño Sora

Una vez fuera apoyó una de sus manos en la pared, el equilibrio comenzaba a jugarla malas pasadas, debía admitir que se había pasado con el alcohol.

Observó su copa detenidamente, en otras ocasiones no habría ingerido ni la mitad de alcohol, sin embargo hoy se había pasado del límite, y lo sabía.

Y como si alguien hubiese escuchado sus pensamientos, el vaso fue arrebatado de su mano. La castaña volvió la cabeza y observó con indignación y enfado como cierto rubio terminaba con la bebida que quedaba dentro del vaso.

-Aquí tienes-agregó el rubio devolviéndola la copa ya vacía

-¿Pero tu de qué vas?, la copa era mía.

-Ya pero como estás ebria decidía ayudarte a terminarla- contestó el rubio con aires de superioridad.

-Yo no necesito tu ayuda.

La castaña se encaminó de nuevo al baño, no la apetecía comenzar una batalla que sabía que iba a perder, sin embargó fue paraba por el rubio que la había agarrado por la cintura, y arrastrado hasta el.

-¿A qué juegas princesa?-preguntó el con un tono ronco, mientras la daba la vuelta

Ambas miradas chocaron por unos instantes, azul y miel, Mimi se perdió en su mirada por unos instantes.

-¿A qué estás jugando?-volvió a preguntar de nuevo mientras acorralaba a Mimi contra la pared.

-Yo…. yo no juego a nada Matt-contestó la joven mientras evitaba la mirada del rubio

-¿No?, ¿estás segura de eso?-preguntó el alzándola la cara y haciendo que sus miradas chocasen de nuevo- Y todos esos jueguecitos que te tres con Tai ¿no son nada?

-Te recuerdo que Tai es mi pareja y por lo tanto tengo todo el derecho del mundo a hacer con el lo que yo quiera, y cuando quiera-contesto la muchacha triunfante.

-Ya, si so no te lo niego, pero ¿ por qué me miras a mi mientras le comes a el la boca?

-Yo no te miro, eso son imaginaciones tuyas-contesto la castaña mientras miraba al suelo- tu…tu eres un error del que pretendo no acordarme

Eso le había dolido, había herido su orgullo y no iba a irse de rositas, a Matt Ishida nadie, le hería el orgullo.

-Entonces-añadió el rubio apoyando uno de sus brazos a ambos lados de la cabeza de la joven, mientras que con el otro la tomaba por la cintura pegándola mas a el, dibujando en su rostro una sonrisa ladeada- dime que cuando te come los labios como lo hacia antes, no te acuerdas de cómo te los comía yo a ti; que cuando te susurra cosas al oído no sientes mi aliento rozándote-añadía mientras se acercaba a los labios de la joven-dime que cuando te besa el cuello, no te acuerdas de cómo lo hacía yo días a tras hasta ponerte cachonda.

La castaña no pudo contestar por que el rubio había sellado sus labios, no era un beso simple, ni mucho menos casto, era un beso posesivo, cargado de pasión.

Ambos jóvenes comenzaron a profundizar el beso, las manos de la castaña se perdían entre los rubios cabellos que poseía el joven.

El por el contrario se perdía jugando con la lengua de la chica, explorando lugares que nunca se cansaría de conocer.

Pararon un momento para poder respirar y Mimi observó que en el rostro de Matt se formaba una sonrisa, el rubio la tomó de la mano y la arrastró hacia uno de los servicios del baño de hombres, cerrando la puerta de una patada.

Siguieron besándose de manera más apasionada si aun cabía la posibilidad, se tocaban, besaban sus cuellos con urgencia, como si hubiesen estado reprimiendo su deseo durante años.

Mimi se deshizo de la camiseta que poseía el rubio, deleitándose mientras tocaba los abdominales de este, si bien no estaban tan definidos como los de su novio, a ella le parecían perfectos.

Comenzó a besar cada abdominal que el joven poseía, uno por uno, con delicadeza y pasión, mientras robaba pequeños gemidos y palabras que no lograba entender debido a la excitación. Mientras llevaba a cabo su tarea observo los calzoncillos de Matt, eran blancos con tres letras en dorados "D&G", sintió con urgencia la necesidad de pasar su mano por aquel lugar, sin embargo Matt la levantó del suelo haciendo que quedasen cara a cara.

El estado de embriaguez de ambos jóvenes era elevado, el de ella más que el de él, sin embargo sabían perfectamente lo que estaban haciendo, no era la primera vez que se dejaban llevar olvidando su entorno.

Cuando ambos jóvenes se miraban la tierra dejaba de girar, los planetas se alineaban, y los desastres naturales quedaban reducidos a pequeños movimientos de la tierra. Era tal la magnitud que los atraía que no había fuerza comparable.

Sus miradas chocaron de nuevo, haciendo que volviesen a perderse en millones de besos y que desatasen el huracán que llevaban dentro.

El rubio se deshizo con rapidez de la ropa interior que la joven portaba entre sus piernas, al igual que hizo con la suya propia, y mientras besaba los labios de Mimi con urgencia, la levanto haciendo que Mimi quedase situada entra la pared y el cuerpo del rubio, enrollándole la cintura con sus piernas.

Por un momento dejaron de besarse y Matt miró fijamente a la castaña, el moño en el que su pelo estaba recogido había desaparecido, al igual que el carmín de sus labios. Por un momento dudó en llevar a cabo lo que había empezado, sin embargo un susurró de la joven fue su perdición.

-Házmelo-susurró Mimi

Matt sonrió satisfecho de sus palabras y haciendo caso a sus deseos entró dentro de ella.

Mimi gemía agarrada a su espalda arañándolo.

-Te haré sentirte como una mujer en mis brazos…-susurró mordisqueando el lóbulo de la joven

Las embestidas se sucedían casi sin descanso mientras gemían sin control, sudando,.

Matt no parecía cansarse, el cuerpo de la joven se movía al compás que el marcaba, deleitándole con el olor de su perfume, embriagándole como cada vez que la hacia suya.

Mimi notaba como el placer estaba llegando a su límite, era como la sensación de la bajada más grande de la montaña rusa, que no quieres que llegue pero cuando lo haces disfrutas sin control.

Su garganta se quedó sin gemidos, no había sonido para aquel momento de éxtasis.

Matt lo notó aceleró con un par de profundas embestidas hasta que todo su cuerpo vibró contra el de Mimi.

Les faltaba el aire y sus corazones cabalgaban peligrosamente, aquella noche la iban a recordar el resto de sus vidas, y no solamente lo traería consecuencias para ellos.


De pie delante de sus amigos se encontraba Tai, mirando el reloj y dando pequeños golpes con el pie en el suelo, ya no aguantaba más hacia más de media hora que Mimi había acudido al baño con Sora.

-Oye Sora, ¿sabes donde está Mimi?, hace media hora que fue contigo al baño y todavía no ha vuelto

-Pensé que estaría aquí, por que cuando yo salí, lo único que quedaba allí era la copa vacía, y pensé que se había cansado de esperar.

El joven se encaminó hacia el baño, pero a mitad de camino una mano le tomó por el brazo.

-¿Dónde vas Taichi?-preguntó Mimi mientras se acomodaba la blusa

El aludido se dio la vuelta al instante, sin embargo el semblante de preocupación no desapareció al ver a su novia.

-Pues a buscarte, ha pasado media hora desde que fuiste al baño y estaba preocupado.

-Yo, lo siento Tai, me entretuve, por que cuando salí del baño vi a Matt y me quedé hablando con el un rato-mintió la castaña.- ¡O dios mío!-exclamó la castaña emocionada- ¡me encanta esta canción!.

Y en un abrir y cerrar de ojos había arrastrado a su novio al centro de la pista, mientras movía sus caderas al son que la música marcaba, dejando hipnotizado a todo aquel que la miraba


¿Te ocurre algo?-preguntó una dulce pelirroja a su amigo.

Sin embargo no obtuvo repuesta alguna por parte del rubio, ya que este mantenía su vista clavaba en el centro de la pista de baile, donde de vez en cuando podía observa a cierta joven con la que acababa de compartir un encuentro bastante caliente en los servicios, y que parecía que se había olvidado del suceso, ya que bailaba con su novio de una manera bastante sexy. Sentía ganas de levantarse y partirle las piernas a su amigo para que no volviese a bailar nunca con la castaña.

Un puñetazo en su brazo derecho sacó al joven de su pensamiento de cómo asesinar a Taichi.

-¡Yamato Ishida, quieres hacerme caso de una jodida vez!- exclamó Sora bastante enfadada por la indiferencia del rubio.

-Valla no me había dado cuenta de que me hablabas-contestó acariciando su adolorido brazo.

La pelirroja soltó un sonoro bufido y se levantó de su asiento dirigiéndose a la máquina de tabaco. Unos minutos más tarde había vuelto a ocupar su asiento, acompañada de un cigarro en su mano derecha.

-¿Y tu no bailas?- preguntó algo avergonzada la pelirroja

-No, a mi la música me gusta escucharla no bailarla.-contestó- ¿y tu no vas a bailar hoy?

-digamos que hoy no tengo una pareja para que baile conmigo, ya que Mimi está muy ocupada mientras pone cachondo a Tai-señaló la joven

Otra vez la mirada del rubio volvió a clavarse en el centro de la pista, y millones de maneras de cómo matar a su amigo volvieron a cruzar su mente de nuevo.

"Me estoy volviendo loco"-pensó el rubio.


Los dos jóvenes situados en el centro de la pista de baile no se habían percatado de que eran el centro de todas las miradas, algunas con envidia, otras lujuriosas, y otras simplemente curiosas, y la verdad no era de extrañar.

El era un joven bastante atractivo, alto, de tez y pelo oscuro, con un cuerpo bastante atlético, debido a las horas de entrenamiento y de gimnasio. Iba vestido con unos pastalones vaqueros y una camiseta que marcaba su musculoso brazo, dejando apreciar a la altura del codo el final de un tatuaje.

Ella poseía un cuerpo de escándalo capaz de dejar sin aliento a cualquiera que osara mirarla, sus piernas no eran muy largas pero si estaban bien formadas, estaba dotada de un pecho perfecto. Su cara siempre era comparada a las de las muñecas, con un tono de piel suave ; sus ojos eran grandes y expresivos pintados de un suave color piel, su nariz era perfecta y estaba decorada por un pequeño brillante; sus labios eran carnosos e incitaban a ser probados.

Ambos bailaban, se besaban, se acariciaban, eran dos cuerpos encendidos que necesitabas apagarse mutuamente.

En un movimiento de baile el moreno aprovechó para tomarla por la cintura y besarla el cuello, sus miradas se encontraros y Mimi pudo percibir el amor en los ojos de Tai, y solamente por un momento dejó de sentirse sucia, olvidándose de todo lo anterior y perdiéndose en su mirada al igual que lo hacia tiempo atrás cuando su relación apenas comenzaba.

Quizás era el estado de embriaguez que poseía, o quizás sus sentimientos in aclarados, pero por una vez desde hacia tiempo, no tenía que fingir que estaba a gusto con su novio, no se sentía sucia.


Matt no entendía como después de todo lo que había pasado en el baño Mimi podía actuar con tanta naturalidad delante de su novio, la sonrisa de boba que se le ponía cuando lo miraba, la manera tan sexual de bailarle, cada sonrisa que le regalaba o cada beso que le daba, era como si hubieran viajado un año atrás.

Ver a la castaña de aquella manera le estaba matando, sabía que el alcohol la afectaba mal y que hacía cosas de las que luego iba a arrepentirse, y lo que más le jodía era pensar que no iba a arrepentirse de lo que estaba ocurriendo con Taichi, si no de lo que había ocurrido con el.

Quería levantarse, dirigirse al medio de la pista, separar a Mimi de su amigo y hacerle entender que era suya, que ya no le pertenecía, quería que se enterase de lo que disfrutaba cuando la hacia el amor; que supiese la intensidad con la que su novia gemía su nombre; quería contarse que conocía cada peca que su novia tenía en el cuerpo.

Sin embargo sabía que era imposible, que todas las posibilidades que tuvo de comenzar una relación con la castaña se habían esfumado con las palabras "no te amo".

No sabía explicar por que la había dicho que no, cuando en realidad era un si, por que tuvo que decirla que había sido un reto, quizás la primera vez que la idea rondó su mente apareció como un reto, pero tiempo después había dejado de serlo.


-Chicos-añadió Tai mientras agarraba su novia por la cintura-nosotros nos vamos a la casa que Mimi está afectada por el alcohol y quiere descansar.

-Si, si, ahora se llama descansar-añadió Hikari entre risas- cuidado hermano que no quiero que me hagáis tía mientras "descansáis".

Todos los presentes rieron ante ese comentario, todos exceptuando a uno que mantenía su mirada fija en Mimi, miradas que continuaron hasta que la pareja abandono el local, haciendo que el joven voltease su vista para fijarse en cierta pelirroja que lo miraba fijamente.

Matt se levantó de su asiento y se dirigió hacia donde se encontraba la joven, la tomó por la mano, y la dijo.

-Venga vamos a bailar.

-Pero si tu no bailas-contestó Sora extrañada y avergonzada.

El joven volvió a dirigir su mirada hacia donde la pareja había desaparecido y añadió –ya pero un día es un día, además me apetece fardar de amiga guapa delante de todos esos babosos.

No es que le apeteciese estar un rato con Sora, ni que quisiese bailar, solamente queria dejar de pensar en lo que estaría haciendo cierta castaña en esos momento, y Sora era la opción más fácil para hacerlo. Era egoista por su parte, sin embargo en esos momentos no le importaba.

Y como si la mano de Matt fuese un imán Sora se agarró a ella, dirigiéndose ambos a la pista de baile

Allí permanecieron bailando durante un largo rato, hasta que los pies de la pelirroja dijeron basta a tanto tacón.

-Yo creo que voy a sentarme, estos tacones de Mimi me están matando

"Mimi", ese nombre resonó varias veces en la cabeza del rubio, y no puedo evitar pensar en lo que la joven estaría haciendo en esos momentos.

Y siendo más impulsivo que racional, tomo a Sora por el cuello y la besó, un beso sin sentimiento alguno más halla de la amistad. Era como si Matt volviese a tener quince años, y se enrollase con las chicas por diversión, solamente por ser el más macho de sus amigos.

Y eso era precisamente lo que quería hacer, Sora y el iban a divertirse juntos aquella noche.

-Vamos a dar una vuelta-sentenció el rubio tomando a Sora de la mano y sacándola de aquel lugar


El camino a la casa fue bastante largo, ya que cada dos o tres pasos paraban para comerse a besos.

Aquella noche Tai volvió a tomar a Mimi como lo hacia tiempo atrás, disfrutando de cada rincón del cuerpo de su novia, besándola, acariciándola, haciéndola suya de nuevo.

Dos jóvenes entregados al deseo, dejándose llevar más halla de lo permitido, depositando en la joven lo mismo que había sido depositado horas atrás por su mejor amigo.


Aquí finaliza el capítulo, decirme que os parecio!

OS AMOOOOO

_Mimi Cullen_