Canciones
Definitivamente no era la primera vez que Misa escapaba de sus obligaciones de Idol y definitivamente tampoco sería la última, sólo que de vez en vez se sentía demasiado presionada y necesitaba urgentemente un descanso. En más de un par de ocasiones su manager la había reconocido bajo los disfraces que solía usar, pero era comprensiva con ella y la dejaba ir para que se relajara un poco.
No hacía falta mucho para sentirse relajada, a veces iba por una taza de café espumoso y otras sólo se sentaba en el parque a ver pasar a la gente, esta vez, sin embargo, prefirió sólo caminar, una larga caminata a cualquier parte. Unas gruesas gafas negras y una larga cabellera pelirroja la protegían de ser blanco de cualquier admirador, así que tranquilamente sacó su reproductor del bolsillo, se puso los audífonos y comenzó a escuchar un poco de música.
-Bien, quizá esté un poco mal que vaya escuchando mis canciones pero después de todo no las escribí yo así que creo que no debe haber mayor problema- pensó para sí misma. La verdad es que la gente solía juzgar a Misa mucho antes de conocerla, pero tras ese bello rostro se escondía una gran mente y una muy hermosa alma.
La primera canción era muy linda, hablaba sobre el noviazgo y cómo iba creciendo, a Misa le gustaba mucho pero a la vez la hacía sentir un tanto triste y es que por el ritmo de vida que llevaba, realmente le costaba trabajo conocer a alguien lo suficiente como para iniciar algo serio, además, la mayoría de los chicos con los que lo había intentado no resultaban ser más que patanes.
Avanzó un poco más en la lista, encontró una tonada un poco melancólica, de tintes algo obscuros. No estaba de humor para eso, sintió que si la dejaba sonar un poco más comenzaría a llorar, y vaya que se había esforzado con su maquillaje, así que no quería nada que lo arruinara. Click y la siguiente canción.
Amistad, una canción sobre amistad. Tenía tanto que Misa no conocía un amigo de verdad. Un pensamiento fugaz cruzó su mente. Una apariencia huesuda, un rostro pálido, totalmente desconocido pero a la vez tan familiar.
-Qué cara tan curiosa, tan fría, pero… me da mucha paz, ¿quién será?- pensó Misa, quizá una vista de otros tiempos. Le gustó cómo se sentía, como si alguien la acompañara y la reconfortara justo en ese momento, era la primera canción que dejaba completa e incluso la repitió un par de veces mientras seguía su camino.
Pasó algún tiempo tranquilo en que algunas canciones sólo la hacían bambolearse de un lado a otro y algunas otras la hacían brincar un poco más contenta, esto a nadie extrañaba pues sólo se trataba de una joven chica caminando por la calle y disfrutando de su vida.
Y luego, después de esos momentos apacibles, una canción sobre el amor familiar, ella la recordaba perfectamente, aunque, tenía mucho que no la escuchaba, no desde lo que le pasó a sus padres, y es que esa canción se los recordaba tanto; no es que no le gustara recordarlos, pues los había amado mucho, sólo que nunca supo manejar bien el dolor y la tristeza. Esta vez, sin embargo, no cambió la canción, algo le había dado fuerzas suficientes para no dejarse caer en la melancolía, no sabía que era pero había una especie de abrazo que la hacía sentirse muy segura y tranquila.
Es verdad que se entristeció un poco, pero no dejó que su mirada lo reflejara, sólo se sentó en la banca que encontró más próxima y se dejó calmar, hacía un día hermoso, muy soleado, así que eso la ayudó.
Continuó su camino, al fin supo dónde era "cualquier parte", la heladería.
-Vaya que un helado me caería bien ahora- se dijo. -Chocolate o fresa, cualquiera estará bien, quizá una bola de cada una - y sonrió radiantemente, de esas sonrisas que no se pueden esconder y que es obligación compartir con el mundo.
Entró al negocio, pidió su cono, una bola de cada sabor, pagó y continuó su camino, escuchando música y comiendo helado.
En ningún momento sintió desaparecer esa presencia que la acompañaba y eso la hacía estar de muy buen humor, mejor que cuando salió del estudio, aunque no tenía ganas de regresar, así que sacó su móvil y llamó a su manager, le dijo que estaba un tanto cansada y que no regresaría que prefería ir a casa, la chica, un tanto molesta pero amable le dijo que estaba bien que la vería al día siguiente y que no se preocupara.
Ya en casa y bastante más relajada gracias a su caminata Misa se preparó para dormir, había estado tan apacible el día que ni siquiera se dio cuenta de que ya había obscurecido hasta que estuvo frente a la puerta. Tomó una larga ducha y se puso la pijama, se paró frente al espejo de su tocador para cepillarse el rubio cabello y notó algo que no había visto antes, un cuaderno blanco, con letras brillantes en un idioma que no conocía, la tomó con un poco de desconfianza y la ojeó. Completamente en blanco, lucía como cualquier otra libreta, sólo que tenía un tacto un tanto extraño, cuando levantó la vista hacia el espejo, una mirada penetrante y un ojo amarillo la recibieron, no se asustó, inexplicablemente se sintió muy tranquila y volteó para saludar a su recién llegada acompañante.
-Espero que le des un buen uso a tu nuevo regalo Misa- dijo la fantasmal figura, y la chica no pudo responder nada. -Ahora te daré otro regalo que espero que aprecies mucho más- dicho esto, la Shinigami besó la frente de la chica y luego desapareció. Una sensación de mareo invadió a Misa y sin poder detenerse cayó al suelo. -No te vayas Rem, no me dejes- exclamó. Muy sorprendida se dio cuenta de que acababa de recordar algo que ya había vivido, una vista de otra vida, una especie de segunda oportunidad.
Fin del capítulo.
Notas del autor:
Bien, bien, se que lo primero que debo hacer es pedir una gran disculpa al poco auditorio que me queda (si es que me queda algo) por tan largo hiatus, si bien se que no es pretexto diré que tuve algunos problemas personales, un tanto mentales y la escuela que si bien no me hace daño si me llega a quitar algo de tiempo, como sea, aquí está un capítulo más de Sex Note y bueno, incluye a Misa, que no se ustedes pero yo ya la extrañaba, prometo no tardarme tanto con el capítulo 6 y no volver a dejar tan abandonado este proyecto, que claro es por y para ustedes los lectores.
Ahora, pasando a otro tema, desde hace algún tiempo tengo la inquietud de realizar un webcomic, pero soy realmente terrible para dibujar, así que aprovecharé este espacio para lanzar de la forma más claramente posible una convocatoria.
Se busca un(a) dibujante que me ayude a materializar este pequeño sueño que tengo. Realmente no pido mucho, el estilo de dibujo puede ser el que sea y la edad de la persona también, siempre y cuando no tenga problemas con salidas y permisos, lo que si me es muy importante es que vivan en México, para ser más precisos, en el Estado de México o en el DF, más explícitamente en cerca de zonas como Tultitlán, Coacalco, Azcapotzalco, Hidalgo, Centro Histórico o Gustavo A. Madero.
Realmente sería genial poder encontrar a alguien así, si tú eres o conoces a ese(a) dibujante favor de comunicarse conmigo en la dirección electrónica pianpianito(arroba)hotmail(punto)com, pues me interesaría mucho conocer su trabajo y platicar con ustedes.
Algo más, y como último, alguien que trabaje mucho y es que, como pudieron notar, necesitaré alguien que me esté empujando un poco jeje.
Sin más, me despido no sin antes agradecerles por estar aquí leyéndome una vez más, recuerden que sus reviews son muy importantes para mí.
Atte.: Loveless-Zero