Estimadas personitas he regresado ¡Después de mucho tiempo! ¡Y con otro fic de Uchihacest!...
TÍTULO:
Por Besarte
PAREJA:
¡ItaSasu! ¡ItaSasu! ¡ItaSasu!
DERECHO DE AUTOR:
Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto. El tema que le da nombre a esta historia, "Por Besarte", es de "Lu".
RESUMEN:
Serie de historias de ItaSasu que giran alrededor de una canción.
Por Besarte
(Sasuke POV)
Finalizamos con la misión que nos dio Pein. Por decisión de Itachi, nos dispusimos a descansar debajo de algunos árboles. Estamos recostados en el raso suelo. Sus ojos están serenos. La calma se reflejaba en su rostro. Lo miré de costado, podía sentir que mi corazón saldría de mi cuerpo…, en cualquier momento… El tenerlo cerca me estremece…
Sentí la ternura del pasto, y entonces… me sobresalté…
Sus dedos acarician con suma delicadeza mis manos, haciéndome soltar los pastos que mantenía aprisionado. Todo lo hace con lentitud. Entrecerré mis ojos ante el contacto. Lo sé. Es más que seguro que noté esta acción un tanto cursi. Y entonces perdido en mis fantasías…
Sus manos se entrelazan con las mías…, parecía querer decir algo, mas permanecía inmutable como siempre. Con esa aterradora calma… sus labios se abrieron con discreción… interpreté que quería romper el silencio…
—Sentimientos… —murmuró Itachi, y no pude evitar clavar mis orbes en sus labios… Rojos, como sus ojos escarlatas, por ende sensuales—. Sasuke…
¿Sabe que lo miro con un anhelo de primavera?
Él lo sabe. A veces puedo ser tan evidente…
— ¿En qué piensas? — me pregunta, sin dejar de acariciar mis manos.
—En nada —Trato de mantenerme sereno.
—Todavía recuerdas lo acontecido —declaró. Ciertamente, resonaba en mi cabeza—. Y no me odias —afirmó, aunque muy dentro pensé que aquello era una pregunta, que muchas veces respondí de la misma manera.
Pero él necesitaba saber que no lo odiaba, todos los días requería de mi indulto. Y se lo dije:
—Sí, recuerdo lo que me relataste —respondí simplemente—. ¡Y no! —exclamé —, no te odio. Te perdono.
Aunque a mi entender, no había nada que perdonar. Después de qué Itachi me salvará de las garras de Orochimaru, y me contará sus razones para cometer aquel ilícito… esa cruenta masacre. Por protegerme de una futura guerra. De una conspiración organizada por esa persona que decía ser nuestro padre. Ese mismo sujeto que lo utilizaba a él, como si fuera un títere, y que a mí me despreciaba. No pude odiarlo… Pero aunque lo quisiera, jamás podría hacerlo. Porque en verdad lo amo… y más que a un hermano. Estos sentimientos no pueden cambiarse.
No obstante esto suene sanguinario, es la verdad: Itachi quería un "mundo feliz" para mí. Dejó de lado su vida, por la mía. Soportó mis palabras frías, aguantó mi desprecio… Y yo no podría siquiera pensar en la posibilidad de odiar a una persona con éstas características. Sería inadmisible censurarlo… porque lo que él hizo para mí, supera en años luz lo que haría mi séquito de admiradoras. Y no es que quisiera algo de ellas. No, es sólo una mera comparación, para reparar en el desinterés de mi aniki por su persona. Él siempre me considero, por sobre los demás, y por si mismo…
Quiero entregarle mi vida. Quiero curar sus heridas. Quiero mostrarle mis emociones. Quiero construir otra vida junto a él. Quiero entregarme a mi asesino…
—Estoy cansado de esta situación… —me dice, sin cambiar sus emociones. Es oficial: Uchiha Itachi es indescifrable.
— ¿Qué dices? —Es lo único que atino a decir. Su cercanía saca mi lado infantil.
—Hermano pequeño ¿Piensas que sólo te salvé de Orochimaru por qué eres mi única familia?
No sé que contestar. Y no puedo mirarle a los ojos sin sentirme vulnerable a su mirada. En mis ensueños deliro con un amor recíproco. Tal vez hay algo más…
—Nunca has sido una carga para mí —me confiesa, se refiere a nuestro pasado.
Mi pulso se detiene.
— ¿Qué sientes? — me pregunta.
¿Sentir?
Y en un repentino movimiento está encima de mí. Sus piernas se enredan con las mías. Con cada mano aprisiona mis muñecas. Si antes estaba nervioso, ahora sufriré un ataque al corazón.
— ¿No quieres decirlo? Lo leo es tus ojos… Tus emociones… Pero quiero oírlo de tus labios…
Él es consiente de mis sentimientos. Nunca podré ocultarle nada, ni ahora ni en el futuro. Mi hermano es la única persona con la habilidad de leer mi mente. Y aunque no quiera decirlo, sé que no tengo alternativa.
—Te… amo…—declaro lo que guarda mi corazón.
La calma que hay me inquieta. Sólo el débil murmullo de los árboles corta el silencio. Únicamente el silbido del viento, disimula el latido de mi corazón, que lucha por salir de mi pecho.
— ¿Qué quieres de mí? —sus ojos continúan inexpresivos, ¿Cómo es capaz de mantenerse inmutable ante semejante declaración?
Habiéndome revelado, no puedo callar. Perdí la racionalidad, mi mente está siendo dominada por mi lado sentimental…
—Comenzar una vida, estar a tu lado por siempre. Anhelo tener tu corazón. Sentir tus labios en los míos. Extasiarme con tus besos… respirar de ti… quiero un beso tuyo, perpetuamente tenerte en cabeza. Quiero que me beses, y así conservar un recuerdo de la persona que amo. Si me das este beso, sé que jamás te olvidaré…
Me mira con tranquilidad, es como si hubiese esperado esa respuesta.
— ¿Y qué me darás a cambio? —Desciende a mi oído, sus palabras me embriagan.
Pensando en aquello, me quedé con la pregunta. Había pedido su eterna compañía, ¿qué podría ofrecerle en compensación? Mi integridad, mi completa integridad.
—Todo lo que soy…, lo que quieras tomar…
— ¿Serás mío? —Su nariz se oculta en mi cuello.
—Seré tuyo…
Presionó aún más mis muñecas contra el pasto. Unió ambas manos arriba de mi cabeza. Liberó la siniestra. Acarició mis mejillas sin prisas…, parecía que temía romperme. Me tocaba como si fuera de cristal.
Sus dedos se deslizaron en mis labios, los presionó. Y sus ojos se enfocaron en zona, hice lo mismo. Me concentré en su boca. Por mucho tiempo esperé por éste toque…
—Suaves —murmuró, exprimiendo sus dedos en mi boca.
Todo sucedió en cámara lenta, nuestros ojos en ningún momento se separaron. Y cuando estuvo a pocos centímetros…
—Te amo, otouto… —su hálito me hace sentir soplos en el corazón.
Nuestros labios se unieron. Con una mano sostenía mi mentón. E involuntariamente cerré mis párpados. Quería recordar éste momento. Grabarlo en mi memoria. Recordar mi primer beso. Guardar el sabor de Itachi.
Sus labios se movían sin prisas. Él tenía las intenciones de hacerme disfrutar. Quería dejar un estigma en mi boca. Por eso mordisqueó mi labio inferior. En consecuencia algo brotó de esa zona que hirió. Sangre. No pude evitar abrir mi boca para gemir ante esa lesión. Él no perdió la oportunidad. Su lengua invadió mi cavidad. Y mis gemidos se ahogaron en mi garganta. Prácticamente estaba violando éste pequeño espacio.
Me ahogo… y quiero morir de esta forma. Con sus labios sobre los míos. Porque Itachi sabe a prohibido. Sabe a locura. Es mi perdición… es mi amor…
Aunque no quise separarme, debía hacerlo. Mi rostro se estaba poniendo lívido. Necesitaba de ese elemento… aire…mi cuerpo me lo pedía a gritos, a pesar de que mi mente no quería acatar mis necesidades naturales.
Con cuidado muevo mis muñecas. Y él se percato de mis intenciones. Se alejo lentamente de mí. Parecía confundido. Por lo que dije:
—Te amo, Itachi.
Él simplemente besó mi frente.
Nadie me importa más que él… Nadie más. Lo quiero a él, por su entrega. Por no esperar nada a cambio… Por su inquebrantable juramento de protegerme, como cuando éramos simples hermanos… Porque ahora somos más que eso… somos amantes, y tengo la certeza de que seremos felices desde este momento y hasta la eternidad.
Bésame una vez más Itachi. Quiero tocar tu alma…
Él espero pacientemente a que recobrará el aliento. Me sonrió con complicidad. Sus labios volvieron a unirse con los míos…, sus manos se resbalaron sin apocamiento por mis caderas. Mis manos con naturalidad se entrelazaron en su cuello. Su cuerpo cubrió toda mi anatomía. Correspondí con calma a ese dulce toque…, pero mis labios aún son torpes. Y él lo logró. Tomó las riendas del contacto. Abrí mi boca, para darle lugar a su caliente lengua. Deje que inspeccionará cada rincón.
Bésame. Bésame. Bésame.
Este sentimiento es sólo por ti, aniki.
Y nuevamente él se separa de mis labios, para mi sorpresa, él sonríe.
— ¿Quieres probar algo mejor que un beso? —me susurra en la oreja. Su respiración es sumamente caliente.
— ¿Algo qué es…? —Pero no terminó de preguntar. Su boca, súbitamente rápida, me lo impide.
Y nos fundimos en una lucha en nuestras bocas, o mejor dicho él se convierte en un arqueólogo experto de mi cavidad. Me siento intoxicado con éste sensual, sublime, exquisito… Beso.
FIN
Con esta reedición quedó demasiado cortito, ¿no creen?
Hasta la próxima.