Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, solo los eh tomado prestados para redactar esta historia.

Mascaras

Prologo.

Una pequeña niña de cabello negro y largo que caía bajo sus hombros, ojos azabache, piel clara y de unos 5 o 6 años, corría tan rápido como se lo permitían sus piernas, tenia que huir, tan lejos y tan deprisa como fuera posible del monstruo que la estaba persiguiendo, el monstruo que había asesinado a sus padres y a toda su familia, los cuales eran unos excelentes ninjas y a pesar de eso el los había matado con una absurda facilidad, tanta que no se podía describir.

Ella sabía que si la encontraba moriría igual. Así que seguía corriendo por las calles del sector en que vivía su clan, se detuvo un instante para asegurarse de que en verdad nadie la seguía, miro hacia atrás un instante, todo estaba calmado, se volteo para seguir corriendo y choco de frente con algo que hizo que cayera al suelo al instante, o más bien con alguien, ahí estaba, el monstruo se había acercado sin que ella si quiera lo notara estaba en frente de él, de aquel a quien todos los del clan admiraban por su gran destreza, de quien se decía era un ninja honorable y fuerte. Aun en ese momento de desesperación no pudo sino preguntarse fugazmente ¿por qué?, a pesar de estar aterrorizada se forzó a mirarlo desde los pies hasta llegar a los ojos. A pesar de que ella conocía bien que la fama de su familia provenía de aquella herencia, también sabía que los de este eran diferentes, y por la situación eran mucho, mucho más atemorizantes. En el momento en que hablo todo lo que pensaba se disolvió en un terror sin nombre.

-Eres la única que queda- dijo la figura frente a ella.

-ah…ah…-tartamudeo la pequeña

El joven, de cabello largo negro ojos escarlata tez pálida y expresión fría, desenvaino la katana que llevaba en su espalda. Era, él sabia, un desperdicio de energía el utilizar sus ojos ante aquella niña, así que volvió su sharingan al normal. Levanto en alto su espada por un momento a punto de dar el golpe.

La chica cerró los ojos con horror esperando que pronto no sintiera nada, pero el golpe jamás llego. En ese momento solo escucho el golpe seco de la katana contra algo que parecía haberse interpuesto.

-¿Por qué haces esto Itachi-san?

En medio de la conmoción que la pequeña ya había sentido aquella noche, esta se incremento todavía más al abrir sus ojos y ver que alguien la había salvado y ese alguien era… no, ¡NO PODIA SER!

Era un niño, un niño apenas mayor que ella. A pesar de que no podía verlo bien por que estaba a sus espaldas noto que era de baja estatura, complexión delgada y su voz era la de un niño.

Se quedo todavía más impresionada al ver con que había detenido la katana, ¡¡¡LA HABIA PARADO SOLO CON EL DORSO DE SU MANO!!!

Podía ver la hoja de la espada contra la mano de aquel niño, la misma que tenía un extraño resplandor alrededor de un color rojo.

Antes de que ella siquiera terminara de darse cuenta de esto, el niño sujeto la espada con la mano con la que la detuvo y la rompió como si nada. Al soltar el pedazo de espada que tenía en su mano, fue muy extraño ver solo un hilo de sangre que corría por esta y un pequeño aunque profundo corte en la misma. Pero fue más extraño ver como en menos de unos segundos el corte había desaparecido y ya no sangraba más. ¿Quién era aquel muchacho?

Si bien ella estaba atónita Itachi no se quedaba atrás.

Esa noche había sido planeada con todo cuidado hasta el más mínimo detalle pero debía aceptar que aquello no entraba para nada en sus cálculos.

A pesar de lo inverosímil de la situación tenia el semblante tranquilo de siempre. Luego de examinar al muchacho desde su apariencia, el chakra rojo, la manera en que se había curado. A pesar de que estaba claro de quien se trataba era difícil de creer.

-Ya veo, tú eres… -comenzó a decir Itachi

-Te eh preguntado –interrumpió el aludido- ¿por que has hecho esto?

-¿A que te refieres? –Pregunto este interesado por su reacción.

-Me refiero a asesinar a toda TÚ familia, cuando…, cuando hay quienes ni siquiera tiene la fortuna de saber lo que es eso –terminó la frase con una calma fría pero con una irá casi palpable que izo que la chica tras él se estremeciera a pesar de que ella sabia que aquel muchacho la había salvado.

-Era tan solo una prueba de mis nuevas habilidades –contesto con indiferencia.

-¿A-esto-le-llamas-tú-habilidades? –Cuestiono impregnando en cada palabra un odio mayor que en la anterior- eras uno de los ninjas más admirables de esta aldea ¿Por qué hiciste algo como esto?

Estas palabras fueron lo que más sorprendió a Itachi, no por lo que dijo sino por como lo dijo, no eran un reclamo ni una protesta incompresibles que se esperarían de alguien enfadado o desesperado, sino una pregunta directa, como si aquel muchacho supiera sin lugar a dudas que había un motivo, como si conociera ese motivo mejor de lo que lo conocía él mismo. Pero eso era imposible.

-Si no piensas responderme… -dijo el muchacho sacando a Itachi de su ensimismamiento- tendré que sacártelo –y al decir estas palabras su aquel resplandor rojo que había estado en su mano apareció de nuevo en todo su cuerpo.

Al hacer esto se ilumino con una luz que permitió que la chica tras él pudiera verlo al fin. La chica distinguió un cabello rubio en punta y que iba vestido con una camiseta de manga corta blanca, unos shorts, los pies descalzos y una chamarra naranja amarrada a su cintura. En ese momento se dio cuenta de que conocía a ese chico, aunque nunca tuvo trato con él y ni siquiera sabía su nombre, ya que siempre escuchaba a los mayores hablar mal de él y advertirle que nunca se le acerque.

Lo recordaba sobre todo por que en una ocasión que comento con su madre algo del día que le pareció gracioso y que obviamente lo involucraba a él su madre se sobresalto de inmediato le dijo que no se lo dijera a su padre y que jamás debía acercarse a ese vándalo escandaloso que siempre trataba de llamar la atención.

Eso era algo que acababa de sorprenderla a pesar de no caber ya más en su horror. Aquel chico del que se decía era tan inmaduro en aquel momento se veía no solo seguro ante aquella situación sino también impasible, imponente e incluso muy intimidante.

Pero ella sabía la horrible fuerza que poseía aquel que asesino a su familia, sabia que era imposible derrotarle, sabia que ambos estaban a punto de morir, y sin embargo desde que él había llegado de cierta forma ella se había calmado era capaz incluso de pensar en lo que ocurría, a diferencia de antes cuando el terror la paralizaba.

-Qué piensas sacármelo a la fuerza –repito Itachi en un tono tranquilo mientras guardaba lo que quedaba de su ahora inservible katana en su funda, a pesar de lo que lo hubiera sorprendido bastante, aquello ya era demasiado- veamos.

En ese momento Itachi coloco su vista sobre el muchacho que se quedo inmóvil un momento.

-¡O, no –pensó la niña horrorizada- es un genjutsu, estamos acabados!

Y eso parecía, el chakra rojo que lo rodeaba fue disminuyendo, y cuando estaba a punto de extinguirse. ¡BOOM! Algo hizo explosión, y la muchacha tuvo que cerrar los ojos un momento, cuando los abrió noto por un instante que el muchacho estaba rodeado por aquel resplandor rojo solo que parecía la silueta de un zorro. Esta desapareció en un instante, Entonces se fijo en Itachi. Estaba arrodillado en el suelo, sudando, pálido y con una respiración entrecortada.

Al contrario él otro se encontraba tranquilo de pie como desde el inicio, pero en esos momentos un atisbo de comprensión y sorpresa estaba marcado en su rostro, aunque la pequeña no podía estar segura de esto ya que estaba a su espalda, de todas formas este se desvaneció enseguida reemplazado por el mismo semblante serio y tranquilo.

-¿Cómo has…- comenzó Itachi sorprendido.

-Que no se te olvide quien esta aquí dentro –dijo el muchacho señalando su propia cabeza, (esto la pareció muy extraño a la chica tras él)- Ha estado entrenando su mente y la mía por más de cinco años para no volver a ser controlado por los mismos ojos, una vez que consiguió esto me hablo y empecé a entrenarme en secreto para ver cuales eran los limites que juntos podíamos alcanzar. Por eso tu pequeño truco mental no funciona conmigo, porque hay dos mentes y te es imposible saber, a cual atacas, y cual te ataca a ti.

A pesar de su sorpresa ante el poder que aquel niño tenia, y de cómo había logrado ocultarlo, se recupero casi de inmediato para encararlo, aunque parecía sorprendido en su momento, volvió a su tranquilidad natural enseguida.

-Eso fue muy impresionante –dijo tranquilamente- pero temo que ahora que no e podido dejarte dormido tendré que matarte a ti también. Es hora de ponernos serios.

La chica ya no cabía en su horror estaba por volver a activar aquel espeluznante sharingan que ella había visto poco antes. Estaba segura de que sin importar que tan fuerte fuera aquel muchacho nunca lo vencería pero en ese momento…

-Espera un poco Itachi-san –le pidió con calma.

-Acaso es que quieres suplicar por tú vida, ya es tarde para eso –dijo Itachi con frialdad.

-No –respondió el rubio con calma- solo quiero evitar que te enceguezcas más sin motivo.

Estas palabras paralizaron por completo a Itachi.

¿Cómo era posible que el supiera…?

Eso era algo que ni los grandes jefes del clan sabían, era algo que solo sabía alguien que, como él, usara el Mangekyou Sharingan.

-¿Cómo sabes eso? –Pregunto Itachi con voz tranquila aunque una gran inquietud estaba creciendo en su interior.

-Se mucho más que eso –contesto este sin inmutarse- Se exactamente que y por que has hecho lo que has hecho esta noche –al ver la expresión de Itachi sabia que era hora de explicarse claramente y que había encontrado alguien de confianza, pero ¿Cómo convencerlo?, su siguiente movimiento seria crucial.

Sin embargo tras las palabras de este, Itachi, a pesar de no saber o entender siquiera como podía saber el muchacho tanto, lo que si sabia era que no podía permitir que se lo dijera a nadie. Era momento de actuar.

De inmediato activo su Mangekyou Sharingan y cerro su ojo izquierdo, listo para acabar con aquella posible amenaza con el amaterasu. Pero antes de poder concentrar suficiente chakra se dio cuenta de que el muchacho no estaba allí, ¡¿cómo era posible siquiera que se moviera sin que él lo percibiera?! ¿Y en dónde estaba?

Desvió su mirada hacia a la pequeña. Esta parecía mostrar toda la sorpresa que el se veía forzado a reprimir, pero por un momento la vio aterrorizada nuevamente al verse sola, y un momento después, cuando ella volvió su vista hacia él, la vio tranquilizarse un poco.

¿Pero por qué? ¿por qué se calmaba al verlo a él si era a él a quien temía. Fue entonces cuando se percato de que no lo miraba a él sino atrás de él.

En ese momento, antes de que se dispusiera a girar, escucho una voz tras él.

-Te dije –comenzó con voz clara y seria- que no hay motivo para que te enceguezcas más- además tus ojos no pueden seguir mis movimientos ¿Cierto? –Apunto con un aire de certeza que el mismo Itachi no podía creer- Vamos, relájate y hablemos.

-¿Sobre que? –Dijo Itachi con voz calmada a pesar de estar bastante confundido, algo que en realidad nunca le había pasado- ¿sobre el como sabes cosas que nadie más debería saber?

-Ah… eso –dijo el chico sin darle importancia. Sin embargo sabia que el empezar a hablar era ya un enorme logro.

De nuevo y antes de que Itachi se percatara de ello el chico apareció de nuevo frente a él. La pequeña a su espalda se sobresalto.

-Crees acaso que eres el único capaz de irrumpir en las mentes de los demás- argumento el muchacho- cuando intentaste usar tu genjutsu contra mi por un instante abriste un camino entre tú mente y la mía, a pesar de que ese camino es de ida desde la tuya a la mía, eso solo significa que para ti es más fácil entrar que para mi, pero no imposible.

-Es ridículo –dijo Itachi- aun si fuera cierto ¿Cómo sabrías todo lo que hay en mi cabeza en un instante?..... Al menos que.

-Veo que ya entendiste –contesto con un atisbo de sonrisa- dentro de la mente el tiempo se expande igual que en tu técnica…. El umh…. Tsukuyomi?

Itachi estaba más que sorprendido por todo lo que había escuchado pero al menos ya tenia claro todo lo que había pasado. Así que así fue como se entero de todo. Ya se preparaba para atacar de nuevo cuando.

-Puedes atacarme si quieres –le dijo notando sus intenciones con indiferencia- pero te advierto que ya controlo por completo un tercio del poder total de Kyuubi, y eso hasta a ti te traería problemas, sin mencionar que atraeremos la atención no deseada de toda la aldea ¿Es eso realmente lo que quieres?

-Veo que eres muy listo –comento Itachi mientras regresaba su sharingan a la normalidad- ¿por qué no me explicas de que quieres hablar?

-Primero lo primero –dijo el rubio de pronto, de repente parecía un tanto ansioso y nervioso- ¿dónde esta Madara?

A pesar de todo lo anterior a Itachi todavía le sorprendió que supiera ese nombre, pero aun más que no supiera donde estaba, seguramente aun leyendo en su mente no lo pudo ver todo.

-El ya se fue, después de eliminar a los más fuertes yo solo me quede para terminar con los que faltaban y para…-se detuvo en seco, si él no sabia eso era mejor no decirlo- para acabar el trabajo.

-Eso y para despedirte de tu hermano ¿verdad? –terminó el chico con suspicacia.

-Exactamente ¿cuánto más sabes? –pregunto Itachi intrigado y al vez preocupado.

-Se que –comenzó este tratando de escoger las palabras correctas- por el bien de Konoha, del mundo shinobi y el de tu pequeño hermano menor, has sacrificado: desde tu honor, tu familia y pronto el amor de tu hermano. Lamento como te hable antes.

Aquello era demasiado para la chica atrás de él que si bien se había mantenido expectante y prácticamente muda por obvias razones. Aquella disculpa de parte del rubio la había sacado del estado de terror, y ahora se sentía tan furiosa como para poder expresarlo.

-¡¿POR QUÉ DEMONIOS TE DISCULPAS?! –Grito la chica que no cabía en su enfado- ese… ese… monstruo mato a toda mi familia i… i… incluso a la suya –dijo señalando Itachi que no se inmuto ante la reacción de la pequeña- y tú solo te disculpas con el como si no hubiera hacho anda malo, incluso como si fuera un héroe.

-Cálmate –dijo de pronto la voz del muchacho, aunque era tranquila el tono no dejaba lugar a replicas- tu no puedes tener idea de lo que siente el hombre parado frente a ti. Incluso yo que siempre eh sabido lo que es el dolor no podría imaginarme lo que él siente, o lo que tú sientes –terminó con un dejo de disculpa, temiendo haber sido muy grosero.

-Eso no me importa –dijo repentinamente Itachi- mi clan, mi orgullo o mi tonto hermano.

-Olvidas otra vez con quien hablas –dijo calmadamente el rubio- se perfectamente lo que pasa, y ya que tu sabes que lo se, deberíamos ahorrarnos toda esta inútil palabrería y aclarar algo de una vez.

-¿Y eso seria…?-pregunto Itachi.

-No necesito irrumpir en tu mente para saber que el tercero nunca aceptaría algo como esto –dijo el chico con mucha seguridad- esta "misión", la estas cumpliendo para ese trío de vegetes ¿No es verdad?

-Creí que evitaríamos la inútil palabrería –dijo Itachi aunque un atisbo de sonrisa cruzo brevemente por su rostro.

-Entonces al grano- dijo el pequeño frente a él también con una ligera sonrisa en sus labios- ¿Quieres que tú clan tenga una oportunidad de volver a existir? –terminó con absoluta seriedad.

-Ya tenía eso pensado –dijo Itachi al cabo de un momento.

-Si claro –dijo el niño como en tono de burla- ambos sabemos que el camino en el que dejas a tú hermano es uno que tendrá que recorrer solo, y en el cual probablemente muera.

-Es un riesgo calculado –dijo Itachi con un tono de que decía "eso ya lo había pensado"- pero cuando todo termine el será un héroe a la vista de la aldea y tendrá una oportunidad más que perfecta para reconstruir el clan.

Itachi pudo notar como el chico frente a él consideraba sus palabras, como si midiera cuidadosa mente lo que iba a decir a continuación, en ese momento Itachi acababa de percatarse de la extraña situación en la que se encontraba.

No por lo que sabía pasaría esa noche sino con este chico. Tenía la edad de su hermano menor y sin embargo parecía tener una respuesta para todo y una calma imperturbable, por un momento esto le recordó como lo miraba su hermano a él, y casi sonríe ante la ironía. Pero ya que habían entablado una conversación se dio cuenta de que había cosas que necesitaba saber.

-Hay algo que necesito preguntarte –dijo de pronto Itachi

-Soy un libro abierto –contesto este aun pensativo.

-¿Qué haces aquí? –Fue lo primero que surgió en la mente de Itachi

-Entreno en el bosque durante la noche –dijo sin darle mucha importancia- estaba en eso cuando sentí lo que pasaba aquí y decidí venir a ver. Aun no se si llegue demasiado tarde o si… -dijo de repente contemplando a la chica tras el por primera vez- o si llegue justo a tiempo.

Esta no había hecho un solo ruido desde que le dijo que se calmara pero después de su último comentario no pudo estar más claro que ella estaba a punto de levantarse para gritarle que:

Claro que había llegado tarde ¡¡estaban todos muertos!! Sin embargo se calmo de inmediato al ver aquellos profundos ojos azules que en una mirada denotaban tranquilidad, seguridad, determinación y una sombra de tristeza que parecía inherente en ellos. Incluso casi sonríe al ver las tres pequeñas marcas que parecían bigotes de gato o algo parecido en sus mejillas.

-¿A que te refieres con que lo sentiste? –volvió a interrogar Itachi sin prestar atención a la escena.

-Me refiero a esto –dijo por toda respuesta, la pequeña tras el esperaba que hiciera algo pero solo lo vio ahí parado y se sintió muy desconcertada al tiempo que notaba de repente una leve brisa que rozaba su cabello y noto que también lo hacia en dirección de Itachi, entonces se percato de que aquella brisa provenía del chico rubio. Pero seguía sin entender nada.

-Interesante –escucho decir a Itachi- ¿cómo funciona?

-Simplemente expando un poco de chakra en el ambiente –respondió este- me permite sentir la energía vital de otros, y también leer sus movimientos, lo que tu ves con tu sharingan yo lo percibo con mi cuerpo. Pero yo puedo pelear incluso sin tener que ver ni oír a mi contrincante.

-Eso no explica… -empezó Itachi otra vez.

-Y si me concentro un poco –interrumpió- puedo sentir la energía vital en varios cientos de kilómetros a la redonda, también el nivel de poder de los mismos y a quien pertenecen- concluyo algo aburrido- simplemente me di cuenta de que unos inmensos poderes aquí estaban desvaneciendo a los otros rápidamente esos eran tú y Madara ¿Cierto?

-¿Cómo es que no puedo seguirte ni con mis ojos? –Continuó interrogando.

-A pesar de que poseo gran cantidad de energía generalmente la mantengo oculta, la desaparezco y la vuelvo a encender cuando la necesito –explico- de ese modo no gasto más que lo indispensable. También esta el hecho de que tu sharingan ve el color del chakra si no lo uso más que por instantes no hay nada que ver, solo un breve haz de luz.

Itachi no dijo nada pero no era necesario, ante esto el rubio continuo.

-Volviendo a lo anterior… mira, si quieres ver esto como una ecuación –dijo de repente- te ofrezco un respaldo, una… forma de reducir el margen de error si lo prefieres.

-Te escucho –dijo Itachi simplemente.

-Podrías dejar uno más con vida –dijo el niño- mejoraría las posibilidades de tú clan. Ya no puedo sentir a nadie más excepto a ella –añadió apuntando con su cabeza hacia atrás- y la presencia de tu hermano que pronto estará cerca

-No hay forma –dijo Itachi de forma un tanto deprimida- Danzo no lo permitiría, yo puedo interceder por Sasuke pero… -agrego mirando a la chica.

-¿Quién dice que él debe saber algo?- dijo tranquilamente el chico- Yo intercederé por ella ante el tercero, y me asegurare de que nadie se entere de que ella sigue viva hasta que sea el momento adecuado. Estoy seguro de que él aceptara.

-¿Cómo harás eso? –pregunto Itachi ahora más interesado.

-También tengo algunas cartas que puedo jugar –dijo simplemente- no te preocupes, solo piénsalo. Una semilla que regenere el clan en la luz y otra en las sombras.

-¿Por qué te importa tanto? –Pregunto de repente Itachi- esto no es para nada tú asunto.

-Yo opino igual que el tercero –dijo tras una pausa- esta no podía ser una solución, tan solo quiero que halla una esperanza de reivindicar a los Uchiha lo que les fue quitado y… y en cierto modo negado solo por el hecho de ser diferentes –agrego con cierto resentimiento- pero no quiero que se haga por el camino de la sangre si es posible encontrar uno más –finalizo con determinación.

-¿Y si te dijera que no? –Pregunto Itachi.

-Entonces, tendríamos una nada agradable e innecesaria lucha –dijo con simplicidad- no quiero que alguien inocente pague por los delirios de poder de otros, no si puedo evitarlo.

-¿Y si no puedes? –dijo Itachi.

Lo que ocurrió después fue demasiado rápido, la pequeña en el suelo solo había sentido un tirón inmediatamente fue como si todo diera vueltas antes de detenerse, y sin saber como estaba en un tejado.

Cuando se dio cuenta de esto se fijo en el chico que la sujetaba en brazos, luego en el lugar que este observaba y lo observo también. A una casa de distancia en la calle en la que había estado se encontraba Itachi y una figura envuelta en llamas negras frente a el que luego desapareció en una columna de humo.

El chico a su lado solo suspiro resignado mientras se ponía de pie y le decía.

-Quédate aquí.

Luego desapareció, y cuando reapareció estaba detrás de Itachi, pero tenia algo extraño, el chico ahora era rodeado totalmente por aquel chakra rojo, solo que esta vez tenia la forma de un animal, como un zorro y tres colas salían de la parte baja de su espalda.

Itachi pareció percibirlo, y volteo lentamente hacia él con cierto asombro en su mirada.

-Un reemplazo –le explico- parece que tendré que hacer que hacer que me escuches a la mala.

-Y ¿cómo crees que podrás… -empezó Itachi pero antes de terminar el muchacho frente a él había desaparecido, Itachi solo sintió un potente golpe en su rostro y que fue arrojado varios metros, por su agilidad pudo caer en cuclillas, pudo sentir el sabor metálico de la sangre brotar de su labio, pero cuando levanto su mirada vio al muchacho de nuevo ante él, parado tranquilamente, en el momento en que Itachi lo vio de frente, noto que tenía los ojos cerrados, muchas preguntas estallaron en su cabeza y se reflejaban en su mirada pero solo pudo articular.

-¿Cómo…?

-Ya te había dicho que expando mi chakra como una neblina para percibir los movimientos de mi oponente con mi cuerpo, como tú haces con tú sharingan, pero yo no necesito verlo y así evito ataques mentales de tú parte, ademas ya que tus ojos ven el chakra mi neblina los enceguece, y no puedes percibir mis movimientos –dijo el chico con simpleza.

Itachi se levanto pesadamente, al parecer el golpe fue mucho más de lo que pareció a simple vista, no solo lo golpeo sino que hizo fluir chakra a través de su cuerpo, eso no solo le daba una gran fuerza sino que le dio un poco de ese infernal chakra que era como veneno para que fluyera por su cuerpo dañándolo internamente.

-Ese golpe tenía toda la intención de matarte –dijo al notar que su ataque si le había afectado- tratándose de ti era la única forma de estar seguro de que al menos te dañaría un poco –dijo mientras Itachi se incorporaba por completo.

-Si quieres podemos seguir con esto hasta su última estupidez –dijo algo molesto el chico al notar a Itachi tomar posición de combate de nuevo- pero no habrá ganador, mejor considera mi oferta –dijo a Itachi sin inmutarse pero se podía sentir cierta impaciencia- no tienes nada que perder.

-Salvo que si no hago mi parte –dijo de pronto Itachi- No podré asegurar la seguridad de Sasuke.

-Danzo, jamás sabrá nada –dijo de forma contundente- de eso me encargo yo, ademas si no confías en mí -continuo al ver que Itachi estaba por reclamar- seguro confiaras en el tercero, yo hablare con él, ya te lo dije puedo ser muy persuasivo –terminó con simplicidad.

-Si… eso veo –dijo Itachi con una leve sonrisa después de unos segundos.

-También mantendré un ojo sobre tú hermano mientras este en la aldea.

-¿Mientras? –Dijo Itachi un poco intrigado

-Ambos sabemos que no se quedara mucho si cree que eso lo aleja de su objetivo, y una vez lejos no podré vigilarlos a ambos –contesto este con un poco de tristeza.

-Si, tienes razón –dijo Itachi cayendo en cuenta de eso.

-Parece que solo queda una cosa por hacer –dijo el chico de pronto acercándose la mano con la que golpeo a Itachi al rostro y lamiendo un poco de la sangre que este dejo en ella.

Itachi observo sin entender pero antes de que pudiera preguntar algo el aura roja del zorro se manifestó de nuevo en el cuerpo del chico, pero de manera diferente, canales de chakra empezaron a salir de esta y dirigirse directo a los ojos (que permanecían cerrados) del muchacho, lentamente, cuando terminaron y el aura desapareció, el chico abrió los ojos e Itachi se encontró mirando que le devolvían la mirada sus mismos ojos.

-Un poco de tú ADN me permite replicar aquello que más sobresalga, en este caso tu sharingan, y como ya había visto tus pensamientos, recuerdos y emociones supe como activar el Mangekyou Sharingan de inmediato –explico antes de que Itachi pudiera preguntar, y al mismo tiempo desactivando el sharingan por completo- no te preocupes, solo lo hice por que ella necesitara un tutor que le enseñe como usar al máximo sus capacidades.

-Como se que puedo confiar en ti –dijo Itachi de pronto reaccionando ante lo que vio, de pronto se dio cuenta de que aquel chico era alguien demasiado peligroso, y aunque sabia que esa manera de pensar de la gente lo había colocado en su actual posición no podía pensar en otra cosa.

-Bien –dijo de manera reflexiva- pude haber hecho la transformación con la sangre de ella y con tus conocimientos –dijo de repente- al hacerla frente a ti te di un arma en mí contra.

Al ver que Itachi no comprendía del todo, continúo.

-Di lo que haz visto al consejo y yo tendré que salir de la aldea entre un mar de sangre para poder sobrevivir –dijo simplemente- aun tengo la esperanza de encontrar algo más que odio en la mirada de la gente Itachi –dijo mirándolo directamente a los ojos- y solo por eso, sin importar cuanto me tome, vale la pena quedarse aquí.

Estas palabras parecieron tener efecto en Itachi, de nuevo, no por lo que dijo si no por la forma en la que lo hizo, supo que era sincero y de confianza. Era extraño que contara como un aliado a alguien que parecería solo un niño pero que sin duda era tan poderoso como el que más.

-Nos volveremos a ver –dijo Itachi dándole la espalda.

-Eso ni lo dudes –contesto el chico con una cierta sonrisa de satisfacción en los labios.

Y dicho esto Itachi desapareció.

La chica en el tejado contemplo la escena muy temerosa pero intrigada por lo que había pasado. No entendía nada, y era comprensible dado que en los pasados minutos, (¡minutos! ¡Parecerían horas!), había pasado por el terror, la sorpresa, la desesperación, el terror de nuevo y un breve periodo de alivio junto con más sorpresa.

Aun intentaba que todo eso pasara por su cabeza cuando…

-Ya estas a salvo –dijo de repente alguien a su lado.

-¡Aaaaaah! –Grito esta (¿cuándo había llegado a su lado?).

-¡Aaaaaah! –Grito también el muchacho, al parecer el grito de la chica lo tomo por sorpresa perdió el equilibrio y rodó por el tejado al suelo.

La chica rió tímidamente por un momento ante la escena pero se detuvo de inmediato al ver chico de nuevo a su lado con un gran chichón en su cabeza, una expresión de estar muy molesto y con una lagrima que colgaba de su ojo. ¿Este era el mismo chico que hace unos momentos la había salvado?

-Entiendo que por lo que has pasado hoy ya ha sido bastante, pero lamentablemente solo ah empezado –dijo ya más serio- En este momento solo te puedo decir una cosa…

La miro fijamente a los ojos con una mirada que expresaba: seriedad y determinación.

-A partir de este momento tú dejaras de existir para todo el mundo, hasta donde se sabe tú moriste esta noche con el resto de tú clan, no volverás a hablar con nadie ni a dejar que nadie te vea al menos que sea yo.

Dijo todo eso con frialdad, determinación y seguridad. Luego su expresión se ablando un poco y continúo.

-Se que será muy difícil pero si no haces exactamente lo que te digo seguramente morirás de verdad. Lo único que puedo ofrecerte es que sabrás todo acerca de cómo terminaste en esta situación. El saber será el primer paso hacia la comprensión y finalmente la aceptación.

-¡¿Aceptar?! –Dijo de repente levantándose- ¡toda mi familia ah muerto! ¡No me queda nada! ¡¿Por que no mejor me ahorras todo eso y me matas de una vez?! –Grito desesperada mientras las lágrimas recorrían nuevamente su rostro.

-Por que muerta no le sirves a nadie –dijo el chico mientras le ponía suavemente su mano en el hombro y la otra en su barbilla obligándola a que lo viera de frente-Tendrás una carga muy pesada es cierto, y es cierto que en ocasiones desearas morir pero te puedo asegurar una cosa, eso no sirve de nada. La muerte no es una solución, la vida si –explico con calma- no se como ayudarte a sobrellevar la perdida, yo siempre estuve solo, pero te puedo ayudar con la soledad –le dijo el chico ahora con más ternura- a pesar de lo que llegues a sentir te prometo que nunca estarás sola.

De repente la chica se arrojo sobre él y empezó a llorar sobre su pecho. Aunque en un principio esto le sorprendió luego de un instante le devolvió el abrazo y se quedo así hasta que se tranquilizo.

-Vamonos –dijo levantándose cuando la chica ya estaba más tranquila- tengo que hablar con el tercero sobre todo esto, estoy seguro de que ayudara –afirmo con seguridad- después te llevare a casa para que descanses, ahora que empiezo la academia me dieron un departamento, no es muy lujoso pero estarás bien hasta que ajuste los últimos detalles con el tercero.

Se dio la vuelta y luego se inclino para que la chica se trepara a su espalda. Esta lo hizo pero cuando empezó el viaje se dio cuanta de algo muy importante que había pasado por alto.

-Lo siento, aún no se tú nombre –dijo con cierto reparo.

-Entonces estamos iguales –dijo con una gran sonrisa al voltear un poco para ver a la chica en su espalda- las damas primero.

La chica se sonrojo un poco al ver que tras aquella expresión tan fría pudiera ser capaz de una sonrisa tan abierta solo unos momentos después.

-Sa…Saya Uchiha –dijo un poco cohibida, la verdad era que la manera de ser de aquel muchacho rubio la había dejado un poco nerviosa.

-Naruto Uzumaki.

N.A. :Eh aquí el inicio de la historia, para los que les interese seguirla les adelantare que solo podré actualizarla cada mes y que haré todo lo posible por ser puntual así que solo fíjense el día en que se publico por que ese será el día de actualización.

Hasta la próxima