LOVE HURTS
by Tatsuky
Capítulo 9: Juntos
Suspiró mientras perdía su azul mirada en el paisaje a través de la ventana, el sol estaba bajando.
- Y desde que eso pasó no me dejaron acercarme más al laboratorio, nh – afirmaba el rubio de cabello largo. Su novio acompañándolo sólo se reía ante la anécdota tan extraña.
- No puedo creer que hayas destruido el laboratorio con una explosión.
- Pues, no debería decirlo, pero… fue genial, nh- lo dijo en un tono bajo como si quisiera que nadie más oyera, pasando por alto que nadie se encontraba aparte de ellos. Itachi le sonrió – Creo que mezclé algo que no debía… me confundí, nh – Por la sonrisa del rubio, Itachi presintió que no lo sentía tanto.
- Increíble viniendo de ti.
- No tanto – Se apresuró a contestar el rubio. Aún con esa sonrisita – toma – le pasó a Itachi unas cuantas hojas.
- ¿Y esto?
- ¿Viniste por mí, no?
- Sí
- Pues tengo que llevarme esto, coge, así, no lo botes – ordenó el rubio, quien después del trabajo se ponía algo mandón con él, el moreno suponía que era por estrés.
Itachi había venido a recoger a su novio al instituto donde trabajaban, desde el día de mañana estarían de vacaciones y no podía estar más emocionado por ello. Llevaban saliendo casi un año, y serían las primeras vacaciones que pasarían juntos, no había tiempo que perder. Hace algunos meses Itachi había conseguido un mejor empleo con mejor paga, lo que era genial, sin embargo ya no veía tan seguido a su novio, y lo que lo complicaba más era que el rubio se estaba especializando en Artes Plásticas y Diseño por lo que tenían aún menos tiempo de pasar juntos. De todos modos, como decía Naruto, Itachi prácticamente vivía con ellos, sin embargo, él sentía que no tenía suficiente de su novio y esto le ponía incómodo.
- Itachi ¿qué tienes ganas de comer? – preguntó su rubio sacándole de sus pensamientos.
- Am – puso cara de pensativo – lo que sea Dei, de hecho solo quiero llegar a casa.
- Pero debes decirme, así compramos o cocinamos, nh – insistía el rubio – te quedarás esta noche verdad – no era una pregunta.
- Claro – le contestó de todos modos con una sonrisa.
- ¿Entonces? – seguía insistiendo el rubio.
- Cualquier cosa amor.
- A ver compremos ahí – señaló un minimarket.
Luego de hacer algunas compras ya habían llegado a la casa del rubio, ambos traían bolsas cargadas por lo que Deidara tardó un poco en abrir la puerta. Ya dentro fueron con destino a la cocina pasando por la sala primero. Se encontraron para su no tan sorpresa a Sasuke con Naruto jugando con la playstation, nada fuera de lo normal. De no ser, que estaban algo despeinados y con la ropa bastante arrugada, además que miraban fijamente el televisor sin siquiera voltear, por lo que Itachi tosió un poco.
- Ah, Itachi, Dei, no los escuchamos entrar, je,je – dijo tontamente Naruto – Hola – les saludó y Deidara solo rodó los ojos. Estos chicos eran tan obvios. Itachi solo sonreía mirando a su hermano y negando con la cabeza se retiró a la cocina con Deidara.
- Te dije que estaban por llegar baka – se quejaba el rubio menor, tratando de acomodarse mejor – aunque creo que no se dieron cuenta de nada – le sonrió a su novio.
- Si no se dieron cuenta es que están ciegos dobe – le respondió Sasuke a la vez que trababa de acomodarse también.
- Ahh, es tu culpa – le acusó el rubio dándole golpecitos en el brazo.
- No sé por qué te avergüenzas tanto Naruto, a estas alturas todos saben lo nuestro – seguía acomodándose – además no es como si ellos no hicieran lo mismo.
- Ya, pero aun así – seguía quejándose Naruto – bueno juguemos, que ni siquiera comenzamos.
La relación de los más jóvenes había pasado también por varias etapas, pasaron por ser amigos cariñosos a una especia de "empezar a salir", si podía llamársele así, pues todo era muy secreto, podían mostrarse muy cariñosos entre ellos pero en el instituto se veían bastante separados. Sin embargo con los meses y la convivencia ya podían llamarse novios, a Sasuke le había sorprendido que siendo el rubio como era, tan escandaloso no hubiese gritado a los cuatro vientos su relación, pero finalmente lo había comprendido, el rubio guardaba muy bien las cosas importantes para él, así como sus sentimientos, era muy cauto en ese asunto, no apresurándose ni haciéndose ilusiones. Muy parecido a él, lo que había favorecido esa extraña relación. A Sasuke no le interesaba nadie más que no fuese ese rubio alocado y Naruto solo tenía ojos para el Uchiha menor.
Por otro lado, en la cocina los mayores se concentraban en preparar sus alimentos mientras conversaban.
- Debe ser que a tu familia le gustan los rubios, nh- le comentaba Deidara a Itachi.
- Tal vez es así – le respondió seriamente Itachi - ¿Te molesta? – la pregunta la hacía por Sasuke.
- De hecho no – admitió Deidara – sabes, siempre pensé que el novio o novia de Naruto sería alguna clase de delincuente con una moda muy extraña - esto hizo reír a Itachi – no te rías – continuó divertido esta vez – es enserio, siempre lo pensé. Pero Sasuke aunque es un tanto…
- ¿Antisocial? – completó Itachi, aún divertido por lo anterior.
- Am, sí, nh - acordó con su novio – es un chico muy inteligente, centrado y responsable, tiene las mejores notas, además que es muy popular, nh - continuó pero más serio – pero las chicas lo acosan todo el tiempo, no sé cómo Naruto lidia con eso.
- Justo como era yo – comentó orgulloso Itachi – aunque que te acosen tantas mujeres pierde lo divertido, sabes.
- Eso espero – le miró desafiante Deidara e Itachi volvió a reír, no había notado su comentario.
- Ah, esos tiempos de adolescencia- dijo para molestar a su novio poniendo su cara de pensar.
- No juegues con tu suerte Uchiha, nh – le señaló con el cuchillo que estaba usando para picar verduras – si tanto extrañas esos tiempos pues ve y revívelos – seguía señalándolo con el cuchillo.
Itachi sonreía muy feliz, durante este tiempo con Deidara había logrado conocerlo mucho más y logró compenetrarse con él como nunca lo había hecho con nadie, por lo que conocía todas sus caras, facetas, estados de ánimo y más. Esta faceta de celoso psicópata y amenazador se resultaba tierna. Se acercó a su novio y aun sonriéndole tomó su mano para bajarla junto con el arma que le apuntaba y lo abrazó suavemente.
- No, nunca te dejaré – le dijo rotundamente a lo que Deidara sonrió – ni por todas las mujeres del mundo.
- Tonto – se besaron suavemente – sigamos o nunca terminaremos, nh.
Cuando la cena estuvo lista la acomodaron en la mesita. Deidara notó que Sasuke no estaba y le preguntó por él a Naruto.
- Pues se fue – respondió secamente Naruto.
- ¿Por qué no se quedó para la cena? – preguntó curioso Deidara.
- No lo sé – respondió simplemente – además ¿por qué tendría que quedarse? – siguió Naruto algo abrumado por la pregunta a lo que Deidara volvió a rodar los ojos, no comprendiendo la insistencia de su hermanito por mantener todo tan reservado.
- Creo que me comentó que tendría una cita con una chica – se metió Itachi con claras intenciones de acabar con la incomodidad.
- ¡¿Qué él QUÉÉ?! – gritó Naruto – ¡ese teme me dijo que tenía que estudiar! – tomó el móvil para a continuación llamar a Sasuke.
- Era broma Naruto kun – le cortó Itachi antes de que terminará de marcarle y Naruto se sintió realmente estúpido.
- Ah, no es que me importe tampoco – dijo Naruto tratando de sonar lo más desinteresado posible - no me importa lo que haga.
- Si claro – dijo Deidara bastante divertido – gritar y ponerte como loco celoso no dice nada, nh.
Naruto miró a ambos bastante avergonzado, era tan obvio como le había dicho Sasuke, que todos sabían que ellos salían o eran novios, pero a él no le gustaba hablar mucho de ello, aunque en el instituto si tuvo que poner en su lugar a muchas chicas para que no se tomen tantas confianzas con su novio, pero hablar de ello con su hermano era distinto. Por otro lado, Deidara se sentía un poco culpable, tal vez el actuar de Naruto era porque como le había dicho él mismo, él nunca se enamoraría porque no quería sufrir, como lo había visto tantas veces a él pasarlo muy mal. Pero ahora era diferente.
- Es una lástima Naruto – continuó el rubio mayor mirando a su hermanito – el hecho de negar a Sasuke como novio. Es un buen chico, ya sabes, es muy aclamado, nh – esto enserio sorprendió a Naruto.
- ¡Eso ya lo sé! – Se apresuró a defenderse – pero… -no supo que decir y luego miró a Itachi quien desapareció para la cocina– no lo sé, es distinto, nosotros somos distintos – miró seriamente a su hermano, quien traía los palillos en la boca – jamás he negado nada – finalizó el rubio menor bastante avergonzado.
- Ya veo, es bueno que no lo niegues – le sonrió y siguió comiendo, sabiendo que en el fondo se parecían bastante con respecto a los sentimientos y el amor.
Cuando llegó Itachi el ambiente se suavizó un poco, conversaron y comieron, fue una cena muy agradable.
La hora de dormir había llegado, mientras Deidara terminaba de acomodar su equipaje Itachi estaba entretenido mirando por la ventana el cielo oscuro. El equipaje de él ya se encontraba listo en su casa… en su casa, era algo que le mantenía muy incómodo, desde hace algún tiempo. No lo comprendió en el momento, pero ahora sí lo podía entender, y por ello estaba pensando en algo por algunas semanas, solo que realizarlo le estaba poniendo algo ansioso, por la respuesta que podría recibir. Debía de recordar su determinación y sus razones. Las estrellas brillaban mucho esa noche, era una buena señal. No sintió cuando su pareja se le acercó por lo que al notarlo se sorprendió levemente.
- ¿Estás bien Itachi? – le preguntó Deidara, su novio hace poco tenía la costumbre de distraerse por momentos.
- Sí, lo siento, estaba pensando – le tranquilizó.
- ¿Y en qué pensabas, nh? – le seguía preguntando el rubio con genuino interés.
- En muchas cosas amor – respondió con simpleza el moreno, pero al ver los ojos de Deidara algo confusos por su respuesta decidió continuar – pues, pienso en las vacaciones, pienso en ti, pienso en lo que haremos y pienso en ti, pienso en todo el tiempo a tu lado y pienso en el futuro, ah y luego vuelvo a pensar en ti – terminó con una sonrisa haciendo a Deidara también sonreír.
- Está bien, está bien – cedió el rubio riendo bajito – podemos hacer el amor hoy, aunque igual mañana tenemos que levantarnos muy temprano, nh.
- Genial – le respondió feliz el Uchiha y se acercó a besarlo.
- Recuerda que tenemos que recoger tu equipaje muy temprano –agregó el rubio luego del beso, haciendo nuevamente a Itachi sentir incómodo. Y Deidara lo notó.
- ¿Ita qué pasa? – volvió a preguntar. Le tomó por las mejillas y lo atrajo más cerca de su rostro - ¿qué pasa?, pero esta vez dime la verdad, nh.
- Lo que pasa, es que – finalmente había llegado el momento, dudo pero prosiguió – mis cosas están en mi casa.
- Sí, ¿y?
- Y tú estás aquí – Deidara lo miró bastante confundido - ¿no ves el problema? – Deidara no le respondió.
- Veras, lo he pensado desde algún tiempo – para sorpresa de Deidara Itachi se veía nervioso, y esto le ponía nervioso también a él – desde que no trabajamos juntos, no compartimos mucho, además que está tu especialización, es cierto pasó mucho tiempo aquí en tu casa, como Naruto dice prácticamente vivo aquí, pero llega el momento en que nos despedimos – tomó un tiempo para proseguir y miraba como Deidara trataba de seguirle el paso con sus ideas – no me malentiendas, no es que quiera tenerte pegado a mí o monopolizarte de alguna manera, es solo que…
- ¿Entonces Itachi? – Le apresuró Deidara que presentía muy en el fondo lo que podría significar todo este desborde de ideas, que no eran tan normal en Itachi. Verlo inseguro era algo extraño.
- Es solo que… me gustaría llegar a un lugar y saber que también llegarás ahí, que estará al despertarme y quizá para recibirme. Un lugar que sea de ambos y no tuyo ni mío, sino de los dos – Mirando los ojos celestes de Deidara tomó las fuerzas para proseguir – Deidara ¿quieres vivir conmigo?
La pregunta si había tomado por sorpresa a Deidara en ese momento, pero la verdad es que también a él se le había pasado esa idea muchas veces por la mente pero nunca la había consultado, más por temor que otra razón y ver a Itachi una bolita de nervios le hacían sentir avergonzado y tonto por ni siquiera haberle dado la confianza a su pareja para decir aquello. Sin embargo, no pudo evitar sentirse muy feliz, así que se apresuró a responderle.
- Claro… ¡Claro que sí quiero, nh! – contestó rápido y abrazó a su novio tan fuerte como pudo. Itachi no podía emanar más felicidad, todas esas semanas de nervios pensando que quizá se estaba apresurando y que Deidara podría odiarlo o mandarlo a volar se esfumaron. Se besaron muy fuerte, una, dos, muchas veces.
- Te amo Itachi – soltó bajito Deidara y fue lo que Itachi necesitó pata completar su alegría. Se regañó así mismo por no preguntar antes.
- Es la primera vez que lo dices Dei – siguió dándole besos cortos – y se escucha tan bien. Yo también te amo – no necesitaron más palabras. Esa noche hicieron el amor como muchas veces pero esta vez mucho más lento, ambos sentían que tenían mucho tiempo por delante y podían tomarse todo el tiempo del mundo.
Juntos decidieron que la casa del Uchiha era más grande por lo que al llegar de sus vacaciones comenzaron a trasladar las cosas de Deidara a la casa de este, por supuesto Naruto también vendría y aunque no había mostrado especial asombro por la noticia, la sonrisa de su cara nadie se la quitaba. Por lo que los cuatro pusieron manos a la obra y ayudaron a la mudanza. Mientras Deidara acomodaba todo en las cajas logró divisar una foto algo sucia por el polvo, la tomó y pudo observarse a él en la foto junto a Sasori quien le abrazaba con cariño, una foto tomada hace mucho tiempo. Aunque fue solo un momento pudo recordar todo lo vivido, aquellos años y sintió un pequeño dolor en su pecho, casi imperceptible, siguió mirando la foto recordando ese dolor intenso anterior.
- El amor duele – comentó al aire cogiendo la foto.
- ¡Amor ¿dónde estás?! – escuchó que le gritaba su novio a lo lejos- ¡Apresúrate, iremos a comer comida italiana! – sonrió al escuchar al moreno.
- Claro que no – se dijo muy bajito respondiéndose a sí mismo y rompiendo la foto en dos la dejó en el suelo- ¡Ahí voy, espérenme! – se levantó muy rápido y fue en busca de Itachi aun sonriendo.
Definitivamente Itachi era su prueba, no siempre el amor debe doler.
Fin.
Y al fin el fin! :3
Muchas gracias por su lectura y seguir esta historia S2
Besos!