Supongo k ya estaran mas k hartas de mi, pero bueno ACA ME VENGO CON OTRO FIIIIIIIC

Supongo k ya estaran mas k hartas de mi, pero bueno ACA ME VENGO CON OTRO FIIIIIIIC!! Este de Draco y Mione.

Le aviso k no tiene NADA ke envidiarles a cualkiera de los otros dos, jajaj tiene la misma dosis (o mas :P) de atrevimiento, aventuras y pasioooooooooon!!

Creo k es mas facil de leer xk es menos serio k Oscura Pasión o k Botellas Rotas. Pero buenoi k no m enrollo mas.

Ahí se los dejo k al final la k cuenta es su opinión DEJENME REVIEWWWWWWWS si les gusta y no duden en dejar criticas constructivas y sugerencias va??

CHAN CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN ahí les va.

Obvio, Ningun pj es mio, pero la locura que llena cada silaba del fic si JAJAJ

oooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooooo

CAPITULO 1: Inesperado

Hermione miró a ambos lados antes de internarse por el oscuro pasillo. Sabía a lo que se arriesgaba si la pillaban, pero prefería correr el riesgo a no obtener aquella información.

-Si encuentro ese libro podré probar lo que esta haciendo Malfoy...y también que es a Snape a quien le lleva los ingredientes.-pensó.

Sacó una pequeña hoja de papel de su bolsillo, era una lista. Hermione repasó una vez más los elementos de la misma, dudaba que en la sección prohibida de la biblioteca fuera a haber mucha luz y quería utilizar la magia lo menos posible, Filch estaría rondando seguro y ese viejo cascarrabias parecía tener un olfato especial para joderle los planes a la gente.

Consultó el mapa merodeador que Harry le había prestado. No había moros en la costa asique dobló por el último pasillo y se paró en frente de la puerta de la biblioteca. El corazón le latía con fuerza.

-¿Qué hago aquí...?...pues claro los de la orden me necesitan-susurró para si misma, pero no quedó muy convencida ¿Por qué hacía aquello? ¿Por qué centraba en Malfoy todo su odio?

-No es momento de dudas existenciales tonta-volvió a susurrar para si misma, avanzó un paso más hacia la puerta y sacó la varita preparada para lanzar el conjuro.

¿Qué le había hecho él a ella?...pues la verdad es que los últimos años después de la guerra la actitud de Malfoy había cambiado mucho. Se había mostrado muy arrepentido de todos los males que su familia e incluso él mismo habían causado. Aquello último la había impresionado mucho, siempre había visto a Malfoy como un niñato unineuronal inmaduro y por eso escucharlo admitir sus propios errores y superar su orgullo hizo que adquiriera otro brillo ante sus ojos aunque claro aquello no había durado mucho. Había vuelto a convertirse en joven pedante y egocéntrico que siempre había sido, engatusando a las chicas de todas las casas con su brillante pelo...su amplia espalda...su sugerente sonrisa y...esos ojos que se te clavaban en el alma...y en algunos sitios más porque desde luego que...

Hermione no terminó de pensar la frase, escuchó unos pasos cercanos, apenas a tiempo de ahogar un gritito de nerviosismo susurró el conjuro y entró en la oscura biblioteca pegándose con cuidado a la pared. Una vez estaba segura de que Filch no merodeaba por allí la joven bruja se dejó caer de rodillas al suelo y suspiró.

-Eso te pasa por soñar despierta estúpida...- trató de negarse a si misma todas las apreciaciones que había hecho sobre Malfoy, pero las imágenes de subrepticias miradas que más de una vez había notado que él le echaba le palpitaban en la cabeza-pues bien...sí, he pensado en él, pero ha sido solo un lapsus mental provocado por los nervios que han hecho despertar las neuronas que guardo para estupideces como...Malfoy...si se piensa que puede tener a todas las chicas bien por él, pero yo sé de una a la que no tendrá YO. Y ahora a trabajar.

Se levantó intentando dejar la mente en blanco y empezó lentamente a recorrer los pasillos que tan bien conocía se desplazó de uno a otro hasta que un olor a moho y humedad le indicó que se encontraba en la zona de la biblioteca en la que se guardaban los tomos más antiguos.

-Falta poco-pensó.

De repente se topó con una pared, eso quería decir que si ya no había espacio para avanzar...la puerta de la sección prohibida estaría muy cerca. Se dio la vuelta y murmuró-Lumos-la tenue luz que salía de la punta de su varita le permitió, no sin cierta dificultad, distinguir una puerta metálica entre las sombras. Avanzó hacia ella con paso decidido y la tanteó, como suponía estaba cerrada lo único que le alteraba el pulso era el hecho de que no sabía que hechizo de protección le habían puesto. Esperaba que no fuera uno muy fuerte. Era muy buena alumna, pensó con orgullo, pero su repertorio de hechizos tenía su límite.

Apuntó con la varita a la cerradura de la puerta y se concentró.

-Alohomora-nada...parecía no haber hecho efecto. A Hermione se le cayó el alma a los pies

-¡MALDITA SEA!-dijo un poco más fuerte de lo que debía, esas palabras parecieron ser más eficaces que su hechizo pues la puerta se abrió unos centímetros como impulsada por una brisa fantasmal.

-Ahora entiendo a la gente cuando me dicen que soy rara-pensó.

Luego poniendo todos sus sentidos en ello avanzó dentro de la sección prohibida.

Hermione avanzaba muy poco a poco. Sabía que Filch no solía internarse por esa zona, pero toda precaución era poca.

Volvió a sacar el papel de su bolsillo y le dio la vuelta para revisar el número de la estantería en la que tenía que buscar. La 16...aquella estantería estaba en el fondo de la sección prohibida. Había olvidado ese detalle...en esos momentos Hermione deseó más que nunca tener a Ron o a Harry al lado incluso aunque se pelearan entre ellos.

Después de todo tener que avanzar sola, a oscuras entre miles de volúmenes antiquísimos de magia negra... ¿Le daría repelús a cualquiera no? Y lo peor, pensó ella, es que estaba rompiendo las reglas que era algo que Hermione Granger no hacía JAMÁS...todo sea por la orden, se repitió mentalmente una vez más.

Cuando ya creía que no llegaría y que el brazo se le iba a acalambrar de tanto sostenerlo extendido al máximo delante de ella (¡Quien sabe lo que podría salir de aquella masa de ocultismo y necromancia!)Divisó el número 15 grabado en la estantería que quedaba a su derecha...bueno si aquello era un 15...parecía más bien un numero de invocación demoníaca. Tenía una serpiente alada enroscada alrededor y a diferencia de los demás; que estaban pintados de un color que debía haber sido blanco para distinguirlos en la semipenumbra, pero que con el tiempo se habían deteriorado llenándose de líquenes y de otras cosas que Hermione no habría sabido decir que eran, a diferencia de esos, este era de un color granate profundo. No supo porqué pero el ver ese color hizo que un profundo escalofrío recorriera toda su espalda. Le recordó a la sangre que había visto correr a raudales durante la guerra con los mortífagos y lo peor...le hizo recordar que le quedaba mucha por ver.

Se alejó rápidamente de allí sin mirar sacando aquellos pensamientos de su cabeza y avanzó los pocos pasos que le quedaban hasta la estantería 16. Se asomó despacio y no vio nada fuera de lo común salvo que en esta estantería había menos libros o eso le pareció a simple vista porque cuando se acercó a comprobarlo se dio cuenta lo equivocada que estaba. Lo realmente diferente era el tamaño de los libros. Eran volúmenes enormes. Parecían no estar hechos por manos humanas y Hermione se preguntó que se traerían Malfoy y Snape entre manos como para estar utilizando semejantes libros.

Las fuentes a la que había podido acceder le habían confirmado que los ingredientes de su lista se utilizaban para sesiones de magia oscura...pero nunca imaginó que sería bueno...tan oscura.

¿Y cómo voy a bajar uno de esos libros yo sola?-masculló en alto...tal vez demasiado alto porque desde la estantería anterior se escuchó un revoloteo agitado de paginas y una pesada tapa al cerrarse.

Hermione se quedo lívida del pánico. No había verificado que hubiera nadie en la estantería 15 pues no creía que nadie fuera a internarse más allá de la mitad de la sección y para que engañarse...no habría entrado allí ni aunque le concedieran la posibilidad que asistir a clases con el propio Dumbledore.

Actuó con rapidez, apagó la luz de la punta de su varita se metió entre los oscuros cortinajes que cubrían un armario pegado a la pared. Entró precipitadamente y se pegó en plan lapa al fondo del mismo.

Escuchó pasos que andaban por el pasillo que ella misma recorría segundos antes, pero parecían no acercarse al armario aunque...dicen que los malos pensamientos atraen la mala suerte, pues en el momento en que pensó eso los pasos parecieron cambiar su rumbo y aceleraron su ritmo directamente hacia el armario. El corazón le latía tan rápido y tan fuerte que pensó que la iba a delatar y comenzó o barajar la opción se arrancárselo.

-Pero que pienso...por Merlín voy a morir sin siquiera haber terminado los EXTASIS.

Una lágrima indiscreta cayó por su mejilla aunque intentó tragarse la amargura. Los pasos se acercaban cada vez más de manera inexorable, el tiempo se le hizo eterno mientras los pasos milagrosamente...pasaban de largo.

Hermione suspiró, no podía creerlo se había salvado, pero no sabía cuando podría salir de allí esperaba que nadie la echara de menos.

Se recostó sobre el armario y giró la cabeza...para encontrarse con una estantería entera de cabezas de elfos domésticos reducidas, roídas por los ratones y a medio podrir...y lo peor de todo..¡ESTABA APOYADA SOBRE ELLAS!

No pudo aguantar el asco con un grito que superaba toda barrera del sonido salió del armario a trompicones revolviéndose el cabello y dejando el chaquetón y la túnica tras de si llena de asco pues habían estado en contacto con aquellas cosas. Quedó solo en la camisa del colegio que le tapaba hasta la cintura, temblando violentamente, entonces levantó la mirada y se encontró a un petrificado Draco Malfoy ante ella.

Hermione no habría sabido interpretar la expresión del apuesto (todo hay que decirlo ¿No?)Rostro de Malfoy ¿Era incredulidad lo que leía en sus ojos, era burla...? ¿O era deseo...? Descartó esa última idea enseguida de su mente lo único de lo que estaba seguro en ese momento era que Malfoy la estaba viendo semidesnuda en la sección prohibida de la biblioteca...que situación tan patética.

-Va a hacer que me acuerde de este momento de por vida...-pensó la bruja pero aún sin atinar a moverse.

Entonces Draco pareció volver en si y dejó de mirarla a partes que no eran su rostro justamente.

-¿Granger qué haces aquí? ¿Y qué haces semidesnuda?-al decir esto último Hermione a pesar de no ser experta en chicos pudo advertir que la voz le había temblado.

-Nada que te interese Malfoy-dijo ella lo mas dignamente posible a sabiendas de que llevaba todas las de perder.

-Si se trata de ti desnuda sí que me interesa-quiso decir él pero se abstuvo-Claro que me interesa Granger sino no te preguntaría ¿No crees?-Malfoy suspira-a veces me pregunto cómo sacas tan buenas notas si eres tan corta de entendederas para ciertas cosas...

Hermione se irguió y la camisa subió unos centímetros dejando al descubierto más de lo que ella querría, pero ella no se percató, pues estaba muy ocupada trabajando una respuesta lo suficientemente cortante como para quitarle al maldito Malfoy todas las ganas que tuviera de incordiar e inmiscuirse.

Hermione había adquirido un color entre rosa y rojo y lo que realmente deseaba era que se debiera a su ira y no a los ojos de Draco que la recorrían de arriba a abajo una y otra vez.

-Me da igual que lo que este haciendo te interese o no, porque no pienso decírtelo Malfoy, pero ya podrás darte por aludido cuando lo que estoy haciendo se destape-Hermione fue acercándose más y más en lo que ella creía que era una actitud intimidante o por lo menos desafiante.

Nada más lejos de lo que ella pensaba pues Draco ni siquiera oía sus palabras solo atinaba a mirar sus labios, sus piernas desnudas y el color rosado de sus mejillas y su garganta...no pudo reprimirse aunque antes de decir lo que dijo ni se paró a pensar las consecuencias..Muy típico en el.

-Estás muy guapa cuando te enfadas Granger...incluso con-Draco alargó la mano y sacó un trozo de cabeza d elfo doméstico del pelo de Hermione-con esto pegado al pelo.

El rostro de Hermione se puso de todos los colores y la única idea que se pasaba por su cabeza era que Draco se estaba quedando con ella y no iba a permitir que ese ricachón-engreído-mortífagos-de-pacotilla la hiciera pasarlo mal de nuevo. Apretó los dientes y le apuntó al pecho con la varita.

-¡¡EXPELLIARMUS!!-Hermione puso toda su rabia en aquel hechizo y Draco salió despedido hacia atrás varios metros. Sonrió con satisfacción después de todo, las clases del E.D habían servido para algo.-la próxima vez que decidas meter las narices donde no te llaman te lo pensarás mejor Malfoy... ¿Malfoy?...

Draco no contestaba...RARO...ese engreído no solía acallar su vípera lengua pensó Hermione asique con paso dudoso y aún a oscuras avanzó hacia la parte por la que suponía debería haber caído Draco y se lo encontró inconsciente en la esquina.

Hermione se llevó las manos a la boca, debería haber medido más sus fuerzas. Se inclinó y levantó la cabeza de Draco que gimió dolorosamente y abrió un poco los ojos y los clavó inmediatamente en el escote d Hermione que se quedó muy impresionada y lo soltó enseguida haciendo que el pobre Draco volviera a pegarse en la cabeza y soltara un breve gritito de dolor.

-¡No me lo puedo creer eres grosero hasta medio desmayado!

Draco se incorporó con cara de poco amigos y sosteniéndose la cabeza entonces señaló el pecho de Hermione que se cubrió sonrojándose.

-Eh...te brilla algo Granger...por cierto..BESTIA..

Hermione se miró el pecho y enseguida identificó lo que en él brillaba era el mapa merodeador, pero..¿Por qué se había activado solo?

La bruja ahoga un grito y saca el mapa apresuradamente de su escote abriéndolo con manos temblorosas mira a Draco y luego al mapa en el que el nombre Severus Snape salía grande y rutilante.

-Tú... ¿Siempre has sabido que andaba detrás de lo que tú y Snape tramabais no? LEVANTA-hermione coge Draco por la solapas de la camisa y lo levanta fijando en el sus ojos castaños brillantes de ira apenas contenida.

-¿Snape y yo?... ¿De qué diablos hablas Granger?

-De esto maldita víbora-Hermione le enseña en mapa merodeador que muestra como los pasos de Snape se acercan más y más a la biblioteca.

-Mierda...-masculla Draco tomando a Hermione por el brazo-vamos, conozco un sitio en el que podemos escondernos y este no tiene cabezas de elfo doméstico-dice en tono burlón.

Hermione lo mira atónita sin comprender nada mientras Draco recoge la ropa de ella rápidamente y se la entrega. ¿Qué diablos hacia?

Draco se da la vuelta y ve a Hermione parada en el sitio contemplándolo con los ojos muy abiertos.

-Granger dime... ¿Acaso estas esperando al profesor Snape para una cita? Si es así dímelo porque yo no tengo la mas mínima intención de que sepa que estoy aquí y quiero irme pitando asique tú dirás.

-Tú... ¿No me has tendido una trampa?-Hermione hizo la pregunta con una incrédula inocencia que hizo que Draco la mirara con cariño y dejara el sarcasmo aparte. Se acercó a ella y la cogió por la muñeca rozando con sus dedos los de ella que dio un respingo y volvió a la realidad.

-Claro que no Granger si te tendiera una trampa, sería mucho más sofisticada que esta- dijo Draco con una sonrisa que le arrancó a Hermione otra muy a su pesar.

-Sí supongo que debería haberme imaginado que algo tan poco retorcido no podía haber sido obra tuya.

Ambos se quedaron mirándose en los ojos del otro un rato. Pensando en lo rara que se les hacía la situación. Ellos que se habían jurado animadversión eterna...estaban allí...salvándose el pellejo mutuamente y más extraño aún...mirándose con algo que distaba mucho de ser odio.

De repente algo interrumpió el intercambio de miradas, el ruido de una puerta al abrirse violentamente.

Draco miró a Hermione y su mirada le dijo todo. Ella aún aferrando su ropa se dejó guiar por el hasta él recoveco en un pasillo allí, se pararon y Draco abrió una trampilla y bajaron por las escaleras a una cámara subterránea. Draco cerró tras él y suspiró encendiendo su varita.

-Malfoy... ¿Dónde me has traído?-murmuro Hermione.