Tú no me gustas.
Sumario. Sasuke no siente nada por Hanabi, y Hanabi no siente nada por Sasuke. Si un compromiso te obliga a mantener una relación de esa índole, ¿cómo hacerlo sin la necesidad de terminar de extinguir un clan… o dos?
Tú no me gustas. Capítulo uno.
-Maldito Naruto…
Sasuke terminó apresuradamente su vaso de licor, y observó la "alegre" escena que se desarrollaba a pocos pasos de él, enfocando su mirada en el actual responsable de su más reciente situación.
Un golpe no iba a ser suficiente. Debía masacrarlo y enterrar el cuerpo en el bosque sin que nadie lo notara, pero Naruto como su futuro Hokage, y estando él bajo constante vigilancia, le sería imposible. Tendría que conformarse con imaginar su cara llena de sangre y lágrimas, así como las posibles tonterías que le diría para que ya no le pegara.
Y al reformular sus intenciones, descubrió lo infantil de sus pensamientos. Optó por plantear la manera de organizar un "entrenamiento" y desquitarse, pero eso sería después.
-¡Felicidades Hanabi-san, o debo decir señora de Uchiha! –Le dijo su ex-sensei Kakashi a Hanabi, pero ésta ni siquiera se volvió a verlo.
Sasuke miró de reojo a la que ahora tendría que tratar como a una esposa, pero por más que trataba de imaginarlo, sencillamente era imposible.
Un dilema se armó en la mente del Uchiha. ¿Cómo esperaba revivir a su clan, idea original formulada a lo largo de los años desde la tragedia de su familia, si su esposa no le llamaba la atención en el más mínimo detalle?
Peor aún, ella estaba completamente decidida a terminar con la farsa en la que fueron envueltos. Pero para desgracia de ambos, la familia Hyuuga reprobaba por completo el divorcio, y ninguna mujer de Konoha quería acercarse a Sasuke.
Si él se hubiera puesto en matrimonio 16 años atrás no hubiera tenido problema alguno, inclusive hubiera podido escoger entre sus candidatas, pero no. Tuvo que poner la venganza como su objetivo principal, dejando la salvación de su clan a un lado; ignoró a la única persona que, durante su traición, no dejó de creer en él; descubrió la terrible verdad, se vio involucrado en más dificultades; la chica que lo quería de vuelta lo mandó al diablo quedándose con su ex–sensei Kakashi, casi es linchado al volver a Konoha y para colmo de males Naruto, su "mejor amigo", propone el método de vigilancia más eficaz para una persona como Sasuke: el matrimonio. Hubiera dado sus ojos para que lo metieran a prisión y lo golpearan de por vida, pero a Tsunade le pareció sensacional la idea de Naruto y puso en marcha la selección de candidatas, obteniendo una sola respuesta firmada por Hiashi, el consejo del clan Hyuuga y la primera aportación de Hinata como líder de su clan, proponiendo a Hanabi como futura esposa de Sasuke.
-Quizá tu hermana quería vengarse de ti –Masculló Sasuke en un tono lo suficientemente alto como para que Hanabi le escuchara- Mírala, está muy feliz de su proceder, como si se estuviera vengando de toda la humillación que le hiciste pasar en el pasado.
-Aunque seas mi esposo… –Le dijo Hanabi tras una pausa en la que se dedicó a mirar de forma furibunda a su hermana- No creas que estoy de acuerdo con esto. Ni siquiera permitiré que te me acerques o me hables con tanta familiaridad. Tampoco yo lo haré, así que no te hagas falsas ilusiones.
No le dijo nada. Ni una opinión, comentario, nada. Más de acuerdo no podía estar con ella, pero tampoco se lo haría saber.
El resto de la celebración no pudo ser más insoportable. Todos los presentes fueron a felicitarlos de nueva cuenta antes de partir, quedando únicamente los esposos Uchiha, la Godaime, el futuro sexto Hokage, sus "cuñados" y el "suegro". ¿No se podían largar todos y dejarlo en paz?
-Sasuke, me alegra que hayas tomado muy bien esta situación –Tsunade se acercó y tendió su mano al Uchiha, pero ese no movió ni un dedo- Ya veo –Le dio un codazo de modo juguetón y le susurró- ¿Guardando fuerzas para la noche? Solamente recuerda que la cama también es para dormir.
Un tic se apoderó del ojo izquierdo de Sasuke, y a pesar de que la mujer se alejó de su vista, éste no desapareció. Trató de recoger la poca dignidad que le quedaba y, sin ser visto por los demás, se acercó lo más que pudo a la salida.
-Fue una buena idea Hinata –Hiashi dejó el vaso con agua mineral y se acercó a su hija- Pero me preocupa que no haya interés entre ese muchacho y Hanabi. ¿No crees que debimos permitir que se conocieran un poco más?
-Posiblemente –Hinata se volvió hacia su hermana, que no disimuló su descontento al sacarle la lengua- Pero recuerde que Neji y yo fuimos comprometidos bajo circunstancias similares. Además, Hanabi no es un bebé, es fuerte y sabrá cómo salir adelante con su nueva vida.
Todos los presentes se marcharon sin notar que Sasuke ya había abandonado el salón de recepciones.
En la casa Hyuuga, Hiashi se despidió de Hinata y Neji, dirigiéndose a su habitación y rogando al cielo que Hanabi no tuviera tantos problemas como los que tuvo Hinata.
Éstos fueron a las habitaciones de sus hijos, y tras arropar a las pequeñas que no dejaban de moverse entre sueños (al menos la más pequeña) y de cerciorarse de que Hiro se hallara completamente dormido, fueron a su alcoba.
-Qué raro se siente, ¿no te parece, niisan? –Dijo Hinata a Neji mientras aprovechaba que Neji se ponía una yukata ligera para mover sus cabellos, acariciar sus hombros y besar su nuca.- Ya no tenemos niñera para Hiro y las niñas.
-Lo raro es que me llames niisan. –Neji terminó de acomodar su atuendo y se volvió a su esposa, desatando lentamente las ataduras que la mantenían vestida- ¿No será que ya no sientes nada por mí?
Comenzaron a besarse nuevamente, mientras la fina tela del kimono de Hinata resbalaba lentamente por su piel. Como si fuera la primera vez que la tocaba, Neji buscaba la mirada de su esposa para pedirle "permiso" y aumentar la intensidad de las caricias. Dio gracias a Dios en silencio por el profundo sueño de sus hijos, y guiado por el deseo de hacerla suya de nueva cuenta, recostó a Hinata en el futón y se dispuso a desvestirse de nuevo, pero no para cambiarse, sino para volver a saborear la adictiva piel de su esposa, perderse en su calor y suavidad, y volverse uno solo, de nueva cuenta, hasta desfallecer por el cansancio.
Pero...
-Hinata-sama –Llamó uno de los sirvientes- Hinata-sama, Hanabi-sa… Es decir, Uchiha-san está en la entrada, y no quiere hablar con nadie.
Los esposos se detuvieron por completo. ¿Qué hacía Hanabi ahí, a esas horas?
Ambos se pusieron sus yukatas y salieron al encuentro de la joven mujer, que se hallara sentada en la entrada de la casa Hyuuga.
-¿Qué haces aquí, Hanabi? –Hinata se acercó a su hermana y esta rechazó su contacto, escondiendo su rostro entre sus rodillas.- ¿Te peleaste con Sasuke?
-Bueno hubiera sido. –Tras una larga pausa, Hanabi agregó- Se fue de la recepción antes que ustedes, y cuando llegué a mi "casa", las puertas estaban cerradas. ¿Qué me da a entender con eso?
Hinata se volvió hacia su esposo, y comprendiendo la situación, Neji se encaminó a las propiedades Uchiha, encontrando al dueño en el techo de una de ellas.
-¿Por qué dejaste sola a Hanabi? –Fue la pregunta que hizo Neji al notar que Sasuke intentaba retornar al interior de la casa.- Ahora es tu esposa, es tu responsabilidad tenerla cerca de ti.
-En ningún momento acepté el compromiso, así que lo que le pase no es cuestión mía.
Sasuke se volvió molesto hacia el Hyuuga, y sus miradas chocaron con intensidad.
-Entonces, ¿qué harás al respecto? No le puedes cerrar la puerta por siempre, menos si tu verdadera intención es revivir a tu clan.
No esperó a que Sasuke le respondiera; tras estas palabras, Neji retornó a su casa, enterándose en el camino de la entrada hasta el pasillo que daba al dormitorio principal que Hanabi pasaría la noche con ellos.
-¿En dónde ubicaron a Uchiha-san? –Le preguntó a uno de los sirvientes.
-El joven Hiro se despertó y no dejó de discutir con Hinata-sama hasta convencerla de prestarle su habitación a Hanabi-san.
Eso no era bueno. Si bien le tranquilizó el que Hanabi no hiciera más escándalo del que tenía previsto, Neji no imaginó que Hiro se despertara a esas horas, y solo había una razón para ello. Aún quería casarse con su madre.
Neji regresó a la habitación, pero aún con la penumbra de la noche distinguió la cabeza de Hiro, dormido en su lugar, al lado de Hinata.
-Hiro –Neji llamó a su hijo, pero éste, al escucharle, se aferró la almohada como si de eso dependiera su vida.-Justo lo que me faltaba -Masculló Neji y se acomodó al otro lado de Hinata, pero por fuera del futón. El pequeño soltó una risita al saberse vencedor esa noche…
Continuará.
Hola, esta es la nota de Iria. Habrán notado detalles que no se comprenden a simple leída, y he aquí las referencias. Para saber quién es Hiro, basta leer "Feliz día, amor" y "Día blanco"; este fanfic está situado varios años después de lo acontecido en "Día blanco", 7 años y medio para ser exactos, en pocas palabras, Hinata tiene 30 años, lo mismo que los shinobis de su generación; Hanabi tiene 25; Neji 31 y el pequeño Hiro cumplirá los 8.
Dudas, comentarios, quejas u observaciones vía review, por favor; mi correo está en mi profile y les deseo suerte a todos.