Disclaimer: Esta vez, nada me pertenece en absoluto. Primero, Twilight y todos sus personajes pertenecen a S. Meyer y esta historia pertenece a Daddy's Little cannibal, yo solo me adjudico la traducción.
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¿Para qué casarse y hacer solo un hombre miserable, cuando puedes permanecer soltera y hacer miserables a otros miles?
Carry P. Snow.
Hasta que la muerte nos separe:
"Esta es la razón por la que nunca bebo licor"
Nunca bebo licores fuertes. De hecho, si alguno era un poco más fuerte que un Martini de manzana, ni siquiera me atrevía a tocarlo. Pero hoy era un día especial. Mi mejor amiga en todo el mundo iba a contraer matrimonio, y era mi función como dama de honor, ahogar todas mis penas en los tragos más fuertes y así olvidar el dolor que sentía al darme cuenta que era la última de mis amigas aún soltera.
- ¡Bella…! – Jessica, la novia en cuestión, enrolló su brazo alrededor de mí y golpeó su botella de cerveza contra mi vaso vacío – ¡te quiero mucho! – me dio un beso amistoso en la mejilla y bebió el resto de su cerveza de un sorbo. Jessica se volvía igual cada vez que bebía.
- ¡voy a buscarme otro trago! – le dije al tiempo que me levantaba del lugar donde estaba sentada (estaba demasiado borracha para saber si era un sofá, un taburete, una silla, o el piso, en el que estaba segura mas de alguien habría vomitado)
Todo se dio vuelta violentamente y me afirmé del primer objeto que mis dedos pudieron alcanzar para sostenerme. Creo que se movió, o tal vez fui yo, pero el objeto tomó mis brazos y me ayudó a mantenerme de pie. No me había dado cuenta que estaba cayendo.
- ¿está bien? – preguntó el objeto.
Alcé mi rostro hacia el objeto, el que resulto ser un increíblemente bien parecido hombre, y asentí. Entonces, estallé en llanto. El tono preocupado de su pregunta había tocado una fibra sensible en mí. No estaba bien. Mi mejor amiga iba a casarse y yo todavía estaba soltera. Eché mis brazos alrededor del obj… quiero decir, hombre y enterré mi rostro en su pecho. Lo sentí acariciar mi espalda con incomodidad y comenzó a arrastrarme (en el sentido literal de la palabra él me estaba arrastrando, por alguna razón mi pies habían dejado de moverse) hacia un privado en el otro lado del bar, al menos eso creo.
Escondí mi rostro en mi brazo cuando me senté y tomé un puñado de nueces que estaban en pote frente a mí.
- ¿está bien, señorita? – preguntó el tipo que me había arrastrado desde el otro lado del bar y estaba segura que me acariciaba la espalda.
Quité el brazo de mi rostro y le miré con el ceño fruncido, el estaba arrodillado al lado del asiento y me observaba de la misma forma. Esa fue la primera vez que realmente le observé, eso creo. Su cabello era de un extraño color cobrizo, sus ojos de un penetrante verde y su rostro era varonil. No estaba para nada mal.
- no estás lo suficientemente borracho para entender todas las emociones que estoy sintiendo justo ahora – gimoteé.
- ¿las emociones que estás sintiendo justo ahora? – repitió lo dicho por mí y lo volvió pregunta.
Asentí y quité las lágrimas que habían inundado mi rostro, solo entonces, volvía a notar las nueces en mi mano y me las llevé a la boca. Sabía que si lloraba demasiado la borrachera comenzaría a disminuir y en ese momento, no quería estar sobria.
- voy a buscar otro trago - le dije, al tiempo que trataba de levantarme.
- no… - alargó su mano para detenerme - yo los traeré, quédate aquí y aparenta estar sobria, no quiero que te metas en problemas por estar públicamente intoxicada –
Asentí nuevamente y volví a dejarme caer sobre el asiento.
- ¿Qué quieres tomar? – preguntó él incorporándose.
- lo más fuerte… - le miré – pero no me gusta el hielo así que asegúrate de que no tenga nada de hielo, podría ahogarme con el y morir –
El hombre asintió una vez más y se volvió para dirigirse a la barra. Dejé caer mi cabeza sobre la mesa y esperé pacientemente a que él volviera con mi trago. En ese momento, tomaría cualquier cosa siempre y cuando me asegurara no estar sobria en mucho tiempo.
Una buena cantidad de tragos después…
- ¡Tú! – me incliné sobre la mesa y apunté al hombre que me había traído los tragos - ¡estás borracho! – acusé.
Él soltó una risa fuerte y golpeó la mesa entre nosotros.
- …eso viene de la persona que me ha hablado una hora completa acerca de cómo los pingüinos son feos y que Happy feet hace que los niños sigan las tendencia de los demás para ser aceptados. –
- ¡porque es así! – me incorporé un poco y le sonreí – comienza con un pingüino que está fuera de lugar porque no puede cantar y al final, en vez de aceptarlo porque es diferente, todos aprenden a bailar… entonces, es como… - dejé de hablar, porque no pude encontrar la palabra correcta para lo que quería decir.
- creo que me gustas – me dijo el hombre, que en algún momento de la conversación me había dicho que su nombre era Edward o Edwin o algo que comenzaba con "e".
- entonces deberíamos pasar la noche juntos – ya había olvidado la búsqueda de la palabra para continuar con mi idea anterior – no es usual que me acueste con hombres, de hecho, serías el primero, pero será divertido –
Alargué mi mano sobre la mesa para alcanzar la suya.
- no… - Edwin negó con la cabeza – estoy esperando hasta después del matrimonio –
Asentí de inmediato.
- ¡perfecto! – dejé su mano y golpe la mesa con las mías - ¡yo quiero casarme! –
- ¿me estás pidiendo matrimonio? – dijo Edward (no estaba segura de su nombre, así que lo llamaría con cualquier nombre con "e" que viniera al azar).
- eso creo – asentí – ¿es eso cuando te paras frente al sacerdote y él dice que pasaremos toda la eternidad juntos, verdad? –
Eric asintió.
- ¡Entonces hagámoslo! – golpeé la mesa con mis manos y me puse de pie.
Ethan alzó el rostro hacia mí con los ojos muy abiertos por la impresión – ¡no estás hablando en serio! - se estaba riendo.
- ¡si quieres me arrodillo y te hago la pregunta de rigor, pero no estoy segura de poder ponerme de pie otra vez y no creo que tenga un anillo conmigo tampoco! – golpee mi vestido en busca de uno, no, no tenía ninguno.
- está bien… - Evan se levantó del asiento y se detuvo delante de mí - me casaré, pero tu tendrás que ser mi chica –
- ¡entendido! – alcé mi pulgar y reí - ¡este va a ser el comienzo de una hermosa relación! –
…
Hola!. Bueno, leí este fic esta mañana y lo encontré excesivamente original, por lo menos en Twilight no había leído uno así; así que decidí pedirle permiso a la autora, Daddy's Little cannibal, y ella me contestó con rapidez y me dio todos los derechos de traducción. Espero que la disfruten, no está terminada aun, pero espero que les guste tanto como a mí.
La verdad, es que es bastante diferente a lo que yo escribo usualmente y por eso decidí traducirla, se nota la diferencia de inmediato y se aprecia que no es mía (o eso creo), pero no se preocupen con respecto a mi historia, Sol de mediodía seguirá siendo actualizada todos los sábados, siempre que pueda claro. Espero que disfruten la lectura y nos estamos leyendo.
Annie :)