¡Hola! KYA estoy EMOcionada por presentar este nuevo capí después de un extendido y cínico descanso… Eh, ¿todavía estás ahí? Gomen ne, te hice esperar y ahora te estoy entreteniendo! Las explicaciones las dejo para el final, ahora continúa tu lectura *Tsu suspira, suspira*
TÍTULO:
Líder Temporal
PAREJAS:
ItaSasu, algo de SasoDei, ZetKisa, KakuHida, se menciona PeinKon y el pobrecito de Tobi ¡Solterito! ¡Solterito! ¡Solterito!
DERECHO DE AUTOR:
Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto. Mi única finalidad, al redactar este fic, es y sigue siendo compartir mi desmesurada fascinación por el Uchihacest (primordialmente ItaSasu)
RESUMEN:
Aún sin noticias de Pein y Konan, en Akatsuki el Líder (temporal) no sólo castiga y ordena, sino que también viola. Kisame y el resto teme por una ola de violación. Naruto y sus amigos salen en busca de Sasuke.
ADVERTENCIA:
Me agrada Hidan. Más de una vez, he dicho que me animaría a ser Hidan… Porque mi hermano es fan de Kakuzu, y me encanta fastidiarlo! Algún día convenceré a mi hermano de hacer un cosplay de ellos, aunque para ello deba cambiar por completo mi personalidad: cortarme el cabello, decir groserías, forzar risotas y actuar como una alienada. Hn! Locuras propias de una autora trastornada. Hn, a lo que iba, en este capítulo le apliqué un nuevo castigo a Hidan, el hecho de que Hidan sea una especie de "Modelo para Armar" (se arma y desarma, a través de costuras ¡Kaku, eres un amor por coser a Hidan! "Modelo para armar" Uh, lindo título para un fic, Tsu toma nota), aligeró mi culpa. En suma, líneas abajo, Hidan sufre una condena sangrienta y si no quieres ver –en realidad leer la tortura–, puedes retirARTE ahora.
(En el capítulo anterior)
— ¿Te gustan las putas que son shinobis o las putas que creen que son shinobis…?
"Putas que se creen shinobis" Hidan ya tenía su lápida y había dejado al tesorero de Akatsuki viudo.
—Con confianza, dímelo, así sabremos que…
Pero Hidan no pudo decir más, puesto que unos cuervos revolotearon en su cabeza.
SÉPTIMO CAPÍTULO
La hora del Té
Dedicado a
Tema-san
(Aunque no lo creas… Soy de las personas que vive más en el pasado que en el presente, porque… he comprendido que los momentos felices están allí, y seguirán estando ahí, cuando pude sentir el tacto de tus palabras. Cinta itu Tema-san )
Ni respiró. A Hidan se le fue la voz. No podía moverse. Estaba asustado. Una respiración silbante que se iba haciéndose fuerte, aterró al fanático. Hidan movió sus ojos como pudo, pero no vio nada más que plumas negras que seguían cayendo del techo. Luego ese silbido de pájaros carroñeros sobre su cabeza. Ninguno lo miraba, los pájaros solo daban vueltas en círculos. Uno de ellos se alejó de la bandada, y observó a Hidan. El cuervo aleteó alrededor de Hidan, éste levantó una mano y el pájaro de inmediato se posó en ella.
Hidan miraba al cuervo. El pájaro miraba al hombre de cabellos grises, y comenzó a graznar. Hidan sorprendido, acercó al animal a su cara para verlo mejor. El cuervo se calló y, si al principio Hidan se asustó, los ojos negros del cuervo fueron haciéndose más aterradores que el de sus amigos.
— ¡Cómo te atreves! —soltó el cuervo.
Como si su propio padre le hubiera gritado, Hidan casi se cae.
— ¿Q-qué? —tartamudeó el religioso. ¿El pájaro le había hablado?
Hidan sabía que en el mundo ninja había gatos, sapos y otros animales que hablaban. Pero había algo extraño en el pájaro que lo hacía trabarse. La respiración del pájaro se hizo ronca y sus cejas, si las tenía, se doblaron como si esperara por una explicación. Entonces, Hidan sintió que la mano le quemaba, las patas del cuervo ardían como el infierno. Las manos le estaban temblando a Hidan y el cuervo parecía contento.
—Dímelo otra vez, perra —silbó el cuervo.
Había algo extraño en los ojos de aquel animal, al principio negros, sus ojos se fueron haciendo rojos y en ellos había algunas marcas negras. Hidan se concentró en éstas, recién comprendió que era idéntico al letal mangekyou sharingan de Itachi. ¿Ese animal siniestro era Itachi? Hidan se asustó y con ambas manos cogió al pájaro del pescuezo.
"Hijo de puta —pensó Hidan—. Llegó tu hora, vas a morir, carroñero infeliz"
Sí, los ojos rojos delataban al cuervo, era Itachi y Hidan temblando de ira ahorcó al pájaro. El pico del cuervo se abrió y antes de desaparecer el cuervo graznó fuerte, explotando como un globo ante la cara de Hidan y derramando sangre por doquier. Mientras la sangre goteaba de los dedos de Hidan, más plumas cayeron, cubriendo los tobillos del Akatsuki. Un caudal excesivo de plumas cayó de arriba. Pero de nuevo había silencio, Hidan trató de avanzar pateando las plumas y se preguntó si Itachi habría muerto. Itachi fue un tonto al convertirse en cuervo y sentarse en la mano de Hidan, donde el religioso lo pescó fácilmente. Un error básico, ¿no? Hidan se preguntó si sería apresurado celebrar su victoria.
Las plumas seguían cayendo, los pájaros seguían volando ¿Si los cuervos eran de Itachi, no tendrían que haber desaparecido con él? Hidan no notó aquel detalle y sonrió.
El silencio nunca sería eterno. El ruido volvió, porque allí, Hidan no estaba solo. La respiración acentuadamente terrorífica, volvió a espantar al inmortal. Estaba convencido de no haber escuchado a un animal respirar con dificultad como si tuviera una horrible flema en la garganta. Y allí estaba esa cosa que no era humana, detrás, en el pasillo había un animal horrendo y maligno.
—Kakuzu… ¿Eres tú? —preguntó el shinobi y no quería encarar a la cosa de atrás. Habría llorado de la alegría, si veía a Kakuzu riéndose de su cara asustada— ¡Kakuzu, no me hagas bromas, creo que maté a Itachi!
¡La guadaña! Porque mierda la dejó en la cocina. Hidan giró su cuerpo. La cosa no era Kakuzu, era una figura tenebrosa. La silueta negra se agitó un poco y volvió a tomar aire, pero no se acercó a Hidan, se dispersó en cientos de cuervos que se unieron a la numerosa bandada que sobrevolaba la cabeza de Hidan. No se fue, él permanecía allí. Había alguien que no se marchó y quería venganza.
Hidan miraba asombrado todo el revoloteo de aves. Algunos cuervos volvieron a soltarse de la bandada y formaron una masa negra, el busto fantasmagórico de Itachi se mostró desafiante ante Hidan. Sus ojos demoníacos lo examinaban sedientos de sangre. Lentamente el cuerpo de Itachi descendió, a medida que lo hacía su cuerpo terminaba de formarse, así sus pies tocaron el suelo con un ruido suave que hizo entrar en pánico a Hidan.
Itachi sonrió al indisciplinado hombre de la guadaña.
—Repítelo —ordenó una voz cargada de ira.
"Repítelo…" fue lo que zumbó en la mente de Hidan. "Repítelo…" ¡Estaba temblando de miedo! Hidan ni podía balbucear.
Itachi nunca se puso a pensar si sería verdad que Hidan y Kakuzu eran la pareja inmortal de Akatsuki… Pero bien era cierto que no quiso, pero sucedió y ahora se lo estaba preguntando. Bien era cierto que Hidan pedía por un Castigo. Bien era cierto que Itachi no tenía la culpa de haberlo sancionado, la primera vez. Bien era cierto que Hidan se buscó solito el enojo de Uchiha Itachi. Bien era cierto que en algunas cuestiones, el Líder no podía controlarse. Bien era cierto que Hidan fue el que le incitó, no es que el Líder tuviera pensado en condenarlo a Muerte. Y es que el asesino más famoso de Konoha, en ningún momento especuló en eliminar al insensato lengua larga. A pesar de sus amenazas, fuera de palabras, Itachi sabía que no mataría a ninguno de sus lacayos, puesto que necesitaba de alguien que le lave la ropa, que le abanique en las tardes, que le sirviera el té y viceversa. Sin embargo, el religioso lo insultó. Claramente, lo había provocado llamándolo "idiota" y "ganso". Itachi no respondió a esa superabundancia de arrogancia que destilaba la boca blasfema del seguidor de Jashin. Aunque éste no lo hubiera notado, Uchiha había sido blando, porque aún fantaseaba con Sasuke. Pero a Hidan debía no le importarle su vida, tenía una ciega seguridad por su "Inmortalidad". Hidan se creía invencible, que nadie en el mundo podría matarlo. ¿Lo era? Había llegado el momento de saber si Hidan era inmortal.
—Ególatra sin cerebro —arremetió Itachi —. Espantapájaros, ¿qué mierda tienes dentro de la cabeza, imbécil? Te estoy hablando, perra cojuda.
Kakuzu no querría vestirse de luto. La conducta inoportuna de Hidan más de una vez le había demostrado, a Kakuzu, que no sería extraviado, junto al anillo y el frac de bodas, comprarse un atuendo de duelo. Hidan nunca había hecho caso al temor y la preocupación de Kakuzu, por eso Hidan no tenía un traje para su entierro. Tal vez Deidara o Kisame le regalarían uno en su funeral. Porque ahora Hidan sabía que con un Líder enojado no se pueden hacer las paces.
—Repítelo… ¡REPÍTELO, REPÍTELO! ¡REPÍTELO, REPÍTELO! —gritó encolerizado y fuera de sí.
La locura repentina de Itachi, espantó al religioso. En ese frenesí, unos cuervos bajaron del techo y se trasformaron en copias de Itachi. Ellos se unieron a la furia de Itachi y redundaron "Repítelo" Cosa que asustó mucho más a Hidan, el Líder parecía estar en un trance de locura como un psicópata en el punto culminante de pérdida total de consciencia. Itachi consciente era aterrador, ¿Itachi inconsciente sería el Caos?
— ¿Quieres morir Hidan? ¿Quieres morirte? —inquirió una voz dura.
Hidan quiso contestar pero sus labios le fallaban ni podía mover la cabeza. Además Hidan no sabía qué Itachi le hablaba, puesto que ellos tenían la boca cerrada. ¿Estaban jugando con la mente de Hidan?
—Sí… Este subversivo quiere morirse —alentó un Itachi.
Varios Itachi asintieron y se acercaron a Hidan.
— ¿Está orgulloso de poder hablar, eh? A éste le encanta hablar, ¿qué hacemos con los lenguaraces? —tiró la pregunta un clon.
Estaban arrinconándolo, Hidan se dio la vuelta e intentó huir. Pero los clones le cerraron el pasado. Algunos Itachi sonrieron y tres se apresuraron a agarrarlo.
—Alguien está orgulloso de su lengua —dijo una de las copias.
Temblando de pies a cabeza, Hidan pataleó presintiendo el cercano castigo.
—Vamos a castigar al desgraciado —susurró el clon a Itachi.
Las cosas se ponían oscuras para Hidan, que veía cómo los clones que no lo sujetaban, se amontonaban hacia el Líder. Cada cual se queja ante Itachi, encarnizados reclamaban la aplicación de una pena. Cada uno proponía un estilo propio de castigo y uno más que el otro creía tener la razón.
—Tiene que pagar, Itachi —aclamó uno de los clones.
Itachi consintió. Ileso Hidan no se iría.
—Insultó a nuestro Sasuke —clamó otro Itachi.
Itachi estaba de acuerdo. "Puta que se cree shinobi" Sasuke quería aprender, ávido de formar parte de Anbu como su hermano mayor. Sasuke se esmeraba por mejorar… Y Hidan, Hidan, Hidan un imbécil que no conocía a Sasuke ni entendía lo que Sasuke era para Itachi Uchiha.
Hidan estaba demasiado asustado para ponerse a pensar, que Itachi no estaba tan enojado porque Hidan lo llamó idiota, más irritado estaba por otra cosa.
— ¿Y si dejamos que se lo coman los cuervos? —opinó otra copia.
—Mejor le cortamos el pene y se lo damos de comer a los cuervos —dijo el más sanguinario de ellos.
—Le cortamos el pene y se lo damos de cenar a Sasori y Kisame, ellos se lo merecen por no obedecer rápido —propuso otro Itachi.
Ninguno de los consejos le parecía excesivo al hermano mayor de Sasuke, ya pensaba cuál sería el mejor correctivo para el religioso reincidente. Un mes en cama había sido muy poco, puesto que en un día Hidan hacía mérito para ser castigado. Esta vez, Hidan, se había pasado de la raya.
—Escúchame bien, para ti Sasuke es una virgen sagrada y casta. Atrévete a tocarlo o si quiera deja que alguien lo toque… Vuelve a decir que mi virgen es una puta, o deja que alguien diga eso de mi koibito… cuando me enteré, vas a saber que tu inmortalidad no es la gran cosa.
Los Itachi estaban serios. Hidan abrió sus ojos y se preguntó si realmente Itachi estaba cuerdo ¿Sasuke su koibito?
—Hidan, no creas que tu agravio se indulta con lágrimas, ¿sabes cuántos de mis familiares estarían vivos, si las lágrimas tuvieran un significado para mí? —preguntó.
Ese día, una noche en que las nubes cubrieron la luna, Itachi arremetió contra el clan Uchiha. Sangre fue derramada por todas las calles de la villa Uchiha, uno a uno fueron cayendo los portadores de ese apellido. Hasta que el Clan se redujo a dos herederos del sharingan, los dos hijos de Fugaku y Mikoto. Mucho antes de aquella trágica noche, alguien había accedido al corazón de Itachi. Sólo las lágrimas de Sasuke habían ablando el corazón de roca de Itachi y esa noche en que Itachi abandonó a Sasuke, lo escuchó gritar y lo vio llorar. Sólo viendo los ojos de Sasuke, fue inevitable, Itachi derramó unas lágrimas no por arrepentimiento, ciertamente Itachi estaba consciente de cada uno los homicidios cometidos, recordaba con un excelente detalle cada vida arrebatada por sus manos. Las lágrimas que salieron de los ojos de Itachi, fueron por Sasuke. Él sabía que lamentaría eternamente el daño que le hizo a Sasuke… Porque al final, menos doloroso hubiera sido darle una muerte rápida al pequeño. ¿Menos doloroso? Sería lo menos doloroso para Itachi, que creyó que el odio de Sasuke sería algo con lo que podría vivir… y no tardó mucho para que comprendiera que el odio de Sasuke lo hacía vivir en el infierno. Itachi odiaba su puta vida y sus compañeros de Akatsuki no hacían más que recordarle que hasta los criminales eran felices… Mientras que Itachi Uchiha sufría el profundo odio de la única persona en el mundo entero que le interesaba. Itachi sabía que no podía vivir sabiendo que había matado a su hermano menor, ¿cómo iba desprenderse de lo más preciado de su nada alegre vida? Entonces creyó que si Sasuke vivía aunque lo odiara… sería cien veces mejor que vivir sabiendo que mató a la única persona que le sacaba sonrisas de su boca seria; y nada le decía que el odio de Sasuke por él… sería mil veces peor de lo que hubiera imaginado. ¡Nada lo preparó para ver los ojos de Sasuke contaminados de odio! Por eso Itachi odiaba a sus compañeros, Sasori no luchaba contra el odio de Deidara, porque el rubio tonto lo adoraba como Hidan veneraba a Jashin. Kisame sorprendentemente armonizaba las dos personalidades de Zetsu. Hidan no era del todo romántico, pero atendía bien a Kakuzu. Tobi era Tobi y vivía feliz molestando a Deidara y Sasori y comiendo los dulces que gentilmente le obsequiaba Konan, siempre que se portara bien… Itachi… Soportó las miradas duras de Sasuke y las amenazas de muerte lanzadas contra él. Deidara le había declarado a Sasori su amor, un día en que todos, incluido Pein, estaban presentes, aunque también Sasuke le hizo una declaración… de la que Kisame Hoshigaki fue testigo, pero no fueron palabras amorosas. Deidara dijo "Te amo", Sasuke escogió palabras crudas "Voy a matarte". La declaración de Sasuke fue de odio eterno. Por eso odiaba a sus compañeros… O quizá no quería admitir que les tenía envidia.
El tormento interno de Itachi ni remotamente era imaginado por sus compañeros de Akatsuki, Kisame que compartió innumerables travesías junto a Itachi ni tenía idea del dolor de su compañero. Pero ¿cómo iba darse cuenta? Itachi lucía tranquilo e inconmovible las veinticuatros horas del día. La única vez que Kisame notó una reacción rara en Itachi, había sido la vez que se encontraron con Sasuke Uchiha y esa vez los ojos de Itachi se desorbitaron ante las súbitas palabras de odio de Sasuke.
Itachi había conocido la felicidad en su corta infancia, cuando Sasuke le sonrió… Itachi recuperó su felicidad, porque su felicidad volvió a su habitación y concretamente se acostó en su cama. Su felicidad era casta y venía una perra de lengua sucia insultando lo más preciado de Itachi. ¡Imperdonable! La ofensa contra Sasuke se equiparaba a un bofetón propinado al propio Líder. Hidan tenía que ser llevado a la guillotina. No había perdón, no existía salvación para Hidan.
Si alguien golpeaba a Sasuke… ese alguien tenía que perder el brazo.
Si alguien pateaba a Sasuke… ese alguien tenía que perder las piernas.
Si alguien insultaba a Sasuke… Ese alguien…
—Tu lengua… No la necesitas —Y ya lo había decidido. Las palabras resbalaron despacio.
La decisión fue tomada y los Itachi rieron desagradablemente. Entonces los tres clones que mantenían inmovilizado a Hidan, ejercieron más fuerza sobre el inerte religioso. Un cuarto Itachi sujetó la lengua.
Hidan se paralizó y horrorizado vio al Itachi verdadero acercar una kunai hasta su boca. Itachi había dicho: "Tu lengua… No la necesitas" y fue mucho más claro que Pein al dar órdenes ¿Qué iba a hacer? Itachi no sería capaz. El horror se presentó cuando Itachi realizó el primer corte y no pararía hasta arrancarle la lengua.
"Si alguien insulta a Sasuke… Ese alguien pierde la lengua" pensó Itachi, en un trance inconmovible. ¿Cuántas veces lo había dicho desde que Pein se largó? ¿Ellos no entendían? Tenían que respetarlo como hicieron con Pein. ¿Por qué Hidan no podía hacer algo tan simple como cerrar su boca? ¿Había que coser su boca? "Coser su boca…" la idea cruzó por la mente de Itachi. También hubiera sido una buena lección, pero ya escogió el castigo del corte. Itachi se tentó de un cambio de plan, más hacerlo sería mostrar vacilación y un Líder debía ser resoluto.
El dolor que muchas veces sintió, Hidan había disfrutado del dolor, pero siempre que alguien más sintiera la misma agonía. El ritual de Hidan consistía en dañarse a sí mismo y paralelamente provocar las mismas heridas en su oponente. Totalmente diferente, el padecimiento ni era sentido por Itachi que seguía cortando la carne. Los ojos de Itachi giraban y las pupilas de Hidan se sacudían en un sentimiento de extremo terror, mientras de su boca brotaba sangre como de un manantial floreciente. Cuando la lengua fue desprendida, el torturado observó al torturador y se encontró con la mirada vacía de un asesino.
No era la primera vez que Hidan era desmembrado, pero si era la primera en que le seccionaban la lengua. Kakuzu se había encargado de "remendar" a su novio después de que sufriera amputaciones crueles. Algunas de ellas más que crueles eran merecidas… Una vez Pein le cortó la oreja izquierda a Hidan por escuchar conversaciones a las que no fue invitado, pero Pein después de pasadas dos horas le dio la oreja a Kakuzu para que se la recompusiera. Kakuzu espero que Hidan reflexionara sobre lo que había hecho antes de coserle la oreja, no tuvo éxito y al segundo día se compadeció de su amado y se la costuró sin que Hidan aprendiera nada de sus propios errores. Otra vez fue el Líder quien amputó a Hidan, solo que ese Líder ya no era el silenciosamente bondadoso Pein. Era claro que Hidan no recuperaría su lengua de una y ni con la ayuda de Kakuzu doblaría la voluntad de Itachi Uchiha.
—Ni te atrevas a mencionar nada de lo que pasó, ¿entendido? Si decides hablar… Haré que estos cuervos se coman tus ojos, eh tampoco es que seas capaz de hablar —se burló el Líder.
Los clones rieron macabramente y felicitaron el castigo impuesto por el Líder temporal. Un charlatán sin su lengua era como un Kage sin un pueblo, un músico sin su instrumento musical, una cocinera sin olla o un Naruto sin ramen. Por ello era el escarmiento perfecto para Hidan.
Desplomándose Hidan tocó el suelo. Itachi le dio la espalda a Hidan y se escuchó un ruido como de un objeto siendo arrojado, luego el sonido hueco de unas palmas golpeándose entre sí. El Líder miró fijamente a uno de los clones, éste escondió algo en sus ropas. Itachi corrió la vista a sus manos y tiró la kunai hacia atrás, a un lado del religioso. Entonces distendió sus brazos y dobló su cuello ante el espantado Hidan.
— ¿Ven algo raro en mí? —preguntó el sanguinario verdugo.
Siguió estirando su cuerpo, tronó los huesos de sus manos y aún no se contentaba. Quería lucir impecable ante su damisela y los clones murmuraban entre ellos ávidos de ayudar al verdadero Itachi.
—Es cierto que él es un genin, pero tienes algo de sangre en las mangas. Deberías cambiarte o Sasuke lo notará —vaticinó uno de los clones.
Gruñendo Itachi aceptó el consejo y se quitó su atuendo de nubes.
—Estas cosas me ponen de mal humor —bufó el Líder.
—Sé de algo que te cambiará los ánimos —susurró uno de los Itachi y metió el dedo índice en su boca y la sacó con seco "pop"—. ¿No te parece que esperamos demasiado? Creo que debiste tomarlo la primera vez que te besó, si él te quería…
—No… —negó enseguida Itachi—. Él no entendía nada. No tiene sentido coger a un niño que no comprende lo que le hacen, hubiera sido insensato y prematuro —razonó el Líder.
Aquella vez que Sasuke lo besó, quizás no entendía el significado de un beso dado en la boca. El beso que Sasuke depositó en sus labios, había sido casto y blanco como un beso de una sacerdotisa. Sasuke quería a Itachi, era tan fácil de ver. Sasuke amaba a Itachi más que a su propia madre. Itachi sabía que ese cariño de Sasuke era puro y era lindo sentirse querido, pero Sasuke se preocupaba de una forma exagerada por su hermano mayor… Esto daba que pensar a Itachi. Aunque Mikoto y Fugaku no lo notaron ese amor viablemente se convertiría en noviazgo, porque Itachi ya había elegido a la persona que pretendía cortejar y Sasuke ya sabía que Itachi era su persona más importante, le faltaban unos añitos para que la adolescencia le hiciera notar que deseaba el cuerpo de Itachi así como él esperaba por algo que iba mucho más allá que un inocente beso sobre los labios.
Todos los Itachi le dieron una última mirada a Hidan y decidieron regresar con Sasuke, uno a uno iban desapareciendo con cada paso. Hidan respiró agitado, en ese momento, aunque quiso, ya no pudo maldecir. "¿Qué hizo con mi lengua?" pensó temblando y escupió sangre.
~~~ItaSasu~~~
Deidara y Tobi ya estaban haciendo estragos en la cocina. Deidara metía la pava al fuego, y al rato Tobi sacaba la pava. Deidara ponía unos panecillos rancios en un platillo, y Tobi los volvía a meter en la bolsa y en su lugar colocaba algunas galletas de chocolate. Deidara sacaba la Vajilla de Té y Tobi cuidadosamente volvía aguardarla. Deidara decoraba la bandeja con pétalos de margarita y Tobi las quitaba y en su lugar tiraba pétalos de clavel.
Los sirvientes estaban preparando el Té para el Líder, cuando el resto se acercó a la cocina, Deidara y Tobi se movían como verdaderos shinobis pero francamente sin ningún tipo de coordinación y se dieron varios codazos y hasta caderazos. Zetsu vio impactado como el rubio y el chico hacían las cosas al revés, tuvo que gritar dos veces para poner orden. Kakuzu tomó a Tobi por los hombros y lo obligó a sentarse en la silla. Zetsu tomó la mano de Deidara y le dijo que se calme. Kisame, por cuenta propia, se hizo de la Vajilla de Té y decidió lavarla antes de correr el riesgo de que Itachi se enojara.
Una vez que Deidara y Tobi estuvieron controlados, Zetsu reordenó las tareas de sus compañeros. Kisame se haría cargo de dejar reluciente la vajilla, Deidara buscaría la mermelada y Kakuzu haría el Té. Ya habían perdido siete valiosos minutos de los diez que Itachi les concedió, e iban a tardarse más en subir todo listo a la habitación del Líder. Sin embargo, era mejor tardarse unos minutos más que hacer las cosas mal. Por eso, Zetsu se dividió en dos, mientras el Zetsu blanco iba al pueblo más cercano por unos panecillos, el Zetsu negro iría al invernadero por el jazmín.
Entres las miles de plantas, el Zetsu negro pudo encontrar a la valiosa flor jazmín. Había miles de especies en invernadero de Zetsu, de éstas pocas eran flores. La suerte quiso que Itachi pidiera por una flor que Zetsu tenía. El caníbal cortó el jazmín para aromatizar la infusión, también se llevó unas ramitas de canela que guardaba celosamente en su despensa naturalista, que no compartía con nadie, más a raíz de la amenaza de Itachi otra no le quedaba. Entre dar su preciada canela, que conservaba con tanto amor para futuros desayunos con Kisame, y poner en peligro a su novio… No había elección, ya que ¿quién le acompañaría las tardes en la habitación? ¿Quién le daría amor? ¿Quién le calentaría las noches de invierno? ¿Quién más que Kisame lo haría feliz? Kisame o la canela. Ni tenía que razonarlo. Ofrendar la canela era lo mejor… porque, su amante estaría a salvo de una furia (a no dudar que se daría) de Itachi si no le daban lo que pidió. Zetsu temía por la seguridad de su amado Tiburón y no quería verlo llorando y sufriendo a causa de su egoísmo. Algo enojado le alcanzó las cosas a Kakuzu, que enseguida las tomó.
Tobi notó que Zetsu ni lo había mirado cuando ordenó al grupo. Agarró las galletas de chocolate y ya que nadie quería usarlas, Tobi se las engulló mientras miraba a sus compañeros correr de un lado a otro.
— ¿Y yo qué hago? —preguntó animado Tobi, ya estaba aburrido de mirar. Además ya se había comido todas las galletas.
—Tú sólo quédate ahí. Tobi, eres el supervisor ¿de acuerdo? —rogó Kakuzu, apresurándose a deshojar algunos jazmines.
Como Tobi no paraba de hacer preguntas, Zetsu le dijo que Pein había escondido algunos dulces en el laboratorio de Orochimaru y una mentira basto para librarse del molesto chico.
A penas Tobi desapareció, Kisame se apresuró a poner la vajilla en la mesa. Deidara acercó la mermelada en un pequeño plato. El recién llegado Zetsu blanco colocó los panecillos en la vajilla. Por último Kakuzu con el mayor cuidado sirvió el té. Para terminar de decorar Kisame tomó los tres jazmines que Kakuzu no usó y tiró los pétalos sobre la vajilla. Deidara nervioso le preguntó a Zetsu si hicieron bien el trabajo. Los dos Zetsu se miraron entre sí y se acercaron al té, olfatearon y fueron recompensados con un olor de jazmín de té.
Ya estaba listo.
— ¿Qué están haciendo? —preguntó Sasori, recién entrando a la cocina.
Deidara miró duramente a su novio y prefirió centrarse en sus amigos.
—Está listo —informaron los dos Zetsu, e inmediatamente se unieron en uno—. Deidara, súbeselo al Líder.
El rubio asintió y con la aceptación de Deidara, en la cabeza de Sasori resurgió la amenaza: "Ya verás lo que le haré a Deidara". Deidara iba a subir el Té. Itachi estaría esperándolo y cuando el ingenuo entrara, lo empujaría contra la cama y…
—No… él no —negó el pelirrojo.
No le hizo caso, el rubio cogió la bandeja entre sus manos, pero Sasori también puso una mano en la bandeja. Deidara la levantó hasta su pecho pero Sasori se negó a dársela. Deidara jaló, también Sasori tiró la pieza. Ninguno quería soltarla, forcejearon y la frágil porcelana terminó por caer. El ruido de la bandeja partiéndose en fragmentos, paralizó al shinobi de la Roca.
—Te mato, Sasori —amenazó Deidara.
—Te advertí que la soltarás —respondió Sasori.
—Cállense —pidió Zetsu —. Tenemos que hacerlo de nuevo, Deidara.
Dispuesto a ayudar, Sasori sacó unas hierbas de su bolsillo. Las había traído de su laboratorio y sabía cómo lograr la infusión perfecta para Itachi, después de todo Sasori siempre se encargaba del Té de Itachi. Pero, Kakuzu que había visto cómo Sasori arruinó la misión, dio un golpe fuerte en la mesa. Estaba harto, Sasori los mandaba a Konoha, Sasori hacía que violaran a Sasuke, le dolían los cuatro corazones, casi le da un infarto cuádruple y encima Itachi no estaba feliz y amenazó con violarlos a todos. Sasori no hizo más que empeorar la situación.
—Dile a tu novio que no lo necesitamos, Deidara —dijo Kakuzu.
Kakuzu exageraba. Sasori no pensaba en abandonar a Deidara, además Itachi ordenó que fueran todos a la cocina. Era lo justo, la misión era de todos y no era momento para hacerse los ofendidos. Más Sasori debía ser único que pensaba de ese modo…
—Ex —corrigió Deidara y se cruzó de brazos.
Lo escuchó, el pelirrojo puso ambas manos sobre la mesa y agachó la cabeza. No querían su ayuda, Sasori recién comprendió que sería difícil entrar en el grupo. Pero esa no era su misión más complicada, lo de su novio no era un pequeño berrinchito y Sasori temía que no se le pasara en unas horas como imaginaba.
— ¿Quieres que me largue? —Su voz era clara, pero el corazón de Akasuna No había sufrido un golpe.
Kakuzu y Zetsu se dieron cuenta que Sasori le hablaba al rubio. Deidara tenía que decir "no, estás loco, por supuesto que te necesitamos", pero Deidara no respondió. Entre ellos las cosas estaban dichas. Deidara no iba explicárselo de nuevo, había problemas más importantes: el Té de Itachi-sama.
Por más que esperara, Sasori, pese a desear, no creía que su novio le pida que se quede. Pein siempre decía que Itachi y Sasori compartían algunos rasgos. Quizá, si Itachi podía vivir siendo el hombre no amado por nadie, Sasori podía aguantar un poco, ¿no? Sólo que Itachi nunca fue el hombre no amado por nadie y ahora Sasori era el hombre ignorado por los suyos.
—Ya entendí —expresó el pelirrojo.
Con pesadez Sasori se dio la vuelta. Deidara miró la espalda de Sasori, tenía ganas de tirarse sobre él, pero Sasori fue muy cruel con Sasuke. Deidara creía que si perdonaba a Sasori, sería como consentir todo lo malo que sufrió el pequeño gennin. No iba a hacerlo, Deidara siempre estaría del lado de la gente inocente. (NA: Hahaha)
~~~ItaSasu~~~
(En Konoha)
Naruto estaba contándole todo a la Hokage. Tsunade miró hacia Shikamaru, éste asintió. Ella sopló un poco de aire y a Shizune se le erizó el pelo.
— ¿Me están diciendo que Uchiha Sasuke ha sido secuestrado hace tres días? —les preguntó, pero solamente miró a Naruto.
Neji y Kiba no hablaron desde que entraron a la oficina de la Hokage. Shikamaru tampoco lo hizo. Naruto parecía ser el único capaz de contestarle a la Hokage.
—Abuela, yo voy a ir por Sasuke —afirmó el rubio, con una seriedad que dejó sin palabras a Tsunade.
La quinta se quedó en silencio. Naruto tenía los ojos fijos en ella. Ya había preparado su armamento, engulló ramen como para cinco días de viaje y no esperaba nada de Tsunade, sólo que no se negara.
—Naruto… —comenzó, su voz vaticinaba oposición —. Esto de Sasuke, pasa muy a menudo —comentó la quinta—. Parece que Sasuke es alguien al que siempre van a secuestrar… ¿no?
Si ella hubiera sabido que tenía que lidiar con un niño engreído al que diariamente le tenían que buscar el rastro, no habría aceptado ser la Hogake. La primera vez que ella había visto a Sasuke no le preocupó mucho saber de él, pero ver a Sakura Haruno llorando le había recordado a ella misma. Y… Naruto, siempre se había preocupado por su amigo. La misión de hace unos meses, que encabezó Shikamaru para encontrar a Sasuke Uchiha, logró cumplirse… Pero a un costo que ella no volvería a correr. No estaba dispuesta a ceder, la quinta ya pensaba cómo decirle a Naruto que no los dejaría salir de la aldea.
—Sasuke no se fue con Orochimaru, Sasuke entendió que mucho más importante que la venganza es la amistad. Sasuke comprendió, y no quiere ver a ese viejo ni a Itachi Uchiha—respondió Uzumaki.
"Itachi" Ella no se esperaba esa revelación. ¿Ahora el secuestrador era Itachi Uchiha?
— ¿Me estás diciendo que ahora es Itachi Uchiha, él que vino por Sasuke? — "En qué está pensando ese tipo… ¿Ahora es Itachi quien seduce a Sasuke? ¿Con qué propósito?"pensó Tsunade.
Cerca… La quinta estaba cerca de encontrar las respuestas al crimen cometido en su aldea, porque lejos de Konoha, Itachi estaba "seduciendo" a Sasuke.
—Sí —afirmó Naruto.
Tsunade miró fijamente al rubio.
—Estoy seguro que sí —repitió, creyendo que ella no confiaba en nada de lo que decía—. No sé dónde lo llevó, no sé por qué, no sé cómo buscarlo… Pero, yo voy dar la vuelta entera al mundo ninja y al final lo voy a traer de regreso, con nosotros sus amigos y su única familia.
Una vez más Tsunade fue sorprendida por la valentía del genin. Un amigo como el rubio era invalorable… Dejando de lado la sangre de Sasuke, lo que representaba su sangre para Konoha y el valioso Sharingan, ¿Realmente valía la pena arriesgar la vida de Naruto por Sasuke? Tsunade recordó el estado crítico de Hyuuga y el cuerpo deplorable de chouji, las fracturas de Kiba y Akamaru y el dedo quebrado de Shikamaru, la vez que ellos salieron en busca de Sasuke. ¿Arriesgar el Byakugan por el Sharingan? Hasta ahí, ¿arriesgar a todos ellos? Tsunade no estaba loca, y no iba a cometer los mismos errores.
—No… Entiendo lo que debes estar sintiendo, pero ustedes no se van a ninguna parte. Acabo de enviar a Kakashi a una misión, vas a tener que esperar una semana Naruto.
Naruto se rió.
—No necesito a Kakashi. No voy a esperar una semana, debo ir a buscarlo ahora —insistió Uzumaki.
—No dije que no haremos nada. Si es cierto que Uchiha ha vuelto a ser secuestrado, ANBU se hará cargo. Está misión es de algo riesgo. Por mucho que estés seguro Naruto, Sasuke bien pudo ser llevado por Orochimaru o incluso ser definitivamente seducido por él.
Como lo pensó, la quinta no iba aprobar la salida de ninguno de ellos.
—No… Ya lo sabía, Hokage. Usted no nos permitirá salir como esa vez, porque Neji casi murió y de no ser por Kakashi y ANBU la misión hubiera fracasado. Sé lo que pasó, lo entiendo y no necesita mentirme —expresó Naruto serio—. Pero ya cumplí.
La quinta fue sorprendida por la claridad del gennin. Shikamaru observó a Naruto. Akamaru dio ladridos alegres y Kiba sonrió mostrando sus colmillos. Neji sonrió.
—Debo admitir que Naruto tenía razón y yo estaba equivocado —dijo Neji, cerrando los ojos.
Nada preparó a Shizune para lo siguiente, los cuatros shinobis desaparecieron en una pequeña explosión.
— ¡Tsunade-sama! —gritó alarmada Shizune.
La rubia dio un pequeño chasquido. Se levantó hacia la ventana y no parecía intranquila.
—No importa… Desde que entraron algo andaba mal en ellos, Naruto ha crecido bastante en tan sólo unos días, pero sigue siendo un tonto. No me lo hubiera esperado de Neji, pero Naruto cambia la voluntad de todas las personas que lo rodean. Kurenai no va estar contenta con Kiba, pero estoy segura de que Shimakaru podrá cuidar de ellos —aseguró —. Vamos a darles un tiempo.
—Tsunade-sama… ¿y Sakura? También es parte del grupo siete — Shizune estaba preocupado por la chica.
Ella se preguntó si Sakura estaría al corriente de las últimas noticas. Tsunade se acordó que la compañera de Naruto le pidió que la entrene tras la vuelta del escuadrón de Shikamaru, que había completado la misión de rescatar a Sasuke Uchiha de Orochimaru. Sakura estaba contenta con el regreso de Sasuke, y le agradeció a Naruto por haber cumplido su promesa de traer a Sasuke. Kakashi e incluso los hermanos Sabaku No, se habían ido unido a la lucha para derrotar a los ninjas del Sonido. Naruto pudo convencer a Sasuke de no irse y Kakashi se había comprometido a entrenarlo arduamente y también juró buscar un mejor sensei para Sasuke cuando ya no pudiera enseñarle nada. Pese a haber dicho que estaría eternamente agradecido con Naruto, Sakura se sentía deprimida por no haber sido útil en aquella misión. Haruno quería hacerse fuerte y le había pedido a Tsunade que la ayudara a convertirse en una kunoichi igual de fuerte que ella.
—Prometí que iba a entrenarla, eso haré desde mañana —dijo la Hokage.
Shizune asintió y salió de la oficina.
~~~ItaSasu~~~
Itachi caminó algo apresurado, detrás lo seguían los clones. Uno de ellos se mofaba de tener la lengua de Hidan, y aunque estaban deseosos de servirle una vinagreta de lengua a Sasori, sabían que Itachi ordenó meter la lengua en un frasco con algún líquido de conversación. A diferencia de los Akatsuki, los clones sabían cumplir las disposiciones al pie de la letra. Itachi empujó una vieja puerta y todos entraron al antiguo laboratorio de Orochimaru y siguieron las instrucciones de Itachi. Uno de los clones tomó un frasco vacío, otro copia volcó algunas soluciones en dicho envase. Luego de meter la lengua, el clon se lo mostró a su Líder. Itachi se limitó a darle una ojeada al líquido verde en que estaba sumergida el trozo de carne, aprobando el resultado.
El líder se estaba pensando en dejar la lengua de Hidan en el laboratorio, cuando se oyó el sonido de pasos. De inmediato, el grupo dobló la cabeza hacia la puerta.
—Un, dos, tres… Toca la pared… Un, dos, tres toca la pared —cantaba una vocecita juguetona.
Intercalados al canto, iba el sonido de tres golpes sobre algún muro. Los clones dejaron de murmurar entre ellos y miraron curiosos al Líder. Los golpes no cesaron, Itachi dio la señal de guardar silencio. Lo mejor era dejar que el Akatsuki de afuera pasara de largo.
Pero no se iría, él no se marcharía.
—Un dos… Orochimaru-sama ya se fue —rió la voz y dio unos cuantos golpes en la puerta.
No había nadie allí. Tobi miró la desgastada puerta de madera, la serpiente ya no estaba en la madriguera y Tobi se divertía golpeando la puerta porque estaba al tanto de que no vería la cara lívida de Orochimaru. Nadie iba a atenderle… Ahí estaban los dulces que Zetsu mencionó. Tobi sonrió felizmente, cerrando su ojo descubierto, entonces la puerta se corrió. Una mano jaló al sujeto que llamaba en la puerta. Tobi sintió el tirón, pero se quedó petrificado y fue arrastrado hacia aquellas profundidades.
Absolutamente oscuro, así estaba el laboratorio del sannin. Y de repente, se prendieron miles de focos rojos. No eran lámparas, era el ojo de Lucifer y su legión de demonios. Todos los puntos infernales miraban al recién llegado. Tobi se corrió hacia la pared y aquellos seres de horrendos ojos luminiscentes se acercaron todavía más. Las figuras se aproximaban con las intenciones menos amistosas. Retrocediendo, Tobi chocó con un mueble. De enderezó y se corrió hacia el fondo… La salida ya estaba lejos.
—Tobi —llamó una de las criaturas de la noche.
Tobi casi chocó contra una pared, se dio la vuelta y los ojos rojos ya lo habían acorralado.
"Ojos rojos" Pensó Tobi. "Es un demonio" dijo una vez Kisame. Era Itachi el dueño de aquellas linternas infernales… Itachi y un considerable grupo de copias.
Itachi estaba a un paso del rostro de Tobi.
— ¿Qué haces por aquí? Les ordené permanecer en la cocina ¿o es que ya terminaron? —Raro, si que era raro que Tobi anduviera solo.
Itachi puso una mano sobre la pared. Tobi pegó todo el cuerpo contra el muro. Los talones, las pantorrillas, la cintura, los hombros tocaban la pared. Era como si intentara traspasar la misma. Allí mismo Tobi deseó ser Zetsu y así poder escapar de las garras del Líder. Zetsu era el bendecido del grupo, por ser el único que podría fugarse.
Las sombras no obstruían la vista de Itachi, él veía el terror que acechaba al chico. Algunos de los clones soltaron una risita.
—N-no… —tartamudeó—, n-no, I-Itachi-sama… —dijo atemorizado y atropellando las palabras en su garganta. Quizá si respondía rápido, Itachi lo soltaría enseguida.
A solas con Itachi, algo que ningún Akatsuki deseaba, no después de que se enteraron de que convivían con un violador serial. La menor equivocación desencadenaría en un castigo, Tobi grabó fuertemente el recordatorio del Líder: "Espero que el ejemplo les haya servido de persuasión" ¡Y vaya que sirvió de persuasión! Pegó sus rodillas temblorosas y trató de levantar la cabeza ¡Tobi quería obedecer!
Itachi lo miró sospechosamente, Tobi traspiraba cobardía. Itachi sintió el olor del miedo, y estaba decepcionado. Si estaba cagándose del miedo, qué pasaría si Itachi usaba el mangekyou sharingan. Seguramente, Tobi se moría de un infarto.
— ¿No? Pero parece que tienes tiempo libre —comentó y respiró sobre la cara del chico.
La respiración de Itachi era imposible de soportar para Tobi, ¡Si hasta temía que Itachi estuviera aspirando todo el aire del laboratorio! Si Tobi no moría a manos de Itachi, iba a morir asfixiado. Lentamente, el miedo traspasaba su cuerpo.
—N-no… digo, s-sí… e-es que… —volvió a trabarse con la saliva.
El suplicio se hizo insoportable, ni pudo defenderse de simples comentarios. Los clones volvieron a reírse.
Uno de las copias agitó el frasco con la lengua. Itachi escuchó el sonido, fue inevitable que recordara lo que le hizo a Hidan y, en su mente, sumergió el pedido de Sasuke: "No les hagas nada…" ¿Eso incluía a Hidan? "No les hagas nada" No hacer nada a Sasori, Deidara, Tobi, Zetsu, Kakuzu y Kisame, a ellos. Literalmente sí. Itachi siguió mirando a Tobi. El trato consistía en no lastimarlos, aún tenía poder de mando sobre Akatsuki.
—Mmmm ¿Te gustaría hacer algo por mí? —inquirió desagradablemente amable.
Tobi no era bueno en la cocina, tal vez los demás lo expulsaron para que no hiciera líos. Si era así, no era apropiado darle rienda, Itachi pensó encomendar un recado a Tobi: Sacar más dinero a Kakuzu y comprar con el dinero algunas cosas para Sasuke.
Tobi tenía mucho miedo ¿Así fue cómo acechó a Sasuke? ¿Itachi estaba desplegando su instinto violador?
—Itachi-sama… No se acerque —gimoteó Tobi.
¡Y Dios! ¡Qué tuviera piedad! Pero… ¿un violador tiene piedad? Absolutamente no.
— ¿Por qué? —preguntó el Líder, se inclinó un poco en el oído de Tobi.
No pensaba hacerle nada, aunque tenía curiosidad por el temor infundado de Tobi. Tampoco iba a golpearlo, gracias a Tobi era el Líder. Tobi solito fue el que se cargó la paciencia de Pein. La huida de Pein, le trajo tardes repletas de atenciones a Itachi. Recibía desde masajes de Kakuzu hasta comida de Deidara y era un espectáculo ver a Sasori con delantal. Tal vez debía premiar a Tobi y ciertamente quería hacerlo pero no quería mostrarse blando, por eso esperaba la manera de agradecerle a Tobi sin que el chico se diera cuenta.
Por el contrario, al sentir la respiración de Itachi en su oreja, Tobi gritó como dios manda. El peor de los asesinos, el peor de los criminales no piensa en nadie más que en sí mismo. El corazón de Tobi gritaba. No era humano, esa tortura no era humana… ¿Cómo Pein los abandonó con ese enfermo?
Y cuando Tobi se preparaba para el desencadenamiento de la violencia, una pequeña luz chocó contra la mejilla de Itachi. Un haz de luz impensado, vino de la puerta.
—Itachi-sama —llamó alguien.
Todos giraron hacia la puerta. La luz remarcaba la sombra parada en la entrada, los cabellos cortos y revolados fueron los que le dieron la pista a Itachi de que Sasori también husmeaba seguido en el nido de la serpiente.
—Itachi-sama —repitió Sasori, sin advertir lo extraño que debía verse reiterando el llamado.
Respiró, luego quitó sus manos de los hombros de Tobi. Itachi notó el coro raro de Sasori, su voz firme parecía quebrada. Ni se había movido y simplemente miraba desde la puerta. Sasori fue alertado por el grito de Tobi y estaba sorprendido de ver a Itachi acorralando a Tobi en la pared.
—Seguro ya terminaste con lo que te encargué cómo para que estés paseando, Sasori —comentó sarcástico el Líder, y caminó hacia el pelirrojo—. Más te vale que tú y tu ramera hagan bien las cosas.
Itachi salió al pasillo, giró la cabeza un poco y volviendo a mirar a Tobi dijo:
—Tienes suerte, se acabó nuestro tiempo… Ya hablaremos, Tobi.
Los clones que estaban alrededor de Tobi, se convirtieron en cuervos y volaron hacia el Líder. Algunas plumas negras cayeron sobre el piso, los graznidos resonaron, mientras Itachi fue rodeado por los pájaros y se desvaneció con ellos.
¿Qué dijo Itachi? ¿Fue eso sugestivo? Sasori estaba confundido. ¿Qué le estaba haciendo Itachi a Tobi? ¿Por qué Tobi gritó? Él… no estaría… ¿Le hizo algo a Tobi? No, Tobi estaba vestido e Itachi también. Además ni pasó media hora desde que vio a Itachi, ¿será que el Líder manoseó a Tobi?
—Dime ¿Qué pasó exactamente? —preguntó Sasori.
Bien, aunque Sasori no quisiera creerlo, un vistazo a Tobi habilitaba a decir que el violador volvió a atacar.
Sin responder, Tobi se tapó la cara con su brazo izquierdo y corrió hacia la cocina. No se atrevió a mirar atrás, a penas pudo escapar de las garras del depravado. ¿Qué hubiera pasado si Sasori no venía en su auxilio?
Cuando entró en la cocina, se sentó al lado de Kakuzu. Zetsu no prestó atención a Tobi y siguió hablando con Kakuzu.
No podía olvidar lo que sucedió en el laboratorio de Orochimaru. Tobi se horrorizó al rememorar lo que Itachi le había hecho en la oscuridad. Itachi planeó todo, ¿no? Esperó a Tobi en el refugio de la serpiente porque sabía que Tobi iba allí por los dulces. Los ojos de Itachi eran espeluznantes, Tobi volvió a temblar de miedo.
—Pein-sama va a regresar ¿no, chicos? —soltó en un llanto el chico "Tobi no quiere que le hagan lo mismo que a Sasuke"
Kakuzu se levantó de su lugar, se plantó frente al chico y para sorpresa de Zetsu, el zombi abrazó a Tobi.
—Por supuesto que va a volver por nosotros ¡Vamos! El verdadero Líder no puede tomarse un año de descanso, aún nos falta rastrear a muchos bijuus ni hablar de atraparlos —animó Zetsu.
¿Cuánto tiempo podía estar enojado? Pein no iba a estar toda la vida enojado, eso creía Zetsu. El enojo de Pein siempre fue de dos días o unas horas, ponía castigos pero resultaban ser justos y cortos. Sin embargo, no se trataba del tiempo que dure la ira del shinobi de la lluvia, sino de cuánto se haya acostumbrado a estar lejos de Akatsuki. Ellos ni se imaginaban que una persona que se toma unos meses de descanso… difícilmente vuelva de buena gana, más cuando no tenía la obligación de volver.
—Tengo la esperanza de que Pein-sama nos salve del diablo, ya hasta extraño las misiones que hacíamos —comentó Kisame.
—Sí, todos extrañamos a Pein-sama y a Konan. Es cierto que Itachi es poderoso… pero Pein-sama tiene virtudes que Itachi nunca tendrá y el título de Líder le queda grande, más grande que su ego —lanzó Zetsu.
—Imaginármelo junto a Sasuke, me hace pensar en la bella y la bestia —dijo Kakuzu—. Es que Sasuke resplandeció con su Kimono celeste e Itachi… siempre me pareció siniestro, ahora que sabemos que es un violador, creo que es una bestia.
—La bella —murmuró el lado blanco de Zetsu — y la bestia —completó el Zetsu negro.
Tobi se asustó con la voz cambiante de Zetsu. Kakuzu ya estaba extrañando a Hidan, esperaba que el mal humor no le durara el día entero. Ahora necesitaba tenerlo cerca ¡Nadie podía andar solo cuando tenían a un violador cerca!
~~~ItaSasu~~~
Sasuke estaba preocupado. Quería saber lo que estaba sucediendo. Hizo miles de círculos en la habitación de su hermano y no lograba serenarse. ¿Cómo podía estar tranquilo? Si… Deidara y Tobi se escandalizaban y soltaban todo, sería el final de su venganza. ¡Kisame y sus amigos verían a Sasuke como un llorón mentiroso! Eso no sería lo realmente malo, claro mientras no lo supiera Naruto Uzumaki y desperdigara el cuento en Konoha. Había algo en lo que Sasuke no pensó mientras armaba todo ese teatro ¿Qué reacción tendría en Itachi que además de ser acusado de asesino serial, torturador y autoritario, ahora se le sumaba la acusación seria de violador enfermo?
Itachi nunca se enojó con él. Sasuke buscó en sus recuerdos a un Itachi furioso. Recordó a Itachi alzando la voz contra su padre, contra otros shinobis e incluso contra ANBU. Pero no había, en sus memorias, miradas duras de Itachi dedicas a él. Si existían ojos sombríos, vacíos… que rápidamente se trasformaban en sonrisas. A Sasuke le extrañaba que todos dijeran que Itachi era oscuro, ciertamente Itachi se alejaba de las personas y rehuía de las festividades, pero Sasuke veía desde otro ángulo a su hermano mayor. Itachi era una persona solitaria para la gran mayoría de las personas e incluso dentro del Clan era consideraba él más frio, aunque a los ojos de Sasuke no había persona más cálida que Itachi Uchiha. Sin embargo, durante últimos años de hermandad, Sasuke se convenció de que si había un recuerdo oscuro…
La noche en que Itachi mató a sus padres, lastimó cruelmente a Sasuke… volver a recordar eso, causó un estremecimiento en Sasuke. ¿Qué le garantizaba que Itachi no iba a volver a lastimarlo? Itachi no lo mató… Itachi respetó su vida… Itachi le pidió perdón.
Sasuke dejó de caminar y se tiró boca abajo sobre la cama, quería vaciar su mente, pero no paraba de pensar cómo se tomaría Itachi aquella mentira. Tal vez si hacía algo para entretenerse la sensación de culpa se iría, Sasuke se paró y trató de desajustarse el obi. Le demoró unos minutos pero pudo quitárselo. Ninguno de los accesorios del kimono tenía arreglo, tampoco estaba interesado en conservarlo, más aún si pensaba que eran un obsequio del titiritero loco.
No quería pensar, pero seguía pensando.
"Si no les haces nada…yo" ¿No había sonado como una maldita chica calentona? No le gustaba recordar su voz suave, tratando de llamar la atención del Líder. Sasuke odiaba que las chicas se le pegaran, le desagradaba esa conducta. Sakura se había acercado confianzuda a él, a pocas horas de que Iruka leyera la formación de los equipos después de que se graduaron de genin. Sasuke habría estado encantado si Hinata Hyuuga hubiera sido su compañera junto a Naruto Uzumaki, pero justamente le tuvo que tocar con Haruno. Desde un comienzo, Sasuke decidió hacer lo que había aprendido de Itachi –y si quería odiarlo, tal vez no debería seguir los consejos de su hermano mayor–, ignorar olímpicamente a las personas que lo incomodaban. La mejor arma era la indiferencia y Sasuke creía que sus fans se cansarían pronto al comprender que el corazón de Sasuke Uchiha era inalcanzable. Sin embargo, hasta Naruto se daba cuenta que Sakura comía de la palma de Sasuke. El Uchiha menor se desalentó al saber que Sakura era su compañera de equipo, previendo una larga y complicada formación. Por eso, la primera vez que hablaron, llamó molesta a Sakura. Ni tuvo culpa por decírselo de una forma fría, la chica era kunoichi y tenía que actuar como tal, y no como una fanática desquiciada.
Suspirando, Sasuke recordó que las cosas sucedieron como él las predijo, Sakura se tiraba a sus pies y parecía no cansarse. ¿La chica no podía controlarse? Sí… se controló y actuó extraordinariamente durante los exámenes chunin, cuando Orochimaru dejó fuera de combate a Sasuke y Naruto. Por eso era más tranquila su vida, aún cuando en una crisis Sasuke se unió al grupo de shinobis enviados por Orochimaru, Naruto hizo razonar a Sasuke y ya habiendo avanzado kilómetros hacia la aldea del Sonido, Sasuke volvió a Konoha. Sakura no era como Naruto, pero poco a poco fue haciéndose fuerte y se esmeraba por no ser alguien a la que Naruto y Sasuke debían cuidar. Ella maduró durante el examen chunin y seguía progresando. Junto a sus dos amigos, Sasuke se iba olvidando de Itachi, y se contagió de las risas de ellos. Encontró en Gaara, Neji y Lee nuevos rivales, en los exámenes chunin descubrió los avances de Naruto. Las clases de Kakashi estaban mejorando y las misiones ya no eran tan tontas como buscar a un gato…. Pero toda esa calma se rompió el día que Sasori entró en su casa y exigió: "Queremos que te acuestes con nuestro Líder"
Las nubes rojas que estampaban el atuendo Sasori y sus acompañantes, le trajeron el recuerdo de Itachi. Los ojos de Sasuke se reencontraron con el sujeto que acompañó a Itachi el día que él se metió en Konoha para rastrear a Naruto. Sasuke no quería irse con ellos, si se hubieran aparecido unos meses antes… quizá hasta se habría entregado, hubiera dormido con Itachi y mientras el maldito dormía lo habría matado y venganza cumplida… Pero Sasuke deseaba quedarse en Konoha con el equipo siete. Sin embargo, Sasori no había venido en plan de negociar y Sasuke fue secuestrado por Akatsuki.
Todos los pensamientos tropezaban en su cabeza, Sasuke meditaba sobre todo.
"Está bien. Regresa a mi cuarto Sasuke" El pudor recorrió el cuerpo de Sasuke, con el recuerdo de la aceptación de Itachi. Lo dejó helado la inmediata conformidad, claro que estaba cruzando los dedos para que Itachi olvidara el castigo y en su lugar eligiera el placer de pasar una noche con su hermano menor. Itachi consintió la oferta, ¿no era lo que Sasuke quería? Sí, quería acostarse con Itachi… Sus mejillas sintieron el calor y se tapó la cara.
¿En qué pensaba? Así como Naruto tenía una guerra personal con el ramen, Sasuke tenía un grave problema con la ira. Cada cosa que le molestaba… el genin controlaba sus emociones exteriores, pero interiormente ya pensaba la forma de vengarse. Sasori lo buscó, le pidió algo tan… Desubicado, lo drogó, lo maniató y lo entregó a Itachi Uchiha sin tener nada de culpa. Sasuke pensaba que Gaara tenía trastornos, pero Sasori sobrepasaba a Gaara en demencia. Kisame, Deidara y Zetsu ayudaron al pelirrojo en el secuestro, Kakuzu consintió las locuras de Sasori. Tobi… Tobi no entendía nada de lo que sucedía, aunque pudo haber hecho algo. Ese extraño grupo de criminales lograron enfurecerlo y Sasuke no pudo contener su descontento.
Sasuke definitivamente no estaba preparado para esto. ¿Debía sostener su mentira? Pero no había otra manera, o su melodrama caería en la primera bajada de telón. No habría montado la mentira más grande de su vida, para ser descubierto en diez minutos.
Akatsuki era el verdadero culpable ¿Por qué Akatsuki actuaba desvergonzadamente? ¿Y si Sasuke estaba de novio con Haruno Sakura? ¿Qué no contaba eso? Pero a Akatsuki ni pareció interesarle el hecho de que Sasuke pudiera estar de novio, aunque ahora ellos desaprobaron a Itachi por violar a Sasuke. ¡Gente extraña!
Por muchas vueltas que le diera a sus problemas del corazón, lo cierto era que Sasuke ya había amado a alguien y no quería entregar su corazón una vez más… El amor era sufrimiento. El amor fue dolor, hasta ayer y Akatsuki hizo posible que pudiera encontrarse con su hermano mayor.
Se obligó a no pensar más, Sasuke caminó hacia el armario de su hermano, no estaba seguro de qué ponerse y dudando se fue corriendo sus dedos por el cuello del Kimono. Aún abstraído, descubrió su hombro. Bajó los ojos hacia sus pies descalzos, una sensación cómo de ser observado le heló la sangre. Lo desconcertó la idea de ser observado, despacio Sasuke levantó sus ojos y se encontró con él a un metro de distancia. Sasuke miró a Itachi. Extrañamente, Itachi no llevaba puesta su capa de nubes rojas. ¿Cuál sería la razón? ¿Él se ensució? ¿O tendría calor?
Si existiera un Jutsu por medio del cual se pudiera desnudar con sólo mirar, Itachi ya estaría formando los sellos para deleitarse con el cuerpo desnudo de Sasuke.
—Continúa. Desnúdate, haz como si no estuviera —ordenó Itachi, pasando por alto que Sasuke no era uno de sus sirvientes… Aunque podría serlo, ahora Sasuke era la cautiva favorita del Líder.
La ansiedad rodeó la mente de Sasuke, se cubrió por completo y estiró la tela, cruzando sus manos en el pecho. Actitud que molestó a Itachi.
— ¿Qué pasó? —Deseaba tanto saber.
No había razones para que temiera, Itachi no iba a lastimarlo. Pero Sasuke temía haber arruinado la relación que no contaba ni con un día, llegaría a ser un record, el noviazgo más fugaz, si Itachi le cortaba el rostro. Aunque no eran novios, ¿o sí? Itachi no dijo que eran novios. Sasuke sacudió esas ideas de su cabeza.
Itachi suspiró cansado, agarró una mano de Sasuke y lo obligó a sentarse en la cama. Sasuke seguía mirándolo asustado ¿Tan importante eran ellos para su hermano menor? No sucedió nada. Itachi perdonó a Sasori y los otros. Luego impartió justicia cortándole la lengua a Hidan. No había necesidad de relatar esas pequeñeces. Itachi no estaba interesado en responder, su atención estaba puesta en serenarse del sinfín de problemas diarios. ¿Qué no era merecedor de una tarde someramente pasional? Itachi se sentó al lado de Sasuke. Comenzó a correr los dedos por el muslo de Sasuke, y los ojos del menor se abrieron por la franca confianza. Itachi frotó la parte baja del Kimono de Sasuke y despacio reveló parte de la piel de Sasuke. Con sus dedos largos, Itachi estrujó el muslo de Sasuke y prefirió mirar a sus manos sobre la piel de su amante a que mirarlo directamente a los ojos.
— ¿Les hiciste algo…? —Se sentía culpable por Deidara, Tobi y Kisame.
Sasuke confiaba en Itachi, o volvió a confiar en él hace unas horas. Si Itachi no hizo nada, ¿tan difícil era decir "no"? Las palabras no eran pesadas, a Itachi no le costaba murmurar: "Te aseguro, no les toque ni un pelo" Pero Itachi no quería hablar. Pretendía disfrutar con las manos, y fue su pensamiento inmediato en cuanto Sasuke se ofreció a ser íntimo: "Si no le haces nada, yo…" Quería tanto volver al lado de Sasuke, solo que Hidan encontró el modo de retrasarlo en el pasillo. Ya no tendría sueños con Sasuke, iba a armar la realidad, mejor que el sueño concedido por su mente.
Insistiendo en tocar a Sasuke, destapó por completo sus piernas. Sasuke aprovechó el ensimismamiento de Itachi para tomar su mano derecha. Presionándola suavemente, lo miró e intentó que Itachi comprendiera que necesitaba que respondiera. Pero ciertamente Itachi estaba pensando en todo menos en sus esclavos.
—Aniki… —Sasuke no se daba por vencido, quería saber qué sucedió.
¿Cómo podía ignorar sus deseos? Itachi se paró, Sasuke tal vez por instinto también lo hizo. Entonces Itachi puso sus hombros sobre él, y lo empujó hacia la cama. Sasuke, sobrecogido, retrocedió más cerca de la almohada. Itachi se unió a él, encorvando su espalda y apoyando el peso de su cuerpo sobre las rodillas y con las manos presionó los hombres de Sasuke.
— ¿Es lo único que te interesa? —Le recriminó, oprimiendo los huesos de su hermano—. Porque a mí no me interesa quedarme sin sirvientes. A mí sólo me interesa…
La pausa de Itachi se fue dilatando al son de su boca que recorrió las mejillas de Sasuke, despacio se aproximó a la boca de él y aunque pudo besarlo, Itachi apoyó su boca sobre la nariz de su hermano. La respiración de Itachi no era normal. Al aspirar sobre los cabellos de Sasuke, el estremecimiento caló dentro del pequeño. Había, en el aire, se sentía, en el aire, un inconfundible deseo sexual. "A mí sólo me interesa…" y la sensación fue que las palabras se enroscaron en su cuerpo.
—Aniki… No les hiciste nada, ¿verdad? —preguntó Sasuke.
El Líder estaba en su propio mundo. No escucharía una sola palabra de la cautiva. Su cuerpo estaba hirviendo tan sólo de ver la piel de su hermano menor, lo única coherencia que había en su mente era reclamar el tan ansiado placer. Noches deseando por mantener un contacto físico con Sasuke, y eso debía primar: la voluntad de hacer el amor.
—Me interesas… Tú —susurró sin hacer caso a la insistente preocupación de su otouto.
Itachi comenzó a tocar las caderas de Sasuke. Le dio una mirada intensa, y tras darle un beso en la mejilla, las manos desesperadas de Itachi, se apresuraron a desparramar la ropa de su amado. En cuanto sintió el aire fresco en su piel, Sasuke fue sorprendido por la humedad. Itachi movió su lengua sobre el pecho de su hermano menor. ¿Le gustaba aquella sensación? Las mejillas rojas eran las estelas de ausencia de protesta, Sasuke sintió el calor en su interior. Tenía una mala sensación del toqueteo, Sasuke trató de escabullirse.
¿Quién no se estremece la primera vez que es tocado? Si era normal, pero aún así Itachi quería que Sasuke dejara de escurrirse por los espacios libres.
—Sasuke… Todavía puedo cambiar de opinión —El Líder resbaló el comentario, mucho más sugerente e impaciente.
Era el momento de tomar su parte del trueque. Sasuke había intercambiado la vida de Deidara por su cuerpo y debía que cumplir.
—Te gusto… —la afirmación descarada de Itachi.
La boca de Sasuke se abrió. "Te gusto…" Aunque que no fuera así, no había formada de negarse a los ojos hipnóticos de su hermano mayor. Sasuke sufrió el primer hipnotismo sin que siquiera Itachi haga uso de un genjutsu. Los sentimientos no se borran con el tiempo, los sentimientos crecen en el trascurso del tiempo, sino ¿por qué no había lugar para el odio en el corazón de Sasuke Uchiha? ¿Por qué su corazón confiaba en las palabras de la persona que ayer lo abandonó? ¿Por qué era más fácil confiar en Itachi Uchiha que en Hatake Kakashi? Porque Kakashi era simplemente su sensei… Itachi era más que su hermano mayor.
—Siempre te gusté… No lo fingías, pero no te dabas cuenta, otouto tonto, que eso que buscabas en mi cama… no era muy inocente.
¿Sería verdad? ¿Sasuke en su infancia quería ser tomado por Itachi? ¿Era un temprano deseo, no lo notó?
—Y… Siento que voy a enloquecer, otouto, si ahora no hago lo que siento —Había sido su última revelación.
Ya no hablaría. No iba a parar hasta el final. No iba a detenerse. Itachi juró que no se detendría hasta haber cogido a su hermano menor. Nadie se interpondría en su misión.
Y las palabras derribaron la voluntad de Sasuke. De sus labios sale un balbuceo que ni se entiende, solamente es débil gemido que despierta los sentidos de Itachi… Entonces ellos entrelazan los dedos de la mano derecha… Y Sasuke suspira, y se queja y se deja llevar.
Hay seriedad en los ojos más antiguos, estaba empecinado en continuar, porque detenerse ni era una opción. Lo que podría ser debatido era si ser suave, si ser brusco… si ir lento, si ir rápido. Pronto la boca de Itachi se inclina para obtener el primer beso de la tarde. Viéndolo venir, Sasuke detuvo con su mano la boca de Itachi. Sin embargo, Sasuke no iba a seguir insistiendo, solamente cruzó sus dedos detrás de su espalda y a escondidas de Itachi. No quería pensar más, quería tener la cabeza vacía y no pensar en nada más que aquel momento. Itachi no estaba enojado, quizá debía aprovechar la ocasión… Porque si su hermano mayor supiera que él…
Sintió una presión en su pecho, rápido Sasuke puso una mano en la mejilla de Itachi y lo besó. La boca de Itachi era como lo recordaba… la boca cálida y tentadora, en cambio la suya era fría y demasiado fina. Odiaba pensar, Sasuke odiaba pensar que su boca no fuera candente como la de Itachi. Se animó, y esta vez usó las dos manos para atraer a Itachi más abajo.
El Amor es Ciego, el Amor no tiene Ojos. El amor no tiene barreras y el amor no conoce de límites. Por eso Sasuke recibió a Itachi con los brazos abiertos. Todavía sentía un pesado cosquilleo, aún así Sasuke abrió las piernas e Itachi gustoso las separó hasta el límite del dolor.
Los gemidos amarraban a las palabras, y sólo el eco de ellas repicaba en las paredes. El calor sigue subiendo, el calor sale de los lugares más insólitos y el calor se siente donde nunca se sintió. Itachi era la principal víctima de la ola de calor y sufrió la súbita quemazón en la ingle. Obligado a ir más rápido, se desplomó sobre el cuerpo de Sasuke.
Ninguno de los dos, escuchó que la puerta se abría, tampoco oyeron el sonido de pasos. Pero fue el sonido de la puerta golpeando fuerte, lo que terminó por aquietar las ansias de los hermanos Uchiha. El Akatsuki que había entrado no se preocupó en abrir despacio, sino que abrió por completo la puerta, como si estuviera por ingresar una comitiva de shinobis. Por eso se sintió en todo Akatsuki el ruidoso golpe de madera.
Sasuke se atragantó, Itachi cerró los ojos encrespado, se levantó de la cama y miró enfurecido a Deidara, él segundo inoportuno después de Tobi.
—Itachi-sama… —saludó Deidara.
No sabía qué hacer, el Líder tenía ojos mucho más venenosos que los de Sasori, mucho más trastornados que los de Hidan, más rígidos que los de Kakuzu y más exigentes que los de Pein. Esa mirada rojiza iba a perforarle el cerebro, asustado Deidara corrió la vista y notó el abultamiento en los pantalones de Itachi. Eso no debía sorprenderle, si había pescado al Líder doblegando por segunda vez al indefenso Sasuke. Lo vio todo, Deidara vio cómo Itachi estaba encima de su hermano menor. Los recuerdos frescos de la triste historia de Sasuke, golpearon en su corazón. Deidara se horrorizó al imaginar lo que su Líder hubiera hecho, si él no habría entrado con la bandeja de Té. Itachi no contento de violar a Sasuke Uchiha, iba a forzarlo por segunda vez.
Enfermo, no había otra palabra para calificarlo. ¿Cómo podía ser tan bestial? Kakuzu comerciaba con las recompensas, Hidan practicaba rituales extraños y Zetsu comía carne humana para sobrevivir, pero siempre sirviéndose de muertos. ¿Cuál era el objeto de violar a alguien? Puro sadismo extremo.
— ¿Qué nunca has visto una erección en tu vida, Deidara? —preguntó enojado, porque Deidara seguía mirando su parte baja—. Ha de ser verdad que Sasori es de madera —Itachi se burló.
Los ojos de Sasuke fueron ocultados por sus cabellos azulados, al tratar de tapar su cuerpo con el Kimono rasgado. Estaba totalmente avergonzado y no quería ver a los ojos a Deidara pese a que estaba feliz de verlo. Itachi había cumplido su palabra.
Itachi observó al shinobi de la Roca. Entendía perfectamente la frustración de Pein, el pobre hombre no podía coger a Konan en paz. Estuvo a unos minutos de acceder sexualmente a Sasuke y estaba disfrutando del momento, hasta que el infeliz viene a arruinar todo.
—Y-yo… viene atraerle, Itachi-sama —El rubio habló tan rápido como pudo.
— ¿Qué cosa? —inquirió Itachi despacio.
Se estaba desesperando. Quién demonios era Deidara para cortar su inspiración, sus manos se entendían perfectamente con el cuerpo de Sasuke.
—Itachi-sama, e-el té —tartamudeó el rubio.
La mirada de Itachi se enrojeció. ¿Té a las tres de la tarde? Itachi se exasperó, así que era interrumpido por un puto té. Un gruñido de Itachi fue la señal que tuvo Deidara para que proceda a retirarse.
— ¿Todavía estás aquí? Deja la maldita bandeja en esa mesa. Necesito algo de intimidad, piérdete antes de que me arrepienta —dijo el Líder.
Deidara trató de ser firme, se propuso largarse en cuanto la bandeja estuviera en la mesa del rincón. Pero un tropiezo le hizo caer, el té se desparramó en suelo y el humillo de la infusión caliente comenzó a desvanecerse frente a sus ojos.
Itachi inconmovible vio el lamentable espectáculo del rubio ¿Merece esto la piedad de Sasuke?
— ¿Qué hiciste? —pronunció en un directo reproche.
En la voz de Itachi ya no había dulzura. A Sasuke no se le fue el detalle de que la voz de Itachi era mucho más áspera. Si hasta parecía que le hablaba a su enemigo y no a un compañero. Ninguna excusa del rubio llegaría a suavizar el alma de Itachi.
—Yo… —balbuceó Deidara.
El mangekyou sharingan ya estaba en los ojos de Itachi. Deidara tendría que haberse agachado rogando por la clemencia de su Líder. ¿Es qué no advertía la falta que cometió? Interrumpir la hora feliz del Líder, se pagaba con rotura de huesos. Sin embargo, la suerte debía estar alumbrando a Deidara, porque Sasuke divisó con antelación el comportamiento vehemente de su hermano y se levantó de la cama para posicionarse al lado de Itachi.
—Deidara, vas a traer otra bandeja, ¿verdad? —sugirió Sasuke para ayudar a Deidara.
Sasuke no olvidaba la mano que el rubio le tendió. ¿Por qué le ayudó de inmediato? Sasuke pensó que quizá si su plan no funcionaba… Acudiría a Itachi y entonces sí tendría la retribución esperada. Pero Deidara confió y trató de esconderlo de Itachi.
Deidara se sentía tan humillado, un poco más y se hacía pis frente a su Líder.
—Claro —aceptó Deidara, tratando de mostrarse valiente por Sasuke.
—No tienes que preocuparte, niisan —fueron las palabras que salieron del niño y por sí esto no convencía a Itachi tenía algo más.
Itachi sintió en la mejilla el toque de Sasuke. Tan agradable… fue jalado por la delicada mano y entonces los suaves labios rosaron su piel. Sasuke depositó un beso en la mejilla de Itachi y el instinto asesino de él se disipó. Segundos divinos que casi había olvidado y los toques atesorados en su ser, fueron revividos. El pequeño beso de Sasuke era igual que el de hace años atrás. No dudaba de que fuera su Sasuke, nadie podría imitar sus movimientos y nadie le provocaba un desorden emocional al Líder. El mangekyou sharingan desapareció de los ojos del Itachi.
El remordimiento le comía las entrañas, Deidara se sintió egoísta al darse el placer de temblar de miedo. El que la estaba pasando mal, era el pobre Sasuke. El pánico que sintió era tan insignificante al horror que vivía Sasuke, eso pensaba el rubio. Traer al chico de Konoha fue un gravísimo error, Deidara viendo el maltratado cuerpo de Sasuke se juró que haría todo por liberarlo de Itachi, aún si ello le costaba la vida.
"Resiste un poco… Sasuke" quería consolar al niño, pero Itachi abrió la puerta de la habitación y lo invitó a largarse.
No demoró mucho, en cuanto Deidara salió, Itachi ahogó su consternación. Se restregó la sien y se acercó al armario de la habitación. De ahí tomó una prenda y le alcanzó a Sasuke una yukata blanca. Para sorpresa del pequeño, Itachi se dio la vuelta. Sasuke se quitó el kimono y se calzó todo enseguida, cuando terminó Itachi tomó su mano y lo guió hacia los pasillos.
—Vamos —ordenó Itachi en un tono falto de expresión.
Sasuke se detuvo e intentó soltarse. No entendía qué estaba haciendo su hermano mayor, que se negaba a dar explicaciones y seguía tirando más de su mano. En ese momento, Itachi no aceptaría un "No" de nadie. Quería salir e iba a salir aún por encima de lo que quisiera Sasuke. Itachi tomó las riendas del asunto y estaba decidido a hacer lo que quería. Molestar a sus compañeros, era divertido… Pero ahora Itachi no quería tenerlos cerca. Había una extraña sensación dentro de Itachi…
Itachi quería respirar un poco de aire fresco. Hace bastantes meses que no hacía más que sentarse y dar órdenes, se estaba acostumbrando a esa aburrida vida. Pero empezaron a ocurrir cosas demasiado raras, la normalidad a la que se había acostumbrado fue despedazada. Su hermano menor apareció en su cama y de repente parecía que Deidara se hacía pis con una sola respiración de él. Zetsu estaba extraño y no soltaba la mano de Kisame, a Itachi le pareció que Zetsu estaba inseguro o quizá algo posesivo. Luego Hidan se armaba de valor para insultarlo directamente… ¿es que era tan tonto? Hidan, pese a todo, comenzaba a tener algo de prudencia y no arremetía de frente a Itachi. Hidan difamaba a Itachi, siempre por detrás, nunca lo hacía directamente, menos cuando Kakuzu no estaba para defenderlo, pero el desgraciado osó insultar a Sasuke delante de Itachi ¡Hidan no aprendía! Sasori, no fue mejor que el resto, como si fuera la primera vez que lo viera, se quedó como un completo idiota mirando a Itachi cuando a todos le dio la orden de preparar el té. Hasta Kakuzu estaba cauteloso y Tobi se cubrió hasta el cuello con su capa y ni hacía frio ¡Akatsuki se estaba volviendo loco! ¡Itachi no iba a ser parte de esa locura! Ya más tarde lidiaría con ese loquero.
—Vamos. A cualquier lugar que esté lejos de estos desequilibrados —Itachi describió su deseo, con una tenue nota de desesperación que no fue apreciada por Sasuke.
A tropezones Sasuke hizo lo posible por seguir los pasos de su hermano. Sasuke no refunfuñó, prefiriendo sonreír un poco. Extrañaba la vida pasada, Itachi armando y disponiendo del tiempo como el hermano mayor que alguna vez fue y ahora esos hábitos perdidos procuraban volver bajo la resolución de Itachi.
Sasuke recordó el tacto de Sakura en su muñeca, ella supo ser suave cuando lo arrastró; en cambio Itachi era fuerte, seguro y dominador como un Líder. Pero aunque la idea de ser arrastrado le chocaba, Sasuke consideró que no sabría cómo revertir la situación; Itachi siempre fue más fuerte que él y a lo mejor los roles ya estaban establecidos.
Una hora. Sólo una hora de paz. Eso necesitaba Itachi, y Sasuke era la única persona con la que pretendía ser acompañado en un pequeño relax.
CONTINUARÁ…
Tsu: Quería publicar este capítulo la primera semana de marzo, lamentablemente volví a tener un inconveniente de salud y debí aplazar por completo mis obligaciones. Espero que se note el esfuerzo, pese al cansancio que arrastro, decidí centrarme en la edición de Líder. Responderé los reviews que me quedaron pendientes, búsquenlos en mi profile. ¿Mmm? Itachi-sama y Sasuke casi tuvieron su momento. Pero Dei-chan enseguida le puso censura al fanfic.
Dei: Es que el público debe estar muy sensible después de que violaron a Sasuke, y bueno ver otra escena de violación... nos va traumar a todos.
Tsu: Claro, "Violación", ¿qué piensas, Itachi-sama?
Ita: Me hubiera gustado que sucediera, pero Deidara es un imbécil.
Tsu: ¡Jashin! A Itachi-sama le hubiera encantado que sucediera. Y de tanto decirlo… Los akatsuki están terminando por creerse que Itachi-sama es un violador serial hahahaha.
Saso: Hidan perdió su lengua por bocón, ¿quieren que recupere su lengua? Tsu… Es demasiado permisible y piensa devolvérsela. Trataremos de volver pronto. Ya saben que los masivos y constantes comentarios, son un recordatorio para esta autora desmEMOriada. Escriban aunque sea sólo diez palabras, y nos veremos en unos cuántos pestañeos durante este año. No quería rebajarme a esto, pero como coeditor debo hacerlo… ¡Tobi!
Tobi: P-por favor… Si no escribes un review hay una gran po-posibilidad de que T-tobi se vuelva ta-tartamudo… P-por F-avor no me hagas esto.
ItaSasu es sinónimo de Amor Verdadero
Oyasumi, matta ashita