Disclaimer: Nada de esto me pertenece, todo es de la genial mente de S. Meyer.
Summary: Había tres cosas de las cuales estaba completamente segura: Una, soy la persona con menos suerte del instituto. Dos, estoy enamorada de Edward Cullen. Tres, él me ve como su mejor amiga… (UA. TODOS HUMANOS).
"SEGUNDA MIRADA"
CAPÍTULO UNO:
Estaba usando un vestido azul que había salido a comprar con Alice, era un vestido muy bonito, no podía negarlo, sin breteles y con una linda caída que llegaba hasta la rodilla, lo más impresionante de todo es que yo estaba usando unos bonitos y peligrosos tacones y parecía caminar a la perfección, la sonrisa en mi rostro me decía que todo era demasiado perfecto para ser real, pero el cuadro de perfección fue sublime cuando lo vi a él aparecer junto a mi.
- ¿Lista para ser mi compañera de baile?- me preguntó el con su típica sonrisa torcida que sólo lograba arrancarme un suspiro involuntario cada vez que sabía que él no me veía.
Observé sus ojos de color verde, hermosos y únicos, como lo era él completamente.
- No te prometo demasiado, te he dicho que no bailo bien…- respondí yo bajando la mirada algo sonrojada- "Maldito sonrojo"- me maldije interiormente.
Pero en esos momentos me paralicé al sentir sus finos tomando mi barbilla mientras enfocaba el increíble poder de su mirada sobre mi.
- Eres todo lo que podría desear de compañera de baile, Bella…- dijo comenzando a acercar su rostro al mío, repentinamente mi respiración se tornó acelerada y mi mano derecha se asió a mi vestido de puro nerviosismo.
Él iba a besarme…
- Bella…- dijo él nuevamente cuando estábamos a pocos centímetros.
Yo seguía observando sus ojos, perdiéndome en ellos y olvidando todo a mi alrededor.
- Bella…- volvió a repetir- ¡BELLA!
En esos momentos el vestido azul, mis zapatos de tacón y él apunto de besarme desaparecieron tan pronto como llegaron y me encontré sentada en medio de la biblioteca, siendo observada por varios pares de ojos que habían escuchado al parecer el llamado de él.
Escuché su risa musical junto a mi y me sonrojé, había vuelto a ser traicionada por mi subconsciente, nuevamente…
- Anda muy perdida estos días, señorita Swan- dijo él apoyando ambos codos sobre la mesa de madera y escrutándome con sus ojos verdes, los mismos ojos verdes que hacía poco había visto a pocos centímetros de mi rostro.
Volví a sonrojarme más aún.
- Estoy cansada…. Ya sabes, el ambiente escolar me estresa- dije tragando saliva en grueso por mi evidente estupidez, aquellos episodios de soñar despierta se estaban repitiendo muy a menudo y comenzaban a preocuparme, sobre todo si ocurrían delante de él.
- Si quieres yo te ayudo a desestresarte…- dijo el con una sonrisa traviesa.
Le sonreí irónicamente mientras mi estómago daba una sacudida al escuchar sus palabras.
- Muchas gracias, pero paso…- repliqué siguiéndole la broma.
- Lástima- dijo él mientras se acercaba un poco más a mi para hablarme bajito- aunque te advierto que la próxima vez que te pille en la Luna te sacaré una foto para que veas la sonrisa enamorada que acabo de ver en tu rostro…-comentó mientras se alejaba y fingía falsa indiferencia.
Me mordí la lengua por mi tamaña estupidez.
- No se de que hablas- dije mientras volvía a revisar mis ejercicios de Cálculo, solo por hacer algo y así evitar su mirada…
- Estas enamorada…- dijo él testarudamente, y yo sabía que no se rendiría hasta sacarme la verdad.
- "Si supieras…" - dije para mis adentros mientras mordía el extremo del lápiz para hacer mejor el cuadro de la "estudiante concentrada".
- ¿Se puede saber de quién?- preguntó sin bajar la guardia a pesar de mi silencio.
Levanté mi vista y mis ojos color chocolate se encontraron con los suyos de un color verde intenso y maravilloso, me miraba con expectación y articulando su mejor pose de chico bueno. Me permití unos segundos para no quitar mi vista de él mientras sentía como mi respiración por si sola se aceleraba y era invadida por aquella sensación como de un líquido muy helado bajando por mi columna vertebral haciéndome sentir escalofríos. Notaba su expectación por mi respuesta y eso me causó gracia.
- De nadie- le dije volviendo a mis ejercicios- "Mentira"- replicó mi mente.
Ese último tiempo tenía bastantes problemas con controlar mis propios pensamientos, eso comenzaba a fastidiarme.
- No te creo- insistió él, me obligué a no observarlo, sabía que con solo verme a los ojos sabría que estaba mintiendo, tenía esa extraña habilidad para saber lo que pasaba por la mente de las personas con solo mirarlas, era un sujeto muy observador, pero por suerte aún no aprendía a leerme tan bien como a las otras personas que conocía, solía justificarse diciendo que mi cerebro estaba orbitando en Júpiter y por eso era tan difícil.
- Es en serio, no me gusta nadie…- dije cansinamente mientras borraba una parte del ejercicio que había hecho mal- Mientes… ¿Y él?- volvió a contra atacar mi mente, arrugué el ceño ante la situación que estaba viviendo, lo único que faltaba es que mi propia mente se fuese en mi contra.
En esos momentos la bibliotecaria pasó por los pasillos anunciando que la biblioteca ya estaba por cerrar, lo miré disimuladamente mientras él estiraba sus brazos hacia el cielo como desemperezándose después de pasar tanto tiempo sentados en la biblioteca.
- Me lo tendrás que decir algún día- dijo él mientras se levantaba de su asiento observándome con su típica sonrisa de medio lado que sólo lo hacía ver más perfecto y atractivo, mi estómago pareció llenarse de esa sensación de hiperventilación ridícula que me avergonzaba.
- En serio, si me llega a gustar alguien serás el primero en saberlo…- le dije guiñándole un ojo y sonriéndole- "Eres una gran mentirosa, Bella…"
Me sonrió.
- ¿Te vienes conmigo a casa?- preguntó él.
- No… tengo que pasar por el taller de Artes, he olvidado mi block- le dije sonriéndole de vuelta.
- Esta bien… te veo… ¿Se supone que hoy Alice organizó una pequeña junta no?
Asentí con la cabeza.
- Te paso a buscar, te llamo más tarde. Adiós, Bella- dijo mientras me desordenaba el cabello con su mano para luego alejarse de la mesa donde hasta hace pocos minutos estábamos ambos sentados.
Lo miré unos segundos mientras se iba, con su caminar elegante y distinguido de manera natural, que cualquier modelo juvenil hubiese querido lograr, vi a varias chicas de la biblioteca voltear sus cabezas luego de verlo pasar, y no las culpaba, era terriblemente atractivo…
Apoyé mi cabeza en mi mano derecha mientras lanzaba un enorme suspiro.
Había tres cosas de las cuales estaba completamente segura:
Una, soy la persona con menos suerte de toda la ciudad.
Dos, estoy enamorada de Edward Cullen.
Tres, él me ve como su mejor amiga…
OoOoOoOoOoOoOoOoO
Bien…. ¿Qué les ha parecido? Este capítulo es cortito porque es como el capítulo introductorio, quiero probar que tan bien toman la historia .Me gustaría saber sus opiniones. Esta idea la tenía hace mucho tiempo y me he animado a subirla ahora.
En serio agradecería sus reviews, el próximo capítulo será más largo y quizás en el futuro incluya el punto de vista de Edward.
Saludos y muchos besos.
Mademoiselle K.