(n/A)

¡Bueno! Aquí les dejo un OneShot, inicialmente el fic era un SongFic, pero; utilicé muchas canciones, así que ¡Bué! xd ¡Espero lo disfruten!


Naruto Copyright © Masashi Kishimoto.
Warning: AU/OoC/Lemon /One-shot
Words:


.'·.·•Pяσfєѕσя Sαвαкυ no•·.·'.

Capítulo I.


ddeıSmıle


-Profesor Sabaku-


·

•••

·

Miré desconcertado a la pequeña Hinata, pero sus ojos eran cubiertos por su hermoso flequillo, lo que no me permitía escrutar en su alma como siempre lograba hacer a través de esos posos cristalinos.

Mis piernas no respondían, mis manos temblaban y sin embargo podía asegurar que mantenía mi expresión fría y quieta. Ella no podía decirme lo que acababa de decir.

Hinata era una hermosa joven de quince años, actualmente le imparto clases particulares ya que sus padres son muy importantes en Tokio, y ella no solía llevarse bien con sus compañeros de escuela.

Desde el primer momento en que la vi, mi interés por ella aumentó, y poco a poco se transformó en amor, sin embargo, siempre estuve claro que ella estaba por fuera de mi liga, no sólo era hermosa, sino que apenas tenía quince años y yo veintinueve, pero cuán errado estaba, mi mente se había enfocado tanto en aquella realidad que fue un golpe devastador escuchar aquellas palabras proviniendo de sus labios.

»—Profesor

¿Hm?

Hágame suya…«

Mis ojos parecieron salirse de su órbita por un instante, pero logré recobrar la compostura. Ella desvió su mirada justo como la tenía ahora y yo permanecí callado, estaba mal, pero…

— ¿Sabes lo que me estás diciendo Hinata? — Ella tembló ante mi tono

Yo—Tartamudeó.

Sus ojos se posaron en mí mientras daba un paso hacia adelante, pero ella no se inmutó, jamás había sentido miedo de mí, aún recordaba con nitidez la primera vez que lo supe.

»— ¿No sientes miedo? —Le pregunté incrédulo

¿Eh? ¿Por qué habría de sentir miedo por usted? A mí me agrada mucho y me siento segura a su lado, a-además; No comprendo por qué le dicen demonio. Usted es más un ángel malherido…«

Me arrodillé frente a ella y la miré fijamente.

— ¿Por qué?

— ¿Qué cosa?

— ¿Por qué quieres que te haga el amor…? —La garganta se me subyugó al pronunciar aquello

P-porque— Oprimí una sonrisa ante el delicioso sonrojo de sus mejillas—Lo amo.

Debí haberme golpeado muy fuerte la cabeza, debí haberme caído de la cama y quedarme desmayado ahí, éste era un sueño, un maldito sueño que me estaba gustando demasiado.

—…Soy tu maestro— Le dije.

Comprendí que fue dicho más para mí que para ella.

Pero también un ser humano, no un maestro. Los maestros no son de otra especie ¡Usted puede amarme, así como yo a usted!

Cerré mis ojos

Estaba intentando contenerme, y ella no ayudaba en nada, me voltee y caminé hacia el escritorio donde apoyé con fuerza las palmas de mis manos. Estábamos en el estudio de su padre, jamás podría hacer tal cosa, la amaba, la deseaba, sin embargo no era correcto, siempre había sido un hombre con principios, no podía hacer tal cosa.

No me importa lo que suceda en un futuro. Nada de eso importará si estas a mi lado. Si sé que yo te pertenezco. Si sé que me amas—Me relajé, disfrutando del suave contacto de su abrazo, tan delicado.

Los placeres violentos terminan en la violencia, y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modo que se consumen el fuego y la pólvora*

En un beso voraz* …Aunque tome la vida de dos amantes— Hizo una pausa y yo parecí petrificarme—Vale la pena sentir ése amor— Gruñí enojado, me voltee hacia ella para reprenderla pero me detuvo.

Pasó tan fugazmente que me tomó desprevenido y sólo pude concentrarme en la textura sin corresponder.

Eran suaves.

Dulces y delicados.

Inexpertos.

Y aún así seguían siendo la cosa más deliciosa que jamás había probado. Mis ojos agotados se cerraron disfrutando del contacto y sin poder evitarlo coloqué mis manos con propiedad en su cintura. Al apegarla a mi cuerpo soltó un gemido, abriendo su deliciosa boca, en la cual me introduje con avidez. Sentí su lengua con gozo, la cual retrocedió al igual que su cuerpo, pero no la dejé ir; con mi mano derecha tomé su cintura, una vez más, manteniéndola junto a mí con firmeza, busqué su lengua y la rocé con suavidad, ella me correspondió con temor.

Nuestros labios se acariciaron mientras nuestras lenguas se juntaban en un juego lleno de pasión y deseo. Mi mano derecha se movió por sus cabellos y me abrí camino hasta alcanzar la piel de su nuca, con mi dedo derecho seguí la línea de este y bajé lentamente por su espalda, Hinata tembló ante mi caricia.

— ¿Esto es un s-si? —Preguntó.

— ¿Sobre…? —Con mi mano derecha alcé su mentón y rocé mis labios por todo su cuello

S-sobre el quererme—La alcé entre mis brazos y la recosté sobre el escritorio, ella se aferró a mis hombros mientras deslizaba mi mano por su muslo.

Quizá…— Sus manos bajaron por mi camisa con temor, sus piernas me llamaron deseosas apegándome a su cuerpo, me deshice de mi chaqueta y la abracé con fuerza, deseaba sentir su cuerpo temblando con mis caricias. Llevé mi boca hasta su oído y susurre con deleite —Aunque, preferiría usar un te amo— Seguí por la línea de su cuello y besé tras su oreja—Te adoro— Mis manos sacaron su ropa interior y la lancé hacia un lado, luego continué a soltar la pequeña falda que había usado esa tarde—Te deseo…—Mis labios se juntaron con los de ella mientras introducía uno de mis dedos en su entrepierna

— ¡Ah! ¡P-Para! —Me separé de ella un poco, bajé mis labios hasta su cuello mientras seguía retorciéndose de placer, mis dos dedos comenzaron a formar círculos en su interior.

Tú fuiste la que me pidió que te hiciera mía.

Saqué mis dedos a regañadientes y probé con placer el líquido que llenaba que los bañaba. Sus manos aprovecharon mi descuido para comenzar a soltar mi camisa, sus labios se acercaron hasta mi pecho, sentí la calidez de su boca dejando un rastro de saliva.

Hm…— Gruñí con placer, sus labios eran suaves y gentiles. Aproveché su posición y saque su camisa, sin detenerme ahí pasé a lanzar lejos su brasier, ella gimió y desvió la mirada, no pude más que reír— ¿Pensaste que lo haríamos con ropa?

B-Bueno, contando que es mi primera vez, d-deberías ser considerado

Lo estoy siendo, no tienes la más mínima idea de lo rápido que me hubiera deshecho de tu ropa— Me incliné sobre ella atrapando sus labios entre los míos, ella soltó una suave risa entre el beso para luego bajar hasta sus senos.

— ¿La decencia del maestro dónde quedo…? A-ah

Junto a la de la alumna— le susurré contra su pecho, el cual absorbí de un golpe, siguiendo la forma redonda de su pezón con mi lengua. Bajé mis labios por su abdomen y seguí la delicada curva del mismo, mordí con hambre la zona y luego sentí la necesidad de marcar su cuello con mi boca

— ¡Ah! — exclamó cuando mordí la zona, los siguientes mordiscos fueron más suave mientras mis manos se perdían bajo sus dos piernas. Sus manos acariciaron mis cabellos. Siempre le había gustado.

»—Me gusta tu cabello.

¿Ah, si?

—…Ajá. Es rojo como la sangre, me gusta…

A mi el tuyo, es azul como el mar, me gusta. «

Escuchamos ruido afuera, sin embargo ya no podíamos detenernos, el deseo nos estaba carcomiendo, su humedad estaba aumentando cada vez más y mi miembro comenzaba a doler. Nos besamos de forma apasionada, mis pantalones ya estaban sueltos gracias a las manos de ella y su cuerpo estaba totalmente a mi merced, completamente desnuda. No pude evitar dar dos pasos hacía atrás, y admirar la divina diosa que tenía en frente; Sus cabellos desordenados caían a los lados de su pálido cuerpo, su respiración acelerada hacia subir y bajar su busto, redondo y comestible, mientras, sus piernas abiertas temblaban, asomando entre ellas su deliciosa humedad. No pude evitar excitarme más.

Dejé caer mis pantalones hasta el suelo y me incliné hasta lograr sacar la ropa interior, sintiendo la atónita mirada de Hinata recorrerme. Al erguirme ella abrió sus ojos a más no poder.

Es grande…—Sus ojos se desviaron completamente roja, sonreí ante su comentario y la tomé del mentón.

Tranquila, todo estará bien—Tomé mi pene, rozando la punta con su entrada mientras besaba sus labios, nuestros cuerpos vibraron por el placer, ella abrió sus piernas en busca de más— ¿Ahora?

S-Sí— Me acomodé mejor, introduciéndome con lentitud. Ella se aferró con fuerza y ocultó su angelical rostro en mi cuello—G-Gaara

Su voz ronca y sensual me incitó a más. Me introduje por completo y escuché su pequeño alarido de dolor atragantarse con mis labios, la abracé con fuerza y la alcé del escritorio, caminé sin ninguna dificultad hasta llegar a la silla y me senté en ésta dejándola sobre mí. Acaricié sus cabellos mientras besaba su cuello y hombros

— ¿Estás bien? —Pregunté intentando no sonar lujurioso y es que su calor era insoportable, su humedad me tenía enloquecido y ante cada espasmo que ella sentía, su vientre se contraía y expandía produciendo que mi miembro aumentara de tamaño.

S-Sí

Correspondí al suave beso que me entregó, rozamos nuestras lenguas mientras la apegaba más a mí, de pronto ella subió y bajó. Gruñí ante la placentera sensación, comenzó un vaivén acelerado, para afianzar el movimiento, deslicé mis manos sobre sus caderas y logré aumentarlo. Nuestras miradas llenas de lujuria se encontraban fijas, Su cuerpo, y el mío, relucía ante el sudor mientras mí boca se devoraba la suya.

Amoldé mi mano derecha sobre su seno, mientras sus gemidos eran cayados por mi boca, recorriéndola por completo con mi lengua.

¿Hinata?

Los dos nos retorcimos de placer.

Alzó su rostro para proferir el último gemido, me adelanté con rapidez y atrapé sus labios entre los míos colocando mi mano derecha sobre su nuca, la apreté contra mi cuerpo aún temblando por los espasmos de placer. Y salí de su cuerpo antes de terminar en su interior.

¿Hola? ¿Gaara-sama?

Nos abrazamos con amor y deseo, nuestras miradas se encontraron, para luego unir nuestros labios en un beso apasionado. Se levantó con pesar al igual que yo, los pasos se escuchaban cada vez más cerca, su cuerpo aún inestable y mareado se comenzó a mover en busca de sus ropas.

·


·

Neji ¡Primo! — Lo abrazó con fuerza.

Permanecí quieto sobre el escritorio con un libro marrón en el brazo, Neji le abrazó al igual, ella volteó sus ojos fugazmente hacia mí, su sonrojo permanecía intacto.

Buenas tardes Gaara-sama

Buenas tardes Neji-san. Bueno, creo que es hora de irme—Me levanté tranquilamente y caminé hasta la puerta con mi maletín en mano.

Hinata me siguió, dejando a su primo en el estudio y rozó sus labios de forma fugaz con los míos, su beso terminó en mi mejilla.

Hasta la próxima clase profesor Sabaku no.

Hasta la próxima clase—Asentí, disfrutaría bastante las clases con Hinata.


Corregido: Jueves 17 de junio de 2010.

Hora: 07:56PM.