Hey, les dije que volvería rápido!

y que traería conmigo algo más light jajajaja. Es que suelo metaforizar lo que me va pasando en la vida, y a pesar de que no se me haya muerto nadie, cuando las cosas cambian y desaparecen, escribo cosas asi -_- Pero también puedo escribir cosas lindas y fluffy

El próximo será o chistoso, o lleno de fluff (pero que se mantenga al canon de los personajes, espero)

Ojalá les guste :3 fue escrito no muy rápido, pero si subido con rapidez, porque ando con todas las ganas de subir jiji. Así que disculpen si hay algún error de ortografía o una trama fomeque.

kTa

Disclaimer: Soul Eater no me pertenece, por suerte mua ja ja

"Gold in the air of summer

You'll shine like gold in the air of summer"

Kings of Convenience

Gravedad.

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.-.

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.-.

La mayoría de las veces se la podía ver corriendo por los pasillos apresuradamente, con un par (u ocho) de libros gruesos y de aspecto pesado, a los cuales se les salían las hojas por los lados (y no es que ella no los cuidara: los libros de la Facultad eran muy antiguos).

La mayoría de las veces se le podía ver a él sentado holgazaneando o durmiendo, con un par (u ocho) de partituras, las cuales tenían varias anotaciones y maldiciones escritas a los lados (y no es que él quisiera hacerlo, pero aprender a leer partituras del siglo XV es una patada en el trasero).

Y la mayoría de las veces, él la besaba.

Y algunas veces, ella dejaba caer sus libros al suelo.

(Pero todos sabemos en el fondo que no lo hacía por la sorpresa, sino para que aplastaran los pies de Soul dolorosamente. Y cielos, eran bien pesados.)

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Primero partió con miradas furtivas, de aquellas que les das a un extraño que te atrae, pero que no llega a más que eso. Logró enterarse de su nombre, su carrera, y que le gustaban los gatos.

Lo segundo fue el alcohol, aquel coraje líquido que hizo que, durante la fiesta de la Facultad, él la acorralase contra un auto mientras intentaba seducirla dentro de su estado de ebriedad. Creyó que su sonrisa era seductora, cuando la realidad era que su cara se veía un tanto... ¿cómo decirlo?

-"Te veías como el cerdo más hedonista del planeta, y lo peor era que tu estado se reflejaba en tu sonrisa media derretida por la falta de fuerza en tus músculos faciales y –"

Digamos que, bueno, no funcionó mucho.

Nada, de hecho.

(Sus pies siguen recordando con dolor ese primer golpe, a pesar del borrón olvidadizo de esa noche; y ¿de dónde demonios sacó ese libro?)

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Comenzaron a hablar en los pasillos, él con la constante vergüenza de ese primer intento fallido de conquista, pero determinado en no hacerlo visible (porque no sería cool, please), y ella con una sonrisa media oculta, encontrándolo un buen chico después de todo.

Hasta que después de un tiempo la invitó a ver unas películas y la besó.

Podemos decir a favor de Soul que ella mandó señales que se interpretaron mal, ¡Vamos, que se sentó cerca de él cuando el sillón tenía mucho espacio de sobra, y cómo se reía tendidamente de la película y cómo sus ojos brillaban y cómo le rozaba la mano al sacar palomitas de maíz del bowl o cómo ella era tan Maka y -!

Se entiende, ¿no?

Esa vez no fueron los pies, sino su mejilla.

Su mano tenía la fuerza de un rinoceronte, de llevar tanto esos endemoniados libros.

(y Soul tiene el derecho adquirido por experiencia de decir que: sí, en efecto, esos libros tienen un maleficio satánico para crear mayor tracción de gravedad sobre ellos –ergo, peso –.)

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Dejaron de verse por un tiempo.

(dos semanas)

Él no se estaba muriendo. Noooo, para nada.

Maka un día se le acercó en el pasillo, aquel en el cual siempre se encontraban para charlar un rato, y lo miró directamente a los ojos.

-Lo siento –dijo rápidamente, intentando esconder su bochorno –Te extraño. Quiero que sigamos siendo amigos, si eso está bien contigo.

(Friendzone, amigos, Soul acaba de ser friendzoneado)

-Por supuesto que está bien –dijo él intentando esconder en lo más profundo de su corazón ese vacío que se había provocado al caer en el vórtex horroroso (pero de zona segura) del amigo. –Claro que podemos seguir siendo amigos. Sin dramas.

La sonrisa que recibió de vuelta valió ese pequeño dolor, se dijo.

El abrazo que recibió luego, también.

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Comenzaron a verse más seguido, a ir a lugares juntos, a sentirse más cercanos, más íntimos.

Y él sabía que las barreras de ella iban cayendo, y que iban pronto a caer totalmente.

Sonreía malvadamente al ver el sonrojo que se generaba en ella cuando sus manos se rozaban al buscar palomitas de maíz.

Se decía a sí mismo que era por venganza, que quería verla en la posición en la que él había quedado al ser rechazado. Pero en el fondo sabía que estaba irrefutablemente perdido por ella, que realmente quería que ella se sonrojara, y que apoyara su cabeza en su hombro, y que ya no sólo se detuvieran a hablar en los pasillos, sino abrazarse y mirarse y sonreírse y que lo mirara de una manera tan únicamente Maka….

Y la sonrisa se volvía llena de cosas que Soul no quiere admitir en voz alta hasta el día de hoy (ni dejar sacar fotografía como prueba de ello).

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Se besaron.

Sin libros cerca esta vez.

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Amigas y amigos, Soul festejó sin descanso junto a sus amigos por haber roto el maleficio de la Friendzone.

No recuerda mucho de esas noches, pero Maka tiene unos mensajes de voz bastante vergonzosos guardados en su celular. Guardados con clave, para que Soul no pueda borrarlos.

Como material de chantaje para después, obviamente.

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-Soul –dijo Maka acostada leyendo un libro sobre la cama del susodicho, tapada tan sólo por la sábana que le cubría hasta el ombligo.

-¿Hm? –respondió, levantando la mirada y apreciando el estado magnífico en el cual ella se encontraba.

-¿Quieres ser mi novio?

-….Es una broma, ¿no?

-¿Por qué sería una broma?

-Ya lo somos. Es obvio.

-Eh, no. No es obvio –dijo Maka bajando su libro para poder mirarlo con una expresión burlona y afectuosa. –Nunca me lo preguntaste.

Soul se quedó boquiabierto, sin poder creer que fue finalmente ella la que preguntó, posándose en una rodilla, si aceptaría su mano en noviazgo, y que a él se le había ido completamente.

Qué se puede decir: en su mente siempre habían sido una pareja.

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La mayoría de las veces él la besaba.

-Te quiero –le susurró mientras apretaba delicadamente sus labios contra los suyos, en un gesto lleno de afección. Ella tiritó levemente, posando sus pequeñas manos sobre las suyas de pianista, y suspirando profundizó el beso, y de pronto oh miren eso es una lengua.

Soul no entendía por qué la gente decía que él había corrompido la inocencia de Maka, cuando era ella la que había manchado la de él (claro, claro, lo que tú digas).

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Y a veces, cuando él la besaba, ella dejaba caer sus libros.

-Ouch…¡!

Luego se apresuraba a recoger sus libros, ordenarlos nuevamente en sus brazos, y darle una sonrisa traviesa con un beso fugaz en la mejilla.

-Yo también te quiero tanto, Soul.

Y lo decía con todo el afecto del mundo en voz, y Soul se derretía un poco y recordaba aquella primera vez en Maka le tiró sus libros encima, ganando por siempre un espacio en su memoria.

Pero, enserio,

¡¿en dónde demonios encuentra esos libros?!

.-.

.-.

.-.

Gravedad, y no tan solo en el término de que los libros caigan en los pobres pies maltratados de Soul (jaja), sino porque ellos también terminaron siendo arrastrados por esta fuerza que Maka intentó resistir en un momento, y que Soul siempre supo que estaba ahí. Ellos también tenían su propia gravedad, que los trajo juntos al final.

(aw)

¡Espero les haya gustado! Los reviews son siempre bien recibidos, ya sean críticas, alabanzas, saludos, o quequitos cibernéticos 3

kTa