Sin dilatar más el asunto, se colocó un condón, posó sus manos en las caderas de Brian y esperó a que el hombre hiciera un ademán para darse vuelta… Esperó pero éste no mostró indicios de querer moverse. ¿Quería hacerlo de frente? Realmente había algo muy extraño en la situación pero bueno, ¿qué sentido tenía quejarse?

—¿Necesitas el hechizo para armar carpas? —preguntó Brian, bulliciosamente.

—Parece que estás ansioso —. Cuando Brian colocó su lengua en la mejilla, Justin contuvo el aliento e, ignorando el hecho de que él era el que estaba ansioso, lo penetró. El calor y la súbita presión lo enloquecieron momentáneamente pero se tranquilizó al ver el rostro del otro hombre. Como las veces anteriores, Brian lucía relajado, con los ojos cerrados y los labios levemente partidos.

De verdad era todo un misterio el porqué no lo hacía seguido si, evidentemente, no le presentaba un mayor sacrificio. De hecho, parecía gustarle… mucho.

Y él también lo estaba disfrutando. Lo cierto era que, si bien había probado ser más que versátil, le gustaba más follar que ser follado, excepto cuando era Brian quien lo estaba follando. Claro, no se podía comparar al hombre con cualquier Individuo Atractivo No Identificado de Babylon.

Pero ahora que era él quien tenía el control, estaba teniendo serias dudas acerca de qué le gustaba más. Que Brian lo follara era fglkfghsxzs (sí, exacto, no había palabras para describirlo) pero follarse a Brian era simplemente demasiado sensacional como para no ser parte de un sueño de esos que tenía bastante seguido y que desencadenaban con sábanas mojadas (y, a veces, mordidas).

Estaba tan compenetrado en el OH-DIOS-GENIAL calor que sentía su polla que casi había olvidado tocar a Brian. Casi. En realidad, tocar al hombre era algo así como una actividad diaria, automática.

Esa maestría que había adquirido con el pasar de los años para desnudarse con suma rapidez, sólo era superada por sus mamadas (más fglkfghsxzs) y sus pajas (que también eran memorables). Brian, sin lugar a dudas, estaba de acuerdo, ya que su polla estaba cubierta de líquido preseminal y dura como… bueno, como siempre. ¿Acaso alguna vez no lo estaba?

Pero su rostro lo decía todo y las contorsiones de su espalda también hablaban por sí mismas.

Brian no era esa clase de personas que se corrían gritando "te amo" o "Justin, amor de mi vida" pero las palabras no eran necesarias y, ciertamente, un buen polvo no tenía mucho de romántico. Que Brian lo amaba era totalmente cierto pero cuando se corría en sus manos, eso no tenía demasiada importancia porque, de todas formas, Justin estaba demasiado estupidizado como para pensarlo.

Y justo eso estaba ocurriendo en ese momento: Brian estaba con los ojos fuertemente cerrados, la boca abierta y lanzando esos sensuales sonidos desde el fondo de la garganta. Y Justin sabía que en cuanto algo en particular ocurriera, él no podría contenerse. Ah, y ocurrió: los músculos de Brian comenzaron a contraerse alrededor de su polla, generando una presión de lo más deliciosamente sádica.

¿Y qué era lo más intenso: estar follando a Brian o que Brian se hubiese corrido porque él lo estaba follando?

De cualquier manera, las sensaciones estaban exacerbadas y su respiración, tan agitada que, tal vez, hasta estaba a punto de morir una prematura muerte orgásmica. Sinceramente, ¿habría mejor forma de morir que a causa de un Súper Orgasmo con Brian Kinney? Respuesta: No. Punto.

Cuando finalmente se corrió adentro de Brian, los pensamientos de Justin fueron interrumpidos por una petición de lo más singular.

—Malfoy, ¿puedo lamer tu cuello? —inquirió el moreno, con voz engañosamente inocente.

—¿Qué eres, un vampiro? —respondió Justin, ni bien recuperó la capacidad de transmitir sus ideas verbalmente. Tras eso, quitó el miembro del interior de su amante y se permitió un breve suspiro.

—No soy un vampiro, Malfoy. Es sólo que me gusta tu cuello —. Entonces, Brian se sentó y sus labios se apoderaron de la pálida piel del rubio. Éste, lejos de quejarse, cerró los ojos y se limitó a disfrutar de las obscenidades que estaba trazando esa (talentosa) lengua.

—Potter, eres un pervertido —comentó, aún con los párpados cerrados. ¿Por qué no habían jugado a esto antes? Debía hacerse acordar a sí mismo de obligar a Brian a leer Las Crónicas Vampíricas. Que el publicista se obsesionara con esa saga podría brindar grandes beneficios…

—¿Acaso te molesta? —le susurró Brian al oído. Ante la negativa de Justin, el moreno sonrió y volvió a hablarle —. ¿Quieres seguir jugando? —Como el rubio asintió sin decir palabra, Brian se puso de pie y caminó hacia un cajón donde el artista guardaba una muy desordenada pila de papeles, dibujos, lápices y marcadores. Con un marcador negro en mano, el hombre regresó a la cama y con una expresión traviesa que lo hacía lucir como a un niño en una juguetería, se dibujó una pequeña marca en la frente.

Al ver el rayo, Justin se rió y luego, sobresaltó al sentir la punta del marcador en su brazo —. ¿Qué haces?

—Necesitas tu Marca Tenebrosa.

El rubio puso los ojos en blanco pero no se quejó. Si Brian estaba juguetón, ¿para qué contradecirlo? Después de todo, era divertido… Inusual, sí, pero divertido.

—Has sido un Mortífago muy, muy malo. Creo que tendré que castigarte con mi Patronus —declaró Brian con su jodidamente sensual voz.

—Sí, Potter, Patronúsame todo lo que quieras —. ¿Y qué si Malfoy estaba fuera de personaje? ¡Quería que Brian lo Patronusara!

Cuando la polla del moreno lo penetró, Justin se mordió el labio inferior y en ese preciso instante (ni un segundo antes, ni uno después), la puerta del loft se abrió (¿por qué carajo nunca la cerraban?) y entraron Melanie, Lindsay, Gus y JR.

—Venimos a despedirnos porque— había comenzado a decir Lindsay pero se calló al percatarse de lo que estaba ocurriendo.

—¡Dios! ¿Es lo único que hacen? —soltó Melanie, enfadada, a la vez que tomaba a los niños de un brazo para llevarlos fuera del loft.

—¿Y ella quién es? ¿Umbridge, te parece? —le preguntó Brian a Justin, ignorando la mirada asesina de la morena. Lindsay, por su parte, suprimió una risita —. Vamos, Mel, no seas aguafiestas. Sólo estamos jugando a Harry Potter. ¿Quieres ver mi Patronus?

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Lo sé, demasiado Crack pero tenía ganas de escribirlo xD Ojalá les haya gustado :)

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Por supuesto, lo del cuello y el vampiro está sacado de 'Starts with a Spin' de Maxine-Chan (PerlaNegra tiene la traducción). Brian, seguramente, leyó el fic... Y parece que Justin también o.O

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Gracias por leer.

- Inefable