Genero: Romance/Humor

Pareja: SaiHinaSasu (SasuHina)

Autora: DarkAmy-chan (Amy-chan, Amita-chan)

- pensamientos
- "Hablan"

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Los Personajes de Naruto no me pertenecen, son del Maestro Kishimoto

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Encierro

Hace un año que había llegado a ese instituto, desde ya hace tanto tiempo y…

aún pasaba desapercibida. No contaba ni con un amigo.

Pensaba una chica de cabello azulino y ojos color marfil mientras caminaba rumbo a los vestidores después de una ardua clase de deportes. Se sentía sola, no hablaba con nadie...ni una sola palabra

¿Por qué…? ¿Por qué tengo que ser tan tímida?

Se reprochaba una y otra vez al caminar…sin despegar la vista de sus pies. Recriminándose por su falta de "fuerza"…de autoestima.

Además que continuamente era asediada por las comunes "chicas populares" de su curso. No podía tener más mala suerte…simplemente no podía.

Fue en ese instante que escucho unas voces acercándose a donde ella se encontraba transitando, sabía quienes eran y no estaba con las fuerzas necesarias para escucharlas insultarle, para que le hicieran alguna otra "maldad"

Como cuando me encerraron en uno de los casilleros, o cuando me empujaron al vestidor de los hombres…cuando estaban todos estos cambiándose.

En su mente se dibujaban aquellos infames recuerdos, momentos que quisiera borrar de su memoria, pero…era tan difícil. Le atormentaban continuamente.

"…D-Debo…esconderme, demo… ¿Dónde?" – dijo para si misma en el instante que comenzaba a buscar con su mirada un "refugio". Fue en ese momento que su mirada fue a parar al salón donde se guardaban los implementos deportivos.

Sin esperar más, corrió lo más rápido que pudo a ese lugar, a cerrar discretamente una vez que accedió a este.

Podía respirar más tranquila, todo daba a parecer que no la habían visto

"…P-Por poco…" – susurro para si mientras llevaba una de sus manos a la altura de su pecho, trataba de controlar su respirar…de recuperar el aliento perdido.

En ese instante escucho unas voces tras la puerta que acababa de cerrar, eran aquellas de las cuales escapaba

Acaso… ¿La habían visto?

Temerosa las oía reír, cuchichiar entre ellas, sin duda algo tramaban. Lo más seguro era que no sería nada bueno para su persona.

Nada salía de sus labios, solo podía tragar con dificultad, esperando que aquello solo fueran ideas de ella…deseando con todo su corazón que no la hayan visto en verdad.

Pero aquella esperanza se vio desvanecida cuando escucho un "clic" proveniente desde el otro lado.

Las lágrimas no tardaron en salir, pidiendo por favor que la dejasen salir…implorando porque no le hicieran eso. Pero estas la ignoraron, solo le desearon "buena suerte" seguida de más risas.

Nadie escucharía sus plegarías, aunque golpease la puerta con todas sus fuerzas…nadie vendría en su ayuda.

Esta era la última clase y luego todos partirían a sus casas, dejándose sola, atrapada sin poder salir hasta el día siguiente.

Cansada de golpear incesablemente…se dejo caer derrotada. De sus ojos no paraban de caer aquellas gotas saladas que mostraban su pena.

"… ¿P-Porque…? ¿Por qué yo…? – se preguntaba entre sollozos - … ¿q-que fue lo que les hice p-para que me trataran así?... – No hallaba respuesta para aquellas interrogantes, nunca les había hecho nada malo a nadie. Ni siquiera había podido dirigirle la palabra a alguien por su timidez. - …no lo comprendo"

"Quieres callarte, tu llanto me molesta" – se escucho de repente una voz, aquella logro que la muchacha cesara de llorar, que dirigiera su vista hacía el lugar de donde provenía. Era un chico que la miraba de manera muy fría.

Un silencio los comenzaba a envolver mientras esta bajaba la mirada sin poder soltar más que un suave "Gomen…ne". Este solo desvió su mirada soltando un "Hmph".

Ella deseaba preguntarle el que estaba haciendo ahí, pero su mirada le había causado tanto temor que no podía sacar aquellas palabras de sus labios, además…su timidez no era de ninguna ayuda tampoco.

Este solo no le tomo más en cuenta y paso junto a ella para abrir la puerta. Poso su mano en la manilla…pero no conseguía abrirla aunque le aplicara toda su fuerza

"…Kuso – maldijo por bajo antes de dirigir nuevamente la mirada de manera inquisidora a la chica que segundos antes le veía atenta, pero ahora que este tenía sus ojos puesto en ella…solo deseaba desaparecer. - ¿Qué has hecho? – le increpo de manera amenazante mientras la tomaba de los hombros. Esta temblaba igual que una gelatina recién sacada del refrigerador…le tenía miedo. La oscura mirada del pelinegro le causaba pavor. - ¡Responde!"

Esta solo bajo la mirada una vez más, tratando de contener aquellas lágrimas que nuevamente luchaban por salir de sus blancas orbes.

"……G-Gomen, yo…yo…" – no quería estar en ese lugar, de por si no le gustaba venir a clases, era demasiado el tormento al cual se encontraba sometida desde que llego, y ahora…

alguien más le odiaría.

"Che. – Soltaba molesto el moreno – estupidas fans" – terminaba de decir a la vez que se ponía de pie. Le daba la espalda a la peliazul que trataba a duras penas de contener su tristeza y miedo.

Este se dirigió a donde había estado con anterioridad, volvía a posar su penetrante mirada en la muchacha que estaba frente a su persona.

Se encontraba molesto, irritado con aquella mujer y con si mismo por haberse quedado dormido en ese sitio. Ahora se quedaría atrapado con una de esas chicas locas que lo persiguen incesablemente. Porque una cosa era segura…esa chica que trataba de mostrarse "vulnerable" se había encerrado con el apropósito.

Era verdad que había miedo en su mirada, pero ¿Qué más da? Todas las mujeres aparentaban lucir "frágiles" ante su persona, solo para que él las tomara en cuenta.

las odio, todas son iguales – pensaba sin quitar sus ojos negros de ella.

"No quiero que te acerques a mi ¿entendido?" – le soltó de repente. Esta solo pudo asentir levemente después de unos segundos.

Ella no lucía como aquellas otras que siempre lo acosaban, pero no se dejaría engañar, seguro era un truco…una trampa para "atraparlo". Todas las mujeres estaban locas. Eran peor que los gusanos, arrastrándose sin dignidad a sus pies, pegándoseles igual que lapas y solo preocupadas de su apariencia. Unas completas molestias

y esa chica seguro no era la excepción.

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Las horas iban pasando y todo se mantuvo en completo sigilo desde que este hablo por última vez diciendo que no se acercara a él.

Este se encontraba recostado sobre una pila de colchonetas, mientras la muchacha se hallaba en un rincón…solo abrazándose las rodillas, tratando de no soltar ni un ruido al llorar.

"¿Por qué lo hiciste?"

No es que haya querido entablar una conversación, es solo que ya le estaba molestando escuchar solo el suave sollozo de aquella chica.

En verdad estaba impresionado por cuanto se ha tardado en tirársele encima como todas las demás.

Debía admitir que ella tenía un auto control impresionante, no podía comprender lo mucho que puede esconder su deseo por "abordarle".

Y mucho más porque no le respondía de manera inmediata, hasta pareciera que le ignoraba, y eso si que lograba sacarle de quicio. Ninguna mujer se atrevía a hacerle esperar de esa forma.

Y menos a repetir una pregunta como lo estaba haciendo ahora.

"……y-yo no hice nada" – le respondió esta sin mirarle, casi en un susurro.

¿Cómo se atrevía a negarle eso? Era obvio que lo había hecho a propósito, para pasar la noche con el, para poder llamar su atención. Cosa que iba a ser totalmente imposible, a él no le interesaba en lo más mínimo.

Ella no deseaba estar en ese lugar, no podía comprender el porque todo lo malo le pasaba a su persona. Se preguntaba una y otra vez si había hecho algún mal como para que la vida le estuviera cobrando así, pero…nada venía a su mente.

No solo tenía a aquellas compañeras molestándola todos los días, si no que ahora se encontraba atrapada con un chico que solo le causaba temor…un miedo indescriptible.

Más encima comenzaba a hacer frío y ella solo se encontraba con un short muy corto y su remera de gimnasia.

Seguro no tardaría mucho más, lo más probable era que ahora que comenzaba a hacerse presente el frío de la noche, esta se tiraría a sus brazos diciéndole que se dieran "calor mutuamente".

Si, lo más seguro es que eso pase pronto.

Imposible, ya había transcurrido una hora más y aquella mujer seguía sin moverse de ese lugar, ni siquiera se ha dignado a volver a mirarle.

Acaso ¿le estaba ignorando? ¿Será posible que sea una nueva "técnica" para llamar su atención?

Este no dejaba de mirarle de manera muy fría y desconfiada, aquello podía sentirlo la morena que solo deseaba que la noche pasara rápido, no quería estar ahí, y menos con un chico que solo le infundía miedo.

Las horas seguían pasando y aquella muchacha no daba señales de querer "aprovecharse" de la situación. Era imposible ¿Quién se creía ella para venir a actuar tan indiferente?

Él era Sasuke Uchiha, el chico más "codiciado" por todas las chicas de ese Instituto, incluso las mujeres de cursos más avanzados morían por sus huesos…porque él les mirara aunque sea una vez.

Tenía que ser alguna especie de estrategia, no podía ser otra cosa.

Aunque…no creo haberla visto antes entre esas locas – pensaba el moreno aún sin quitarle los ojos de encima. Bufo molesto mientras se cruzaba de brazos - …Hmph, pero todas son iguales. Unas maniacas.

Aquella noche no estaba teniendo "piedad" con ellos, el frío era para congelarse. Estaban en pleno invierno…y este se los estaba "mostrando".

En un rincón se podía ver el frágil cuerpo de la peliazul soltar pequeños tembleques por aquella temperatura tan hostil, pero…nada podía hacer ante esa situación.

No poseía nada con que taparse y aquel chico le había dicho que no se acercara a él.

Solo le tocaba permanecer así, abrazándose a si misma para darse aunque sea "algo" de calor.

Si ahora no pescaba un resfriado, seguro el resto del invierno se lo pasaría sin ese tipo de "problemas".

"Oye – La voz del chico la saco de sus pensares. Con cierto miedo fue levantando la mirada…hasta encontrarse con aquellos ojos negros – acércate"

No le entendía, el mismo le había dicho que no se le aproximara. Y… ¿ahora le estaba pidiendo todo lo contrario? Tenía miedo de hacerlo, su mirada le causaba mucho pavor. Ni siquiera logro sacar alguna palabra de sus labios.

¿Cómo era posible que no le hiciera caso? ¿Lo estaba ignorando nuevamente? Estupida chica pensaba una y otra vez. ¿Acaso creía que se lo decía por gusto? ¡Eso ni hablar! Solo lo había dicho porque el frío se estaba acrecentando y la única manera de pasar la noche era…"juntos"

"Niña tonta, no te pases rollos ¿queda claro? – le decía de manera muy fría, esta solo podía negar rápidamente – Hpmh, que molesto, pero…el frío esta aumentando ¿entiendes lo que quiero decir?"

No podía decirle que quería que durmieran juntos, su orgullo era muy grande y ya como mucho estaba accediendo a ese tipo de "cercanía".

Se estaba tardando mucho en responderle y eso en verdad le sacaba de sus casillas. Pero su semblante cambio al verla ponerse lentamente de pie, a caminar con suavidad hasta situarse a su lado. Podía ver un leve rosa pálido en sus mejillas.

Tenía miedo, no conocía a ese muchacho, pero si hubiese tenido malas intensiones no hubiera esperado tanto para intentar hacerle algo ¿No es así? Además que aunque le causara pánico su mirada, algo en su interior le decía que no era mala persona.

Nunca antes había dormido junto a alguien, era imposible evitar sus nervios, que su vergüenza saliera a "flote". Podía percibir el calor en sus mejillas…estaba segura que se encontraban rojas.

Más ahora que se encontraban tan…juntos.

Se hallaban uno junto al otro recostados, muy apegados para brindarse algo de calor, ambos boca arriba sin decir palabra alguna.

Este estaba por pensar que aquella mujer no era una de sus tantas "seguidoras". Le veía de reojo sin poder creer que esta no hiciera el menor intento por acercarse más, para incitarlo a que pasara "algo" entre ellos.

Aún no podía creer lo que estaba a punto de decir, pero no es porque quisiera, es solo que el frío era mucho.

"Si no te acercas más, no servirá de nada ¿no crees?" – Al escucharle esas palabras, las mejillas de la peliazulada se tiñeron de un rosa intenso. Aquello hizo que media sonrisa se dibujara en el rostro de este mientras pensaba en lo extraña que era.

Ella tragaba con suma dificultad, se encontraba demasiado nerviosa, ni siquiera se atrevía a verle a la cara. Pero la voz del moreno preguntándole que qué esperaba la hizo salir de sus pensamientos. Levanto su mirada para toparse con aquellos penetrantes ojos que la lograba colocar mucho más "alterada".

Con mucha dificultad asintió para luego colocarse un milímetro más cercano al chico.

El moreno solo suspiro molesto para luego tomar con fuerza de los brazos a la frágil chica que lo veía temerosa, sin esperar más hizo que esta se recostara sobre su pecho.

"¿Era muy difícil hacer eso? – le decía de manera molesta aquel chico – hmph, si que eres rara"

Aquel rosa pálido que había adornado las mejillas de la muchacha, ahora era remplazado por un rojo intenso. Sus ojos se encontraban abiertos a más no poder al sentirse tan cerca de un chico, o mejor dicho…apoyada en uno. Nada lograba decir…estaba muy apenada de estar de esa forma.

Se siente tan bien, a pesar de infundirme tanto miedo…es muy cálido – pensaba la chica mientras cerraba sus ojos dejándose "llevar" por aquel calor de ese cuerpo tan firme, de ese suave perfume de hombre que lograba tranquilizarle de cierta manera.

Algo en su interior la hacía sentirse protegida.

"…A-Arigato" – fue lo único que logro articular antes de caer dormida.

Este se había sorprendido por esa palabra, de verdad no se esperaba escuchar un "gracias". No había duda, esa chica era muy extraña…muy diferente a todas las demás.

Cerro sus ojos tratando de encontrar el sueño, sintiendo el calor del cuerpo de la morena que se encontraba casi sobre su persona, notando como a ella no le había costado mucho caer en brazos de Morfeo. Suspiro cansadamente.

Aún no confiaba en ella, no podía descartar del todo que fuera una de esas tantas mujeres locas que lo acosaban incesablemente. Demo siempre a sido igual, desde que era pequeño las mujeres caían a sus pies, pero ninguna lograba llenar sus estándares. Ninguna se parecía…

a esa persona.

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La mañana llegaba con el cantar de las aves, con una suave brisa que comenzaba a erizar la blanca piel de la ojiblanca que empezaba a abrir sus ojos, tratando de acostumbrarse a la luz del día.

Mientras tratada de desperezarse y por fin abrir sus blancas orbes, trato de moverse, pero "algo" se lo impedía.

Un suave grito se escapaba de sus labios al notarse sobre un muchacho, y sus nervios aumentaron al ver que este la tenía abrazada.

Este al escuchar el "ruido" proveniente de su "acompañante", abrió sus ojos de golpe, solo para toparse con el rostro completamente ruborizado de la chica.

Por un instante no le pareció malo despertar siempre de esa manera, aunque fue solo por un momento, porque seguía sin confiar en las mujeres. Además que nunca aceptaría ese tipo de pensamientos, su orgullo era muy grande.

"Pero que escándalo ¿acaso ya abrieron la puerta? – decía mientras con una de sus manos se refregaba sus ojos tratando de despabilarse. Cuando logro acostumbrarse por completo a la luz del día, vio como ella negaba con vergüenza para luego bajar su mirada, todo daba a indicar que veía algo - ¿Qué pasa ahora?" – pregunto con frialdad.

"…E-Etto…es que…su brazo – ahora lo comprendía, era por eso. Era extraña ¿no debería estar feliz porque habían dormido abrazados? ¿Que sacaba con seguir ocultando que se había encerrado apropósito con él? - …g-gomen ne por…despertarlo"

"Hmph, no creas que fue apropósito, no me he dado cuenta…" - decía con un leve rubor en sus mejillas el moreno mientras desviaba su rostro para que esta no lo viera.

Era cierto que no la había abrazado con intensión, pero…no le desagradaba para nada el calor de ese frágil cuerpo.

Aparentando desagrado se separo de esta, le dio la espalda fingiendo molestia por todo aquello.

"…L-Lo se, no se p-preocupe"

¿Por qué le hablaba de manera tan cortes? ¿Es que se creía superior a él? – volteo para verla, notando como ella mantenía su mirada baja…lucía triste – No, no se creía mejor que su persona, su semblante…ella era muy fácil de leer, podía verlo en aquellos ojos tan expresivos.

seguro es muy educada.

Le intrigaba, no podía negarlo, esa mujer…tenía algo "especial"

Dudaba en preguntarle su nombre, no deseaba mostrar que estaba levemente interesado por saberlo, pero… ¿Y si no se volvía a presentar otra oportunidad? No podía, aquellas palabras no salían de sus labios. Se sentía frustrado.

No podía evitar preguntarse a que se debía eso, tampoco lograba hacerse la idea de que aquella mujer no haya tomado "ventaja" del encierro. Aquello era inconcebible para el chico.

El silencio seguía creciendo entre ellos, ambos mantenían sus miradas puestas en el suelo, sin poder "enfrentar" sus ojos

"…Oye… - ¿Lo haría? ¿Le preguntaría como se llamaba? Se sentía como un estupido al no poder hacerlo ¿Qué tan difícil era pedir su nombre? Aunque nunca había tenido que pedírselo a alguna mujer, todas saltaban a sus brazos diciéndoselos y gritando lo mucho que lo amaban. En cambio con esa chica… ¿Por qué todo era diferente? - … ¿Cómo…?"

Pero no pudo terminar de formular su pregunta, la puerta fue abierta revelando a un estudiante que los miraba extrañado. El moreno no podía evitar sentirse molesto, irritado porque lo habían interrumpido.

Más al notar como ella se ponía de pie e inclinándose pidiéndole disculpas nuevamente, comenzaba a salir por la puerta.

La morena no podía sentirme más aliviada, por fin aquel episodio había pasado sin "mayores complicaciones". Se disculpo una vez más con aquel chico que por culpa de ella tuvieron que dormir "juntos". Sus mejillas volvían a teñirse de rojo al recordarlo, al visualizar en su mente como este la tenía abrazada.

Sacudió suavemente su cabeza tratando de borrar esa escena de sus pensamientos, pero nunca olvidaría lo protegida que se sintió, ni tampoco el calor de aquel chico de mirada oscura. Una suave sonrisa comenzaba a dibujarse en sus labios mientras el rosa pálido volvía a tomar sitio en sus mejillas.

……N-No fue tan malo después de todo. – pensó para si misma mientras iba rumbo a cambiarse al vestidor de mujeres. Ese día nada le molestaría, extrañamente se sentía…"protegida"

Entre tanto el chico con el cual había "pasado la noche" la veía caminar de manera distraída entre los demás alumnos, sonrió al verle entrar por equivocación al vestidor de hombres, aquella sonrisa se incremento al verla salir toda roja.

Hpmh. Si que es Dobe – pensó al verla entrar rápidamente al lugar correcto. Con sus manos en los bolsillos comenzó a alejarse, pensando en lo ocurrido.

Ambos volvían a sus respectivas vidas, sin darse cuenta que aquello fue más que un simple "accidente". Porque…

En este mundo no existen las coincidencias, solo existe lo inevitable

Y este encierro no era la excepción, quizás todo había sido por un juego del destino que quería unir al chico más popular de la escuela, con la muchacha que era siempre "invisible" a la vista de todos, pero que para él…puede ser algo más.

Fin Chapter 1:-

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Hi. primero que nada quiero agradecer a todos los que me apoyaron en mi último fic "¿Qué es el Amor?"

en especial a Lia Du Black que me dejo el link de una hermosa canción (la cual me baje enseguida por el Ares jejeje).

Espero que mi nuevo fic sea de su agrado, y por favor pido paciencia porque me había acostumbrado a escribir en primera persona, y...ahora suelo mezclarlas un poco, espero que a pesar de eso...logre entenderse (Y perdón también por las faltas de ortografía, sigo pensado que soy una caso perdido para eso jejeje)

Muchas gracias por leer este nuevo fic que intento escribir, y que el primer chapter les haya gustado.

Este al igual que el otro, será un "Amor Lento", no pidan avances rapidos, porque no los habrá.

No olviden dejar sus comentarios, me alegran el día y me animan a seguir escribiendo

Besos

DarkAmy-chan