Todos los días tenemos que tomar decisiones, grandes o pequeñas, algunas se toman sin esfuerzo alguno, otras requieren de profundas reflexiones , algunas son tomadas por nosotros nos guste o no, siempre habrá en nuestro camino alguien que piense que tiene el poder y el derecho de decidir por nosotros, nos guste o no.

Cap. 15

mentiras

Seiya maneja furiosamente, el enfrentamiento con Darién, la pelea de Yaten con Nicolas, las reacciones de todos son demasiado para estar calmado, Serena a su lado se amedrenta un poco por la velocidad pero n o dice nada, repentinamente el se orilla a un costado, apaga el motor y cierra los ojos echando la cabeza hacia atrás, sus mirada es tensa al preguntarle a Serena

-quieres que te lleve de regreso?

La cabeza de ella hace una firme negativa

-yo no pienso volver, no hoy, te llevo a un hotel?

La silenciosa negativa se repite, Seiya frunce levemente los labios, la mira por un largo momento antes de volver a arrancar el coche. Serena se aprieta un poco mas bajo el saco de el, levanta un poco al escuchar algo pero la mirada del conductor sigue fija en la carretera , se encoge de hombros, cierra los ojos y trata de borrar de su memoria la mirada de Darién que no se despegaba de Haruka.

la puerta del departamento se abre , algo no está como debería pero Seiya está demasiado frenético para notarlo, detrás de él Serena entra mirando todo con curiosidad, sabia de estos departamentos, pero no había tenido ocasión de entrar a ellos, su mirada se topa con pequeños detalles que le hacen ver el toque del propietario, una guitarra en un costado, un juego de gemelos y pisacorbata en una mesa, uno de sus libros, sus manos recorren unas flores cercanas, rosas rojas, sus favoritas, Seiya tiene en las manos un pequeño marco de plata que Serena cree reconocer pero que no alcanza a apreciar, Seiya con una mirada seria le toma de la mano

- necesito decirte algo Sere

-me asusta tanta seriedad – una risa nerviosa escapa de sus labios – eh, que no es el máximo secreto verdad?

La seriedad en su mirada le provoca una extraña sensación en el estómago, sus ojos se detienen sin pensar en sus labios y las siguientes palabras le hacen temblar

-Serena, hay algo que necesito decirte

La rubia trata de escapar del peso de su mirada, sus manos se niegan a soltarlo y la sensación en el estomago crece, a su pesar no es ella quien rompe el agarre, sus manos nerviosas buscan algo que tener para no demostrar su nerviosismo

-crees que este en edad de casarme?

-eh?

-si, eso de comprometerme, echarme la soga al cuello, encontrar mi "otra mitad"

El desconcierto crece a cada instante, Seiya casarse?, la sensación en el estómago se define tomando forma de miedo, de angustia, la broma surge sin pensar – pido manos para ser la primera en la lista de candidatas

La mirada de Seiya se vuelve más penetrante aun si es posible antes de responder – estás segura de ello conejo?

El desafío para Serena es claro, dos siempre pueden jugar con fuego- no se nota? – deja caer el saco de él dando una vuelta para que la admire, pero, a media vuelta la luz que llega de una puerta al otro extremo de la habitación le hacen parar en seco, como una mariposa atraída por la luz sus pasos se encaminan hacia la recamara sin prestar atención a la voz de Seiya quien le llama, adentro de la cama, cubierta únicamente con una sabana de satén se encuentra una mujer que le mira triunfante, la boca de Serena se abre sin poder pronunciar palabra, la mujer aprovecha para ponerse en pie medio cubriéndose con la sabana con una mano y extendiendo la otra hacia ella

-Kaolinet, y tu eres?

Serena no necesita dar una respuesta, Seiya ha llegado ya hasta el cuarto y le ha sacado rápidamente

-nadie que te importe Kaolinet, dame un segundo Sere

La puerta del cuarto se cierra con la pareja adentro, no lo suficientemente rápido como para no ver los brazos desnudos aferrarse al cuello de el pelinegro y la sábana caer a sus pies, permanece de pie frente a la puerta hasta que algo le molesta en la cara, su mano la limpia automáticamente y la nota húmeda, sus pasos se dirigen en busca de un baño y el espejo le devuelve una desaliñada imagen, los ojos rojos del llanto y uno de sus chonguitos a medio hacer, sus manos jalan los pasadores que los sujetan haciéndose daño en el intento, el cabello cae en cascada suelto a sus espalda para resaltar los holanes de la blusa que ahora se le antoja infantil, la falda tableada con manchas de pasto y sus zapatitos tipo balerina le estorban, sin fuerzas cae sentada en el piso del baño ahogando los sollozos contra sus brazos cruzados, las imágenes no son ahogadas por sus sollozos, Darien mirando a Haruka, Seiya en brazos de la pelirroja, y resiste el impulso de gritarle a la niña tonta que llora sin control en el espejo frente a ella: maldita sea, ya CRECE

En la recamara Seiya se suelta sin delicadeza alguna del abrazo de Kaolinet, da un paso atrás para salir de su alcance, Kaolinet lejos de retraerse sonríe complacida

-ups, sorry Darling, interrumpí algo?

-como si te importara, vístete de una vez

La sabana que le ha aventado se resbala nuevamente al suelo – no te gusta lo que ves?

-no

la respuesta es seca e implacable, la pelirroja al fin nota que en los ojos que la ven no hay deseo, solo vacio, como si fuera una mancha en la pared, toma la sabana caída y se cubre un poco, se acerca insinuante- siempre podemos despedirnos amigablemente, que dices? – sus ojos brilla al sentir como la mano que recorría el pecho de él es atrapada pero la satisfacción le dura poco

-tienes dos minutos para vestirte o te saco como estas

La sorpresa de Kaolinet no es vista por Seiya, este se dispone a salir ya por la puerta, Kaolinet se abraza a su espalda

-escuchame, si regresas conmigo yo puedo serte muy útil, se varias cosas que te salvarán, que te colocarán en la cima del mundo, tu a mi lado puedes tenerlo todo, ser el único

-te queda minuto y medio

La puerta se cierra tras una furiosa Kaolinet

-maldito, vas a llorar sangre, te lo prometo

Seiya ignora las palabras de Kaolinet buscando a Serena por el departamento, la puerta de uno de los baños esta cerrada con seguro

-Sere estas bien?

No hay respuesta del otro lado, vuelve a tocar mas fuerte sin respuesta, solo el sonido de la regadera es lo único que se escucha, vuelve a tocar fuerte

-Sere, regreso en cinco minutos

La puerta del apartamento se cierra dejándolo en completo silencio, detrás de la puerta Serena se limpia una vez mas sus lagrimas y se desviste lentamente para tomar un baño que borre las huellas de su dolor.

El día llega demasiado rápido para Serena, a pesar de las cortinas cerradas la luz le molesta, baja de la cama con desgano, su mirada se topa con una bolsa de una conocida boutique que anoche no estaba ahí, mira la pijama que seguramente pertenece a Seiya, su ropa arrugada en el piso y la vanidad puede mas, saca un traje deportivo con un conejito en la espalda de color rosa y blanco, mira la etiqueta y nota que es su talla, la camiseta blanca también, una palabra llega a su mente: infantil, con furia por tener que vestir de rosa o de ropa sucia se viste rápidamente, se deja el cabello suelto y sale a enfrentarse con Seiya.

La mañana toma a Haruka sentada en su moto a escasos metros del mar, su mirada es ausente, perdida en sus recuerdos

-amarías?

-otra vez con eso?

-es inevitable, estoy demasiada interesada en ti como para no preguntar

Con rapidez le quita la diadema del cabello apartándose de ella todo lo que la cama le deja, el ataque de cosquillas favorito de Michiru no se hace esperar acabando hasta que el estomago empieza a dolerle por las risas, la mirada de Harucha sigue a Michiru hasta el taburete donde se sienta a cepillarse el cabello, las manos de ella se detienen en un espejo de plato mirando el relejo de este, sin verla le habla

-me gusto de ti que simplemente me aceptaste, no preguntaste quien era yo o de donde venia, o cuánto duraría esto

Las manos de Haruka son las que le cepillan con cuidado el cabello aguamarina

-llegaste a mi, eso es suficiente, y tu tampoco preguntaste

Deja el espejo bocabajo y sus ojos le miran a través del espejo del tocador

-no tuviste miedo? Miedo de que yo no fuera quien decía ser

-eres mi mundo

-antes de ti..

-antes de mi ni tu ni yo existíamos sirena

Sus manos atrapan las manos de Haruka, se refugia en su pecho al hablarle

-prometeme que seguiras adelante aun cuando yo no este

-acaso piensas abandonarme sirena?

-los ojos de ella le huyen al responder

-no, simplemente no me gustan las debiluchas.

una sonrisa amarga sale de sus labios, tan amarga como las palabras de reclamo:

-Y aun sigo preguntándome de donde venias sirena, el dia que te perdi también perdi tu rastro, quizás realmente saliste del agua y volviste a ella didolviendote en al espuma cuando moriste, no encontré rastro de tu vida antes de mi, callejones sin salida solamente, ¿no puedes volver a salir de entre las olas nuevamente? Que milagro fue el que te trajo a mi que no puede repetirse nuevamente?

Su mirada vuelve a las olas buscando nuevamente recuerdos de Michiru, pero ahora el azul del mar no le devuelve el recuerdo que esperaba.

Azules

Es la respuesta concisa de Darién mientras toma un trago de whisky en las rocas

-Azul marino

Seiya avienta una bola de papel a un cesto cercano-azul tormenta cuando tu jefe se enfanda

El expediente solo dice azules, Haruka hojea nuevamente la carpeta con el logo de la empresa

Seiya ondea la mano como si fuera recitar -citare a famosa periodista de una revista de corazones: azul océano, como si la fuerza de los mares descansara en su mirada.

Una bola de papel corta la dramática descripción de Seiya

-cállate de una vez, lo siguiente que dirás es que Serena tiene..

-zafiros en la mirada y el resplandor de una estrella iluminándolos

La mirada de Haruka se centra en las palabras de Seiya,-vaya forma poética de decirlo, cualquiera diría que estas enamorado de ella

La risa de Darien es la respuesta-claro, te presento al rompecoraones de la familia, te puesto que de Serena y de mil mas.

Seiya apura la copa antes de contestar- soy demasiado guapo para una sola.

Una suave risa corta de tajo los recuerdos, buscando el origen voltea, a sus espaldas una conocida silueta femenina se recorta contra el sol, el listón que sostiene el cabello aguamarina vuela con la brisa del viento, por puro acto reflejo Haruka le atrapa al vuelo

-Michiru?

La graciosa figura no responde, solo sonríe, extiende la mano pidiendo el regreso del listón, Haruka da dos pasos hacia ella y una cuatrimoto que pasa le avienta arena en el rostro, con rapidez se sacude la arena de los ojos buscando a la dueña del listón que ha desaparecido, frenetica corre hacia donde estaba, observa la carretera casi desierta y sus ojos se cierran tratando de marcar a fuego la imagen de la chica.

En un auto cercano el pasajero sonríe satisfecho, la video cámara deja de grabar a Haruka y el chofer retoma su puesto, Tomoe toma entre sus manos una hebra del cabello aguamarina

-eso fue realmente cruel "Michi"

La aludida se amarra el cabello con una banda negra – suficientemente dramático para ti? O querías algo mas cruel?

-no, no quiero volverlo loco de una sola vez, quiero que desee tanto como yo desee, que sufra con "tu" ausencia tanto como yo sufrí, y que page cada momento que me arrebato de su lado.

Tomoe lanza una última mirada a una perdida Haruka quien aun sostiene el listón en la mano y da la orden de arrancar.


dramatico todo este asunto a quedado y aun nos faltan varios protagonistas, veamos falta Darien, Lita, Nicolas, Yaten, etec, etc, etc, lo se, lo se, soloq ue no sabia como continuar la historia, soy enemiga de continuar por continuar, y realmente espero k ese precepto mejore sustancialmente lo que escribo, bien, quiero agradecer ENORMEMENTE a las niñas qie me siguieron mandados alertas y mensajes sobre esta historia, la cual como ven al fin se puso en marcha, esperemos que despues de la sequia de ideas al fin llege un aguacero tremendo.

seguramente sus comentarios ayudaran a que broten las ideas.

puedo ser demasiado exigente con mi suerte y pedir que aquellos que la seguian esten ahi y me regalen un review?

millones de gracias a mi beta mamoru, que me ayuda a pesar de estar sepultado en los asuntos del reino. ^ ^