Hola! Estoy feliz de que les haya gustado el one-shot "Resfriado" ;O; se les agradecerá particularmente non

Leukar: Muchas gracias por pasarte ;O; se aprecia mucho tu comentario jojojo es que yo me emociono con los reviews u_u como voy con toda la emoción de recién haber leído el fic xD
RoseDattebayo: ¡Qué bueno que te gustó! La verdad es que a mí no me pega lo empalagoso xD pero hice mi mayor esfuerzo para terminarlo decente u_u a saber como termina sino xD
Beatifull Madness: Muchas gracias por pasarte jeje bueno hay una razón sencillita para que no le diera de un tirón el lemon xD Como era el primer fic colgado u_u mejor empezar despacito xD y en la otra si que le mando el lemon muajajaa :D
SSofiXX: ¡Gracias por pasarte! Que bueno que te gustara :D
Beautiful-Veela: Muchísimas gracias por el cumplido, a ver si te pasas aquí :D
: Jojoto ¿Querías más? xD tranquila, quién sabe si aquí no lo encuentras o pero te tendrás que aguantar por unos caps xD
caroone: También muchas gracias ;D aquí va otra creación, espero la disfrutes.
AngelYueGuang: Te agradezco mucho, de verdad que intenté que los personajes se adaptaran al carácter ;O; A ver si aquí pasa algo parecido xD

Bueno, este es un fic en el que estuve trabajando durante unas semanas, tenía la idea global y poco a poco se fue escribiendo. Espero sea de su agrado, y de este si me critican porque a mi parecer está un poco lento y eso podría aburrirles D:

Aclaración: En este capítulo entrará un Flash Back (que más bien es racconto) Será narrado así: Recuerdo...

Disclaimer: Para mi desgracia Bleach no me pertenece, por eso me metí a la historia de Tite y adelanté el tiempo para que pase quién sabe qué xD (entenderán a que me refieron cuando lean el fic)


Nuevo rumbo

Un chico de cabellera anaranjada iba caminando tranquilamente, dirigiéndose a su casa después de un día agotador. El chico estaba acostumbrado, era parte de su trabajo y no se quejaba, pero el cansancio era inevitable. Siguió caminando, hasta adentrarse en un edificio. Después de alzar la mano, a modo de saludo para uno que otro inquilino del edificio que se encontró durante su recorrido, siguió su camino hasta su departamento. Se detuvo en la puerta de uno que decía "número 15". Buscó en su bolsillo hasta dar con la llave y, por fin, entrar a su querido hogar.

—¡Rukia! ¡Ya llegué! —la voz de Ichigo se hizo presente nada más entrar, a un departamento muy lindo y acogedor.

El chico siguió avanzando por la residencia, deshaciéndose de su abrigo y dejando la llave en un mueble cercano, en espera de volver a ser cogida de nuevo. Después de caminar un rato llegó hasta la sala, donde la televisión estaba prendida, y tendida sobre el sofá se encontraba dormida una linda chica de cabellera corta y negra. El chico soltó un suspiro a modo de resignación y cogió una manta que se encontraba tendida en otro sillón ajeno al sueño de la pelinegra. Se acercó a la chica y la arropó con la manta, con cuidado de no despertarla. La calefacción estaba prendida, pero la chica llevaba un vestido como si se encontraran en pleno verano, y podía coger un resfriado.

Pero a pesar de sus intenciones, logró parte de su cometido, ya que la pelinegra despertó ante la acción. Abriendo con pereza los ojos, susurró con voz adormilada.

—¿Ichigo?

—Siento despertarte, pero si seguías así pescarías un resfriado —se justificó el chico, llevando una mano tras la cabeza y desviando la mirada.

—No importa… —susurró la chica, y aunque lo intentó, no logró reprimir un bostezo— Llegaste temprano… —comentó después de aminorar su flojera y sentarse en el sofá, dando espacio para que Ichigo tomara asiento.

—Si, como la semana pasada hice uno que otro turno, esta semana tendré menos trabajo…

—¿Tienes hambre? —interrumpió Rukia, levantándose para buscar el mando de la televisión. Ichigo la fulminó con la mirada, ella había preguntado en primer lugar y después le cambiaba de tema.

—Y tú, ¿El sillón es más cómodo que tu cama? —se burló.

—Idiota —pronunció la morena— Misato-san tuvo la grandiosa idea de ensayar las últimas escenas de la telenovela, y como el final debería ser el más emocionante, todos quedamos agotados, sin mencionar que Takashi le dio por jugar al bromista y se equivocó en la mitad del diálogo... tuvimos que volver a empezar… —suspiró con pésame la pelinegra, volviendo a su lugar al lado de Kurosaki.

—Aún no se cómo ese payaso se las ingenió para actuar —resopló Ichigo, con una ceja alzada.

—Tú lo has dicho, es muy astuto, pero además… cuando se mete en el papel no hay quién le pare y los camarógrafos tienen que seguirle a todas partes para no perder la oportunidad de su inspiración —la shinigami soltó una leve risita al recordar el suceso.

—Como sea… me sorprende cómo has avanzado tanto, Rukia.

—¿Por qué lo dices? —la chica frunció levemente el ceño ante lo dicho por el chico.

—Porque solo te tomó tres años aparecer en la pantalla —respondió Ichigo, señalando la televisión para apoyar su comentario.

—¿Lo dices porque a ti te tomó el doble, Kurosaki-kun? —comentó la pelinegra, llevando una mano hasta su rostro para apoyar su burla, usando ese tono meloso que tanto fastidiaba a Kurosaki.

—Medicina y Actuación son dos cosas diferentes, niñata —el chico frunció el ceño más de lo normal.

—¡Oh! ¡Kurosaki-kun se ha enfadado! —la morena llevo ambas manos a sus mejillas y comenzó a moverse como una gelatina, mosqueando más al chico.

—Tsk. Parece que se te quitó el sueño.

—¡Ah! ¡Casi lo olvido! Tu padre llamó —comentó de pronto la chica, parando su movimiento.

—¿Si? ¿Dijo algo cuerdo? —Ichigo comenzó a prestar atención a lo dicho por su compañera.

—¡Primero hablé con Yuzu! Dijo que le encantó que apareciera en televisión ¡Y que esperaba con ansias la telenovela!

—Y… ¿Mi padre? —cuestionó nuevamente, no era que no quería saber de su hermana, pero Rukia claramente estaba evadiendo el tema.

—¡Ah! Pues él... se encuentra bien —terminó la chica, con una sonrisa nerviosa. Ahora estaba claro que Rukia evadía el tema.

—Rukia —regañó Ichigo, mirando fulminantemente a la morena.

—¿¡Qué! Eso fue lo único coherente que dijo —la chica le devolvió la mirada.

Kurosaki Ichigo nunca había sido un chico curioso, pero en ese momento Rukia le había picado su curiosidad. Y antes que la morena desapareciera por la puerta para dirigirse a la cocina, Ichigo intentó de nuevo.

—¡Rukia!

—Ya, ya… Dijo que esperaba con ansias los nietos… —soltó la chica, antes de desaparecer de la sala.

Debía haberlo adivinado. Sin poder evitarlo un leve sonrojo invadió las mejillas del chico. Y, llenando sus pulmones, se desquitó con un grito.

—¡VIEJO LOCO!

Rukia pudo escuchar claramente el grito de la cocina, y estaba segura que más de algún vecino también. Sonrió divertida. Pero recordando la razón del grito, sus mejillas se tiñeron de rojo. Pensar que esa había sido la intención de Isshin cuando los mandó a vivir juntos. Todo fue hace seis años atrás, después de su graduación. Cuando el juego de locos empezó, cuando todos sus amigos tomaron rumbos distintos, carreras distintas. Cuando ellos comenzaron a participar del juego como una pareja de matrimonio, como pretendía Isshin al mandarlos a ambos a un departamento, a vivir solos.

Y como si eso fuera poco, todavía tenían que lidiar con uno que otro Hollow que hacía acto de presencia. O sea, misión doble, protegían su futuro, sus carreras, y hacer trabajo de shinigami. Aquél día, cuando sus vidas tomaron un rumbo diferente, era un día que Rukia jamás podría olvidar. Ninguno, diría ella.

Se estaba organizando una fiesta de graduación para Ichigo y sus amigos, en casa del primero; idea de Isshin. Y la casa estaba hecha un desorden. Yuzu corriendo de allá para acá, ordenando a Renji que llevabara cajas por todos lados; a Ichigo lo habían dejado decorando, junto con Karin, y de vez en cuando Yuzu les reclamaba su poco entusiasmo. La razón de que Renji se encontraba en casa de los Kurosaki, era que había sido enviado para comunicarle a Rukia sobre una reunión que estaban haciendo los Kuchiki junto a dos capitanes del Gotei 13: Ukitake y el Comandante Yamamoto. Al parecer se estaba discutiendo la estadía definitiva de Rukia. Alternativas: mundo humano o Sociedad de Almas. Y era por la misma razón que la nombrada no estaba presente.

¡HE REGRESADO! ¡Traigo comida! —ese grito fue anuncio de la llegada de Kurosaki Isshin, quién había sido enviado por la misma Yuzu a comprar golosinas. Al parecer todos en esa casa trabajaban esa noche.

¡Papá! ¿Podrías ponerlo en la cocina? Rukia-chan podrías… ¿Rukia-chan? —repitió la castaña, al darse cuenta que Rukia no estaba— ¿Oni-chan? ¿Dónde está Rukia-chan? —cuestionó la menor de los Kurosaki.

¿Ah? Pues verás… Rukia… Humm… —tartamudeó el chico, buscándose una escusa para explicar la desaparición de Rukia.

Rukia fue donde su hermano a resolver unos asuntos para poder quedarse en Karakura —punto para Renji, y nada de lo que dijo había sido una mentira.

—¿¡Rukia-chan tiene un hermano! —exclamó sorprendida Yuzu, ante la noticia. Dejando la decoración de lado por un momento.

Pues…

Pero el sonido del timbre interrumpió a Ichigo, provocando que una eufórica Yuzu se dirigiera a abrir, murmurando cosas como "¡Aún no termino la comida!" o "¡Les dijimos que llegaran más tarde!". La chica giró el pomo de la puerta, y al hacerlo, logró ver las caras de dos chicas, Tatsuki y Orihime. Después de saludar a las invitadas, y de que Yuzu se disculpara varias veces por no tener todo listo, las chicas entraron a saludar a los demás. A pesar de que la culpa era de las recién llegadas, puesto que habían llegado más temprano.

Ambas chicas saludaron a quienes se encontraban arreglando el lugar, también se sorprendieron de ver a Renji. Dándole la bienvenida a Karakura, y una vez devuelto el saludo, las chicas se dispusieron a ayudar en lo posible. Pero fue entonces cuando Tatsuki reparó en la falta de alguien.

¿Y Kuchiki? ¿No que ella también estaba invitada?

¡Sí! Pero fue a hablar con su hermano… imagino que llegará más tarde —respondió Yuzu, dejando su duda del hermano Kuchiki para después, primero tenía que concentrarse en terminar de preparar la comida.

Yuzu, ¿Te ayudo con los platos? —preguntó su hermana, dejando el resto de decoración a Ichigo y las chicas. Renji seguía acarreando cajas.

¡Claro! Ven —las hermanas Kurosaki desaparecieron por la puerta de la cocina, dejando a los recién graduados solos. Isshin se encontraba también en la cocina, siguiendo las órdenes de Yuzu.

Eh… Kurosaki-kun… ¿Por qué Kuchiki-san fue a la Sociedad de Almas? —cuestionó Orihime, curiosa.

Pues… según dijo Renji… Por una reunión para decidir si se queda en la Sociedad de Almas o es enviada aquí por quién sabe cuánto —Kurosaki estaba concentrado acomodando un letrero que decía "Felicidades Graduados".

¿En serio? —insistió la castaña, ilusionada.

No lo veo muy seguro —aportó Renji, cruzándose de brazos. Ya había terminado con las cajas.

¿Por qué lo dices? —la pregunta fue hecha por Tatsuki.

Después de enterarse que Orihime estaba de vuelta, pasada la pelea con Aizen, Ichigo se encargó de explicarle lo sucedido, dejando a la chica más tranquila. Pero no hizo lo mismo con sus amigos, o por lo menos con Keigo, ese era peligro público. Cuando menos les comentó superficialmente del tema.

Me refiero a que Rukia está en este momento con tres capitanes y el consejo Kuchiki… Son cosa seria, o Rukia se queda o se va, así de simple, no hay un plazo para que se quede un tiempo, así es la familia Kuchiki —explicó el pelirrojo, con un suspiro.

Y… ¿Qué crees que sea lo más probable? —la cara de Orihime se veía preocupada.

Que se vaya a la Sociedad de Almas, no tiene nada que cumplir aquí, además pertenece a una familia noble.

Ya veo… —murmuró la castaña, con voz triste.

Un sonido los distrajo. Alguien bajándose de la silla que le ayudaba a colocar el cartel.

¿Ichigo? —llamó Tatsuki, viendo como el nombrado subía las escaleras.

Kurosaki-kun…

Ichigo se dirigía a su habitación, ¿Qué importaba si ella se iba? Después de todo, pertenecía a la Sociedad de Almas. Pero, joder, que iba a extrañar pelear con alguien. Rukia tenía esa aura que hacía imposible ignorar, era como si avisara a todos de su presencia. Y… Tenía que admitirlo, la pelinegra era un gran apoyo para él… Gracias a ella, los 17 de Junio eran más soportables… era como si… la lluvia, esta vez, quisiera detenerse… Sacudió la cabeza. No debería estar pensando en ello. Si Rukia debía irse tendría que aceptarlo, pero… no sabía si Yuzu, Karin o su padre, lo aceptarían tan fácilmente.

Decidió pasar al baño para despejar su mente, pero en el camino, algo lo hizo detenerse. Su habitación. Algo hacía ruido allí. Seguramente era Kon, y por lo mismo, decidió entrar para decirle que hiciera menos ruido, alguien lo podría escuchar. Pero al entrar, el panorama era diferente. Alguien estaba escalando hasta su ventana. Una chica. Una chica de cabellera negra.

¿Rukia? —murmuró, parpadeando sorprendido.

¿Quién creías sino? ¿Chappy? —comentó la chica, haciendo que Kurosaki recuperara su ceño fruncido. Ya tenía que hablar del estúpido conejo.

¿Qué haces en mi ventana?

Entrar, la fiesta ya empezó y no quería interrumpir —respondió Rukia, cerrando la ventana y sentándose en la cama.

Tonta, falta media hora, solo Inoue y Tatsuki se adelantaron—reprendió el shinigami, sentándose en la silla de su escritorio.

¿En serio? Pues tendré que decirle a Urahara que su reloj está fallando.

El silencio se hizo presente después del comentario de la chica. Parecía que Kurosaki aún tenía en mente sus pensamientos anteriores y ver a la shinigami no hizo más que inquietarle, quizás venía a darle la noticia de su partida.

¿Sucede algo, Ichigo? —la pelinegra notó el cambio de actitud en su compañero.

Nada —respondió cortante, para después pensársela y agregar— ¿Qué te dijeron?

La shinigami comprendió perfectamente que se refería a la Sociedad de Almas.

¡Já! ¿Pensaste que te librarías de mí, así no más?

¿No te vas? —articuló el shinigami.

Ya quisieras. El consejo y los capitanes llegaron a la conclusión de que Karakura había sufrido una seria alza de poder espiritual, debido a lo acontecido. Por eso no podían dejarla desprotegida, porque esta propensa a ataques de Hollows, es más, incluso de Menos...

Entonces… —continuó, animando a su compañera para que prosiguiera.

Para que Karakura se recupere deberán pasar por lo menos cinco años sin actividad espiritual, lo que es imposible por la cantidad de Hollows que seguramente aparecerán. Me dejarán a cargo de esto, para ayudar al Shinigami Sustituto… Ukitake-taichou estuvo de acuerdo y Nii-sama también… pero, puso como condición que fuera de vez en cuando a reportar el estado de la ciudad… El consejo Kuchiki lo aprobó, ya que no cumplo mayor rol en la familia…

¿Renji lo sabe? —cuestionó, sabiendo que no le agradaría mucho al pelirrojo estar tanto tiempo alejado de su amiga.

No, eres el primero… Por cierto, también se pasarán algunos shinigamis en la zona, de apoyo, así que veremos a Renji de vez en cuando.

Ichigo suspiró aliviado, no tendría que darle una noticia nada agradable a su familia. Pero una duda asaltó su mente. Si Rukia se quedaba… ¿No tendría que seguir una carrera, como todos los demás? Su mente se divirtió mucho imaginando los tipos de carrera que elegiría la shinigami. Iba a comentárselo, pero el grito de su padre llamó la atención de ambos, avisando que los invitados llegaban. Ambos bajaron las escaleras y toda la atención se concentró en ellos.

¡Rukia-chan! —Yuzu corrió para abrazar a la morena. La pelinegra saludó a todos.

¿Y? —cuestionó Renji.

¿Y qué? —apresuró Ichigo, mirándolo como un bicho raro.

¿Y…? —siguieron a coro Isshin, Yuzu y Orihime.

¡Ah! —reaccionó la shinigami— Me quedaré en Karakura, al menos por varios años.

¡SI! —aclamaron los pares de ojos insistentes.

Pero… ¿No opusieron resistencia? —comentó Renji, inseguro. Su amiga negó con la cabeza.

Chizuru se había invitado cuando escuchó que Orihime estaría allí. Pasadas unas horas, en las que Keigo no dejaba de perseguir a Rukia y Renji salía al rescate, intimidando al chico; o cuando Orihime se había ofrecido a hacer una rica merienda, por razones de salud todos se negaron. Siguieron hablando de sus carreras. La mayoría lo tenía decidido y Rukia se había dado cuenta de su situación, dio varias vueltas a su cabeza para enumerar las posibilidades de una carrera.

Una vez la fiesta terminó y se fueron todos, quedando solo los residentes de la casa, se dispusieron a ordenar. Pero nadie olvidaría lo dicho por Isshin en medio de la limpieza.

¡Bien! Como mi querida tercera hija comenzará su carrera universitaria, les tengo un regalo a ti e Ichigo, ¡Les he comprado un departamento cerca del centro de Tokio! ¡Para sus estudios, hijos míos!

La sorpresa reflejada en los cuatro oyentes no se hizo esperar. Ichigo y Rukia gritando que no se les había consultado antes, mostrando lo indignados que estaban. Claro que los gritos fueron opacados por Karin que le decía a su padre que había perdido la cabeza y los gritos de alegría de Yuzu, quién no entendía lo malo de la situación.

No podría olvidarlo. Rukia primeramente se dedicó a la carrera artística, pintura. Claro que eso fue después de dos años de estar cubriendo a Ichigo por los Hollows, el chico al estar en sus primeros años de medicina no tenía tiempo para preocuparse de Hollows, la shinigami le hizo un gran favor. Pero al parecer el dibujo no fue la fascinación de la pelinegra, lo dejó al año diciendo que no estaba a su altura. Ichigo evitó burlarse. Y finalmente había seguido por la actuación, por la cual seguía hasta después de tres años de estudio.

Su relación con Ichigo seguía igual, aunque ahora discutían menos por las presiones del trabajo y de vez en cuando estaban más cariñosos. Habían perdido contacto con todos sus amigos, desde los últimos dos años. Al parecer habían comenzado a moverse por su profesión y estaban dedicados de lleno en ello, sin mencionar que se cambiaron de residencia. De Inoue sabían que había decidido dedicarse al modelaje, de Ishida diseño, aunque de vez en cuando ayudaba a su padre con el hospital. De Chad no sabían desde la graduación y Tatsuki seguramente estaría en algún Dojo. Renji se paseaba de vez en cuando, por lo menos desde los primeros tres años, ya que los Hollows se habían trasladado más al centro de Tokio, siguiéndolos, perdiendo el contacto con él.

A pesar de ello Rukia era muy feliz con su vida, amaba la actuación. Al igual que Ichigo la medicina. Pero en ningún momento salían de sus pensamientos las frases del pasado, cuando la llamaron a decidir dónde se quedaría. Tenía las palabras clavadas del comandante Yamamoto, Urahara y… Byakuya. Al principio no estaba segura si creer en ello cuando el comandante se lo dijo, pero lo dicho por Urahara lo confirmó. "El Hougyoku sigue latente, puede volver a ser reconstruido, ten cuidado Kuchiki-san" y la posterior advertencia de su hermano "Karakura no es segura, no te fíes de la tranquilidad, y… no te separes de Kurosaki Ichigo". Sabía bien que a su hermano le costó decir eso, fue por ello que siguió las instrucciones al pie de la letra. Pero no dejaba de preocuparse.


De seguro que les extrañará dos personajes nombrados (o sino debería xD) Misato y Takashi. Tengo una ficha lista para cada personaje que iré metiendo en la historia, unos con un rol más importante en la historia, y otros un poco menos relevantes.
Dejaré que ustedes elijan al personaje que más curiosidad les da, para que ponga su ficha, aclare el tema y de a conocer algo de la personalidad del mismo.

Críticas… se acepta de todo, pero para este fic se requiere algo más, dejen reviews para que pueda continuarse, sino no sabré como está u_u
Aclarar de antemano que por la edad que tienen ahora los personajes, su carácter no es el mismo que cuando tenían 15 años. Podría decirse que han madurado un poco xD

Si tienen alguna duda, review n_n (naaah si no estoy buscando razones para que dejen uno xD)
Chuu
Kimiko.