N/A: ¡Cómo no! Esto es un House-Wilson.
Mi versión, tal vez un poco surrealista, de que lo sucedería en el capítulo primero de la próxima temporada (Aquel que me tiene en constante vela a causa de todos esos sádicos promos).
Tenía toda la intención de hacer un fic sencillo de varios y cortos capítulos. El resultado no me satisface enteramente, pero es orgullosamente la idea que originalmente me planteé.
Advertencias: Alusiones de capítulos pasados. No sé si confuso o demasiado revelador para quien no esté al tanto de la situación actual de la serie, incluyendo los promos de la temporada 5.
Espero mucho lo disfruten.
Sin más que decir, les cedo el paso:
Tentar una cuerda
Uno
...
-Espera.
Frenó la puerta con la palma desnuda y se hizo daño. De todos modos se quedó empeñado en la tarea, terco como él solo, y aguardó pacientemente las palabras innecesarias:
-Tengo derecho a alejarme de ti.-dijo Wilson sin darle lucha, pero manteniendo la puerta lo suficientemente emparejada para impedirle deliberadamente el paso.
-No es así.- increpó House.- Una vez tú me dijiste que nuestra amistad era una responsabilidad ética. Bajo tus términos, en estos momentos no es solamente idiota tu decisión. También es imprudente.
-Yo no contaba con la muerte de Amber.-insistió Wilson pesaroso y largamente impresionado ante la descomedida inconsciencia del otro.-Por una vez en tu desgraciada vida deja de pensar únicamente en tu persona.- le rogó áspero de voz y modos, y empujó un poco la puerta contra él.
House puso cara de indignación dramatizada y le reprendió:
-El que permanezcas en tu catastrófico estado no me vuelve menos inválido, ¿sabes?
Hizo el sobrehumano esfuerzo por adentrarse en el departamento, apoyando el hombro en la puerta para auxiliarse del peso de su cuerpo. Y le sostuvo una mirada inclemente.
Wilson no pudo evitar sentir cierta compasión a causa del designio débil e infructuoso del nefrólogo. Él fácilmente hubiera podido frustrarle su empeño, pero necesariamente no estaba acostumbrado a comportarse como un patán. Por otra parte, la impotencia del alma también le corroía el músculo y el esqueleto, dejándolo sin voluntad...
Permitió vencerse, que la puerta se deslizara bajo sus propios mandamientos y dio un paso hacia atrás.
-No te puedes ir.- dijo House. Venía cojeando sin bastón y acarreando, en cambio, su recién adquirida guitarra acústica.
-¿Perdiste el bastón? ¿Qué haces?- le interrogó el oncólogo a toda vista desconcertado, mientras el mayor lo movía a un lado sin templanza, poniéndole una mano sobre el hombro.- House, de verdad...- y se mantuvo junto a la puerta abierta, exhortándole mímicamente que lo dejara en paz y saliera por ella.
Pero el inválido no le hizo caso ni dijo nada más. Se sentó en la primer silla que la pierna inclemente le concedió obtener. Descansó la guitarra en su regazo, tentó las cuerdas con calma y prudencia.
Tenía la mirada inusualmente evasiva, la ropa limpia… y la corbata roja brillante que hacía tiempo le había regalado pendiéndole perfectamente del cuello.
Wilson frunció el entrecejo y despegó apenas los labios sobresaltado, sin embargo, domó como pudo la boca y relajó profundamente la curiosidad: House le diría lo que tramaba sólo cuando le viniera en gana hacerlo.
Pasaron algunos minutos y el mayor advirtió que no existía más que meditar y demorar. Reconoció que había estado más que decidido con respecto a todo aquel asunto antes incluso de estrellar los nudillos contra la puerta de su amigo.
Se concedió atender, atormentado, el gesto incauto, expectante e insistente de Wilson: las manos propiamente alojadas en la cadera. Y más o menos de inmediato, repuso a regañadientes:
-Te compuse una canción.
…
Continuará.
N/A: ¡Auch!
Veredictos, dudas, quejas, recomendaciones. Todo es bienvenido, pero que bien-venga.
¡Los veo en el próximo capítulo! ¡Chausito!
Matuk