Hola.

Aquí les traigo un nuevo fic. Hacia ya tiempo que tenía escrito este primer capitulo y por fin me he decidido a publicarlo. En esencia, tengo una GRAN duda al respecto que espero que con vuestros reviews pueda solucionar:

-Este fic esta basado en el libro "Las edades de Lulú" de la autora Almudena Grandes. Nunca he hecho nada igual, por lo tanto quiero saber si está bien lo que escribo ya que a parte de haber situaciones echas por mi la mayoría son casi iguales a las del libro, por eso me gustaría saber si eso esta permitido o por el contrario estoy quebrantando alguna regla (en ese caso en cuanto corrobore que así sea borraré el fic de inmediato)

Espero me puedan solucionar esto y en el caso de que todo vaya bien ojalá y les guste esta adaptación.

Advertencias:

-Ni la idea de donde ha salido este fic ni los personajes de Naruto me pertenecen. Todo lo demás si.

-Calificado T, habrá bastante lemmon y pensamientos obscenos (u-u) (en parte por eso me parece un gran reto el fic, ya que no soy muy habitual escribiendo este tipo de cosas).

Espero disfruten la lectura:


1. NUEVAS SENSACIONES

Por fin escuché el tan anhelado sonido del timbre que indicaba el final de las clases. Me había pasado las últimas aburridas y desesperadas horas mordiendo la punta del lápiz y mirando a las musarañas mientras oía una voz difusa de fondo explicar algo sobre raíces cuadradas… Normalmente si que solía prestar más atención a lo que mi profesora decía, no era una mala estudiante, todo lo contrario, pero hoy no estaba para sermones. Estaba ansiosa por llegar a casa.

Al escuchar la que en ese momento me pareció la melodía mas agradable del mundo, recogí de manera rápida y torpe todos mis objetos y los metí en la mochila dispuesta a salir corriendo de aquel lugar. Sin embargo, Ino se interpuso en mi huida.

Ino era mi compañera de clase y a la vez mi mejor amiga. Nos conocíamos desde parvulario y nos lo contábamos todo, aunque nuestra relación estuvo durante un tiempo estancada, todavía no se muy bien los motivos de esto, pero volvimos a juntarnos hace poco y recuperamos todo el tiempo perdido como si nada hubiera pasado.

Aun así, conseguí deshacerme de ella y reemprendí mi camino hacia casa dejando a mi perturbada amiga a mis espaldas sin entender muy bien el motivo de mis prisas. Pero no tenía tiempo de explicárselo, quería llegar a casa cuanto antes, quería verlo…. Añoraba ver a Sasuke.

Sasuke Uchiha era el amigo de mi hiperactivo hermano Naruto y desde el día en el que lo conocí me enamore perdidamente de él. Tenía suerte de que Naruto y él fueran grandes amigos, ya que gracias a eso Sasuke pasaba bastante tiempo en mi casa y así tenia la oportunidad de conocerlo mejor. La diferencia de edad era bastante notoria, yo apenas acaba de cumplir mis 16 años cuando él ya tenia 25 largas primaveras a su espalda, pero aun así no me importaba, lo quería, lo idolatraba de una forma enfermiza e infantil.

Quería cada cosa de él. Cada detalle de su personalidad y de su cuerpo. Me pasaba horas observando sus oscuros ojos y sus perfectas facciones. Me encantaba la gravedad de su voz y el perfume que dejaba cada vez que pasaba por una habitación, una fragancia fuerte y masculina que hacía enloquecer todo mi cuerpo. Amaba la forma en la que se comportaba conmigo, me trataba como a una niña, pero no como a una chiquilla infantil sino como si fuera la niña de sus ojos. Adoraba que se comportara así conmigo, que me ofrecería todo aquello que pedía… me volvía loca cada vez que sus ojos se posaban sobre mi cuerpo y lo analizaba de arriba abajo para luego mostrarme esa altanera sonrisa que se metía en mi cuerpo como un escalofrío invadiendo así toda mi columna vertebral.

Si, lo amaba… lo amaba de una forma enfermiza.

Salí de mis pensamientos cuando metí las llaves en la cerradura que me separaban de él y escuché de nuevo su voz, automáticamente una sonrisa apareció en mi cara. Pero antes de hacer acto de presencia en el salón escuche sin poder evitarlo la conversación que mantenía en estos momentos con mi hermano.

-¡A ver si te crees que me he hecho el esguince a posta! Yo más que nadie tenía ganas de ir a ese concierto…- la voz de mi hermano parecía bastante alterada, aunque eso no era algo muy extraño, ya que siempre solía montar bastante escándalo.

Mientras que la voz de él era lenta y calmada, aunque en esta conversación parecía bastante decepcionado- Tsk, ¿y ahora que hago con las entradas? Nos han costado una pasta, no las voy a tirar así por las buenas y no me apetece tener que ir solo.

-¿Por qué no llamas a alguna de tu agenda? Seguro que cualquiera estaría encantada de ir contigo.

Justo en esos momentos entré en el salón como quien no quiere la cosa-¿De que habláis?

Entonces noté con la mirada de Sasuke se posaba en mi y mostraba una sonrisa triunfal que no entendí muy bien-¿Por qué no Sakura?

-¿Sakura-chan?-Naruto repitió mi nombre como si no acabara de creérselo. Luego posó su vista en mi y de nuevo volvió su mirada a Sasuke con una mueca de desagradado- Ni loco voy a dejar que vaya a un concierto como ese. Todavía es una niña.

-¡Oye!- cuando oí esas palabras de la boca de mi hermano no pude evitar reprocharle. Naruto siempre era muy protector conmigo, pero aun así no me parecía bien que me infravalorara de esa forma estando yo delante, y sobre todo delante de Sasuke

Pero mi hermano evadió mi comentario, mientras que Sasuke sin quitar todavía el peso de su mirada sobre mi cuerpo, sonrió todavía mas.- No te preocupes, yo la cuidare bien. Me hago cargo de ella. ¿Qué te parece Sakura?

Esa pregunta no pudo evitar resaltar un tono carmesí en mis mejillas. Y es que no podía evitarlo, su descarada mirada que hasta pareciera que reflejara lujuria sumada a la gravedad de su voz hacían mella en mi cuerpo. Aun así contesté de forma pausada, no quería que él notara lo que producía en mi- Me encantaría. Nunca he ido a un concierto, pero espera un segundo que me cambio-Quería ponerme guapa. Todavía no cabía en la emoción ¡yo sola con Sasuke en un concierto! Tenía que cambiarme ya que aun llevaba puesto el uniforme del colegio. Pero algo me lo impidió.

Sasuke elevó una ceja y de nuevo me dio un gran repaso con su mirada- No te preocupes, así estas muy bien- entonces se levantó del asiento- Vámonos.

-Ten cuidado con lo que haces teme. Mas te vale que la cuides- mi hermano esta vez habló de forma muy seria, algo raro en él. Pero Sasuke omitió sus amenazas y así abandonamos mi casa y nos dirigimos a su coche. Estaba realmente emocionada… un concierto… a solas con él… No podía ser más feliz.

Cuando aparcamos el coche y nos dirigimos a la cola para entrar en el recinto jamás nos imaginamos la cantidad de gente que había en aquel lugar. La multitud se empujaba y gritaba de manera aterradora. Apenas había oxigeno en el ambiente, la gente no tenía consideración con nadie…era una situación de lo mas agobiante. Yo miraba a ambos lados temerosa, no me gustaba ese ambiente, me empujaban, me pisaban, me balanceaban como si de un péndulo se tratara…

Sasuke debió notar todo esto aun estando delante mío porque me cogió de los brazos y me hizo que lo abrazara por la espalda. En ese momento desaparecieron todos mis temores, incluso agradecía aquellos empujones que me acercaban mas a él. Cerré los ojos y me dejé envolver por su fragancia, estaba totalmente pegada a su espalda y tenía mi nariz estratégicamente colocada a escasos centímetros de su cuello. Pero de pronto me detuve. Noté como Sasuke sin previo aviso me cogió de las manos y me empujó fuera de toda aquella multitud.

No entendí muy bien el motivo de separarnos de la fila. Si esperaba que viéramos el concierto eso no era lo más acertado por su parte. Pero más tarde comprendí que el concierto era lo que menos le interesaba.

Todavía sin que me soltara la mano, Sasuke seguía andando a gran velocidad, le pregunté con intriga a donde nos dirigíamos pero no me contestó. Luego de unos momentos entramos a un callejón donde había un bar en el cual nos insertamos. Sasuke me sonrió y pidió un cubata. Luego me dijo si quería tomar algo y decidí en pedirme otro cubata y un trozo de tarta de chocolate... Tenía bastante hambre.

Cuando me lo sirvieron ataqué con ferocidad el trozo de pastel y empecé a engullirlo sin piedad y descanso. Sasuke me miró con una mueca extraña y luego acercó su cara a la mía para hablarme en tono suave y pausado- Deberías comer más despacio.

Levanté durantes unos instantes la mirada, todavía con un trozo de chocolate pegado en mis labios y la tarta aun deshaciéndose en mi boca y le hablé- Lo siento. Es que tengo bastante hambre.

-Las señoritas no hablan con la boca llena- Sasuke cogió una servilleta y me limpió el trozo de chocolate de mis labios, yo estaba estática, no podía hacer nada, mi cuerpo no me respondía… y para agravar mas mi situación luego dijo- y a mi lo que más me gustan son las señoritas.

Tragué sin darme cuenta el trozo de pastel que aun seguía en mi boca mientras me perdía en su mirada. Su cara estaba tan cerca de mí que me estaba empezando a cortar la respiración, pero pronto se le alejó y miró de nuevo al camarero.

-Póngame otra copa.

-Yo también quiero otra

-No- me miró de forma desafiante- Tú ya has bebido bastante por hoy- De nuevo me trataba como a una niña, pero en esos momentos no estaba para reprocharle, y aunque hubiese querido tampoco podría hacerlo, no podía negarle nada a ese hombre.

Tras acabarse la copa nos fuimos al coche. Yo estaba muy nerviosa, todavía no entendía porque no habíamos entrado al concierto y ahora tenía miedo de que la noche ya se hubiera acabado. Una vez que entré en el asiento del copiloto vi como Sasuke también se aposentaba en su lugar y como luego volvía a posar su descarada mirada sobre mí. Entrecortadamente y sin mirarle de frente le pregunté-¿Vas a llevarme a casa?

Y de nuevo me mostró su sonrisa-¿Quieres que te lleve?

-No...- No quería. No quería que acabara esa noche. Deseaba pasar mas tiempo con él, esta era una ocasión única… él y yo solos. No quería que acabara nunca y por su puesto que no tenía ninguna intención de irme todavía a mi casa.

Y otra vez apareció esa sonrisa de superioridad en su cara. A Sasuke le encantaba controlar la situación, podía notarlo, estaba disfrutando de ese momento. Yo cada vez estaba más nerviosa, no sabía que pasaría ahora. ¿A dónde iríamos? El silencio que se formó en aquellos momentos en el coche era demasiado incomodo, necesitaba hablar de algo… de cualquier cosa por muy poco importante que fuera, pero que hiciera que se me pasaran los nervios del momento.

Y por si fueran poco las convulsiones que tenía noté como él se acercaba a mí. Alzó su mano para acariciar suavemente mi mejilla y como instintivamente cerré los ojos y ladeé la cara para que el roce fuera mayor… era un contacto muy superficial, pero me encantaba.

Él sin embargo no apartó la vista de mí en ningún momento y de nuevo su voz hizo que me alterara- Eres preciosa Sakura

¡Dios! Eso ya era demasiado. Mis ojos se abrieron mostrando una mirada totalmente perpleja y es que no era para menos. Escuchar aquella voz tan ronca pronunciando esas palabras de aquella forma tan sexy que exclusivamente me estaba dedicando a mí… No podía más. Aquel hombre me volvía loca, y él lo sabía… creo que por eso disfrutaba tanto de la situación.

Y sin darme tiempo a pensar en más se acerco a mí y me besó.

Primero me besó de forma lenta y pausada, de nuevo un contacto superficial de nuestros labios. Sasuke sabía a ron, seguramente eso era producto de los cubatas que acababa de tomar. Yo odiaba el ron…pero en aquellos momentos me pareció el sabor más delicioso que existía en la tierra. Pero pronto el beso se profundizó. Sasuke agarró mi cuello para empujarme más contra él y así insertar su lengua en mi boca.

Al principio no supe muy bien que hacer. No era mi primer beso, pero estaba demasiado nerviosa. Le respondí de una forma torpe y burda. Pero eso no quitó para que el beso fuera salvaje. Nuestras lenguas se movían dentro de el otro de una forma apasionada, el inspeccionaba toda mi cavidad con brusquedad y eso hacia que todo mi cuerpo se tambaleara…de no ser porque estaba sentada de seguro no me mantendría en pie.

Entonces Sasuke se separó. Su cara apenas se alejó unos centímetros de mí para seguir observándome de aquella forma tan especial. No apartaba su mirada, una mirada de deseo. Noté su mano sobre mis rodillas. En ningún momento nuestros ojos se apartaron mientras él seguía recorriendo mi pierna.

Su mano fue subiendo lentamente hasta que se metió por dentro de la falda y siguió por entre mis muslos empezando así a acariciar mi sexo por encima. Me acariciaba con movimientos lentos y progresivos. Mis ojos se cerraron por instinto para disfrutar más de aquella sensación. Sin embargo, él seguía mirándome. Le gustaba. Le gustaba ver lo que producía en mí, sin ningún tipo de pudor me miraba de manera directa para ver mis reacciones ante sus caricias…

Cuando mi sexo estaba lo suficientemente húmedo y demandaba una inserción por su parte, Sasuke se detuvo. Abrí los ojos decepcionada por aquel parón y vi como él se acomodaba un poco más en su asiento. Lo estaba pidiendo sin decirlo y yo lo entendí. No era la primera vez que estaba con un hombre en aquellas circunstancias, pero nunca había llegado a más. Nos satisfacíamos mutuamente y eso era todo. Comprendí que ahora Sasuke quería que le devolviera el favor.

Entonces, con todo el valor que podía tener en aquellos momentos le desaté torpemente el cinturón y bajé su cremallera para poder insertar mi mano entre sus muslos. Al notar un primer contacto con su sexo me asusté, realmente aquel tamaño no era humano. Sin quererlo había detenido mi acción y Sasuke lo notó, pero en vez de hacerme continuar empujó suavemente de mi cabeza para agacharme hasta encontrarme cara a cara con su potente anatomía.

Me asusté. Estaba asustada. Sabía lo que quería pero yo nunca había hecho eso, no me gustaba. Abrí los ojos y me aparté rápidamente cuando vi que la distancia desaparecía. Me puse de nuevo en mi asiento y sin poder evitarlo mis ojos comenzaron a derramar pequeñas gotas saladas-Lo...lo siento. Yo nunca había hecho esto.

Sasuke se abrochó de nuevo su pantalón y alzó su mano para levantar mi ahora escondido rostro. Me impresionó mucho su reacción, limpió de una manera delicada mis lagrimas y me susurró que no me obligaría ha hacer nada que yo no quisiera. Se lo agradecí, agradecí internamente su comprensión. Pero aun así no podía evitar sentirme mal, quería complacerlo…había tenido la oportunidad de hacer algo que le gustara y había fallado, todo por mis nervios y por mi inexperiencia. Me sentía mal por ello… No era más que una niña capaz de insatisfacer al hombre al que ama.

Salí de mis pensamientos al notar como Sasuke ponía el coche en marcha. Le miré interrogada- ¿Dónde vamos?

Y sin dirigir su mirada hacia mí me contestó- A casa. Estoy demasiado borracho.

¡No! No quería. No quería que acabara aquella noche tan especial. Maldita sea, Sasuke vio que yo no podría complacerlo y ahora me llevaba de nuevo a mi casa, nos separaríamos y ya nada volvería a ser igual. Nunca tendría una oportunidad con él. Lo había fastidiado, lo había fastidiado todo.

Entonces, y no se muy bien como lo hice, saqué todo el valor y las fuerzas necesarias para agacharme y reemprender la tarea que antes había dejado a medias. Cogí aire y procedí a darle placer…quería que él disfrutara, que disfrutara conmigo, que sintiera las mismas cosas que él me hacia sentir a mi.

Al principio estaba demasiado nerviosa, mis movimientos eran torpes. Pero pronto noté la mano de Sasuke sobre mi cabeza marcándome el ritmo y oí pequeños gemidos que eran más bien respiraciones fuertes. Sonreí. Le gustaba. Le gustaba lo que yo le hacía. Cuando ya por fin había cogido el ritmo de mis succiones Sasuke me detuvo. Al principio no le entendí muy bien, ya que lo mas normal es que siguiera hasta que él se correría… ¿Así es como funcionaba no? Pero luego comprendí que Sasuke no quería acabar ya… esa noche iba a ser muy larga.

Nos bajamos del coche y afortunadamente no estábamos en mi casa. Sasuke me había llevado hasta una vieja casa que él tuvo pero en la que ahora no vivía nadie. La casa era espaciosa, estaba llena de polvo, pero aun así todavía permanecía parte del mobiliario.

Sasuke se sentó sobre un sillón que había y me miró. Su vista de nuevo se deslizó lentamente por todo mi cuerpo hasta llegar a mis ojos, donde nos encontramos. Abrió la boca y de nuevo escuché esa voz su ronca voz-Ven-puso sus manos sobre sus rodillas indicándome el lugar exacto donde quería que fuera.

Aquella orden no hizo más que excitar mi hasta ahora caliente cuerpo. Por que eso era lo que nos gustaba, el disfrutaba controlando la situación y yo también. Me excitaba estar a su merced, le obedecía como un cachorrito sigue las órdenes de su amo. Quizá fuera por la diferencia de edad, pero desde siempre había tenido la misma fantasía con él. Me imaginaba que yo era su hija, la niña de sus ojos, su predilección…que él se desvivía por mi, que me complaciera en todo. Pero también era un padre estricto, cuando era una niña mala él se encargaba de inculcarme un castigo… Si, miles de noches soñaba con eso y mi cuerpo reaccionaba de una forma realmente perversa ante aquellas fantasías. Sabia que eso no estaba bien, incluso que esos pensamientos eran enfermizos, pero no podía evitarlo…mi amor por él era enfermizo.

Me bajé lentamente las braguitas para luego levantar levemente la falda y me senté encima de él, acto que pude apreciar por la expresión de su cara que lo de perplejo, sin embargo se limitó a sonreír y no me dijo nada.

Cuando ya estaba sobre sus rodillas me acercó violentamente a él y nos volvimos a fundir en un lujurioso beso mientras Sasuke apretaba con fuerza mis pechos sobre la camiseta del uniforme. Luego pareció que aquella prenda le disgustaba y empezó a desabrocharme los botones con una mano mientras que con gran maestría insertaba la otra por mi espalda y me quitaba el sujetador.

Nos separamos del beso por falta de aire y de nuevo sentí el peso de su mirada observando descaradamente mis pechos. Un tenue rubor apareció en mis mejillas por tal acto e instintivamente quise subir mis manos para tapármelos y así evitar la incomodidad de esa situación. Pero él pareció prever mis movimientos y cogió mis manos para impedirlo para luego acercarme de la cadera y así pegarme más todavía a él. Ese acto hizo que se olvidaran todas mis vergüenzas, noté como nuestros sexos chocaban y noté su erección. Estaba excitado conmigo y ese contacto hizo que saltara una chispa en mi sexo y recorriera todo mi cuerpo como un escalofrío. Cada vez lo pedía mas a gritos, estaba cachonda. Quería acabar ya ese juego y que me penetrara hasta saciarnos.

Pero Sasuke no estaba por la labor de complacerme y para demorar todavía más mi estado y descolocarme del todo vi como estiraba su mano y cogía un teléfono que había sobre una mesilla. Cuando empezó a marcar números me quedé atónita… ¿A quien se supone que iba a llamar en estos momentos? Quise preguntárselo, pero cuando me dispuse ha hacerlo vi como colocaba sensualmente uno de sus dedos sobre mis labios para pedirme silencio.

Todavía con el teléfono en la mano Sasuke no perdió el tiempo y se lanzó contra mis casi descubiertos pechos. Eso hizo que de nuevo olvidara todo tipo de razonamientos…me sentía incapaz de pensar mientras notaba como Sasuke apretaba uno de mis pechos y a la vez su lengua lamía y mordisqueaba mi erizado pezón.

Sin cesar el masaje a mis senos, Sasuke separó su boca-¿Naruto?- Al escuchar el nombre de mi hermano me tensé. La cordura de nuevo llegó a mente y mi rostro reflejó un desconcierto total mezclado con sentimientos de miedo, angustia…. Y extrañamente a la vez esa situación me excitaba…


Bien, de momento voy a dejarlo aquí que para un primer capitulo tampoco está tan mal. Para todos aquellos que hayáis leído el libro decir que el lemmon que yo escribo será bastante más suave.

Espero que os haya gustado. Ya que no se como me he metido en este lío yo solita. Me explico: soy novata en los universos alternos, en adaptación de novelas y en el lemmon.. Creo que me he metido en camisa de once varas….u-u"

Si habitualmente los reviews son importantes en este momento lo son todavía mas por los motivos antes citados. Espero saber vuestra opinión respecto al fic para poder o no continuarlo.

Cuídense!