Nuevo fic! espero les guste, se que tengo que actualizar When reallity, Profundidad y los fics de Naruto que tambien han quedado sin actualizar, pero necesitaba escribir esto...por cierto creo que muchas estamos de luto, por Cross-sama T.T no quiero creerlo...uso...uso daro!

Fic: Finding Kanda, Saving Allen

Parejas: LaviAllen, KandaAllen, hints LenaKanda, KroryEliade, KroryMiranda, MarieMiranda xD

Disclaimer: Pertenece a la todopoderosa Hoshino Katsura.


Dos suaves y tímidos sonidos en la puerta le alertaron, dirigió su mirada hacia la puerta esperando que esta se abriera, su sorpresa al encontrar su puerta aun cerrada fue reemplazada por el conocimiento de quien debía ser la persona al otro lado.

-"Adelante"- la voz seria y calculadora llego a la otra persona que tímidamente abrió poco a poco la puerta.

-"K-Kanda-sama el coche esta listo, lo están esperando afuera"- Kanda soltó un leve bufido, debía saber que se trataba de Miranda, después de todo la mujer a pesar de ser un poco paranoica y dramática, era la única en la mansión que le trataba con el respeto y la discreción que le daban puntos a favor diferente del resto de los que vivían con el.

-"De acuerdo bajare en unos minutos"- soltó sin siquiera mirarle al estar leyendo un folleto. Miranda conocedora del carácter de su amo simplemente se retiro no sin antes dar una leve reverencia.

Kanda Yuu, famoso hombre de negocios, adorado por muchas mujeres por su intelecto y su sex appeal, era como muchos decían, el sueño de toda mujer hecho realidad, su sonrisa prepotente y esos ojos que brillaban con orgullo y presunción era la prueba divina que había alguien allá arriba.

Desde pequeño había sido acosado por club de admiradoras, y al parecer a su pesar, dicho destino le seguiría incluso después de la muerte como su amiga de la infancia lo sentencio 'Los mismo Ángeles te acosaran cuando mueras' recordaba haberle dicho.

Aunque muy sexy, arrogante, calculador, frió, casi perfecto y un sin fin de adjetivos que lo hacían mas apetecible y mucho mas deseable, el joven de tan solo 18 primaveras, era un magnate en el mundo de los negocios, era un arrasador al momento de crear alianzas y llevar a la gente a su favor, era por sobre todo, el hombre de un millón, su fortuna era asquerosamente grande y posiblemente alcanzara a cubrir dos vidas y media.

Pero tras un lado favorable, siempre hay uno que lo compensa, su pasado no era precisamente el mejor, a pesar de ser el catalogado, señor perfección, hombre del año y muchas descripciones que a su parecer eran ridículas, el tenia secretos, y secretos un tanto oscuros, con padres asesinados, hermanos perdidos y...

-"Yuu-kun Ohayoo"- ah, claro estaba el, el mas detestable de su mansión, joder ni siquiera podía botar al muy bastardo de su casa ya que el había sido quien lo convirtió en lo que era hoy en día, y a pesar de ser una fría roca de hielo, no tenia la resolución moral como para botarle.

-"No me llames así"- gruño mordazmente al hombre que no había esperado invitación alguna para pasar a su habitación.

-"No, no Yuu-kun, que tiene de malo que te llame por tu nombre"- Froi Tiedoll, hombre de aproximadamente cincuenta y tantos, con una personalidad muy distinta a la del mismo Kanda, amable y por sobre todo con un gran sentido de responsabilidad paternal eran los mayores y mas molestos defectos que Kanda le encontraba.

Pero de no haber sido por Tiedoll, el hubiera…

-"Cierra la boca, me voy"- Kanda tomo sus papeles y algunas cosas importantes, tomo una maletín negro con una insignia de una estrella con muchos picos y metió sus cosas en el sin prestarle atención a su 'padre' que en su interminable y matutina charla de 'motivación' y de agradecimiento a Dios por un hijo –'Que no soy tu hijo'-del calibre de Kanda, rendía ovación a su querido Yuu.

-"Que tengas suerte Yuu-kun, estoy seguro que acabaras con ellos, se que ganaras el contrato"- Tiedoll levanto su dedo pulgar en señal de buena suerte, Kanda le miro sin siquiera molestarse a responder el gesto. –"Ara, que sucede Yuu-kun, tienes que responderme con igual entusiasmo, no es esto lo que lo jóvenes hacen hoy en día, ¿o es que me equivoque de jerga?"- pregunto sin mostrar mucho pesar al no obtener respuesta de Kanda, por mas una década se había acostumbrado a la falta de comunicación del otro.

-"Che. No pienso hacer tonterías"- sin mas salio dejando al sonriente Tiedoll solo en la habitación aun con su dedo pulgar levantado.

-"Oi, ¡Kanda hermano! ¿Destrozaras otra empresa?"- saludo un chico casi de su edad que jugaba con una pelota de fútbol manteniéndola en sus piernas sin dejar que esta cayera, el ver a Kanda con traje formal y con su coleta baja, solo indicaba que iba a para una reunión importante del trabajo, mas posiblemente, a destrozar otra empresa, como Daysa asi lo expresaba. Kanda no le presto mayor atención y tan solo le paso de largo. –"No seas amargado un buenos días no te cuesta nada"- grito Daysa detrás de el aun manteniendo la pelota en sus piernas mientras caminaba.

-"Buenos días Kanda, no vas a comer"- saludo mas calmado un hombre alto y robusto de apariencia un poco mayor que la de Kanda, antes de que el japonés pudiera salir por la puerta.

-"Hn"-

-"¿Qué demonios le pasa? parece que hoy esta de mal humor"- pregunto Daysa llegando a la puerta donde Kanda ya había salido.

-"¿Crees que este nervioso por el contrato?"- Daysa soltó un sonido en señal de desaprobación.

-"¿Kanda nervioso? Nah, de seguro es la parte mensual de ponerse agrio"- Noise Marie, el otro ocupante de la gran mansión, solo pudo asentir, sabiendo el mal genio de Kanda que en ocasiones se desbordaba por frustraciones y simplemente razones desconocidas para el y Daysa.

A pesar de vivir en bajo un mismo techo aquellos tres, 'hijos' así como Tiedoll los llamaba eran completamente diferentes entre si, lo que si tenían en común era lo exitosos que era cada uno, Kanda el empresario, Daysa el famoso jugador de fútbol y Marie el talentoso músico, cada uno era el orgullo de Tiedoll, y cada uno tenia su historia con su padre adoptivo.

-"Oh Yuu-kun debe estar ansioso es todo"- sonrió Tiedoll llegando a la puerta a despedir a Kanda. –"Yuu-kun cuídate te estaremos esperando orgullosos como siempre, ¡ve por ellos tigre!"- grito la ultima parte levantando nuevamente el dedo pulgar y haciendo mayor énfasis a su sonrisa de 'ganador'.

-"Maestro no creo que eso le haga gracia a Kanda"- en efecto Kanda después de escuchar la conversación comenzaba a pensar seriamente en dejar aquella mansión. Antes de subirse a su limosina dio una última mirada a los tres hombres en la puerta. Al parecer Tiedoll estaba convenciendo a Daysa y a Marie de darle ánimos y les enseñaba la posición en la que el había estado minutos atrás, Kanda miro a sus dos 'hermanos' y los compadeció al ser arrastrados por las bizarras actividades de su maestro.

-"Trío de idiotas"- murmuro antes de subirse a su limosina.

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Capitulo 1: Objetivo capturado

por Riznao

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-"A la oficina"- ordeno Kanda al entrar a la limosina, su conductor no le saludo ni dio indicio de reconocer su presencia sino hasta que este le ordeno, Kanda no le dio importancia, pero le parecía extraño, pues su conductor siempre solía saludarle, aunque habían ocasiones que parecía que este se perdía en sus pensamientos y solo resultaba en un regaño por parte de Kanda, el hombre había sido botado por su novia hacia poco y se había vuelto mas distraído y su personalidad ingenua hacían de el un hombre muy vulnerable, Kanda a pesar de encontrar un poco molesta aquella personalidad, se sentía –no que lo admitiera- a gusto con alguien, que al igual que Miranda sabían su lugar y le dejaban ser, diferente por su puesto a los otros tres con los que compartía techo .

El carro se puso en marcha y los tres que quedaron atrás miraban como la limosina se hacia cada vez mas pequeña a la distancia.

-"Bien todos, es hora de prepararnos…"-

-"Ah se me olvido decirle al amargado"- interrumpió Daysa a su maestro, llevándose los dedos hacia su mentón –"Lena-chan le hablo hace rato, ¡ah bueno!, le mandare un mensaje de texto después"- comento despreocupadamente entrando a la mansión, Marie negó con la cabeza por la falta de interés de Daysa y le siguió.

-"No puede ser, no puede ser, no puede ser"- los tres hombres al cerrar la puerta escucharon un lamento que venia desde la mansión y que cada vez se escuchaba mas cerca en dirección a ellos.

-"¡Krory-san, cálmate por favor!"- Daysa conocía muy bien la voz de quien intentaba calmar al otro. Le parecía irónico y en cierta manera divertida, como la dramática Miranda parecía tratar de calmar al nervioso Krory y viceversa cuando se daba la ocasión.

-"Hn"-

-"¿Sucede algo malo Marie-kun?"- pregunto Tiedoll mirando la frente arrugada del otro.

-"Si Krory-san esta acá…"- comenzó Marie siendo repentinamente cortado por los llantos de Krory.

-"No, me quede dormido, Kanda-sama discúlpeme"- Daysa hizo una mueca abriendo la puerta de la mansión.

-"Es cierto, se supone que Krory es el chofer…"-comento distraídamente mirando a la distancia donde ya se había retirado la limosina de Kanda.

-"¡No, Kanda-sama se fue sin mi! Soy un inútil"-sollozo Krory pasando al lado de Daysa viendo donde usualmente se encontraba la limosina que conducía.

-"¡No la inútil soy yo, debí de haber despertado antes para verificar que todos se hubieran levantado, todo es mi culpa!"- lloro Miranda a su lado.

-"Que alguien calme a estos dos"- se quejo Daysa mirando a Marie, quien parecía ser el único capaz de calmar a Miranda y de paso a Krory.

-"Ara, ara, ¿Entonces quien esta conduciendo la limosina de Yuu-kun?"- se pregunto calmadamente Tiedoll junto a Daysa que saco su celular, dejando caer finalmente su pelota al suelo.

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El sonido de su celular hizo que Kanda despegara su vista de uno de los folletos que iba leyendo, nunca estaba de mas prepararse antes de enfrentar a su contrincante para ganarse la aceptación de un contrato.

Conocía aquella melodía, era solo un mensaje de texto.

"Espero que te vaya bien en la reunión de hoy, te veré esta noche ¿si?

Lenalee.

P.D: Daysa no te volvió a dar mi mensaje…"

Kanda cerro su celular dispuesto a seguir con su lectura, cuando nuevamente el sonido de su celular le interrumpió. Gruño y se vio tentado en dejar que el molesto artefacto siguiera sonando pero al escuchar la canción y saber a quien pertenecía aquel tono, decidió contestar.

-"¿Que?"- pregunto, sin molestarse en saludar, sabiendo de antemano quien era el molesto individuo al otro lado de la línea.

-"Kanda ¿como te va?"- saludo el otro, Kanda se vio tentado en arrojar el celular por la ventana.

-"¿Qué quieres Daysa?, mas vale que sea importante"- la paciencia de Kanda esta por acabarse.

-"Nada, solo quería saber quien conduce la limosina"- el comentario de Daysa le hizo unir cejas, mientras miraba al frente, solo podía ver la nuca de su conductor, pero sabia que era más que obvio que Krory debía ser quien conducía.

-"Estas acabando con mi pac…"- Kanda callo cuando escucho por su celular una voz conocida.

-"No, Kanda-sama discúlpeme"- escucho del otro lado de la línea, esa definitivamente era la voz de Krory.

-"Lamento decepcionarte pero…. Krory….Miranda, aquí en la mansión…"- le informo Daysa, Kanda entrecerró los ojos escuchando como la interferencia apenas le dejaba escuchar a Daysa, no fue sino hasta que vio por la ventana, que estaban entrando a un túnel que supo el por que de la interferencia.

Aquello era extraño, el camino a su oficina, no consistía en ningún túnel…

-"No…..Krory…conductor….auto"- escucho con un poco de interferencia por parte de Daysa, y por lo que pudo descifrar, aquella oración era mas que suficiente para ponerse alerta y por sobre todo molesto por el idiota que se había atrevido a cometer tal acto de suicidio, por que si hay algo que el mundo sabia, era que Kanda Yuu destrozaba a todo aquel que se interpusiera en su camino…

Era extraño que alguien más condujera su limosina, ya que solo tenía dos personas mas en la mansión, el ama de llaves, Miranda y su conductor Krory, era imposible que otra persona pudiera llegar a entrar siquiera tras las rejas de su mansión.

-"Para el carro"- ordeno sin titubear y con determinación. El chofer extrañamente hizo lo que le pidió. –"¿Quién demonios eres?"-

-"Alguien inteligente como tu debe saberlo, Kanda Yuu-sama"- se burlo la voz juguetonamente, Kanda frunció aun mas el entrecejo –"Es obvio soy tu secuestrador"- el chico se dio la vuelta y por lo que pudo ver antes de caer inconsciente, era un chico casi de su edad con cabellos rojos como el fuego y un único ojo visible color esmeralda.

-"Que…"- Kanda comenzaba a sentirse mareado.

-"Solo es un poco de sedante, no te preocupes dentro de unas horas despertaras"- sonrió el chico mirándole atento.

-"Maldito…"- susurro sintiéndose cada vez mas mareado, el otro seguía con su sonrisa.

-"Dulces sueños Yuu-chan"-

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-"La policía esta efectuando una búsqueda exhaustiva para encontrarle, pero hasta el momento no se tiene mayor info…."-

-"¡Ah ya despertaste!"-exclamo una voz. Aun se sentía mareado pero hizo lo posible por tratar de quedarse despierto.

-"Wow, veo que tienes aguante, si fueras otra persona hubieras despertado dentro de dos horas."- el pelirrojo le miraba sonriente. El por su parte recordaba todo lo que sucedió hasta que perdió el conocimiento.

-"¿Que me hiciste?"- pregunto con un sabor agrio en su boca y con su voz rasposa.

-"Ah te preguntas como quedaste inconsciente…te lo diré, por que has caído muy bien Yuu, veras puse droga en la manija de la puerta y pues el resto ya lo sabes"- Kanda recordaba haber tocado la manija pero no recordaba haberse sentido mareado de inmediato.-"Toma tiempo el efecto, suficiente como para que te dieras cuenta"- le explico el pelirrojo como si leyera sus pensamientos.

-"Esta bien, me secuestraste, te mereces un aplauso, pero eres hombre muerto, haré que te cuelguen"- gruño Kanda recuperando mas sus sentidos y sintiendo como sus manos detrás de su espalda habían sido atadas.

-"Tsk, tsk, tsk"- chasqueo la lengua el otro, moviendo su dedo índice de un lado a otro.-"Este es el problema con todos los ricachones, creen que tienen el mundo a sus pies"- se quejo el pelirrojo de manera dramática mientras levantaba sus brazos.

-"Y este es el problema con ustedes los mal vivientes, creen que secuestrando a alguien con dinero son unos dioses"- el pelirrojo dejo su sonrisa y la reemplazo por una expresión seria.

Lavi gruño y no pudo evitar mirar con odio al hombre que tenia frente a el-"Te atreves a llamarnos mal vivientes, ¿pero que hay de ti?, incluso nosotros tenemos mas dignidad que un empresario que pasa por encima de los demás para conseguir dinero"- gruño con sus puños cerrados a sus lados.

-"¿Dinero?"- claro, siempre el jodido papel verde, ¿Por que esta ves habría de ser diferente?, este tipo parecía diferente, al menos en apariencia de los usuales secuestradores que veía en las noticias o incluso en las películas, su facha no iba para nada con alguien que haría el suicidio de secuestrarlo, aun así se esperaba que las exigencias del otro no fueran tan simples como lo estaba delatando –"¿Lo haces por dinero?, pensé que al menos tus exigencias serian mas originales y menos ridículas"- gruño el otro, hasta ese momento se daba cuenta que estaba en una habitación prácticamente sola, había una cama y una pequeña mesa donde el televisor seguía mostrando las noticias sobre su desaparición, por la luz que entraba en la ventana podía saber que era poco mas del mediodía.

-"Tengo mis razones, un bastardo rico como tú no las entendería"- murmuro mordazmente el pelirrojo, parecía que su personalidad juguetona y burlesca se había ido por el caño, Kanda levemente se pregunto si el otro era mas peligroso por esa volatilidad en su personalidad, hacia tan solo un minuto atrás era risas y ahora quería degollarle con la mirada.

-"y que razones son suficientemente validas como para actuar como una rata y secuestrarme, jodido mal viviente"- el pelirrojo abrió sus ojos indignado y se abalanzo al otro prensándolo del cuello y estrellando su espalda con la pared, Kanda solo dejo salir un leve quejido.

-"Tu nunca entenderías, el por que las personas que calificas como mal vivientes hacen esto, ¿has pensado alguna vez que esto pueda ser algo mas que simple avaricia o es que tus ojos ya están tan cegados por el dinero, maldito rico bastardo?"- gruño mirándole con odio y frustración, Kanda no entendía muy bien el por que de aquel sentimiento en el ojo del pelirrojo, nunca lo había visto, sin embargo parecía como si le odiara, y para que alguien odie a otra persona se necesita conocerle…o al menos eso es lo que su maestro le había dicho hace tiempo.

-"¿Lavi…estas allí?, ¡ábreme!"- exigió una voz a lo lejos. Rápidamente el chico pelirrojo le dejo caer de bruces al suelo. Kanda le miro furioso, pero le sorprendió la mirada nerviosa del pelirrojo que respondía al nombre de Lavi, genial al menos ahora sabía el nombre de la persona que mataría cuando saliera de esa locura.

-"Etoo, se supone que no regresaría tan temprano"- murmuro para si Lavi corriendo de un lugar a otro sin saber que hacer.-"Por favor no le digas que te secuestre, me matara si lo sabe"- le pido el pelirrojo, Kanda tenia un tic en su ojo, al escuchar la estupida petición del tal Lavi.

¿En verdad fue secuestrado por semejante idiota? ¿Por que la vida no era justa con el y lo dejaba ser?, maldijo nuevamente su día viendo como 'Lavi' se movía frenéticamente de un lado a otro sin saber que hacer.

-"Y-ya voy"- respondió nervioso, mirando a Kanda quien le viendo seguía con ojos furiosos. Lavi entonces se dio cuenta de todo lo que pasaría si la otra persona se diera cuenta de su rehén, por el momento seria mejor ocultar a Kanda de esa persona, después de todo, la persona en cuestión tan solo había ido al supermercado y el que regresara encontrando a un gran magnate de los negocios como lo era Kanda Yuu en una de las habitaciones con sus manos amarradas seria demasiado para su pobre corazón-"Creo que mejor te tapo la boca para que no hables"-

Ese tipo, el tal Lavi, debía estar bromeando el muy imbecil.

Lavi hizo caso omiso de la expresión indignada del otro y comenzó a buscar algún pedazo de tela que pudiera servir. Ese seria el plan, dejar a Kanda en la habitación, mientras el hablaba las cosas en calma con la persona que tocaba insistentemente la puerta.

-"¡Lavi apresúrate y ábreme la puerta!"-demando con mas insistencia la voz.

-"En un minuto"- respondió Lavi tomando un pedazo de tela y tratando de colocarla en la boca del otro, sin embargo Kanda tenia otra idea y apenas las manos de Lavi se acercaron a el, este aprovecho para hacer lo único que podía en su posición, morderle.

-"……mhp"-Lavi se mordió el labio inferior tratando de no soltar alguna queja o hacer sonido alguno, Kanda miraba con expresión furiosa al pelirrojo que se había tomado la mano que fue mordida y comenzaba a sacudirla.

-"Te sirve bien idiota"- gruño Kanda haciendo una mueca al haber mordido a un desconocido, a pesar de tener sus manos amarradas y haber sido secuestrado, no dejaría que su dignidad se fuera por el caño, así que no permitiría que le pusiera ese sucio pedazo de tela salida de debajo de la cama para amordazarlo y si tenia que recurrir a algo tan infantil como morderle la mano al otro idiota así seria entonces.

-"Ya me canse de ser bueno"- gruño Lavi lanzándose nuevamente hacia él en un intento de amordazarlo, claro que aquello no tenia mucho éxito.

-"¡Lavi!"- grito la voz nuevamente que se escuchaba aun mas cerca, Lavi y el se detuvieron por unos momentos, Lavi por la sorpresa de escuchar mas cercana aquella voz y Kanda por curiosidad, tal parecía que la persona se había cansado de esperar y había entrado a la fuerza en el lugar, aun así la puerta seguía cerrada, así que debían encontrarse en un apartamento y no un motel como Kanda pensó al principio

-"Y-ya voy no abras la puerta"- grito desesperado Lavi. Aunque su petición fue en vano ya que la puerta se abrió revelando a un anciano. No. No era un anciano, sus cabellos eran blancos, pero definitivamente la cara de la persona no era la de un anciano, era un chico, y por sus facciones este apenas y podía tener quince años. Lo que mas le llamo la atención a Kanda fue el extraño tatuaje o cicatriz en forma de estrella en su ojo izquierdo.

Genial. Había sido secuestrado por una secta.

-"…"-

-"N-No es lo que piensas"- se defendió Lavi al ver como el otro les miraba entre sorprendido e inquieto por la posición entre el y Kanda. Lavi se encontraba encima de este con el pedazo de tela tratándole de amordazar, y Kanda seguía retorciéndose bajo el tratando de evitar el pedazo de tela, lo que le hizo levantar una ceja fue el que la persona bajo Lavi tuviera las manos amarradas.

Mirando más detenidamente su cara paso de asombro a incredulidad y de incredulidad a indignación al reconocer a la persona bajo Lavi. Cabellos lacios azules, ojos tan oscuros como el mar y unas facciones orgullosas y que demostraban tanta soberbia como tus ojos pudieran alcanzar a ver.

-"Si, es peor…y yo que pensé que solo me estabas engañando con alguna chica"- gruño el otro al reconocer quien era el chico que se encontraba bajo Lavi. El gran magnate y adinerado jefe de la corporación 'Black Order', el único y soberbio Kanda Yuu.