Disclaimer: Naruto no me pertenece.
Advertencias: Semi-AU, Lemon, Principios de OOC, Spoiler.
Errores
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Por: Gaa
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Prólogo
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—¡Sa-Sasuke!
Otra vez aquél grito de placer secundado por un jadeo, fue lo que Naruto pudo pronunciar a puertas del éxtasis. El sonido de un golpe seco era acompañado por los irremediables gemidos que proporcionaba Naruto los cuales mantenían a Sasuke lo suficientemente excitado tras aquellas acometidas que parecían no tener fin.
Sasuke entraba y salía con frenesí por la cavidad que Naruto le proporcionaba, mientras que su virilidad era firmemente apresada, que por momentos, parecía soltarla para luego enclaustrarla con aún más énfasis; aquel placer que recorría su espina dorsal haciéndo temblar cada uno de sus sentidos era asfixiantemente placentera, mientras que sus finos labios enrojecidos por la presión de sus dientes dejaban escapar extensos suspiros de placer reiterados más un gemido entrecortado.
Naruto —por otra parte— sentía que el miembro de Sasuke no tenía fin, su cavidad dolía ante las fuertes embestidas que Sasuke le proporcionaba cada vez con más fuerza, pero era aquello más aquél punto de éxtasis que lograban hacerlo gemir con un placer incontenible. Sus trabajadas piernas envolvían con vehemencia la cintura de su amante, mientras que Sasuke sujetaba firmemente la cadera de Naruto para que este pudiera bajar y subir a lo largo de su vigoroso miembro. Ambos sentados sobre la cama que rechinaba a cada fuerte arremetida que le daba Sasuke a Naruto.
Eso era éxtasis puro.
De un movimiento inesperado Sasuke dejó caer a su rubio amante sobre las pulcras sábanas de manera brusca y libidinosa mientras que aquella mirada oscura se paseaba observando el fruto de su arduo esfuerzo.
Naruto captando el mensaje de su anhelado amante abrió las piernas de tal manera que le facilitaría las cosas a aquél hombre Hedonista por excelencia que tenía a su vista; el cuerpo de Sasuke estaba perlado con sudor mientras que su respiración anormal declaraba el esfuerzo que estaba haciéndo para mantener el momento lo más perdurable que podía, él ansiaba el placer, quería sentir cada célula de su cuerpo vibrar por todas las abismantes emociones que le provocaba entrar en el recto del rubio, codiciaba sentir como Naruto apretaba su virilidad de manera exquisita y a la vez dominante mientras que los gemidos y palabras de su amante fomentaban su accionar de la manera más erótica posible.
Sasuke declinó su cuerpo hasta llegar a rozar sus pieles sedientas del deleite que provocaba aquella fricción de sus cuerpos, el poseedor del sharingan se aferró firmemente al respaldo de la cama compartida, mientras que Naruto se asió al cabezal de la misma que los recibía de nuevo, Sasuke acomodó las ya entumecidas piernas de Naruto sobre sus hombros mientras que su palpitante hombría se adentraba encabezando la incursión hacía las más grandes muestras de placer perecedero.
Como siempre que entraba, la cavidad de Naruto se adecuó a la intromisión con una facilidad sorprendente producto de los años, mientras que el jadeo que el rubio le proporcionó fue lo suficientemente alto para hacerle saber que no necesitaba descanso alguno luego de su extraña salida, con más ansias y vigorosidad de antes, Sasuke comenzó un vaivén intoxicante quedando la cordura relegada a otra parte.
Las fuertes embestidas hacían que el cuerpo grácil de Naruto fuera golpeado fuertemente en el respaldo de la cama mientras que sus gritos de éxtasis y palabras incomprensibles bañaban la habitación de un erótico sentimiento. Sentía su cuerpo irremediablemente fogoso mientras que disfrutaba el placer que el dolor podía proporcionarle tras las duras embestidas de su amante. Sasuke dejaba que su masculinidad diera rienda suelta a su dureza mientras que se encargaba de hacer tocar aquel punto exacto que desataría las vibraciones finales de su hombre pasivo.
La manera en la cual la cavidad de Naruto envolvía su miembro lo dejaba desquiciado, su minerva era incapaz de razonar algo en concreto, y sus placeres carnales parecían no consumirse, sino que aumentarse tras la manera en la cual Naruto lo recibía. Era una sensación inexplicablemente adictiva mientras que las paredes internas se encargaban de comprimir con ímpetu su miembro dejándolo sin aires para siquiera escapar un suspiro. Naruto había dejado de jadear ya que las acometidas de Sasuke pasaron de ser frenéticas a feroces y eróticas, aquella piel nívea se encargaba de sumirlo en la más grande de las utopías. Su desembocadura parecía ceder a instantes, más el accionar de Sasuke al llegar a su próstata lo dejaban sin aliento… era un maldito Hedonista.
Sasuke se encargaba de disfrutar y hacer disfrutar, sus movimientos eran certeros, carecían de desinterés mientras que estilaba feromonas para hacerse más irresistible a la negación. Él ansiaba la perfección, inclusive en actos tan pasionales y poco racionales: Sasuke siempre quería sobresaltar sobre el resto, y Naruto sabía que no encontraría ni hombre o mujer que se asemejará al como Sasuke lograba hacerlo tocar las puertas del placer… nadie sabría.
La cama parecía débil en comparación con las fuertes embestidas que el amante activo le proporcionaba, mientras que Naruto ya había pasado el umbral conciencia, él sólo quería sentir hasta lo más profundo como aquel ente era capaz de darle tanto placer que desbordaba con su sólo aroma.
Sasuke por otra parte sentía sus músculos tensos, sus caderas se movían y ceñían la cadera del rubio hacía sus genitales mientras que intentaba mantenerse en equilibro, sus manos se aferraban aún en el cabezal del lecho mientras que su respiración era cada vez más costosa y desesperada, por su semblante escurrían perladas gotas de sudor haciéndolo ver más erótico a las orbes azulinas, quien cuyo poseedor comenzaba de nuevo a gemir de manera descontrolada: Se acercaban al fin.
Naruto no dando más con sus brazos debido a que ya estaba doblado resistiendo los carnales deseos del Uchiha, dejó flojas aquellas extremidades para luego alzarlas en un intento desesperado para buscar el rostro de su apasionado amante, logrando que éste en su estado de goce cediera al más profundo y desbordado beso que pudo haber dado en esos instantes; si el aire antes comenzaba a escasearles, ahora no respiraban y poco les importaba.
Más, más placer.
No faltó mucho para que Sasuke con sus últimos bríos tocara el ya tan sensible punto de placer para Naruto y que este oprimiera la virilidad del Uchiha quien gimió sin descaro alguno comenzando a vaciarse en el interior del rubio. Sasuke sentía como su miembro comenzaba a mitigarse de esperma, lo cual hacía carecer de dureza, espero unos segundos más para sacar su ya flácido miembro, dejando caer su cuerpo al costado de su acompañante. Ambos respiraban con dificultad, Naruto con sus labios enrojecidos intentaba capturar aire lo más que pudiera mientras que de su entrada comenzaba a brotar el fruto de una noche más de pasión desbordante.
Por otra parte Sasuke intentaba regular su respiración, inhalando el oxígeno del cual se vio privado en el clímax de su acto, movió sus dedos para despejar su rostro del cabello, había sido una noche intensa sin lugar a dudas y tenía conocimiento que su rubio amante, a pesar de ser ayudado por el Kyuuby, demoraría en caminar normalmente, no por dolor ni incomodidad, sino que por seguridad en las reacciones de su propio cuerpo. Sonrió con arrogancia al descubrir que a pesar de ser una noche de sexo brutal Naruto aún no hubiera alegado de cómo les diría a los demás el por qué no caminaba de manera normal.
—Sasuke… —la vaga y adormilada voz de Naruto llegó a sus oídos cuando se encontraba dormitando.
—¿Qué? —La manera escueta en la cual Sasuke se dirigió a su amante no le sorprendió al susodicho, mientras que el rubio giraba su adormecido cuerpo en busca del calor de Sasuke el cual no lo evitó —
—Nada.
Allí comenzaba su historia.
Naruto comenzaba a cuestionarse su 'perfecta' vida con Sasuke, tenía la impresión de que no todo estaba yendo bien como él tanto aparentaba, desde su mención como Rokudaime Sasuke había cambiado de manera abrupta, encontrándose menos en casa y saliendo más, mientras que él tenía que hacer su trabajo: Cuidar la villa.
Por otra parte su amante, Capitán ANBU desde que él asumió al poder, tenía su mirada ida de vez en cuando, mientras que Naruto cada vez se sentía más desplazado… Sasuke se le estaba yendo de las manos.
—Que te vaya bien en tú misión.
Definitivamente a Naruto no le gustaba mandarlo de misión, pero en ésta ocasión era tan importante que no podía prescindir de su mejor ANBU en Konoha, normalmente duraría seis meses en conseguir aquella importante información con un posterior asesinato, pero con Sasuke las cosas no duraban más de tres meses; sabía manejar y explotar bien a su equipo Ninja, ¡Incluso su médico Ninja!, él no lo ocultaba, su gallardía para nadie era desconocida, al igual que su arrogancia.
Había amanecido en Konoha, mientras que el Rokudaime de la villa había ido a dejar —en un acto completamente meloso— a su amante a las puertas de la Villa, tenía un mal presentimiento, mientras que Sasuke parecía más preocupado de ver que todas sus cosas estuvieran en su lugar que en él: Naruto —
—¡Capitán! —la voz de la única fémina del grupo, que NO era medico Ninja, llegó a los oídos del rubio, la miró de pies a cabeza. Otra chica más detrás de lo que ya tenía nombre.
—Dime.
—Lo siento, Rokudaime-sama, Buenos días. Capitán: Estamos listos para partir —y sin ninguna palabra más la chica se fue con la máscara puesta.
—Bien Naruto ya me voy —sonaba rudo y poco cariñoso comparado con anoche, pero Naruto sabía de la carencia de tacto que poseía el moreno.
—¿Cuánto te demorarás? —cuestionó un tanto inquieto, inquietud que Sasuke pudo divisar.
—Tres meses, no quiero pasar tanto tiempo fuera de casa. Tranquilo —aquella última frase la dijo por la hilada voz con la cual Naruto proporcionó aquel cuestionamiento, mientras que Sasuke se permitía vagar una efímera caricia en los cabellos rubios de Naruto.
—Está bien. Te puedes marchar.
Tenía el alma pendiente en un hilo, algo no iba a salir bien, pero internamente rogaba para que su 'novio' no fuera a cometer ninguna estupidez.
Sasuke se dirigió a su equipo y tras unas cortas instrucciones mientras que todos tenían las máscaras puestas desde hacía tiempo, no les fue muy difícil ocultar su presencia. Sin ningún alegato más el mejor equipo Ninja de Konoha salió a cumplir sus obligaciones.
Naruto estaba irremediablemente inquieto, y no era por la noche de sexo desbordado, sino que la salida de Sasuke lo tenía pendiente ante el más mínimo suspiro. Había mandado a Genin a misiones, Chunin ¡A medio mundo!, pero aún así no sabia en qué ocupar su mente. Decidido a tratar de despejar su mente caminó hacía la Academia Ninja. Allí siempre lograban desvirtuarlo de lo que fuera.
Kakashi quien sabía todo suspiro con desazón, aquí el problema no era Sasuke… sino Naruto. Y no eran suposiciones, ya que el mismísimo Uchiha sabía el 'pequeño' problema que atravesaban.
Naruto no se quería dar cuenta de su error.
Editado.
Respondiendo dudas:
Hriven: La verdad es un poco absurdo tu cuestionamiento, sin sonar mala persona, pero ¿Has considerado el hecho de que es un Fiction en progreso? considerando lo que colocaste:
"[...] disculpa pero no entendi, cual se suponia que era el error [...]"
No entiendes porque no está completo querido lector, y sin sonar descortés espero que sacie tu duda con el segundo capítulo.
Agradeceria: Comentarios de cualquier índole, obviamente menos los auto-destructivos.
—Gaa—