Hola a todos, como lo prometí el día jueves estoy actualizando XD!!!! Ok, este capítulo se lo dedico a las fans que casi me matan por haber matado a Knuckles (¡Gomene! T.T) En fin, este es mi último encabezado de autora (Al menos de esta fic) los extrañare mucho a todos *Sniff* pero como ustedes me lo han dicho, todo tiene que llegar a su final. Sin más que decir, los dejo con el capítulo final de In the Eyes of a Murderer.


Capítulo 24: A New Life

-Es hermoso, ¿No lo crees?

-Realmente lo es... ¿Dónde estamos?- preguntó ella con suavidad.

-Son unas viejas ruinas... se llaman Mistic Ruins. Se dice que aquí había guardianes que cuidaban unas gemas únicas en su tipo.

-... ¿Esa es una de ellas?- dijo con su mirada fija a la parte más alta del altar.

-Sí, su nombre es The Master Emerald.

-Sólo alguien como tú sabría datos tan triviales como esos- se burló con una sonrisa dulce, para luego poner una expresión suave en su rostro y desviar su mirada hacia aquel suelo de granito. -...Te he extrañado mucho... Knuckles.

-¿Por qué?- cuestionó él –Siempre estoy a tu lado.

Rouge vio al equidna que sonreía con esa actitud triunfante. No pudo evitar derramar un par de lágrimas y ocultar su rostro para que él no lo notara. Él se acercó a ella dulcemente y la vio a aquellos ojos que ahora brillaban aún más por aquellas gotas que resbalaban por sus mejillas. "Este es el tesoro más hermoso que he visto..." dijo antes de rozar con sus labios los labios de ella, para así robarle un beso.

-¡¿Rouge?!- escuchó decir.

Abrió sus ojos violentamente y una luz blanca sobre su rostro provocó que cerrara sus ojos casi al instante.

-Por fin despertaste- escuchó decir a una gata de color gris –Realmente cuando quieres hacerte la moribunda sabes interpretar muy bien el papel- se burló ella.

-¿Dónde estoy?- preguntó muy confundida.

-En un hospital obviamente ¿Dónde crees que estabas?- respondió Dalia pesadamente –Después de haberte quebrado tres costillas y haberte perforado el abdomen dónde creías que ibas a parar.

-... ¿El hospital?- repitió con una mirada triste.

-Sí, fuiste una de las peores en llegar acá. Agradece que Amy llamó a Tails para que enviara ambulancias al lugar o todos ustedes hubieran muerto allá. –Puntualizó ella –Eso es lo que pasa cuando no llevaban a alguien que sabe hacer su trabajo- dijo con presunción refiriéndose a ella.

Rouge se mantuvo con su mirada fija en su regazo. No podía creer que aquello hubiera sido sólo un sueño. Tocó sus labios suavemente, aún sintiendo los de él posados sobre los de ella. "Tenías que esperar a morirte para por fin robarme un beso... tenías que ser un cabeza de nudillo" Luego de ese pensamiento rió por lo bajo, desconcertando a Dalia.

-¿De qué te ríes?- preguntó confundida.

-De nada- dijo con aquella expresión desinteresada en su rostro. -Oye, ¿y los otros?

-Cada uno está en habitaciones diferentes.

-¿Cómo están todos?- preguntó.

-No lo sé- respondió con su vista en la puerta de aquella habitación -Amy tendrá que usar yeso por al menos un mes creo yo. Los erizos creo que estarán bien, sólo parecen cansados y maltratados, fue una verdadera paliza la que les dieron allá.; ellos se recuperaran pronto, pero la gata lila...

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Cerraba sus ojos y aún recordaba aquel suceso. No podía sacar de su mente el momento en el cual por culpa de él ella había recibido aquel golpe mortal.

Inicio del Flash Back

Vio como ella caía a sus pies manchando aquel suelo de metal con su sangre. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Silver cerró sus ojos y dio un gritó que sin duda se escuchó retumbar por todo el lugar. No supo de donde fue, ni cómo pasó, pero una onda expansiva psíquica salió de su ser destruyendo todo lo que estuviera en su camino. Los pedazos de robots cayeron por todo el recinto. Se acercó a ella y la levantó levemente para abrazarla sobre su pecho. Todo lo que temió desde que la había secuestrado se había vuelto realidad... la habían matado frente a sus ojos.

-¡Perdóname Blaze!- gritó sin consuelo.

-... ¿Por qué te disculpas?- escuchó decir en un susurro.

Sus ojos se abrieron completamente separándose así de ella levemente. La vio y no lo creía, ella le estaba hablando, pero eso no tenía sentido ¿o sí?

-...Tengo poderes pirotécnicos ¿Recuerdas?- dijo con sus ojos entreabiertos -Mi cuerpo se alimenta de fuego... Un láser está hecho de fuego... un disparo en el corazón con algo como eso no es suficiente para matarme...- dijo muy débilmente –No instantáneamente.

La abrazó con fuerza sin poder evitar llorar. Por primera vez agradecía que Eggman jamás hubiera armado a sus robots con municiones o la historia sería diferente. Pero el hecho que eso no la hubiera matado no significaba que la herida no lo haría, debía de sacarla de ahí rápido.

La tomó entre sus brazos y se elevó del suelo para así volar en contra de aquellas paredes de acero las cuales se abrían a su paso gracias a sus poderes mentales. La adrenalina en ese momento parecía haberle dado nuevas fuerzas. Siguió volando en camino recto abriéndose paso hasta que logró ver la salida, ahora la llevaría directamente al hospital, necesitaba ayuda... o moriría en sus brazos.

Fin del Flash Back

Una vez que los doctores se la llevaron toda la energía de su cuerpo lo abandonó y cayó inconsciente sin energía alguna. Despertó dos días después y lo primero que hizo fue buscarla a ella, a pesar de que apenas si podía levantarse de su cama. La tenían en intensivo, pero parecía estable. Los doctores aún no se explicaban como había sobrevivido.

-¡Hola dormilón!- dijo un erizo azul muy feliz interrumpiendo sus pensamientos.

-¿Sonic?- cuestionó al verlo de pie entrando a su habitación -¿No deberías de estar descansando?

-Sí bueno, a diferencia de otros yo no tenía una herida profunda en mi abdomen y no me quede sin energía por destruir a un ejercito de robots malvados- dijo con aquella típica sonrisa.

-Aún así...- objetó el erizo plateado.

-Además estaba muy aburrido- dijo sentándose en la cama de él –Mi compañero no es exactamente el alma de la fiesta.

-¿Shadow está bien?- preguntó el erizo plateado.

-Sí, ya se ha recuperado casi por completo.

-Es un milagro que decidiera quedarse.

-Sólo lo hizo porque necesitaba descansar y recuperarse, pero creo que no tarde en irse.

-¿Por qué lo dices?

-Porque ya se enteró que soy su compañero de habitación- dijo con una gran sonrisa.

-Sonic... – habló Silver un poco más pensativo -¿Qué pasó al final con Eggman?- dijo con una expresión seria cambiando el tema.

-Bueno...

Inicio del Flash Back

-Eggman...- dijo con odio el erizo negro al verlo intentar escabullirse.

-...Es hora de pagar- completó el erizo azul.

Intentó huir de aquel lugar pero el erizo negro se encargó de detenerlo con un balazo en ambas piernas. Escucharon un grito proveniente de él. El erizo azul se acercó a él y lo levantó por el cuello viéndolo con una expresión de rencor en sus ojos "Vas a pagar por haberme quitado a mi familia..." Eggman Intentó disculparse, pero eso no fue suficiente, no para él. Sujetó su cuello fuertemente recordando el rostro de su hermana, de su hermano, de su padre, de su madre... y de repente, un *Crack* se escuchó proveniente del cuello de aquel individuo. Lo soltó al momento. "Parece que has roto su traquea..." dijo el erizo negro acercándose con una expresión tranquila. Sonic lo vio con indiferencia. A lo lejos se escuchaba una respiración forzada por parte de Eggman, indicando que aún seguía con vida, no se la había roto "bien", pero no era la intención del erizo azul. Shadow se acercó a él y lo vio a los ojos "Nos veremos en el infierno" dijo el erizo negro por último y luego... un disparo en medio de los ojos de aquel individuo dio fin al gran imperio de Eggman. Por fin eran libres.

Fin del Flash Back

-Y bueno, para cuando salimos del lugar tú ya te habías ido, así que nos dirigimos por la salida improvisada que hiciste- respondió sin mayor interés.

-... Por fin somos libres- musitó casi incrédulo.

-Sí- dijo el erizo azul con una mirada suave –Es extraño ¿no? Toda mi vida siempre he hecho lo que alguien más me ha dicho y ahora que no está él...

-¿Qué piensas hacer?- preguntó intrigado el erizo plateado.

-¡Todo!- dijo emocionado. –Quien sabe; conocer el mundo es lo primero en mi agenda.

-Eso suena bien- respondió con una sonrisa.

-¿Y tú? ¿Estarás por fin formalmente con Blaze?

-¿Tú estarás con Amy?- preguntó de regreso el erizo plateado.

-Que quiera conocer el mundo no significa que la deje. Quien sabe... si acepta, talvez ella me acompañe- respondió con una gran sonrisa -¿Y tú?- insistió.

-Haré lo correcto...

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Después de tanto tiempo sintió como el aire volvía entrar a sus pulmones. Abrió sus ojos y notó que se encontraba en un tipo de hospital o algo así. Se levantó de aquella cama y notó las vendas que tenía sobre su cuerpo. No sabía que había pasado, pero no sentía dolor alguno. Ya no. "Por lo que se ve quemar todo lo que está a mi paso trae algunos beneficios" dijo para sí misma. Si se había recuperado así de rápido era porque su cuerpo estaba acostumbrado a quemaduras. Levantó aquellas vendas levemente y notó que sobre su pecho ya sólo yacía la cicatriz en donde había impactado aquel láser.

-¿Te sientes mejor?- escuchó en el marco de la puerta de la habitación. Sonrió al reconocer al individuo.

-Sí... ¿Amy, verdad?

-Así es. Todos estaban muy preocupados por ti- dijo la eriza rosa con una gran sonrisa.

-¿Cuánto tiempo he dormido?

-Creo que...- dijo pensativa –Talvez dos semana.

-¡Dos semana!- repitió alarmada.

-Es un milagro que no fuera un mes. Date por agradecida.

-Sí pero...

*Tock, Tock*

-Amy yo... ¿Blaze?- dijo el erizo plateado sorprendido al verla despierta.

Amy vio a la gata lila, que parecía que sus ojos se hubieran iluminado con la presencia de aquel erizo. Él por su parte no actuó diferente a ella. Parecía que Silver había llegado para cambiar las flores de su habitación. Llegaba con nuevas casi todos los días. Amy entendió que sólo hacía estorbo en el lugar así que decidió salir de ahí e ir a visitar a quien debía.

-Bien, tengo que ver como sigue Rouge. Nos vemos Silver- dijo mientras tomaba aquellas muletas y caminaba fuera del lugar –Espero que te recuperes pronto Blaze- dijo Amy mientras empezaba por tomar camino.

-¿No quieres que te ayude?- preguntó el erizo.

-Estoy bien, no te preocupes- dijo mientras se alejaba.

Pronto ambos se quedaron solos en aquella habitación. Ella lo miraba con una mirada dulce mientras que él parecía no poder sostenérsela, ocultando así el rostro.

-Silver... ¿Qué sucede?

-De no haber sido por mí...

-Jamás hubiera sabido lo hermosa y excitante que puede ser la vida- interrumpió ella.

-¡Y jamás te hubieran lastimado!- gritó él.

-Esto no fue nada. Te lo dije, el fuego no puede lastimarme, al menos no de gravedad.

-Sí pero...

-Ven acá- le cortó ella tocando suavemente la cama para que se sentará a la par de ella.

Silver caminó con cierta lentitud. Acomodó las flores que llevaba en el florero en donde las ponía cada día desde que ella estaba ahí y tomó lugar a la par de ella. Blaze recostó su cabeza levemente en el hombro de él y cerró sus ojos suavemente. Le gustaba sentir aquella paz interior que sólo él podía darle. "Todo lo que pasó no fue culpa tuya" dijo mientras ponía una de sus manos sobre las de él "Yo fui quien decidió ir allá, y si hubiera sido necesario dar mi vida para salvar la tuya lo hubiera hecho" dijo tranquilamente. Él mordió levemente su labio inferior y no respondió nada ante ello. Ella sabía que él se sentía culpable, era algo natural, Silver era de aquellos erizos que cumplían más el papel de protectores que de protegidos, pero eso le gustaba a ella. Ella se levantó levemente y lo vio a los ojos. Tomó su rostro levemente y se acercó a él "...No es tu culpa" musitó mientras se acercaba a él para así robarle un beso, pero él le volteó el rostro para luego levantarse de aquella cama y dar la espalda.

-Blaze...- habló con una voz entristecida -¿Qué pasará ahora?

-Creo que no comprendo- respondió confundida.

-Ahora que ya no está Eggman y yo soy libre, dime ¿Qué pasará con nosotros?- repitió sin verla en ningún momento.

-Estaremos juntos- respondió con una dulce sonrisa.

- ...Ahí es en donde te equivocas.

Sintió un dolor punzante en su pecho al escuchar eso, y sabía muy bien que no era causado por aquella herida que tenía. Una expresión seria se posó en su rostro desviando la mirada.

-¿Por qué?- preguntó en algún punto dolida.

-¿Realmente crees que tu familia te dejará de buscar?

-¡Por eso huí de ellos!- gritó molesta -¡Para ser libre y poder estar contigo!

-Ese es tu error- dijo viéndola al fin –Tú no eres libre... no estoy seguro si siquiera yo lo soy.

-¿De qué hablas?

-Blaze...- dijo viéndola a los ojos en un intento de explicarse –Tú familia te encontrará, estás en este hospital y la verdad no me sorprendería que ya sepan que estás aquí. Hay cosas de las que uno no puede escapar y yo no me haré el responsable por separar a tu familia de ti.

-¡No lo entiendes!- gritó molesta -¡Yo odio a mi familia!

-No, no lo haces- dijo sentándose nuevamente a la par de ella –Sé que son aprensivos y muchas veces parece que no te comprenden pero...- dijo con una sonrisa un tanto triste –Sabes que la razón por la que hacen todo eso es porque eres su única hija y te aman ¿verdad?

Cerró sus ojos con fuerza sin poder evitar derramar un par de lágrimas. Muy, muy en el fondo sabía que eso era cierto, pero eso no excusaba la actitud hostigante de su padre y del hecho que nunca la quisiera entender; muchas veces sentía que era más el secreto oscuro de la familia que la hija adorada.

-Es mejor de esta manera...- dijo con suavidad –Si yo no lo hago tus padres lo harán por mí, y entonces lo odiarás de por vida... Eso sólo te causará más sufrimiento.

-... ¿Prefieres que te odie a ti?- preguntó con sus ojos en penumbra.

Bajó su cabeza. No quería que ella lo odiara por su decisión, pero prefería eso a saber que ella volvería su vida un infierno por culpar a sus padres de una separación forzosa e inminente. Silver sabía que jamás sería aceptado por ellos. Hay cosas con las que uno siempre cargaría consigo y que no podía quitarse. Silver había asesinado a incontable número de personas, y había lastimado a muchos más, eso era algo que Blaze debía de aceptar si realmente quería estar con él; y Blaze tenía a una familia protectora, rica y poderosa, algo que siempre estaría con ella y que él sabía que jamás lo dejarían acercarse a ella, no sin hacerle una investigación exhaustiva y una vez que supieran quien era él la mandarían a ella al rincón más oculto de la tierra para que nunca se volvieran a ver.

-...Lo siento- dijo poniéndose de pie y caminado hacia la salida –Blaze, esto es el adiós- dijo parando enfrente de la puerta y viéndola de reojo –Aprecia lo que tienes... pues no todos tenemos esa suerte- habló con una sonrisa fingida.

Después de esas palabras salió de la habitación de ella. Ella prosiguió con sus ojos en penumbra sólo derramando lágrimas que expresaban todo el dolor que ella sentía por dentro. Sabiendo que ese era el adiós definitivo.

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Se dirigía a toda velocidad a la estación de policía; aún no podía creer que Amy la siguiera buscando después de tanto tiempo. Ayudar a los policías no era exactamente lo suyo, pero debía de admitir que pagaban bien. Al llegar, Dalia tomó su Extreme Gear y entró caminando a aquel lugar en el cual había pasado tanto tiempo años atrás. Parte de ella se sentía nostálgica al respecto, pero claro esta, no es algo que iba a demostrar. Ya habían pasado dos años desde que todo aquello y una vez que terminó todos tomaron caminos distintos; todos de alguna manera empezaron de nuevo, era como vivir por primera vez para muchos de ellos. Abrió la puerta y vio a Amy sentada sobre un escritorio hablando con otro oficial y con una dona en la mano "Tenía que ser policía" pensó Dalia.

-¡Amy!- la llamó Dalia.

-¿Uh?- dijo con una expresión de confusión y con la dona en su boca. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Sacó aquella dona de su boca para luego correr hacia ella -¡Dalia!

Sintió como se abalanzó hacia ella dándole un gran abrazo, abrazo que no fue bien recibido por parte de la gata gris. "¡¿Qué te pasa?!" gritó en un intento por liberarse "¡Suéltame!". Amy esbozó una sonrisa a la gata gris quien parecía tener una expresión un tanto molesta e incomoda. No era costumbre de Dalia recibir ningún tipo de muestra de cariño, menos aun abrazos.

-Lo siento- dijo aún con esa sonrisa en su rostro –Pero después de casi dos años no puedes esperar menos de mi parte.

-Sí, sí- dijo con indiferencia –Dime mejor ¿Para qué me llamaste?, ¿Qué realmente podía ser tan importante como para que me llamarás?

-Bien, ando en busca de...

-¡Hey, Amy!- escucharon del otro lado de la estación –Tails dice... ¿Uh? ¿Dalia?

-Vaya, vaya, miren quien trabaja ahora para los chicos buenos. Sonic, esto nunca me lo hubiera esperado.

-Es mi paga a la sociedad- dijo él con una sonrisa traviesa.

-¿Tu paga a la sociedad?- cuestionó la gata gris.

-Sí- afirmó Amy –Tails dijo que una manera de pagar por los crímenes hechos por él era que ayudara a resolver crímenes y atrapar maleantes.

-Eso es a lo que yo llamo ironía- dijo con una sonrisa burlesca.

-A mí me alegra que esté aquí- dijo Amy tomando el brazo de él y recostándose sobre su pecho levemente con sus mejillas sonrojadas.

-Veo que siguen juntos- habló levantando una ceja -Si siguen así no me sorprendería ver pequeños erizos correr por aquí muy pronto- se mofó ella.

Sonic desvió la mirada mientras sus mejillas se sonrojaban rápidamente.

-¿Y qué pasó con los demás?- preguntó curiosa la gata gris.

-¿Te refieres a Shadow, Rouge, Silver y Blaze?- cuestionó el erizo azul, sonrojado todavía por aquel comentario.

-¿También están por aquí o algo así?- preguntó viendo hacia diferentes lados.

-No- negó el erizo azul –Shadow ahora se dedica a hacer lo que sabe hacer mejor.

-¿Matar gente?- se burló Dalia.

-Sí, algo así, y le pagan por eso.

-¿Uh?

-Sí. Ahora trabaja para una organización militar llamada los G.U.N. Después de todo aquello con Eggman lograron contactarlo y bueno...- contestó con su típica sonrisa –Lo último que supe era que ahora tenía una cuadrilla a su cargo. Supongo que le va bien.

-¿Aún hablas con él?

-No, Tails es quien me cuenta ese tipo de cosas- respondió él con una sonrisa.

-De acuerdo. ¿Y los demás?

-Rouge- habló Amy -Ahora ayuda a los museos a recuperar sus tesoros en vez de robarlos. Ha ayudado a recuperar innumerable joyas robadas. Aunque aún creo que se queda con las que más le gustan.

-¿Y la gata lila?

-Su familia la encontró en el hospital y la llevaron de regresó a casa- respondió Amy con un tono un poco triste –No parecía muy contenta. Aún recuerdo que la última vez que la vi tenía esa expresión de tristeza en su rostro. Esa tristeza que te dan ganas de llorar de tan sólo verla.

-... ¿No se quedó con el erizo plateado?- preguntó confundida ella.

Amy negó levemente con la cabeza. Nadie sabía qué había pasado exactamente. Lo único que sabían es que después de la última vez que Amy habló con Silver en aquel hospital no había sabido nada sobre él.

-Bien, ¿y qué pasó con él?

-Creo que regresó con su familia- contestó ante aquella pregunta el erizo azul.

-Bueno, es lo mínimo que merece después de casi haberla perdido- dijo Dalia sin interés.

-¿A qué te refieres?- habló el erizo azul confundido.

-¿Recuerdas aquel documento que extrajiste de mi celular sin mí permiso?- dijo con un de tono de reproche.

Sonic asintió con la cabeza.

-Bien. Obviamente yo leí cada uno de ellos- dijo con cierta altanería –En el de él Eggman describía que pensaba matar a la familia del erizo plateado, pero que sus planes ya no fueron llevados a cabo porque éste decidió irse de su casa antes... un día antes de que él llevara a cabo el plan- reveló –De no haber hecho eso hubiera condenado a su familia y ésta hubiera tenido el mismo final que aquella niña Maria y que tu familia.

El silencio reinó en el lugar. La única que sabía la verdad sobre ellos era ella. Sonic nunca se había enterado acerca de lo que decía los otros documentos; una vez que Dalia se recuperó lo primero que hizo fue arrebatar de sus manos aquel aparato con aquella información y prohibirle volver a tomar sus cosas.

-Y bien Amy ¿Para que me querías?

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Los años pasaron, y así como éstos su ilusión de ver a Silver una última vez se fue desvaneciendo con el tiempo. Pronto todos aquellos sucesos vividos con él parecían ser más una hermosa fantasía que una realidad innata. Terminó su educación superior y pronto comenzó a estudiar derecho, una de las pocas carreras que su padre le había permitido estudiar en la universidad. Después de haber regresado de aquel hospital nunca más volvió a hacer algo como huir de casa, a pesar de que su padre no estuvo convencido con sus palabras y triplicó la seguridad en la casa, cosa que cambió conforme los años. El recuerdo de Silver se convirtió en eso, un recuerdo; ahora parecía tan lejano en los momentos que ella hubiera dado lo que fuera para estar con él, y él tampoco nunca había intentando comunicarse con ella nuevamente. Blaze pensaba que posiblemente ahora estaría con alguien más, que quizás había asentado cabeza, quien sabe; no le gustaba mucho pensar en ello, a pesar del tiempo aún le dolía.

Ya habían pasado cinco años desde lo sucedido. Muy pronto se graduaría como abogada y empezaría a trabajar en uno de los más prestigiosos bufetes de abogados de la ciudad. En todo ese tiempo su padre había insistido que conociera a un tal Menphiles, un empresario prometedor, pero ella se había rehusado completamente. No quería saber nada de erizos, menos de ninguno que se pareciera a su secuestrador de tiempo atrás. A veces se preguntaba cómo hubiera sido si ella nunca hubiera atravesado esa experiencia, ¿quién sería ella ahora?

-¡Blaze!- dijo su padre escandalosamente. Como siempre. –Blaze te tengo muy buenas noticias.

Blaze se encontraba en su habitación terminando de revisar unos casos cuando lo vio entrar muy emocionado al lugar.

-¡Por fin pasó!- dijo su padre extasiado de alegría.

-¿Qué pasó?- preguntó seria como siempre.

-¡Pidió tu mano en matrimonio!- gritó emocionado.

-¡¿Qué?!- gritó molesta.

-¡Sí!- dijo casi bailando -¡Él empresario más prometedor de este país te quiere a ti!

-¡No pienso aceptar algo como eso!- gritó muy enojada.

-Blaze, esto no es opcional- dijo con seriedad –Sabes que como miembros de la aristocracia de este lugar tenemos que mantener cierto prestigio. Él seguramente hará que nuestra familia sea la más poderosa del lugar y asegurara tu futuro.

-¡Yo no pienso...

-¡Esta no es tu decisión!- la obligó a callar. –Debes de arreglarte pues vendrá esta noche para conversar contigo, y si todo sale bien, pues la boda será después de tu graduación.

-Pero...

-Eso es todo- dijo por último saliendo de su habitación.

Tomó una almohada y gritó fuertemente en ella. No podía creer que su padre la quería forzar a casarse con ese tal Menphiles, pero si de esa noche dependía que ese matrimonio se llevara a cabo, ella se encargaría de que él lo último que él deseara con ella fuera una relación, menos un matrimonio.

Esa noche estaba vestida de lo más elegante. Un vestido de color púrpura con una escote en V y joyería del mismo color, haciéndola ver como toda una dama. No había sido exactamente su idea, pero si no llegaba presentable su padre era tan capaz de cambiarla él mismo. No tuvo opción.

Se encontraba en el comedor parada enfrente de aquel ventanal, esperando ver el carro de aquel erizo venir; de pronto lo vio, por los enormes portones de hierro forjado vio entrar un auto último modelo, haciéndola enojar y cerrar las cortinas fuertemente. No quería ni verlo. Escuchó como se abría la puerta principal y cómo su padre caminaba, seguido por aquel individuo, a los adentros de la casa; parecía que estaba contándole de todos los logros que ella había realizado prácticamente desde que usaba pañales. Se quedó parada, inmóvil frente aquel ventanal hasta que su padre entró al comedor.

-Ya está aquí- dijo su padre quien parecía haber dejado esperando al invitado afuera de aquel lugar -Compórtate quieres- dijo como una amenaza. Luego de eso salió del comedor para indicarle a su invitado que podía pasar al comedor donde Blaze lo esperaba.

Lo escuchó caminar hacia al comedor haciéndola empuñar una de sus manos. No quería verlo. No tardó mucho en escuchar como él entraba al lugar. Blaze sintió la presencia del individuo dentro de la habitación, en ese momento se volteó con una expresión de ira contenida en su rostro, estaba lista para dejarle en claro que no pensaba casarse con él y que si él la forzaba convertiría su vida en un infierno, literalmente. Pero se tragó todas aquellas palabras que aún no había podido ni pronunciar al momento de verlo.

-Muy buenas noches...- lo escuchó decir muy cortésmente.

-... No puede ser...- musitó llevándose una de sus manos a la boca -¿Silver?- cuestionó anonadada.

-Es un gusto verte de nuevo... Blaze.

No entendía que hacía él ahí. ¿Estaría soñando? Se habría molestado tanto que había perdido el conocimiento y eso no era más que un truco de su mente. Él se mantenía ahí, parado con una sonrisa y una mirada dulce. Vestía como se hubiera imaginado que vendría aquel individuo, con un smoking negro muy formal y atractivo a la vez.

-¿Cómo es que...?

-Creo que tu padre te lo ha mencionado antes- habló él como si estuviera tratando con alguien "normal" –Yo he pedido tu mano en matrimonio, y espero realmente obtener un sí como respuesta- dijo con galanura.

-...No lo entiendo- dijo intentando no llorar –Mi padre dijo que eras un gran empresario.

-Lo soy- confirmó –Poseo la cadena más grande de computadores y hardware a nivel nacional y pronto a nivel internacional.

-Pero cómo es que tú...

Silver se acercó a ella lentamente, provocando que su corazón latiera con gran intensidad. Tomó una de sus manos levemente y la vio directo a los ojos, ojos que parecían brillar más por la contención de lágrimas que ella tenía en ellos.

-Tú te fuiste...- musitó levemente sin poder evitar derramar una lágrima.

-Sabía que tu familia jamás me aceptaría por quien era- explicó –Por eso tuve que alejarme, ya que decidí ser alguien digno ante los ojos de tu padre. –dijo con un tono dulce y serio a la vez -Tome posesión de la pequeña cadena de computadoras regidas por Eggman "Ivo Robotnik Computers" Comencé a estudiar un curso avanzado de computación y administración para un día ser un gran empresario y así poder estar a tu lado... ¿No lo ves?- dijo acercándose a ella aún más –Sólo me aleje para poder estar cerca de ti; para que cuando estuviéramos juntos no fuera un secreto... sino una relación que no se debería de ocultar, una en donde ni tú ni yo seríamos perseguidos. Ni por Eggman, ni por tu padre...- dijo viéndola con dulzura –Blaze, yo te amo...

Blaze se acercó a él y lo besó con gran intensidad. No podía evitar derramar un par de lágrimas mientras lo hacía. Se encontraba sumergida en una felicidad que nunca creyó que probaría de nuevo. Se despegó de él levemente y lo vio a esos ojos color miel.

-...Sí, acepto.


Bien, este es el final ¿Les gusto? Espero que sí. Ha pasado casi un año desde que subí esta fiction y quiero realmente agradecerles a todos por su apoyo incondicional. Por el momento no tengo planes concretos para escribir nada por aquí en un tiempo, tengo otro proyecto y es en el área de anime, entonces, estaré en Stand By, pero igual, aún sigo actualizando "Inside the Darkness" así que no me iré por completo, no hasta que la termine. No tengo nada más que decir, a excepción que espero verlos en alguna otra fic. Así que esto es el adiós mis lectores, pero como el de Silver, no será para siempre XD!!!

¡¡¡Gracias por Leer!!!