En verdad lamento la tardanza ^^U fue una crisis de escritor debido a una depresión que me surgió después de que me rompieran el corazón T.T
Una sincera disculpa también porque este capítulo sea tan corto pero les juró que el siguiente lo recompensará ^^
Pienso publicar el siguiente el domingo próximo :)
Por cierto… ¿a alguien de por aquí le gusta Gravitation? Es que estoy empezando a publicar un fic de ello xD solo para mentes abiertas ^^ Se llama "Una nueva oportunidad" por si alguien le interesa (a penas llevó dos capis, no crean que es la gran cosa xD)
Bueno, eso es todo.
Gracias!
Los personajes no me pertenecen,(así como una frase que creo que reconocerán) son de Clamp ^^
Gracias por leer :3 y dejar comentarios ^^
Serendipity
Capitulo 17. Las lágrimas de un ángel.
Un beso. Los dos lo deseaban intensamente. Por alguna razón, el rubio no podía detenerse, no quería dejar de sentir el rocé de los labios de Kurogane. Fai tembló aún más cuando sintió la lengua del abogado tocando sus labios una y otra vez… por que… ¿Por qué necesitaba tanto ese beso?
Kurogane se sorprendió cuando Fai se dejó besar. Levantó sus manos para intentar profundizar el beso pero cuanto tocó su rostro lo sintió mojado. Fai lloraba desesperadamente sin querer dejar de besarlo.
Finalmente la ausencia de oxigeno los obligó a separarse.
El abogado lo contempló: Las lágrimas caían interminablemente por las mejillas del doctor. Parecía que todo el dolor sellado que Fai cargaba consigo con ese beso se hubiera liberado.
Lo cierto era, que Kurogane parecía quererlo, comprenderlo, deseaba ser su apoyo. Y por dios que lo que más necesitaba Fai era eso.
Vencido por su sufrimiento, el rubio cayó al suelo hincado.
-Porque… porque me detienes….
-Porque no quiero perderte- contestó fríamente mientras se agachaba para verlo a los ojos.
-Que ganas con protegerme… porque lo haces…
-Te cuido, porque ya no lo haces tú…
-Déjame en paz- Fai golpeó débilmente el cuerpo de Kurogane, quien solo permitió que lo hiciera- déjame irme con mi hermano…
-¿De verdad crees que él hubiera deseado esto?
-Yo… solo es…
-Si de verdad quieres morir, yo te mataré…
Fai lo miró a los ojos y Kurogane entrecerró los suyos al ver en su mirada la tristeza que s corazón albergaba.
Ese corazón tan infeliz y cobarde… la melancolía de su voz… la pelea en la que se rindió…
La agonía en forma de silencio se hizo presente.
Muy en su interior Fai admitió que realmente era estúpido. Kurogane estaba ahí por el mensaje que le había dejado en su contestadota. Literalmente le había avisado que se iba a matar… ¿Por qué? ¿Deseaba que lo detuviera?
Ambos hincados frente a esa tumba nuevamente, llorando… en verdad la vida estaba empeñada en unirlo a pesar lo que fuera…. Y el ser distintos tampoco parecía ser un obstáculo.
El corazón había decidido volverse sordo ante la razón. Ninguno sabía cuando habían empezado a surgir estos sentimientos… pensándolo bien, no siquiera tenía sentido.
Era increíble como el dolor había logrado derrotar y apagar a una persona, lo suficiente para desear la muerte, pero era aun más impresionante como el destino había decidido mandar a un ángel a su rescate.
Sí, un ángel… detrás de esa apariencia fría se hallaba el humano más bondadoso y cálido que jamás pensó conocer.
Ahora Fai se sentía la persona más imbécil del mundo. ¿Acaso se merecía que alguien como Kurogane se preocupara tanto por él?
El abogado lo miraba sin saber que decir para brindarle consuelo. Pensaba que de verdad lo que necesitaba el rubio era alguien que estuviera ahí, acompañando su dolor… sabía que no había palabra que explicará el sentimiento de perder a alguien importante.
Toda esa soledad… por dios, debería estar prohibido algo así.
Fai sintió el momento en el que Kurogane lo rodeo con la calidez de sus brazos, quien se encontraba totalmente atónito, pero a pesar de eso lo invadió una extraña felicidad.
-Todos estos años… debieron ser muy difíciles para ti- susurró el abogado.
-Por favor… no digas nada… no sufras por mis razones…
-Resististe mucho… pero…
-Basta- el doctor empujó a Kurogane para que ya no lo abrazara- nadie sufrirá si no estoy…
-¿Realmente piensas eso?
-Tú no lo entiendes…- dijo volteando al suelo.
-Explícamelo.
-No tienes idea de lo que sentí- nuevamente la desesperación se apodero de Fai y las lagrimas que habían cesado por un momento empezaron a fluir- yo estaba muerto en vida… cada mañana odiando mi cuerpo que aun seguía vivo ¡¡Cada día culpándome de que mi hermano murió en mi lugar!! ¡¡Odio estar vivo!!-gritó desesperadamente-¡¡odio el hecho que te haya conocido!! ¡¡Lo odio!!- al golpear el suelo cubierto de pasto, el doctor encontró el cuchillo que había tirado cuando Kurogane lo besó y con el que decidió quitarse la vida.
-Entonces… ¿porque me dijiste que me querías?
-Es solo que- Fai tomó con su mano derecha el cuchillo y lo levantó- ¡¡Quiero morir!!- moviendo el cuchillo peligrosamente
-¡¡Detente!!- el abogado tomó la muñeca del rubio y alejó la mano que tenía el objeto cortante de su cuerpo.
-¡¡Suéltame!!- gritó Fai dolorosamente.
Y en un intento feroz por liberarse… el cuchillo destrozo por completo… el ojo derecho de Kurogane…
Continuará…
Espero sus comentarios ^^