Negación: Yugioh! No me pertenece… ¬¬ solo utilizo sus personajes sin fines de lucro pero la historia contada es MÍA. Gracias.

Fic: "¿Qué está pasando con mi vida?"

Autora: Yuki-Minyooki-chan


COMPLICACIONES: FASE 2

La respiración se le hacía más trabajosa a medida que corría con mas esfuerzo, ¿Dónde rayos se había metido Kaiba? Estaba segura que lo había visto correr o tal vez fuera su imaginación… ciertamente su lugar de trabajo no estaba muy lejos de casa y por eso se le había hecho fácil hasta cierto punto las cosas antes de que aparecieran más problemas. Doblo la esquina del siguiente callejón que daba directamente a la entrada de un parque. Entro en él y camino a paso lento mientras las gotas de la lluvia cubría todos los entornos posibles. La temperatura había aumentado considerablemente así que dedujo que el invierno se estaba acercando rápidamente. Pronto entro en su campo de visión a Kaiba y estaba de espaldas a ella. Corrió y le alcanzo, a pesar del cansancio, y estuvo a punto de articular palabra cuando de repente sus ojos observaron a Kyo en manos de un hombre mayor. El aire abandono sus pulmones y abrió sus ojos con miedo.

"No… ¿Por qué ahora?"

El hombre frente a ellos era un policía y observaba atentamente a Kaiba con un rictus tan duro que daba miedo. Kyo parecía a gusto con el hombre que le cargaba y cubría de la lluvia con una sombrilla, obviamente Kaiba y ella estaban empapados y choreaban agua.

Inmediatamente la mente de Anzu se lleno de preguntas. ¿Qué hacia Kaiba con un policía? O mejor, ¿Por qué el policía tenía a Kyo en sus brazos? ¿Acaso Kaiba lo había entregado? ¿La había traicionad? ¿Por qué…?

El dolor agudo que experimente le hizo nublar la vista y tuvo un repentino mareo así que se agarro a lo más cercano que tenía: Kaiba. Le agarro con fuerza y su respiración cortada se hiso mas frenética y trabajosa. Seto inmediatamente se dio cuenta de la presencia de Anzu cuando esta le agarro y sujeto con firmeza para evitar que se lastimara… ¿Cuándo había llegado Masaki allí?

– ¿Y bien jovencito?

–Él es mi hermano menor…

–Niñato a mí no es fácil engañarme. Si este chico es tu hermano ¿Qué hacia deambulando solo y mojándose en la lluvia? ¿Dónde están tus padres? Si esto es verdad quiero hablar con ellos inmediatamente.

Oh, diablos…

–No puedo.

Un relámpago ilumino los cielos oscuros y con ello un sonido ensordecedor. Kyo inmediatamente se despertó asustado y comenzó a llorar. Anzu con desesperación dio unos pasos adelante y le arrebato al bebe al policía, quien quedo por segundos un poco consternado. Masaki consoló al pequeño con palabras dulces y meciéndolo levemente. Cuando por fin pudo tranquilizarlo pensó alarmada que debía bañar a Kyo inmediatamente antes de que enfermara. Levanto los ojos con decisión y fuego en los ojos y los dirigió al policía.

–Disculpe oficial pero mis primos se están mojando, más de lo que ya están, y necesitamos ir a casa.

Anzu tomo la mano izquierda de Kaiba y lo insto a correr con todas sus fuerzas. Obviamente el oficial les siguió una vez dejado la estupefacción pero lograron perderlo con facilidad. La lluvia era tan aliada como enemiga en algunas circunstancias. Sin decir palabra entraron a la casa y Masaki hiso todo lo posible por el bienestar de Kyo.

Mokuba se encontraba en la casa a la espera ya que había empezado a correr pero Seto le dijo que, después de haber dado unas cuanta vueltas por ahí, se quedara. Cuando ambos llegaron con Kyo, Mokuba se alegro y preocupo y les dio espacio a ambos. Al terminar de atender a Kyo Anzu se dio cuenta que Kaiba no le había quitado el ojo de encima y que aun estaba empapado, como ella.

–¿Por qué Kyo está en la calle y justo con un policía? –gritó y exigió que le contestara dándole una mirada severa.

Kaiba se mordió la lengua… estuvo a punto de decir que no era su problema sin embargo eso era totalmente estúpido considerando todo los riesgos que habían tomado ambos, era justa una respuesta… pero jamás en su vida había tenido que darle cuentas a nadie; aun cuando Gozaburo ejerció presiones temibles.

Últimamente no se sentía él mismo, estaba cometiendo más errores de los que alguna vez llego a pensar, ¿Qué rayos le estaba pasando?

Seto observo que la castaña está al borde de la histeria y él no era una persona que le gustaba que le gritaran. Eso por si mismo le hiso saber más o menos lo que sentían sus empleados.

Mas o menos…

–Él sencillamente desapareció de mi vista. –contestó simplemente, casi con aburrimiento y esto hiso no mas que agrandar el enojo y rabia de Anzu.

– ¡¿Te das cuenta de lo que estuvo a punto de suceder?

Kaiba lo sabia pero no era propio de él disculparse… nunca lo había hecho con nadie a excepción de Mokuba. Y tan concentrado estaba que no presto atención a su entorno hasta que oyó un sollozo. Levanto rápidamente la mirada – no se había dado cuenta que la había bajado– y se encontró con Anzu llorando. Tal vez algunas cosas de si mismo debería cambiar… bueno podría comenzar ahora.

–L-lo siento.

Nunca se había sentido cómodo con las lágrimas y las de Anzu en general le hacían sentir como un imbécil; a uno que le habían dado una patada en el culo. Logro deslumbrar la mirada de asombro de Anzu y Mokubo. Lo que le hiso sentir muy incomodo pero aguanto.

–No puedo creerlo…–susurró Masaki con estupefacción y Mokuba asintió.

–Tu cocina está hecha una porquería. –mencionó con toda intención para desviar la atención.

–¡¿Qué? –explotó de una vez mientras se volvía a molestar. –¡Saldrá caro arreglarla!

–No es mi…

–¡Aghs! ¡Te quiero fuera de mi vida no te quiero ver mañana en mi casa! – exclamó con furia la castaña.

El silencio reino en la sala. Con la mirada seria y fría Kaiba observo a Masaki por unos instantes y luego ambos oyeron como rápidamente Mokuba subía las escaleras y trancaba la habitación que los hermanos compartían con algo de fuerza. Kaiba con paso lento empezó a dirigirse a las escaleras.

–Como digas Masaki…–dijo gélidamente para luego estornudar levemente.

Una vez desaparecido Kaiba por las escaleras Anzu se sintió mal. Bien, Seto Kaiba había mentido al policía al decir que era hermano de Kyo para salvarla, no tenían hogar por el momento debido al engaño que sufrieron ambos hermanos, le había estado ayudando con todo –dentro de lo que cabe para una persona como él–, le había hecho la vida a cuadritos en el instituto pero tenía unas razones validas –egoístas y mezquinas pero validas–, y se había disculpado. Aun cuando eso para él era equivalente a cortarse la lengua…

Exasperada y frustrada se revolvió los cabellos y se dirigió a la cocina. Por el aspecto que tenía aquel lugar era obra de Mokuba y ahora comprendía porque el pequeño había subido de aquella forma. Seguramente se estaría culpando y deprimiéndose mas. Aquello no le gustaba en lo absoluto por lo que tomo medida de acción. Primeramente subir y enfrentar a ambos Kaiba.

Dios, qué cruz…

Al llegar a la habitación que ocupaban ambos escucho ciertos sollozos. Eso le dolió tanto como si le hubieran apuñaleado. No era justo, no había sido justa… toco la puerta con suavidad y fue Kaiba quien le atendió. El chico tenía cara de que le acecinaría si daba un paso más… o una palabra más. Sin embargo, los asuntos de él los resolvería más tarde su prioridad ahorita era Mokuba por lo que empujo levemente la puerta y esta cedió sorprendentemente. No creía que tuviera la fuerza suficiente para remover a Kaiba pero este se había mostrado… ¿amable?

–Mokuba.

Llamó con serenidad. Se acerco al ver que este escondía su cabeza en la almohada y le miro una mirada rápida a Kaiba quien seguía mirándola como escoria. Hiso una mueca para sus adentros ¿no hace mucho que él idiota no la había hecho llorar como podía mirarla así?

Es Seto Kaiba después de todo…

Concentro su atención nuevamente en el menor que seguía escondiéndose de ella. Le coloco una mano sombre los cabellos y empezó a acariciarlos de forma suave lenta para luego sentarse en la cama junto al pequeño.

–Lo siento, Moki. No era mi intensión lastimarte. Cuando dije todas esa cosas no las decía enserio.

Eso basto para que separara el rostro de la almohada para mirarla con ojos acuosos. Su yo materno la hiso temblar.

–Yo fui quien destruyo la cocina…

–…otra vez…

Completo por él con una sonrisa en el rostro. Vale, los niños pequeños eran una debilidad muy grande en ella pero no se preocupaba mucho por eso…

–¡Mokuba!

Gritó a modo de regaño el CEO al ver como su hermano abrazar tan de repente a Masaki, pero eso no era lo que le había irritado levemente sino que cuando este logro abrazarla coloco sus mejillas en los senos de la chica. Esta quedo levemente impresionada pues no se espera el abrazo y mucho menos que Moki le besara en la mejilla haciéndola sonrojar levemente…

Vale, los niños pequeños eran su debilidad pero tenía que recordar que Kaiba Mokuba no era cualquier niño y tampoco que era un niño sino un preadolescente. Anzu frunció levemente las cejas y le dio un pequeño 1coquito.

–Quieto ahí. Ya es hora de dormir. –dictaminó Anzu para luego mirar Seto. –Y tú ve a bañarte con agua caliente… no quiero que te enfermes…

Seto agrando levemente los ojos al verla preocupada por él. O tal vez no después de todo si se enfermaba a nadie le agradaría y como estaban las cosas era mejor hacer lo que ella le mandaba. Aunque odiaba seguir sus ordenes… no, se dijo, no es porque ella lo decía sino porque él no quería enfermarse y punto. Con un gruñido partió al baño.

Mokuba les observo en silencio y con una sonrisa parecida al grinch se dijo que las reacciones de ambos eran exactamente lo que había esperado. Solo tenía que dar unos empujoncitos mas… quizás mañana ahora tenía bastante sueño.

Mientras Kaiba se bañaba Anzu junto esfuerzos para recoger su despedazada cocina. Oyó perfectamente como la regadera estaba todavía prendida y se dijo que Kaiba estaba tardando demasiado en la ducha ¿Es que no se daba cuenta que el recibo del agua le saldría caro? Con un gruñido se dio cuenta que para él le valía tanto como ver a las amiba moverse.

Termino eficientemente de terminar de limpiarla la cocina y eso la deja casi muerta del cansancio. Apago las luces y coloco una nota en el mesón más visible y también en la nevera que decía:

"PROHIBIDO USAR LA COCINA A CUALQUIERA QUE LLEVE EL APELLIDO KAIBA"

Quizá fuera exagerado, pensó pero luego recordó como dejaban ellos el lugar una vez que entraban y considero que a lo mejor la nota no sería suficiente para detenerles. Sintió un escalofrió y frunció el entrecejo. Les amenazaría si era necesario.

Vio el reloj para ver que eran casi las doce de la noche y suspiro de cansancio. Subió las escaleras y luego vio que la regadera seguía en funcionamiento. Molesta abrió la puerta de baño para regañar a Kaiba cuando lo vio tirado en la regadera…

Mierda.

Salió disparada a la habitación donde dormía Mokuba y lo despertó frenética. Una vez explicado lo que sucedía más o menos Mokuba le ayudo a llevar a Kaiba a la habitación más próxima. Su habitación. Aunque no le gustara no tenia de otra la vida y salud de Kaiba dependía de ellos y estaba segura que no podrían llevarle a un hospital sin levantar demasiadas sospechas…

Con dificultad lo llevaron hasta la cama de Anzu y lo depositaron lo más cuidadosos posible que pudieron. Anzu le tomo la temperatura y se dio cuenta que empezaba a temblar tanto ella como él. Dios, estaba asustada. Ciertamente renegaba muchísimo de él pero no quería que nada malo le pasara. Por muy insensible e idiota que fuera a pesar de su inteligencia superior.

Tenía fiebre, muy alta. Genial, rápidamente le dio indicaciones a Mokuba para que le secara y vistiera mientras traía lo necesario para cuidarlo el resto de la noche. Corrió a la cocina y se preparo tomando los utensilios necesarios. Trago saliva… había visto… había visto a Kaiba desnudo… sacudió su cabeza no era momento para pensar en eso, se dijo sonrojada.

Tal vez después…

Por unos instantes quedo petrificada, ¿ese pensamiento había venido de ella? Al parecer sí. Profirió un gesto ahogado. No, no, no, se repito, no podía tener esos pensamientos y menos con respecto a Kaiba.

Le dieron ganas de llorar… cuando todo esto acabara se quedaría loca. Lo sabía.

Subió las escaleras aceleradamente rogando que no se complicaran más las cosas y le indico a Mokuba que arropara a su hermano mientras ella le colocaba un termómetro debajo de la axila pues si lo colocaba en su boca seguro se lo tragaba.

Ah, tenía 40º de fiebre… una temperatura muy peligrosa. Se mordió el labio para evitar emitir una exclamación. Observo como Mokuba le miraba horrorizado y no lo culpaba ella estaba igual. Inmediatamente obligo al enfermo a ingerir unas pastillas que trituro y las mezclo con agua pero Kaiba balbuceaba tanto que era imposible hacerlo sin que la botara toda…

–Tal vez deberías dárselo de boca a boca…

–¡¿Qué? ¡No puedo hacer eso! – dijo aterrada para luego ver que Kaiba empezaba a tener alucinaciones. Decía muchas cosas incoherentes.

–Anzu es por el bien de mi hermano. Además, es un simple beso.

La joven miro a Mokuba con desconcierto, nerviosismo y pánico. No podía. ¡Era su primer beso por el amor de Dios! Y perderlo… basta, se dijo a sí misma. Kaiba estaba en peligro y ella no podía echarse para atrás solo por un beso… y Kaiba nunca recordaría nada así que básicamente no contaba. No contaba, se repitió una y otra vez. Asintió y tomo pequeños sorbos. El sabor le impacto un poquito… bueno le daba un pelín de asco pero era por el bien del enfermo. Se acerco lentamente a los labios de él y súbitamente recordó que ahí estaba Mokuba. Se detuvo y con su mano izquierda le apunto la salida sin embargo se impresiono un poco al ver como Moki había cerrado los puños y los agitaba de arriba abajo con lentitud y cara sonriente aun así escondió el gesto y regreso su cara de preocupación al ver como Anzu había levantado la mirada. Al reconocer que la chica quería que estuviera fuera de la habitación se encogió de hombros y salió cerrando levemente la puerta. Otra sonrisa estilo grinch había aparecido en sus labios pero luego suspiro preocupado verdaderamente por la salud de su hermano.

La joven levanto una ceja… había visto el gesto de Mokuba y le intrigo pero por los momentos no era situación de preocuparse por eso. A continuación, volvió a centrar su atención en el enfermo y lentamente fue bajando la cabeza para por fin tocar sus labios. No sabía porque pero su corazón retumbaba bastante y pensó por unos segundos que se le saldría. Por alguna razón que no captaba Kaiba dejo de moverse y ella aprovechando el momento trato de abrirle los labios para que tragara la medicina…

Estaba segura de que su rostro estaba incendiado. Una vez terminado de pasar la medicina se quedo unos cuantos segundos quieta en su posición.

"Sus labios son muy suaves y tibios…"

El pensamiento y el repentino movimiento de Kaiba le hicieron alejarse de él de un salto con la respiración levemente agitada y sus mejillas estar coloreadas enormemente. ¿Por qué se había quedado tanto tiempo besando a Kaiba…?

Grito mentalmente porque no lograba comprenderse para nada. Coloco un gesto de terror y luego dirigió la mirada al enfermo que todavía parecía delirar y sus ojos se concentraron en los labios de esté. Se relamió los labios inconscientemente.

El sabor de Seto…

Esta vez profirió un gesto ahogado de conmoción. ¿Pero qué rayos…? Sacudió la cabeza y se dirigió a la silla que utilizaba para sentarse a estudiar y la movió lo más cerca a su cama. Tomo un trapo y lo mojo en la fría agua del recipiente que trajo pera luego colocarlo en la frente del enfermo.

La adrenalina que la impulso a atender al CEO había desaparecido para sumarse al cansancio que ocupaba su cuerpo. Le dolía todo. Frunció el ceño. Ella también necesitaba bañarse si no quería quedar como Kaiba. Llamó a Mokuba y le dio instrucciones de cómo cuidar a su hermano mientras ella se acicalaba. La verdad es que la joven tenía tanto sueño que era probable que se durmiera en el baño.

Mañana tendría que llamar al instituto para avisar que tanto ella como Kai estaban enfermos… ok, a lo mejor no fuera buena idea, ¿Cómo iba a explicar que Kai vivía con ella? Porque era obvio que la secretaria en cuestión le preguntara como sabia esa información. Lanzo un gruñido al tiempo que el agua quitaba el jabón de su cuerpo. Lo más lógico sería fingir la voz de la hermana, prima o mamá del sujeto en cuestión. Coloco las manos en frente de la cerámica del baño al tiempo que tomaba una bocanada de aire profunda. Su vida era más sencilla sin Kaiba. Bueno, dentro de lo que cabe pues tener un amigo como antiguo faraón –con mas tendencia a atraer las fuerzas del mal para luego salir de súper héroe-, dos amigos que tenia conexiones con el más allá con objetos milenarios – enamorada de uno de ellos y de ese mismo que tiene una conexión/hermandad con Bakura Yami… un tío rarito-, un amigo Casanova millonario aficionado al juego de dado de monstruos -¡Ja! Se cree la ultima pepsi del desierto-, una amiga con más puntos de viajero frecuente que una supermodelo –enserio… no puede estar en un lugar más de un mes-, una amiga menor –extremadamente menor y con dinero además- que ella misma que está en la universidad –cosa frustrante porque se remarca es menor-, y otros dos que son como idiotas –recalcado cada vez que puede Kaiba- pero con un corazón de oro, una amiga que es hermana de Joey muy dulce –pero como soy dulce puedo soportarlo y ¡sin tener diabetes!-… son cosas que desde hace mucho habían puesto su vida literalmente de cabeza…

Y si agregamos a Kyo y a los hermanos Kaiba en el combo… era una suerte no estar desquiciada. Saliendo del baño Anzu tuvo un ligero pensamiento de: "Dios, parecemos un circo…" hiso que colocara una mueca.

Fue a ver a Kyo para ver como estaba. El pequeño tenía su propia habitación aunque era muy chica. Al encontrarlo bien – y dormido- se vistió ahí. Se dirigió a su habitación propia de nuevo para relevar a Mokuba. Este le agradeció con una sonrisa cansada y se fue.

–… K... Ki…isa…ara…

Anzu no sabía que tanto estaría balbuceando Seto pero lo cierto es que llevaba mucho tiempo repitiendo aquella frase. Parecía un mantra.

K…kisa…ra…k

Se acerco muchísimo al desvalido joven para tratar de descifrar que tanto repetía con tanto anhelo y fervor. La castaña tenía muchísima curiosidad porque bueno, ¿Qué diría el tan famoso Seto Kaiba? ¿Alguna cosa que le avergonzaría u ocultaría? Sonrió malévolamente… por fin, algo con que sobornar al CEO cuando se pusiera pesado. Acerco su oído a los labios masculinos.

–… K-kisara… ki…sa…sara…

"¿Kisara…? ¿Quién es ella?"

Se separo de él levantando una ceja para luego fruncir ambas. Vale, a lo mejor Seto tenia a alguien que ya amara y esa resolución le hiso sentir extraña. Removió el trapo de la frente del castaño para hundirlo en agua fría y colocarlo en el lugar correspondiente. Siguió con esa acción hasta las cuatro de la mañana. Los ojos los tenía pesados y cansados sin permitirse cavilar que sentimientos estaban en su interior, además de aliviarse al ver como Kaiba se encontraba mucho mejor. Seguramente el estrés y cansancio estaban llevándose muy lejos su cerebro y entendimiento porque no lograba comprender qué rayos le pasaba.

Cuando se hicieron las cinco fue a la cocina para prepararse un té y hacer el desayuno para Mokuba, ella misma y Kyo. Apostaría lo que sea a que Kaiba se despertaría a la tarde si no empeoraba. Suspiró. Una vez terminado de cocinar y comer reponiendo indudablemente parte de sus energías subió a despertar a azabache y a comenzar a vestir a Kyo. Mokuba lo llevaría a la guardería. Después de hablar con el menor dándole indicaciones de lo que tenía que hacer y despidiéndose de ambos pequeños partió de nuevo a donde estaba Kaiba.

"Qué raro… siento los músculos mas pesados… me cuesta respirar"

Dio una bocanada de aire. Logro abrir su propia habitación donde yacía el enfermo. Este se veía bien por lo que Anzu camino directamente a su baño –la única habitación con baño era la de ella- y abriéndose paso tomo una aspirina que seguramente ayudaría a acabar con sus malestares. Se miró al espejo e hiso una mueca graciosa. Realmente se veía terrible con ojos rojos del cansancio, un poco espelucada, las mejillas y nariz rojas como santa Claus; estaba temblando levemente, además de sentir algo de frio. Bueno, se dijo un poco divertida, estaba casi lista para salir y divertirse si no tomara en cuenta su educación, su trabajo, cuidar de un menor y a dos hermanos buenos para nada en referente a vida normal.

Bah, todo un paseo por el parque.

Rio divertida para luego ver como Kaiba le devolvía la mirada por el espejo y sin poder remediarlo pego un gritito sofocado para luego voltearse colocando una mano en su corazón respirando con dificultad.

Será capullo…

–¡Me has asustado! –acusó con fiereza la joven.

Los parpados le pesaban y se estaba mareando.

¿Por qué todo daba tantas vueltas?

Kaiba entrecerró los ojos y dio un paso adelante. Pero la mente de Anzu estaba más concentrada en otra cosa –insultar a Kaiba por ejemplo- como para percatarse de ello, se agarro la cabeza tambaleándose un poco cerrando los ojos.

Kisara…

La joven abrió los ojos al recordar lo que tanto balbuceaba Kaiba y no supo por qué sintió de repente molestia. Bien, el sujeto ya estaba bien ahora podría ella tomar un baño y dirigirse al instituto y después al trabajo. Dios, que dolor de cabeza.

Y así como así las luces se apagaron para Mazaki. A tiempo Seto logro sujetarla y cargarla. Estaba molesto, irritado tal vez. Cuando despertó y vio donde estaba había soltado un juramente. Se había desmayado en el baño y suponiendo como había acabado en la habitación de Masaki le dio cierta vergüenza.

Traslado a la castaña a su cama y observo detenidamente los utensilios que le habían aliviado en su enfermedad… estaba perdido. ¿Qué demonios sabia él de medicina? Cuando su hermano menor se enfermaba llamaba al médico aunque recordaba que cuando era más pequeños ya había atendido a Mokuba sin ayuda de alguien. ¿Por qué no podía recordar nada de eso?

Gosaburo…

No era el mejor recuerdo en realidad. Pero el jodido de su padrastro le había sacado a palos su antiguo yo. Gruño de exasperación… Mokuba tenía razón; había cambiado bastante, quizás demasiado. Un leve recuerdo, difuso, se presento en su mente haciéndolo situarse en la silla donde supuso Masaki se había sentado a atenderle. Tomo el trapo y lo llevo al agua. Lo que hacía era una retribución a las atenciones que le había dado ella por lo que no tenía que estar mostrando ninguna preocupación a esa mujer.

Alzo una ceja. Bien, era una mujer… aunque sentía como si ahora se percatara de ello. Era extraño, se sentía como si le hubieran levantado un velo que tapaba sus ojos. Qué curioso. Unos minutos más tarde Anzu abrió los ojos.

–¿Qué… ? ¿Qué paso?

–Te desmayaste.

–Ah…

Silencio.

–¿Has llamado al instituto para decir que no asistirías Kaiba?

–¿Y quien dice que tú si iras?

–¡Tengo que tener calificaciones buenas! ¡Sino no podría….! –apretó los labios.

No quería decirle. Él, una persona de su tipo jamás comprendería su sueño. Jamás. Aun así el castaño levanto una ceja invitándole a continuar ella no le el menor caso.

Ciertamente, Masaki y él tendría que hablar y tratar de aunque sea, si desean continuar su guerra no declarada, de dictaminar las reglas de juego. Sonrió de forma socarrona –haciendo que la joven levantara una ceja desconfiada e inquisitiva-, tal vez aun no pudiera derrotar a los Moto en Duelo de Monstruos pero no iba a perder contra Masaki Anzu la de supremacía.

Continuara…


No tengo excusas. Sencillamente no he tenido inspiración, ni tiempo por lo que hasta ahora es que he actualizado. Espero que disfrutaran el capitulo y se diviertan. Les aseguro que antes de que finalice este año abra otra actualización. Pido disculpas por el atraso y agradezco a aquellos que se han quedado pendientes de leer el próximo capítulo. Además, le doy gracias a las personas que me dejaron review y PM´s.

Mis más sinceras gracias.

NO PLAGEN FICS QUE NO SEAN SUYOS… SI DIVISAN ALGUNA PERSONA QUE ESTA REALIZANDO SEMEJANTE CRUELDAD, POR FAVOR AVISEN… LOS AUTORES NO NOS MATAMOS ESCRIBIENDO PARA QUE VENGA UN CHISTOSITO (A) A ROBARNOS EL TRABAJO… GRACIAS POR SU ATENCIÓN.

Nos leemos. Hasta la próxima.

Si dejan review se los agradecería mucho. Es una forma de saber si voy bien y de si están ahí. Gracias.

Atte. Minyooki