Capítulo 9.
Un inesperado regreso y algunos secretos descubiertos.
–Expelliarmus – se escucho un grito a la distancia y la varita de Snape cayo al suelo –veinte puntos menos para Gryffindor por ofender a un profesor señor Potter – Nicolai caminaba con la varita enfundada hacia los dos hombres.
–Yo… – Snape retrocedió nervioso, había intentado maldecir a Potter.
–Haz perdido la cabeza Severus – Nicolai le grito a Snape –ibas a atacarlo, ten cuidado con lo haces aunque ya vamos viendo de que lado estás – Snape miraba fijamente la varita de Nicolai.
–Yo solo hacia la ronda correspondiente – dijo recuperando la compostura.
–Bellatrix está pagando las consecuencias por haber perdido contra mí en la Madriguera aquella noche – dijo con sarna, Harry abrió la boca sorprendido –acaso quieres sufrir tu también la ira de tu amo si atacas a Potter –
–Ten cuidado donde pisas Nicolai, mucho cuidado – la furiosa voz de Snape hizo a Harry retroceder –si tan hombrecito te crees permíteme tomar mi varita y veremos si para mañana aún hay profesor de Pociones –
Ambos se miraron fijamente y a muerte, finalmente Snape tomo su varita y se esfumo rápidamente, a Harry aquello le recordó la relación de Snape con Sirius, un odio tremendo entre ambos. Nicolai le ordeno seguirlo al despacho y cuando llegaron le indico sentarse.
–Hiciste muy mal en decirle todas esas cosas a Severus – dijo Nicolai mirándolo fijamente –no pierdas la cabeza tan fácilmente –
–Ofendió a los Potter y mire que ellos ya no están – mintió.
–Me estás mintiendo, ¿no es así? – le dijo firme.
–Yo… –
–Aún no conoces perfectamente los rincones más siniestros de la Oclumancia y la Legilimancia Potter – le miro fijamente –Voldemort ha hecho de las suyas está noche y Snape lo noto –
– ¿Qué dice? –
–Según mis teorías tiene mucho que ver con la marca tenebrosa que tiene Severus, aquella marca ha actuado como bloqueo de tú Oclumancia debido a tus fuertes emociones y es por eso que Voldemort intento dominar tú mente por unos segundos – se llevo la mano a su barbilla –Severus entendió esta teoría y es por eso que te intento atacar –
–Pero… –
–Severus Snape es un hombre complicado pero muy inteligente Harry – sonrió –yo mismo lo mataré algún día, pero por hoy, le debes un gran favor – finalizo el tema.
El profesor se puso de pie y camino hasta la enorme ventana que dejaba ver gran parte del bosque prohibido bañado por la luz de la luna. Harry había escuchado algo en la conversación de hace rato y eso lo puso a pensar, Bellatrix había atacado la Madriguera, ¿Cuándo?, ¿qué sabían Dumbledore y la Orden que le habían ocultado?
–Para que me llamo – dijo intentando sonar tranquilo.
–Para hablar sobre ciertas cosas, Harry – sonrió misteriosamente –tengo algunos secretos que revelarte –
–Se… Secretos – trago saliva.
–Así es – camino de nuevo hasta su lugar y se dejo caer –el primero de ellos es que hace ya varios días, la Madriguera estuvo bajo ataque –
– ¿Bajo ataque? – se puso de pie exaltado.
–Bellatrix Lestrangue tenía una misión esa noche y era matar a Arthur y Molly Weasley en la comodidad de su casa – pudo ver el horror de Harry –no te asustes, nada pasó a mayores –
–Ellos están en peligro por mí culpa – se sentó derrotado sobre su silla y las lágrimas no dudaron en salir –ellos corren mucho peligro –
–Se de tú bendito temperamento sobre quien esta a salvo y quien no debido a ti – le dijo serio –déjate ya de esas ñoñerías Potter, por si no te has dado cuenta estamos en guerra –
–Pero… –
–Con este temperamento tuyo me recuerdas tanto a… – se callo de pronto y Harry pudo una mueca de tristeza en su rostro, el profesor movió la cabeza negándole algo a nadie y luego corrigió –alguien – finalizo.
Flashback.
Un joven de 15 años miraba con ternura a una chica de cabellos castaños que lloraba y le volteaba la vista –Kathy, Katherine – el joven la giro hacia él y unos ojos azules bañados en lágrimas le regresaron la mirada.
–Será mejor que te vayas Vlad – le respondió entre sollozos –vete de aquí –
– ¿Harás caso a lo que ha dicho mi padre? – el joven se molesto y se alejo de ella.
–Fue muy claro en lo que dijo y yo… – paso una mano lentamente por los labios del chico y fue acercándose a ellos, se detuvo y lloro con más fuerza –será mejor que te vayas, mi abuelo ya viene – le respondió limpiándose las lagrimas.
–No, Kathy, no puedo dejarte y mucho menos alejarme de ti – se acerco a ella pero le rechazo –yo te amo –
–Es por eso que lo hago Vlad – su varita apareció rápidamente en la escena –te amo – un rayo naranja salió de la varita de la chica que el moreno esquivo con facilidad saltando hacia atrás.
– ¡Katherine Potter! – su rostro había ensombrecido y sus ojos soltaron un lagrima, lagrima que fue apagada por un petrificus totalus que lo dejo inmóvil en el suelo.
Fin Flashback.
– ¿Perdón? –
–Olvídalo, solo estoy divagando – borro de su mente todo recuerdo –a lo que voy, es que no pues ir lamentando por aquí y por allá quien corre peligro debido a ti y quien no –
– ¿No entiendo? –
– ¿Quieres sentirte solo Potter? – Dijo firme – ¿quieres sentirte aislado de los demás? –
–Yo… –
– ¿Te crees tan todopoderoso para enfrentar a Lord Voldemort tú solo? – Seguía gritándole –es hora de que entiendas de que cercanos a ti o no, todos corren el mismo peligro estando en contra de los ideales de Voldemort –
–Eso me concierne solo a mí, ¿no? – le grito furioso.
–Claro que te concierte solo a ti – le contesto tranquilo –pero dime Harry, ¿vale la pena? –
–No quiero que aquellos a los que amo más que a nada en el mundo, mueran por mi culpa, de que sirve triunfar si al final te quedarás sin nadie con quien celebrar el triunfo –
–Eres sumamente egoísta –le grito –como protector de la familia Potter no puedo permitir que… – se detuvo de pronto, su piel se puso fría y pálida, el calor de la discusión le había hecho una mala jugada.
– ¿Qué quiso decir con eso? – dijo Harry alzando una ceja.
–Lo veré en clases señor Potter – recupero la compostura –ahora vaya a la cama –
–Pero profesor… –
–Se me ha olvidado lo que pensaba decirle – dijo cortante –ahora si me permite tengo algo pendiente de hacer –
Harry abandono el despacho del profesor totalmente contrariado, aquella discusión lo había hecho decir que era protector de los Potter, ¿acaso había más Potter con vida?, ahora tenía una gran incógnita por resolver, si aquel hombre era un protector de los Potter porque lo dejo abandonado a su suerte o no hizo nada por él en los últimos años.
–Estúpido – una sonora bofetada se escucho por la habitación estilo egipcio de la profesora de Medimagia.
–El me recuerda tanto a ella y su actitud me hizo… –
–Tú y tus malditos sentimentalismos – le grito –acaso no quedo claro lo que te hizo aquella mujer y encima la recuerdas y lo peor de todo, revelas nuestro secreto –
–Secretismo, uno de los caminos más interesantes en la Magia Oscura – se escucho una voz clara y firme dentro de la habitación.
– ¿Quién ha dicho eso? –Alexa de pronto se encontraba con la espalda pegada a la de su hermano y la varita de ambos apuntaba hacia todos los puntos posibles en la habitación.
–Excelente coordinación, ¿veo que el idiota de mi nieto los ha entrenado muy bien? – la voz provenía de un retrato que permanecía en blanco en la habitación de la chica.
– ¿Nieto? – Dijo Alexa – ¿Quién eres? –
–Sergei Boris Helsinki – dijo en voz de queda.
–Imposible – los hermanos miraban atónitos como el retrato en blanco se iba transformando en la decoración de la casa de Nicolai, aquel viejo sillón de piel de dragón y un anciano de porte tenebroso mirarles con una sonrisa mientras fumaba una pipa sentado en el sillón.
–Nada es imposible en el mundo de la magia – vio como los chicos se relajaban y bajaban las varitas –este retrato estaba en la casa Helsinki en Rusia, Alexa se tomo la molestia de tomarlo y traerlo a su nueva habitación.
– ¿Cómo? –
–Cuando supe de tú ataque aquella noche, de inmediato me aparecí en la casa hermano, no te vi y me puse histérica, luego llego la carta de Dumbledore avisándome que estabas en la enfermería de Hogwarts, tome algunas pertenencias y me aparecí en Hogwarts –
–Pero jamás supimos que era el retrato del abuelo – dijo sorprendido.
–Papá una vez menciono que ese retrato había aparecido en casa desde la muerte de su abuelo y que era un gran emblema de la familia, porque el mismo abuelo Sergei lo había creado –
–Vaya… –
–Más claro no ha podido ser explicado – dijo sonriendo –sin embargo, este retrato no podía haberse por decirle de una manera activado, sino hasta que el conjuro funcionara –
– ¿Conjuro? – dijo Alexa
–Al cabo de dos generaciones después de mi muerte y siempre y cuando la línea de hijos únicos sea rota estaré de vuelta–
–Pero… –
–Se en donde estamos y ahora quiero que me escuchen bien – dijo firme –necesito hablar personalmente con Albus Dumbledore o en su defecto con Phineas Black, así que llévenme con el líder de la institución ahora –
-o-o-
Snape caminaba por el despacho de Dumbledore de un lado a otro mientras el director miraba fijamente un artefacto plateado frente a él. Los retratos de los demás directores cuchicheaban entre ellos, Snape simplemente los ignoraba.
–Tus teorías pueden ser validas Severus – dijo con tranquilidad Albus –sin embargo, Harry ha actuado por sí mismo –
–Puedo asegurarle firmemente que visualice un destello rojizo en sus ojos – dijo alterado.
–Tendré que investigarlo con sumo interés entonces – miro hacia arriba simulando meditar –sin embargo, lo que me preocupa más que una debilidad de Oclumancia en su mente, es que se haya reunido con el profesor Helsinki fuera de los horarios académicos –
–Que se reúna o no con ese insolente muchacho no me concierne – exploto –solo porque tengo la lealtad muy bien definida, de no ser así… –
–Lo maldecirías hasta que quedará inútil y loco – termino Dumbledore por él y rió.
–Buenas Noches a los dos – se escucho una voz desde la entrada del director y ambos magos miraron al visitante.
– ¿Potter?, ¿Cómo demonios? – Snape miro con sorpresa al chico.
–Como el director que soy, debería castigarte por haber irrumpido en mi despacho sin autorización – dijo Dumbledore, pero su voz era alegre –pero no lo haré, porque justamente necesito hablar contigo –
– ¿Cómo haz pasado la gárgola? – Dijo Snape de pronto – ¿Cómo es que el vejete de Dippet no anunció tú presencia? – El aludido soltó improperios hacia Snape –deja ya de hacerte el todopoderoso Potter –
–Severus – le reprendió Albus.
–Responderé – dijo Harry tranquilo –pase a la gárgola con un hechizo revelador, Dippet se callo gracias al famoso encantamiento "Desvius" y no me hago el todopoderoso profesor, simplemente ahora tomo mis propias decisiones, después de todo, ¿estamos en guerra no? –
– ¿Podrías dejarnos a solas Severus? – dijo Dumbledore intentando no parecer sorprendido.
–Por cierto profesor – Harry le detuvo antes de salir –gracias a su teoría de hace unos minutos, eh aumentado un poco más mis defensas mentales, no se ha dado cuenta que le estoy hablando normal y sin sonar grosero, eso es porque su marca ya no puede influir en mis defensas –
–Debo admitir que ahora debemos llevarnos bien, ¿no? – una media sonrisa apareció en el rostro del profesor de Defensa.
–Sigo siendo un Potter profesor – le guiño el ojo –sigo siendo un Potter –
–En efecto sigues siendo un Potter, un Potter igual de arrogante que su padre– Snape meneo la cabeza y salió riendo del despacho.
Dumbledore suspiro profundamente mientras le indicaba a Harry sentarse frente a él, estaba sorprendido por todo lo que acaba de pasar, de echo era la primera vez en toda su larga vida que tenía dudas con respecto a muchas cosas y es que no podía evitar pensar que siempre había tenido un poco de control sobre Harry y ahora el muchacho era capaz de tomarse libertades que en efecto le eran permitidas y demostrar su capacidad mágica, como era de esperarse de un mago de altura.
–Jamás en todo lo que tengo de conocer a Severus Snape, lo había visto reír de esa manera –
–Severus Snape podrá ser un desgraciado – se llevo la mano a la boca al ver lo que había dicho –pero es un mago inteligente y eso es de respetarse –
–Drástico cambio de opinión sobre Snape, el tuyo Harry – Dumbledore riendo le propuso tomar un caramelo de limón, como era costumbre fue rechazado.
–Debería de cambiar de estrategia respecto a sus caramelos de limón – dijo misteriosamente y Dumbledore alzo una ceja.
–Tú ya… –
–Claro profesor – dijo sonriendo –pero con mis habilidades de Oclumancia no necesito relajarme, bueno, no hay porque estar alterado con usted, ¿no? –
–Harry debo decir que me sorprende muchísimo que ahora tengas muchas habilidades tanto mágicas como intelectuales – le dijo con seriedad –tus palabras son meticulosamente escogidas, como si fueran estudiadas antes de salir de tú boca, además de que tus decisiones son sabias –
–Gracias por el halago y es por eso que me atrevo a preguntar – le miro fijamente –¿tiene una misión para mí? –
–En efecto Harry – dijo aparentando no estar sorprendido –tengo una misión para ti, que espero cumplas con éxito –
–La cual es encontrar algo que tiene que ver con la inmortalidad de Tom Riddle y destruirlo – Harry logro su objetivo y debía decir que los ojos de Dumbledore estaban por demás abiertos y lo comprobó al ver como el profesor se llevaba un caramelo de limón a la boca.
–Así es – fue lo único que pudo decir.
–Es hora de dejar las cosas en claro esta misma noche profesor– sonrió –sobre la esencia de un horrocrux, se todo lo que se necesita saber, sobre como destruirlos, trabajo en ello –
–En mis clases particulares pensaba mostrarte algunos recuerdos que me permitieran llegar a mostrarte lo suficiente como para suponer los paraderos de cada uno de los Horrocruxes de Voldemort – su voz sonaba seca.
–Lo cual hace que mis investigaciones tempranas eviten tanto relleno – le siguió sonriendo y pudo ver a Dumbledore asentir lentamente –pensaba esperar hasta nuestra primera reunión del sábado para compartir mis teorías y compararlas con las suyas, porque supongo que las tiene –
–Si Harry tengo algunas teorías sobre eso – dijo tranquilo –empecemos por que me expongas como puedes destruir un horrocrux – le miro fijamente.
–Como todo objeto valioso, un horrocrux debe de estar lo suficientemente bien protegido para evitar que sea destruido – se llevo una mano a la barbilla –utilizando las más tenebrosas protecciones que pudieran existir, siendo el caso de Voldemort, no dudo que las tenga –
–Como supones eso – le sonreía.
–Por su mano señor – le dijo sin inmutarse –su mano no fue un simple accidente mágico –
–En efecto Harry, lo que paso con mi mano no fue un simple accidente – suspiro –por desgracia tome el horrocrux a mi alcance sin ninguna precaución y esto paso – señalo su mano ennegrecida y muerta.
–Según el libro de Pociones Mágicas tenebrosas, su mano padece lo que se conoce como la maldición del muerto en vida – dijo aparentando sonar tranquilo –maldición que no tiene cura profesor –
– ¿Conoces sobre ella? –
–Tanto como que se que le quedan según el color de su mano un año como mucho profesor – le miro fijamente –fue una buena idea contener la maldición a su mano, de no ser así el proceso hubiera sido… –
–Lento, innecesario y extremadamente doloroso – finalizo serio. –Por ahora me siento aturdido y agobiado por algunos problemas que tengo que resolver – señalo los pergaminos que sostenía en su mano sana – ¿nos vemos el sábado a las ocho? –
–Aquí estaré – saco su varita, apunto ha la mano de Dumbledore y comenzó a murmurar algunas cosas que el profesor no pudo descifrar –Enepneo – concluyo y un rayo dorado salió de su varita dio de lleno en la mano mala de Dumbledore.
– ¿Qué has…? –
–Enepneo profesor, es un encantamiento curativo que era muy usado en la edad media por los antiguos hechiceros para cuidarse heridas provocadas por espadas – le sonrió –la herida prevalece, pero el dolor se elimina por algunas horas –
–Supongo que Helsinki tuvo que ver con eso – le dijo tranquilo.
–No profesor – tomo el pomo de la puerta –fue Binns, una de sus clases no fue tan aburrida, al menos no para mí –
Harry estuvo caminando tranquilamente por los pasillos de Hogwarts, había ocurrido tantas cosas en apenas un día en Hogwarts que lo único que deseaba era echarse a dormir en su cama, podía sentir leves toques en su cabeza, eso solo significaba que algo pasaba justo del otro lado de donde la cicatriz en forma de rayo establecía conexión, intento averiguar pero fallo en el intento.
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–Potter – se escucho con estruendo por toda la habitación en penumbras, los mortífagos miraba expectantes a su señor.
–Si Alecto no hubiera tenido la cortesía de interrogar a Mcnair, lo abríamos matado al instante y no podríamos saber que… – Amycus cayo al suelo mientras se retorcía del dolor.
–Eliminar a Yaxley fue un error, un grave error – siseo Voldemort furioso –me deje engañar por Harry Potter – nadie dijo nada y por supuesto que nadie diría nada más.
–En cuanto a lo que se refiere al Ministerio, Dolores Umbrigde será reinstalada en Hogwarts como suma Inquisidora – pronunció con vehemencia un mago de cabellos rubios.
–Me sorprende que tras lo ocurrido el curso pasado, esa mujer tenga las agallas de inmiscuirse de nuevo en Hogwarts – dijo Bellatrix.
–Por apoyo de Scrimgeour, Dolores será reinstalada allá para ponerse al tanto de la seguridad del colegio, es una nueva iniciativa impuesta por Fudge, vigilar los asuntos de Hogwarts para evitar ataques como lo sucedido con el Ministerio en lo que se respecta a Mcnair, Yaxley y los que estaban bajo la Imperius – respondió tranquilo el hombre de cabellos rubios.
–Gracias por tus informes Runcorn – dijo de pronto Voldemort –por el momento tendremos que depender de la información que esa despreciable mujer nos pueda brindar acerca de Potter –
–Señor – se apresuro Alecto –no creerá que Dumbledore o alguien de su orden le tenga el ojo bien puesto a Dolores, desde lo sucedido en el Ministerio –
–Esa mujer tiene suficientes métodos para evadir esos métodos de investigación, debo admitir que me sorprenden sus habilidades – sonrió misteriosamente –pero cuando se propone algo, lo logra –
–Ella sigue sin creer que trabaja para usted, ¿cierto señor? – pregunto Bellatrix.
–En lo absoluto, por fortuna nadie ha supuesto, ni siquiera el mismo Ministro en que no hay que confiar tanto en Cornelius Fudge – estallo en carcajadas –mi misterioso títere bajo la Imperius – todos los mortífagos imitaron a su señor y se echaron a reír.
– ¿Qué hay de Severus Snape? – dijo un mortífago.
–No tiene porque enterarse, ¿o sí? – Dijo Voldemort dando a entender porque no había mandado llamar a Snape –Lord Voldemort ya no confía en Snape – sentenció y Bellatrix logro una sonrisa exagerada siendo contrastada por la mirada de terror de Narcisa Malfoy.
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Cuando los alumnos bajaron a desayunar al gran comedor se toparon con caras de confusión entre los profesores que miraban al ex Ministro de Magia Cornelius Fudge, al actual Ministro Rufus Scrimgeour y a la mujer más despreciable que todo Hogwarts pudiera reconocer, Dolores Umbridge, hablar con Albus Dumbledore, mientras Minerva Mcgonagall y Severus Snape viajaban de un lado a otro por las mesas de sus casas.
–Permítame cederle una silla Madame Umbridge – una voz atrajo la atención de la mujer vestida en un conjunto rosado.
–Nicolai Helsinki – pudo ver claramente como el que la invitaba a sentarse era un mago de cabellos negros, también vio como aquel hombre se empeñaba en que viera las terribles marcas que tenía en su antebrazo. –quedo pendiente un castigo –
–Algún día – dijo en voz irritada y clara –algún día Dolores, veremos si aún te quedan ganas de castigarme –
–Pero nos ahorraremos problemas entre miembros del profesorado y personal de Ministerio – espeto Fudge firme –que quede claro que Dolores supervisará las medidas que el Ministerio ha puesto sobre la seguridad de Hogwarts –
–Hogwarts no necesita del Ministerio para protegerse, como debo recordarles – intervino Dumbledore notando la tensión entre Umbrigde y Helsinki –insisto Rufus –
–Lo sé Dumbledore, pero no puedo arriesgarme – dijo con firmeza el Ministro –Fudge tiene razón, el Ministerio ha perdido el control por completo de algunas cosas, no quiero ocasionar más desastres en el mundo mágico si Hogwarts cae bajo ataque –
–Es agradable estar nuevamente en Hogwarts – Dolores rió con malicia y miro a todos los alumnos que le miraban con incredulidad.
–Sabe todo lo que ocurrió en el curso anterior en lo que respecta a Dolores – intervino la recién llegada Mcgonagall.
–El Ministerio tiene al personal muy bien vigilado, se que es una opción no grata para ustedes, pero es lo que el Ministerio puede hacer por Hogwarts – su voz firme daba a entender que no daría marcha atrás.
–Siendo así no me queda nada más que decir – Dumbledore hablo con cordialidad –sin embargo debo agradecerles el escuchar mi opinión antes de poner a Dolores directamente, aunque se perfectamente que si me niego ha acceder a sus peticiones señor Ministro, de todas maneras Dolores estaría en Hogwarts nuevamente –
–Más claro no puede quedarte Albus – dijo Fudge –ahora el señor Ministro y yo tenemos mucho que hacer, que tengan un buen día – se ajusto su saco y Rufus lo siguió hacia la puerta lateral de la mesa de profesores.
Cuando vieron al Ministro salir junto a Fudge y Dolores por la puerta lateral de la mesa de profesores, todo el colegio estallo en vítores que se apagaron al ver a la mujer de conjunto rosa, entrar nuevamente por la misma puerta, caminar hasta un espacio vacío justo a lado de Mcgonagall y mirar con satisfacción a la mayoría.
–Como verán – se escucho la voz de Dumbledore –nuevamente tenemos caras conocidas entre nosotros, la profesora Dolores Umbrigde estará aquí por tiempo indefinido, fungiendo como Suma Inquisidora de Hogwarts – todos se quedaron como piedra.
Todo el gran Comedor miro estático al director terminar diciendo que desayunaran en orden y al terminar se dirigieran a sus respectivas salas comunes, ya que por cuestiones académicas y tras el anuncio del regreso de Umbridge habría una junta extraordinaria.
–Nuevamente es un gusto saludarlos – la vocecilla de la profesora Umbridge resonó por toda el aula en la que estaban reunidos todos los maestros de Hogwarts.
–Para mi no lo es – repuso Nicolai Helsinki con firmeza –se de sus métodos y formas de "trabajo" que llevo a cabo en el curso anterior y eh de advertirle profesora que si se pasa más de la cuenta con alguien de mi casa, yo mismo me encargaré de mandarla a San Mungo –
–Y que autoridad tiene usted profesor Helsinki en cuestionar la mía – repuso Umbridge colorada –yo estoy aquí para supervisar la seguridad de Hogwarts e informar con constancia al Ministro sobre como están las cosas por acá –
– ¿Y no planeas establecer decretos y decretos para luego quedarte de directora? – Intervino Mcgonagall –cometiste muchos errores en el curso pasado y no permitiré que nuevamente te salgas con la tuya –
–Eh de suponer que todos están en mi contra – dijo furiosa –les recuerdo cual es la posición de la Suma Inquisidora –
–Ninguna – intervino Dumbledore con firmeza –no tiene ninguna posición en el colegio, más que informar al Ministerio sobre lo que pasa aquí, por ordenes de Rufus, todos sus privilegios están suprimidos Dolores, no tiene autoridad para intervenir en los asuntos personales y académicos de Hogwarts –
–Pero Fudge… –
–Rufus conoce a la perfección lo ocurrido en el curso anterior aquí en el colegio y ha tomado sus propias decisiones sin tomar en cuenta a Cornelius, como bien sabes, Cornelius es ahora un simple asesor del Ministro –
Dolores Umbridge se quedo estática y soltó una risa nerviosa al sentir la mirada de cada profesor de Hogwarts clavada en ella, sin embargo una mirada de triunfo se poso en su rostro alertando a los presentes.
–Pero por supuesto que tengo algunos privilegios suprimidos profesor, lo acepto – rio –sin embargo, los poderes de la Suma Inquisidora siguen siendo los mismos, supervisar, cuestionar y discernir de algún profesor en caso de que yo consideré que la seguridad no es la correcta – rió triunfante.
–Claro Dolores – repuso Dumbledore sin más argumentos.