Advertencias….¡¡Hay lemon!!


Segunda parte:

Hacía mucho calor en el bosque y estaba sudando, por el esfuerzo del entrenamiento. Me quité la parte de arriba de mi "Gi" y bebí un poco de agua, de un estanque cercano, para refrescarme. Después me tumbé en la hierba y bajo la sombra de un enorme árbol, cerré los ojos, con los brazos colocados bajo mi cabeza.

Comencé a pensar, y no en cosas muy agradables. Sentía un gran nudo en mi pecho cuando pensaba en Chichí, y que por mi culpa, o por algo que se le escapaba a mi razón, estaba triste. Cumplí mi promesa como le prometí, pero aun así, ella no era dichosa. Yo me sentía feliz, cuando los demás también lo estaban. Pero que Chichí estuviera triste me afectaba más de lo que me podía imaginar. La verdad, es que no sabía que clase de cosas hacia un marido, y desde la noche posterior a la boda, cuando se comportó de ese modo tan raro, no me dirigía la palabra…..¿Como iba a preguntarle?. Me acordaba del día de la boda, cuando se reía y sentía que yo también quería reír, era algo extraño….

Una voz me saco de mis pensamientos y cuando me incorpore, pude ver que era Chichí, quien estaba enfrente de mí. Tenía los brazos en jarras y su gesto era juicioso, clavando sus ojos en los míos, como si me estuviese retando.

-Quiero que entrenemos juntos- Dijo directa, y con voz muy seria.

-Pero Chichí…..yo….podría hacerte daño, tu nivel de pelea es muy inferior al mío, podrías….-Decía perplejo por su proposición, cuando fui interrumpido.

-¿Acaso no quieres comprobar que tan débil soy? …..creo que te llevarías una grata sorpresa. Lo que me pasó en el torneo es que me pillaste desprevenida, Quiero la revancha.- Dijo colocándose en posición de pelea, y lista para atacar, mientras me miraba desafiante.

-Esta bien como quieras, pero luego no me sermonés si pierdes o no llegas a mi altura.- Dije con una sonrisa, entusiasmado de entrenar con ella, colocándome yo también en posición.

Y la pelea comenzó, al principio fui flojo con ella, pero la cosa se empezó a animar. Tuve miedo cuando de un puñetazo la estampé contra un árbol, pero ella reaccionó rápido y comenzó a llevar la iniciativa. Me atacaba con rabia y no se le estaba dando nada mal. Trataba de esquivarla, pero era muy rápida y sin saber por que, o por la emoción de la pelea, la atrapé con un veloz movimiento, haciéndole una llave, quedando justo encima de ella, en el suelo.

Agarré sus muñecas con fuerza y la inmovilice con las piernas, para que no pudiera escapar. Chichí se revolvía con furia, dando pequeñas patadas en el suelo, cuando alzó la mirada y se quedó paralizada, dejando de forcejear. Me miraba a los ojos sin decir nada, y se quedó inmóvil por un rato. Ya no luchaba conmigo y rápidamente sus mejillas se tornaron rojas.

-¿Qué?, ¿Qué pasa no eres capaz de soltarte?, veo que no eres tan fuerte como decías. ¡Ja!, no eres rival para mi.- Dije en tono burlón, muy excitado por la pelea y respirando con dificultad, al igual que ella.

Yo también la miraba a los ojos, extrañado de ver, que estaba inmóvil, solo mirándome. Cuando de repente, algo muy raro comenzó a despertarse en mi interior. Como un fuego interno que me quemaba las entrañas, era lo que sentía, cuando aun bajo mi cuerpo, su espalda se curvaba y su pecho comenzaba a rozarse con el mío, de un modo rítmico, con cada inspiración.

Me tenía hipnotizado, y comencé a tragar saliva pesadamente. Notaba su corazón palpitar velozmente, y de su garganta salían unos extraños gemidos, que hicieron que me mordiera el labio inferior. Pensé que era hambre lo que sentía, pero cuando su aroma se coló por mi nariz, no era precisamente mi estomago el que me empezó a molestar, si no otra parte de mi cuerpo situada mas abajo.

Aun seguíamos en la misma posición, yo sujetando sus muñecas con fuerza y ella acomodada bajo mi cuerpo, cuando comencé a fijarme en Chichí de una manera, que nunca antes lo había hecho. Pensé que era muy bonita y empecé a tener miedo, como la noche de hacía dos semanas atrás. Nunca en mi vida había sentido unos deseos tan raros y unas sensaciones tan extrañas; estaba asustado. Pero Chichí me dijo algo, que me hizo perder la cabeza.

-Goku…. sigamos entrenando...pero esta vez….. lo haremos a mí manera.- Dijo con voz muy suave, susurrándome al oído.

Yo sin más, acepté, y me dejé llevar por todo lo que me decía, deseando saber de que se trataba, ese "nuevo entrenamiento".

Comenzó a poner sus labios sobre los míos, como el día de la boda, pero esta vez lo hacia durante mas tiempo y haciendo mas fuerza, hasta que abrió la boca e hizo que yo también la abriese, atrapando mis labios. Tenía los ojos cerrados, y yo la imité, para seguir su entrenamiento más a la perfección. La verdad es que era mejor así, se podían percibir más sensaciones. Aquello me estaba gustando. Pero mi trance fue interrumpido, cuando introdujo su lengua dentro de mí. Al principio me espanté y me separé de ella, pero Chichí me tranquilizó.

-Goku, ¿no quieres seguir con el entrenamiento?. Tienes que seguirlo hasta el final, apenas estamos comenzando. Ven, confía en mí.- Dijo ella, atrapando mi boca de nuevo, y siguiendo donde lo habíamos dejado.

Mientras hacíamos aquella cosa extraña con nuestras bocas y lenguas, de lo que mas tarde me enteraría que se llama "beso", cosas muy raras comenzaban a hacerse manifiesto en mí. Sentía que quería cada vez más y más de lo que estábamos haciendo. Me estaba volviendo loco y empecé a apretar fuertemente mi cuerpo con el de Chichí, sin saber lo que estaba haciendo o si pudiera molestarla en algo, moviéndome de forma salvaje entre sus piernas.

-Ahhh Goku, que bien lo haces….ummm besas muy bien.- Me dijo ella con extraños gemidos, separándose de mi boca, mientras mordía mi cuello haciendo que entrara en éxtasis.

Movía sus caderas rozando mi muy dura entrepierna, la cual nunca había estado así, pensando incluso que algo andaba mal por ahí abajo, mientras mordía mi oreja, haciendo que yo soltara por mi garganta los mismos extraños sonidos que estaba haciendo ella.

-Quitame la ropa….por favor- Me ordenó, mas bien sonando a suplica.

Yo la obedecí, liberándola de mi llave por fin, en la cual estaba presa, desde que empezamos con el "entrenamiento especial", desabrochando su kimono con dificultad, hasta que la desesperación hizo que lo rompiera de un fuerte tirón.

-Lo siento- Dije jadeante.

-No importa, de verdad. Pero….podrías poner tus labios y aspirar mi cuello y pecho suavemente….imi…imitando lo que yo te he hecho antes.- Me dijo Chichí muy ruborizada.

-Como tú digas.- Dije mirándola a los ojos muy alterado, cuando noté que su pecho estaba al descubierto, después de romper la parte de arriba de su kimono.

Su pecho era diferente al mío, era como el de Bulma, he incluso mas voluminoso, y el de las chicas de las revistas del maestro Roshi, hinchado y con el pezón grande. Pero este era distinto, para mi era apetecible y tenia ganas de tocarlo y hasta incluso lamerlo.

Así que la volví a obedecer, y su espalda se curvó, cuando mi boca fue bajando desde su suave cuello, hasta su pecho y sus manos recorrían mi espalda, tocando mi trasero. Empecé a notar mucha humedad en su entrepierna y me temí lo peor.

-Upss Chichí no me di cuenta, perdona.- Dije parándome en seco.

-¿Qué?, ¿qué pasa?, ¿por qué he de perdonarte?- Me dijo mirándome preocupada.

-Es que como hemos estado tanto tiempo así, vamos que como no te he soltado, no te he dejado ir al baño y por mi culpa te has orinado encima.- Dije muy apenado.

-¿Qué?...yo no…..ahhh….te refieres a ….jajajajaja-. Dijo extrañada, riendo a carcajadas al final.- Goku tranquilo, no me he hecho "pis", es solo que veras….tu has provocado que yo….bueno….lo que pasa es que….forma "parte del entrenamiento". Yo estoy excitada y por eso estoy mojada ahí. Al igual que tu…… Pero no pasa nada, sigamos.- Dijo tranquilizándome, atrapando mi boca de nuevo.

Mi cabeza iba a explotar, tocábamos nuestros cuerpos y lamíamos nuestra piel, de un modo feroz. La ropa me molestaba y también quería quitársela a ella. Quería sentirla mejor. Pero sin darme tiempo a pedírselo, era como si leyera mi mente, y empezó a bajarme la parte inferior de mi "Gi", arrastrando con el, mi ropa interior.

Una vez los dos desnudos, nos quedamos mirando un buen rato nuestros cuerpos. El suyo me parecía curioso, yo ya sabia que su entrepierna era distinta a la mía, pero nunca había tenido la oportunidad ni el interés de ver aquello tan cerca. A su vez, ella me miraba mucho abajo, y abría los ojos sorprendida, creo que se dio cuenta de que algo raro me había sucedido, ya que nunca "eso" había estado tan grande y tan duro. Curioso, exploré y toqué con un dedo muy despacio, la zona que me llamó la atención de su cuerpo, a lo que Chichí reaccionó de una manera increíble. Gemía muy alto, y se retorcía, agarrando fuertemente la hierba con las manos, mientras cerraba los ojos. El interior de aquello, estaba cubierto de un líquido caliente y espeso, que hacia que se me resbalase el dedo. En mitad, había como una especie de botón, que motivado por ver el comportamiento de Chichí, acaricié, como si de un juego se tratase.

-Goku….ummm….no….ahhh….para…..no…..para….ummmm- Me decía suspirando entre gemidos, de manera entrecortada y apartando mi mano con desesperación. –Es que si sigues así, el "entrenamiento" terminara rápido para mí.-Dijo sonriéndome.- Hay…hay algo que quiero hacer, para que tu también sientas lo mismo que yo.-Me dijo incorporándose, hasta que quedó sentada enfrente de mi.

Con una mano, agarro mi miembro y lo empezó a tocar. Hubiera salido huyendo por aquello, de no ser por que empecé a notar un placer extraordinario. Me acariciaba de arriba a bajo, sujetando con fuerza, primero despacio y luego acelerando el movimiento. Ella me miraba directamente con ojos extraños, mientras mordía su labio inferior. Jamás en mi vida había sentido una cosa igual, era como estar comiendo los manjares más sabrosos del mundo, pero sin estar comiendo nada. Mi corazón iba a salírseme del pecho, no sabía lo que hacer estaba indefenso ante aquella caricia tan placentera. Juraría que estaba volando sobre el cielo, de no ser por que notaba el duro suelo bajo mis pies. Solo podía o sabia gemir en aquel momento, cuando un raro instinto poseyó mi mente y me abalancé sobre Chichí perturbado, introduciéndome dentro de ella, en una violenta envestida.

-¡¡AHHHH!!- Gimió Chichí escandalosamente haciendo eco en todo el bosque, mientras hincó sus uñas en mi espalda.

¿Qué había echo?, ¿qué demonios estaba haciendo? Ni siquiera sabía que eso se podía hacer. Era lo que pensaba mi parte cuerda, escondida en algún lugar de mi mente, totalmente anulada por la parte irracional.

Parecía una bestia, moviéndome con violencia en el interior de Chichí, mientras los dos gemíamos en alto y devorábamos nuestras bocas.

Mis fosas nasales se abrieron, y captaron como un olor parecido a la sangre. Eso me estaba volviendo más loco y excitado de lo que ya estaba, he hizo que acelerara los movimientos de mi cadera, cuando al mirar hacia abajo, ví que la sangre provenía del interior de Chichí.

Estaba tan cegado, que no cesé en mis embestidas haciéndolas cada vez más fuertes, y empecé a notar que algo iba mal, como si me fuese a derramar, y no sabía muy bien el que. Pero era imposible parar, aquello era demasiado bueno. Estaba frenético, era su pecho, su pelo, su suave piel, la forma en que nos movíamos, sus clamados en mi oído, como recorría mi cuerpo con sus manos, hasta que…..

-¡¡AHHHHHHHHH!!- Un fuerte clamor salio de mi garganta, haciendo que me derramase en su interior, liberándome de una forma placentera de esa fuerte presión.

Todo había terminado, aquella cegación extraña había desaparecido. ¿Qué había sido todo aquello?.Me sentía reconfortado y satisfecho, muy satisfecho. Pero, avergonzado, salí del interior de Chichí, por todo lo que había echo, sin medir mis acciones, como si algo me hubiera poseído. Aquel entrenamiento había sacado lo peor de mí. Así que lo primero que hice fue disculparme y preocuparme a continuación por haberla herido.

-Yo…..lo siento muchísimo Chichí…..perdóname, perdóname de verdad no sabía lo que hacía, soy una bestia…-Dije con un profundo pesar en mi interior, hasta que Chichí, me interrumpió.

-¿Perdonarte?, ¿bromeas?...¡¡Goku ha sido maravilloso!!.-Me dijo muy dichosa, aun respirando con dificultad, lanzándose a mis brazos, y atrapando mis labios de nuevo.- Te quiero, ¡te quiero mucho, te amo!- Decía eufórica, sin que pereciera tener dolor.

-Pero estás herida, mírate, tienes sangre ahí abajo-Dije señalándola muy preocupado.-Chichí, te prometo que esto jamás volverá a pasar.- Dije hundido.

-¡¡NO!!...esto vamos quiero decir, que…..Goku hay muchas cosas que tengo que explicarte. Quien tienes que perdonarme eres tú a mí por mi comportamiento de estos días. Pero es que yo no me percaté que hay cosas que no te han enseñado o explicado nunca, y ahora es cuando lo comprendo. Así que tranquilo, esta sangre no es por que me hayas herido….bueno en cierto modo si, pero esto me ha ocurrido por que es la primera vez que "entreno", de esta manera. Pero no me ha dolido, si no todo lo contrario.-Dijo acariciándome el cabello.

Mas tarde Chichí me explicó muchas cosas, tales como que ese entrenamiento especial, se llama "hacer el amor", y que lo hacen solo las personas casadas y enamoradas. Que no podía hacerlo con nadie mas que ella, y que no sirve para hacerse mas fuerte, si no para otra cosa.. Me explicó muchas cosas más, que hicieron que estuviera hecho un lío, pero Chichí me dijo que con el tiempo entendería.

Minutos después, nos quedamos tumbados y abrazados, bajo la sombra del mismo árbol, donde rato antes habíamos "hecho el amor", descansando del "duro entrenamiento", que nos dejó a los dos agotados.

Días después la relación entre nosotros mejoró bastante. Ella volvía a ser la Chichí de siempre, comíamos juntos, hablábamos, me sonreía, pero de vez en cuando se molestaba conmigo y me gritaba, por algunas cosas que no entendía. Pero aparte de eso, los dos estábamos felices. Dejé de dormir en el sofá y lo hacia con ella, en nuestra habitación. Practicábamos el "entrenamiento" casi todo el tiempo y en sitios muy distintos. Solo podía pensar en Chichí, y en estar a su lado.

Pero un día después de dar un paseo para recoger manzanas, vi a Chichí tirada en el suelo como si se hubiese desmayado cuando estaba haciendo la colada. Rápidamente fui hacia ella y la entre en la casa, depositándola en el sofá. Sin saber que hacer, llamé a su padre muy asustado para que viniese. Una vez en la casa, el Rey Ox, vino con un doctor, y en nuestra habitación, examinó a Chichí. En la sala, muy preocupado, vi que media hora después salio el doctor dándome la enhorabuena.

-Felicidades, ustedes van a ser padres- Yo no me alegre, estaba confuso.¿Padre yo?, pero…..¿por qué?.

Entonces entré en la habitación, inquieto por el estado de Chichí y fue cuando ella misma me explicó. Sentí una inmensa alegría, no podía esperar nueve meses para ver la cara de el que iba a ser mi hijo. Me parecía increíble que fruto de esos "entrenamientos" ahora iba a ser padre y que su barriga fuese a hincharse, para que ahí creciera el bebé. Era extraño imaginarlo, pero lo vería con el tiempo.

FIN FLASHBACK

Ya hace dos meses de todo aquello y Chichí, sufre unos cambios e humor de lo mas extraños, que hacen que tenga pavor hasta decirle "buenos días", por que no se como será su reacción. Tiene un apetito bestial, hasta incluso más que yo, peleándose conmigo, a la hora de la comida o la cena, para ver quien devora el último plato. Y llora….llora mucho y todo el tiempo, por cosas inexplicables. Pero yo la consuelo y la abrazo, acariciando su barriga, esperando pacientemente que pasen estos 7 meses para ver como será nuestro hijo.

Y ahora que es de noche y la veo dormir tan tranquila, e indefensa, sumida en un profundo sueño, preguntándome si estará soñando con algo, pienso en como ha cambiado todo, en tan solo dos meses.

FIN.


Espero que os haya gustado y por fin Reviews. ¡¡Un besazo!! Ahh se me olvidaba: Dedicado a todos los fans de Goku and Chichí