Sueño e insomnio

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Autor original: Kiri coil

Titulo Original: Spleeping/Sleepless

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Capitulo 12. Después de todo

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Allen estaba feliz. Gran parte de su tiempo, al menos desde que recuperaron la Inocencia. Tal y como se pronosticó, él podía dormir, comer y desempeñar su trabajo sin problemas. Dejó de actuar como un tonto cuando estaba con Kanda, y podría decirse que Kanda verdaderamente estaba agradecido por ese detalle, porque el tiempo que pasaban juntos se redujo drásticamente de nuevo.

Y solo hubo un único problema que quedó después de romper el hechizo.

Allen conservaba en completo los mismos sentimientos hacia Kanda – o casi. No sentía esa desesperación cuando Kanda se iba, o la euforia cuando él estaba cercas, y su cuerpo ya no estaba fisiológicamente dependiente a Kanda, pero al contrario de las expectaciones de Allen, él no dejó de amar a Kanda, aún después que la Inocencia fue recuperada. La persona más importante para él era Kanda, aún deseaba estar cerca de él todo el tiempo, aunque sin la desesperación que lo acompañaba en aquel tiempo. Todavía quería ver la sonrisa afectada de Kanda y hablar con él – sin importar si eran insultos, lo único que obtuviera a cambio. No le importaba como era Kanda o cómo lo tratara, porque a Allen le gustaba cada parte de él.

Y le aterrorizaba que alguien se diera cuenta de ello.

Allen sabía perfectamente que tal mal, Kanda había reaccionado después de que descubrió que Allen estaba enamorado de él, debido a la Inocencia. Finalmente después de que todo acabara, ellos podían actuar con normalidad, pero si Allen dejaba saber a Kanda que aún tenía ese tipo de sentimientos hacia él, quién podría saber cómo reaccionaría Kanda ante tal hecho.

Por supuesto los sentimientos nunca fueron mutuos, y de cualquier manera esperar lo contrario seria imposible. Pero cada vez que veía a Kanda, era suficiente para hacer que el corazón del Allen retumbara fuertemente y pusiera sus nervios de punta, así mismo tener sentimientos encontrados como sentir anticipación como temor a hablar con él y obtener su atención. Siempre se sentía deprimido pero aliviado cada vez que Kanda se alejaba y podía relajarse una vez más. Era difícil pretender ser neutral y tratar a Kanda de la misma forma que a todos los demás, cuando en realidad toda la atención de Allen quería estar enfocada en Kanda y sólo en él, cuando estaba alrededor.

Fue probablemente suerte que Kanda no se viera afectado por lo eventos y fácilmente olvidara los hechos y pretender como nunca hubieran ocurrido en primer lugar, actuando como siempre. Los insultos de Kanda no le afectaban o lastimaban como lo hicieron antes, pero mientras que Allen siempre tuviera una replica ante ellos, le tenia sin cuidado lo que Kanda le digiera, tan solo le importaba que pudieran hablar entre ellos.

Allen pensó que estaba haciéndose él tonto él mismo, pero él también, no sabía de qué otra manera podía actuar. No podría cambiar sus sentimientos sobre Kanda – especialmente no después de haberlo amado por tanto tiempo bajo la influencia de la Inocencia. Definitivamente no podía dejar que nadie supiera la verdad sobre sus sentimientos y causar seguir causándoles problemas – ya habían atravesado por suficientes por tratar de cuidar de Allen cuando aún estaba bajo la influencia del hechizo. Si alguien descubría acerca de sus sentimientos actuales, definitivamente se preocuparían y probablemente le informarían a Kanda sobre ellos, y entonces Kanda lo más probable que lo evitaría, o podría matarlo o lo peor de todo se forzaría sí mismo a pretender a corresponder los sentimientos de Allen, y eso sería la muerte para Allen. Allen suspiró y en seguida se tensó al momento de oír una voz familiar que se derivaba de uno de los pasillos.

"¿Deseas morir, Estúpido Conejo?"

Kanda y un sonriente Lavi entraron en escena, Lavi trataba persistentemente de atar una bufanda alrededor del cuello del samurái, mientras Kanda obstinadamente evitaba y trababa de golpear a Lavi.

Hasta al momento, ninguno de los dos había tenido mucho éxito.

"Moyashi" – Lavi gritó tan pronto vió a Allen – " ¡Ayúdame!"

Allen los miró alternativamente, tratando de dividir su atención de igual manera entre Lavi y Kanda, aunque él deseaba solo mirar a Kanda y hablarle solo a él– "¿Qué sucede?"– preguntó

" ¡Yuu desea salir a fuera vestido como esta! ¡Esta haciendo frio! ¡Ayúdame a ponerle esto!"– sonrió Lavi lanzándole la bufanda a Allen, mientras sostenía los brazos de Kanda y o acercaba a él.

Una de dos Kanda no se estaba esforzando o Lavi era más fuerte de lo que Allen había supuesto, porque Kanda terminó a su lado mientras murmuraba una serie amenazas, dirigidas todas ellas a Lavi.

" ¡maldito! ¡Voy a matarte por esto! ¡Suéltame!"

" ¡Rápido! ¡Pónsela!" – gritó Lavi, aplicando un poco más de fuerza y jalándolo hasta hacerlo chocar con Allen.

Allen podía sentir el calor proveniente del cuerpo de Kanda, y aún el cálido aliento que rosaba a través de su cabello que caía sobre su frente y luchando por evitar sonrojarse rápidamente comenzó a enredar la bufanda alrededor del cuello de Kanda.

" ¡Es solo una bufanda!, Kanda"– dijo Allen, sonriendo de tal manera que esperaba que pareciera normal.

Kanda solo alzó los ojos – " ¡Quítate del camino! Voy a entrenar, Moyashi"– soltó de repente y trato de arrancarse la bufanda, solo que fue bloqueado por Lavi mientras que Allen se la ajustaba, nuevamente.

"Entonces la anudaré un poco más firme" – decía Allen mientras realizaba su trabajo, ignorando las murmuraciones de Kanda, como siempre lo hacia, y las amenazas de Kanda eran dirigidas a los dos, aunque permaneció el tiempo suficiente para que Allen le atara la prenda.

Allen deseaba quedarse ahí, y seguir ajustando la bufanda por más tiempo, pero sabía que sería extraño si el continuaba más tiempo de lo necesario, y se forzó a si mismo a terminar con su tarea – "¡Listo! ¿Ves?"– dijo Allen.

Kanda solo los miró molesto primero a Allen y después a Lavi – "hagan lo que quieran"– resopló mientras los empujaba, ignorando los gritos alegres de Lavi.

" ¡LO SABIA! ¡Sabia que la usaría si lograba que se tú se la pusieras!"– dijo Lavi después que Kanda estuviera lo suficientemente lejos para oírlo.

Allen se giró y lo miró fijamente – " ¿Qué?"

Lavi sonrió ampliamante mientras ponía sus manos atrás de su cabeza – " Kanda siempre se rinde ante ti y Lenalee "– dijo – " ¿Qué? ¿No lo habías notado?"

Allen movió su cabeza en forma negativa.

"Él siempre termina escuchando a Lenalee porque es una chica" – dijo y sonrió un poco más – "Me pregunto ¿por qué te escucha a ti…?"

Allen nunca lo había notado antes, pero aun así, si fuera verdad, él tampoco tenia idea del ¿Por qué?

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Kanda , a regañadientes se retiró la bufanda que estaba en su cuello tan pronto regresó al Cuartel General. Protestó enérgicamente en contra de usarla, no veía la necesidad de usarla más tiempo del lo que era necesario a pesar que aún podía sentir los dedos de Allen en su garganta y alrededor de su cuello como cuando le estaba ajustando la prenda.

Era difícil tratar a Allen como siempre lo trató hasta ahora – sólo como otro compañero de la Orden Oscura. Algunas veces Kanda deseaba poder ir algún lugar lejos de ahí, donde no pudiera verlo y por lo tanto no tendría la necesidad de lidiar con esos sentimientos tan complicados, pero se rehusaba a algo a si debido a que seria como un cobarde que huye de sus problemas, y por esta razón obstinadamente se quedó.

No parecía que le importara a Allen como lo tratara Kanda, de cualquier manera, Kanda estaba seguro que si comenzaba a hacer algo distinto, Allen podría sentirse incomodo en su compañía y eso era aún peor. Después de todo, Kanda ha tratado a Allen de la misma manera fría y despectiva desde que llegó a la sede y parece que Allen siempre disfruta en todo momento de sus riñas y desacuerdos.

"Kanda, ¡tenemos una nueva misión! ¡Komui desea vernos en su oficina!"

Kanda se gira hacia donde proviene la voz de Lenalee, que proviene de uno de los largos corredores y observa como se dirige hacia él con su portapapeles en la mano. La esperó hasta que le dió alcance y continuaron su camino para dirigirse hasta la sala de control.

"También irán Allen y Lavi" – le informó Lenalee, así que Kanda estaba preparado cuando entraron a la sala de Control , Allen y Lavi ya estaban sentados en el sillón en frente del escritorio de Komui, donde estaba desenterrando de la pila de papeles las especificaciones de la misión.

Lenalee se sentó en antebrazo del sillón a un lado de Lavi, así que Kanda se quedó parado a un lado con sus brazos cruzados, ignorando descaradamente el intento de Allen de hacer un espacio para él. Creyó ver que la sonrisa de Allen desapareció por un momento, pero probablemente era su usual molestia con Kanda.

"ah, ¡Aquí esta!"– emergió Kamui, sosteniendo cuatros carpetas idénticas que entregó a cada uno – "¡Chicos tendrán que ir a España en esta ocasión! Existe una base militar abandonada, en la cual aconteció un gran número de muertes a su alrededores" – anunció Komui – "los estoy enviando a ustedes 4 porque si las muertes no fueron causadas por la Inocencia, eso significa que debe existir un sin número de Akumas en las cercanías. Así que tenga cuidado" – les dijo.

Kanda repasó las hojas de su folder revisando la información que indicaba que la Inocencia parecía residir en la estatua de un santo, que había bendecido la base militar. Para aquel entonces, la gente pensó que la Inocencia era algo sagrado y la introdujeron dentro de la escultura, pero por supuesto, esto significo para cualquiera de ellos protección, pero todos los que estuvieron cercas había muerto, y nadie estaba seguro cual fue la causa.

"¿Cuándo partimos?"– preguntó Allen.

"esta noche"– respondió Komui.

" ¡Genial! ¡Podremos cenar primero! chicos"– dice muy alegre este Lavi,.

Kanda solo alza los ojos y se da media vuelta para abandonar el lugar.

"¿A dónde vas?"– pregunta Allen.

"Los veré en los canales"– responde Kanda y deja la habitación. Iba a estar atrapado con Allen por varios días y no deseaba que fuera más doloroso de lo que ya de por si era. Si solamente tenia que permanecer alejado de Allen durante la misión, como le fuera posible tanto menos contacto tuviera aún tanto mejor, si tuviera suerte podría llevar a cabo su propósito sin el conocimiento de Allen.

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Allen lanzaba miradas a Kanda, quien estaba sentado enfrente de él, leyendo nuevamente las especificaciones de misión.

" ¿estas seguro que no deseas jugar?"– preguntó Lenalee mientras repartía las cartas boca abajo en la pequeña mesa que tenían en el compartimento del tren.

"No"– resopló Kanda renuente a dejar el archivo que había leído por enésima vez.

El viaje del tren había durado ya 4 horas y Kanda había pasado todo ese tiempo mirando una y otra vez la información. Por supuesto Allen conocía que Kanda podía ser muy obsesivo a ese grado, pero ahí no estaba toda la información y Kanda verdaderamente no necesitaba releerla 4 veces completa.

Allen sabía que solo era una excusa para no jugar cartas con ellos tres, o mejor dicho, lo más probable se debía a la presencia de Allen.

" ¡Hombre! Moyashi, ¡tú siempre ganas!"– suspiró Lavi y dejó las cartas en la mesa en forma de derrota.

Allen solo le otorgó una inocente sonrisa como Lenalee también se rendía.

"Voy salir a caminar"– anunció Lenalee – "No puedo estar sentada por más tiempo"

"Entonces voy contigo"– sonrió Lavi mientas se levantaba y la seguía, mientras ella abría la puerta – " ¿vienes Yuu-chan? ¿Moyashi?"

"No me llames así"– dijo Kanda sin apartar la mirada de su lectura.

"Estoy bien. Posiblemente más tarde"– dice Allen y comenzó a juntar las cartas dentro del mazo. Realizando sus movimientos muy despacio, ajustado las cartas, así podía prologar el momento y tener la oportunidad de hablar con Kanda. Podría haber sido más sencillo irse con Lenalee y Lavi, pero Allen aún deseaba estar con Kanda tanto como le sea posible y era una muy buena oportunidad para dejarla escapar.

Lentamente comenzó a golpear el mazo hasta dejarlo completamente liso, y comenzó lentamente a barajar las cartas hacia abajo.

" ¿juega conmigo?"– se arriesga a preguntar a Kanda

Kanda aparta su vista de las hojas para encontrarse brevemente con una mirada plateada que lo observaba, pero en seguida la aparta hasta los papeles – "no"

" ¿Por favor?" – persiste Allen

" Dije que no, ahora ¡Cállate! "– dice Kanda

Allen ahoga un suspiro de decepción y comienza a repartir las cartas ante si para jugar Solitario. Una vez que las cartas están establecidas comienza a manipular las cartas de una forma rápida y eficiente para entretenerse. Era un juego que siempre juega en aquellas ocasiones donde Cross lo abandonaba y cuando viajó hacia el Cuartel General con Timcanpy. Es un juego de una persona y usualmente mantenía a Allen ocupado, aunque ahora, se sentía aún más solo porque Kanda estaba sentado enfrente de él y este no levantaba la mirada hacia Allen.

Allen comenzó a mover las cartas aun más rápido, una tras otra.

Ahora que Allen recordaba la época antes que comenzara a gustarle Kanda, no estaba muy seguro porque Kanda le disgustaba la sola presencia de Allen. Nunca había hecho realmente algo que enfureciera a Kanda, aunque él siempre contraatacaba cuando Kanda era irrazonable, pero él solo había decidido desde en un inicio que Allen no era de su agrado. Incluso se negó a saludarlo de mano, cuando Allen se presentó ante él.

Allen nunca había sido odiado incondicionalmente antes y aunque le pareció que Kanda y él habían llegado, a una especie de mutuo acuerdo, a un antes del episodio de su última misión juntos. Probablemente estaba equivocado, porque Kanda parece que lo odia igual o con mayor intensidad que antes del incidente. Kanda había sido amable y considerado durante ese tiempo, pero probablemente se debía a que Allen lo necesitaba y Kanda no era un completo desalmado como todos los demás creían. Ahora que lo piensa, el se comporta aún más frío y cualquiera que hubiera sido la razón por la que Kanda lo odiara antes, era lo más seguro que sea la misma razón que tiene ahora.

" ¿Por qué tú…por que me odias"– Allen habló de repente, sus dedos se apartaron de las cartas hacia los lados, formando un par de puños . Aún su mirada estaba dirigida hacia las cartas, lo cual era una buena excusa para no dirigir su mirada a Kanda.

Allen escuchó como el sonido de las hojas del reporte, en el momento que Kanda dejó de leer – "yo….no " – dijo Kanda muy despacio.

Allen alzó la mirada por un momento, pero Kanda no lo estaba mirando, sus ojos estaban fijos en algún punto mas allá de la ventana, así que Allen bajo la mirada nuevamente –"pero, tú-tú siempre quieres asesinarme…" – respondió.

Kanda dejó escapar un leve suspiro –"Lo mismo le he dicho a Lavi y aún lo he matado"

"pero siempre estas molesto conmigo, cada vez que te hablo"– dijo Allen. No tenia la certeza en si mismo que esperaba que Kanda respondiera o incluso que era lo que estaba tratando de preguntar a Kanda –"y…y ¡siempre me insultas! Si no me odias entonces ¿por qué ––"

"Dios, ¡porque eres una pinche molestia!"– soltó Kanda mientras que se levantaba y arrojando el folder con la información sobre el asiento, antes de salir del compartimiento. Azotando la puerta a su espalda, dejando a Allen solo con un puñado de cartas regadas y el retumbar del tren como única compañía.

Allen lentamente aflojo sus manos y comenzó a recoger la baraja para iniciar un nuevo juego. Pero en esta ocasión el sonido familiar de estas no pudieron distraerlo de sus pensamientos y su soledad.

Continuara…