Un fic que se me ocurrió de la nada, en serio. Creo que le pondré continuación, porque aunque lo hice en media hora (creo) sin ideas al principio, terminó gustándome, pero creo que necesita mas.
¿Duele?
Dime, Neji…¿te duele cuando tus heridas no le importan a nadie?
¿Te duele cuando no voltean a verte aunque te hayas esforzado para lograr algo? ¿duele? Se lo que se siente, mas de lo que crees. ¿Qué gano con fingir que no me importa cuando la gente me trata mal? ¿Qué gano con aguantarme las ganas de llorar? ¿Qué gano con ser "fuerte"? una persona fuerte no es quien oculta sus sentimientos… es quien siente todo, pero luego de sufrir se levanta del suelo y sigue su camino con la frente en alto.
¿Crees que no veo? ¿Qué no sé lo que es ser fuerte?
Caíste, te humillaron, pero te levantaste y continuaste con fuerza. Tú sabes como yo cuanto duele. Pero aun así, aun cuando so yo quien sufre ahora, tú no eres capaz de darme la mano siquiera. He entrenado y aun así no logro hacerme fuerte, como todos quieren que sea.
-¡Kya!- Hinata siguió lanzando golpes con toda la fuerza que podía, contra un árbol que usaba para entrenar. Cayó al suelo un par de veces por la exagerada fuerza que usaba en sus técnicas, para desahogarse. Estaba muy presionada porque todos querían que se volviera fuerte para que estuviera al frente del clan.
Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. Se puso de pie y siguió hasta que ya no pudo moverse. Quedó tendida en el suelo, respirando agitadamente.
Neji, que estaba en la mansión Hyuga, leía unos informes que tenia que entregar a la Tsunade. Empezó a llover y él se preocupó porque Hinata no había vuelto a casa.
Aunque la lluvia seguro duraría bastante, salió a buscarla a donde sabía que entrenaba siempre, el bosque.
Le alarmó verla tirada en el suelo, pero al ver que tenía los ojos abiertos y que poco a poco se ponía de pie, se tranquilizó un poco y se acercó a ella, que aun no lo había visto.
-¿Hinata sama? ¿Qué hace aquí? No debería exponerse, le puede hacer daño…volvamos a casa.
-No…tengo que…seguir entrenando…
-¿Es una broma? No puede continuar. Si se queda aquí enfermará y yo no tengo tiempo para cuidarla.
-No tienes que hacerlo, Neji onisan.
-No lo dije para ofenderla. Vamos a casa…
-¡No, Neji! ¡No quiero!
¿Me llamó Neji? ¿Solamente Neji?
-Pues vendrás conmigo quieras o no…Hinata.
Neji cargó a Hinata entre sus brazos, mientras esta forcejeaba para liberarse. Así hicieron el recorrido hasta la casa, y una vez allí, Neji la dejó en el piso y ella corrió hasta su habitación.
¿Por qué soy tan débil? No puedo hacerlo…estoy tan mal.
Una vez que estuvo en su habitación, se cambió de ropa y se secó el cabello. Descansó de tan arduo entrenamiento y trató de dormir.
En sueños sintió que alguien la observaba y se levantó alarmada a ver de qué se trataba, pero no había nadie.
DÍAS DESPUÉS…
-Neji onisan, vuelve a casa conmigo, está empezando a llover.
-No puedo, quiero entrenar.
-Pero te hará daño mojarte así.
-No…Hinata, me quiero quedar.
-Neji… ¿soy débil? Hace- La voz de Hinata empezó a romperse por los sollozos- hace unos días yo quería quedarme a entrenar y tu no me lo permitiste. Cuando quiero hacer algo por mi misma, cuando trato de esforzarme…cuando quiero realmente hacer algo peligroso que valga la pena…me lo impiden…y siento que lo hacen por que creen que no puedo hacerlo…por que creen que soy débil… ¡No soy débil! ¡Puedo hacer todo lo que tú, Hanabi, y hasta mi papá pueden hacer!
-Eres tan fuerte como tú pienses que puedes serlo. Yo no te impido nada. Eres tu y solo tu quien tiene que ponerme un hasta aquí. A mí y a quienes piensan que eres débil. No eres débil. Pero mientras no puedas demostrarlo, nadie lo verá y nadie te respetará. Eso lo aprendí por las malas.
Al decir esto, Neji se dio la vuelta y la lluvia comenzó a caer más fuerte. Neji caminaba de regreso y Hinata lo seguía en silencio.
-¿Duele?- Preguntó Hinata después de un rato largo de silencio.
-Todo. La cicatriz, la humillación, el no poder expresar lo que siento. Seguro crees que no comprendo lo que sientes. Si lo entiendo. El problema es que tú lo comprendas.
-No me gusta cuando hablas así. Eres tan frío. Me da miedo cometer un error cuando estas cerca.
-A mi me da miedo… cometer un error y dejar que alguien te haga daño.
Hinata se detuvo al escuchar esto. El sonido de la lluvia llenaba la calle desierta en la que solo se veían dos personas, que tenían en común mas de lo que creían.
-¿Por qué…?
-porque aunque seas fuerte, siempre necesitarás que estén a tu lado quienes te aman.
-Neji… ¿tú me amas?...
-…-
-Lo siento…yo…etto…no debí-Hinata dejó de hablar cuando vio que Neji se acercaba. La sujetó del mentón y la abrazó de la cintura…la acercó a el y la besó en los labios. Primero de manera suave, luego un poco más fuerte, presionando con sus labios los de ella.
-Yo te amo- al separase de ella, apenas si se dio cuenta de que la lluvia no dejaba de caer y que se estaban mojando aun mas.
-Neji…yo… ¡Yo también te amo!
-¡¿Y porqué lo gritas?!
-¡No lo se! Es que lo siento tan cierto, tan fuerte.
-¿todavía te sientes débil?
-No… me siento mejor.
-…-
-…-
-Tenemos que volver.
-Sí…vámonos.
EN LA NOCHE…
-¿Neji? ¿Qué haces aquí en el patio?
- no puedo dormir… ¿y usted?
-Nada… es que… ¿que le diré a mi padre si cree que aun no logro lo que esperan todos?.
-Lo harás.
Ambos estaban sentados bajo un árbol. Neji abrazó a Hinata y la volvió a besar. Se quedaron dormidos sin darse cuenta.
Ya se que sientes como yo. Ya se que te duele tanto como a mí. Pero también se que me amas. Yo daría todo por ti y tu igual. Es lo que lo hace tan especial…
-¿Qué haces, amor?
-Yo…escribo mi diario.
-¿puedo verlo?
-Claro.
Neji leyó algunas hojas de diario, incluidas las ultimas líneas escritas. Miró a Hinata, estaba avergonzada por mostrar tan especial cuaderno a alguien, pero Neji sonrió, tomó un lápiz y escribió.
No necesitamos el dolor. No necesitamos ser fuertes. Nuestro amor lo es por nosotros. Te amo, Hinata.
En el momento en que se besaron de nuevo, tan profunda y amorosamente como lo hacían siempre… la lluvia comenzó a caer otra vez.
Espero que les haya gustado. Espero continuar pronto.
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