Disclaimer: de la Meyer, no mío.
Tardé, pero porque no tenía inspiración, mis más humildes disculpas. Adoré la lluvia de reviews =D
Bueno, y esto seguro que causa otro chaparrón, un capitulin dtodo del punto de vista de nuestro niño adorado.
Enjoy
Y ahora… ¿esto?
Anthony POV
Hubo un momento en el que me dio como la sensación de que realmente tenían buena audición los Cullens. Es que, en un momento estaban todos pendientes de cualquier cosa menos lo que estaban supuestamente haciendo, estaban tratando de escuchar lo que pasaba arriba, y al otro instante estaban todos mirándome, con los ojos bien abiertos. Como si lo supieran.
Emmet dejo caer el joystick y abrió la boca; Rosalie estrujó la revista que estaba leyendo; Alice primero entró en una especie de trance y después me sonrió de tal manera que me dieron ganas de abrazarla. Esme entró apresuradamente de la cocina y me miró como a punto de llorar. Jasper sólo se veía sorprendido. Todas estas reacciones a no sé qué y la atención que me estaban prestando me puso nervioso. Traté de concentrarme nuevamente en el ajedrez pero no pude, busqué el rostro de Carlisle, y este como percibiendo la pregunta silenciosa que le hacía asintió. Un simple movimiento de arriba hacia abajo con la cabeza fue todo lo que bastó para que entendiera que los Cullens sabían la verdad.
Entonces, al mirar por sobre su hombro vi unas piernas bajando lentamente por las escaleras, y sin saber muy bien la razón me concentré sólo en esas piernas hasta que el dueño llegó a la planta baja. Y alcé los ojos. En los suyos había demasiadas cosas como para poder describirlas todas juntas. Y sabía, él sabía. Era el único que me importaba que lo supiera. Porque era aquel con el que había soñado. El que me amaría, jugaría conmigo, me enseñaría cosas, con el que podría identificarme. Era mi padre. Mío, el único que tendría, el que no había tenido en toda mi vida pero ahora estaba ahí, de pie frente a las escaleras mirándome cómo si fuera la primera vez. Le sonreí, él hizo lo mismo y me saludo con una mano. Fue un gesto tímido, como si realmente fuese la primera vez que nos encontrábamos.
Mi mamá apareció detrás suyo, le susurró algo al oído. Tenía la cara roja y los ojos hinchados. Por un momento me enfurecí con él. La había hecho llorar ¿ Por qué? Tal vez lo que mi madre había hecho era demasiado para ser perdonado. Y entonces solo había revuelto todo para mi beneficio personal, para tener a mi tan deseado padre mientras mi mamá sufría. Me sentí realmente fatal.
Pero él se dio vuelta y tomó su rostro entre sus manos. Se pusieron a hablar bien bajo, y al parecer yo era el único que no podía escuchar la conversación. Ese poder de audición era simplemente anormal. Era un comienzo, yo tampoco era normal. Ella lo abrazó y después empezaron a besarse.
Wow, siempre pensé que me iba a molestar mucho más el ver a mi mamá besando a alguien. Capaz era algo asqueroso pero no me molestó. Me dio como ternurita.
Se separaron y se quedaron abrazados por un rato bastante largo en el cual nadie dijo nada. Pero ese silencio se rompió cuando escuchamos unos gritos procedentes de afuera.
¡Leah! Te ordeno que no hagas nada, él no es una amenaza.
¡No estás en posición de ordenarme nada Jake! Y por supuesto que es una amenaza ¿O te pensás que cuando las demás sanguijuelas sepan cómo hacer para hacer monstruitos no van a correr a hacerlo? ¡Podría ser el principio de un mundo de pesadillas!
Hermana, creo que estás exagerando.
¡Es una abominación! ¡Un peligro! No podemos dejarlo así como así.
Todos se tensaron en la habitación. Carlisle y Esme eran los que se veían más calmados pero estaban claramente preocupados. Edward, más allá de la ligera confusión, tenía una expresión de pánico igual a la de mi mamá, Alice, Emmet, Rosalie y Jasper. Esme abrió la puerta mientras se escuchaban forcejeos y gritos tanto de hombre como de mujer afuera, tal vez por miedo a que derribaran la puerta. Carlisle se puso de pie y Edward caminó hasta mi lado y me puso una pano en el hombro. Estaba fría pero no me importó.
El chico indio americano que había visto en el funeral del abuelito Charlie entró, agitado, sin camisa y sólo con unos bermudas de jean todos rotos.
Bella – dijo el chico, creo que se llamaba Jacob - te juro que no fue a propósito. Se me escapó, te juro que se me escapo, simplemente lo pensé. Perdóname por favor.
No importa – dijo papá, Jacob frunció el ceño. – Sí, exacto – Jacob asintió.
¿De qué me perdí?
Seth está tratando de ganar tiempo pero… - no pudo terminar de hablar, una chica que también parecía nativo americana entró hecha una furia por la puerta. Sólo con un corpiño deportivo y unos shorts. ¿Qué pasa con estos chicos y la ropa?
En un instante Emmet la había aprisionado entre sus brazos mientras ella pataleaba e intentaba morderlo.
¡Soltame asqueroso chupasangre!
Leah, por favor, solucionemos esto como gente adulta.
¡Ustedes no son gente!
Mi papá suspiró y asintió, aunque no sé a que, con la cabeza. Alice se levantó de donde estaba y vino hacía mí, extendiendo su mano para que me fuera con ella. Pero… ¿por qué? ¿En qué clase de problemas estaban metidos los Cullen?
Así que en vez de aceptarla e irme inadvertidamente mientras la tal Leah gritaba, amenazaba y pataleaba, me quedé sentado haciéndome el que no me daba cuenta y mirando a mi padre, que estaba totalmente rígido.
¿Qué está pasando acá? – le pregunté, me miró con sorpresa, todos me miraron, incluyendo a la chica, la cual todavía no se había percatado de mi presencia.
Nuestras miradas se encontraron y debo reconocer que me sentí bastante extraño. La manera en la que me miraba, simplemente no era normal. Sus ojos, negros como carbón, que parecieron hacerse más grandes y profundos en cuanto me vio, tenían un destello especial. Uno que nunca antes había visto. Y sus facciones, antes opacadas por la furia, se suavizaron totalmente y pude apreciar que era bastante bonita en su manera particular de serlo. Aún pensaba que mi mamá era más linda. Dejo de luchar, dejo de gritar, se quedó como un peso muerto en los brazos de Emmet. Si hubiera estado de pie me dio la sensación de que se hubiera caído. Todo esto pasó y se quedó mirándome hasta el punto que me sentí tan incomodo que me levanté de un salto, tomé la mano de Alice, y la arrastré hasta el segundo piso.
Había un silencio de sepulcro mientras subía las escaleras. Pero en cuanto me encerré con Alice en su cuarto se escuchó un grito. Y el aullido de un lobo.
a/n: cuants se habían imaginado esto? Les digo que al principio no se me habria ocurrido pero bromeando con una amigaza (ferchii) salio a relucir el tema de leah y se me ocurrio esto, jeje puede que cuando termine esta historia (que miren que me falta) escriba la historia de leah y tony… super cute
bueno, me voy adorads mios no se olvider de meterme un review