Disclamer: personajes de JK Rowling

Aquí estoy de nuevo, con un nuevo fic, que pienso continuar, quizas algo lentecito. Sigan leyendo polaris. DEJEN REVIEWS

El Orden de las Cosas.

-Ah, ah, ah, ah,

Su respiración se hacia cada vez mas vacilante y arrítmica. Su boca se abría intentando aspirar el aire, que nunca llegaría a sus pulmones.

-Ah, ah, ah, ah, ah

Estaba en medio de la destrucción total, su pecho le dolía intensamente, su espalda estaba quebrada y no sentía sus piernas. Desde su perspectiva solo podía mirar un hueco en el techo de piedra, dejando ver el cielo que en ese momento era gris, las nubes se arremolinaban arriba, dejando solo un resquicio para un disimulado rayo del sol. Sus ojos enfocaban la claridad, como si fuera su salvación. Pero no la había, su muerte estaba cerca y lo sabia. Cuando de pronto creyó escuchar unos pasos, alguien se acercaba, pero no tenia manera se saber quien era, amigo o enemigo, y además estaba empezando a alucinar, veía formas humanas sonriéndole desde las alturas, y una vorágine de luz y oscuridad sobre su cuerpo, girando y girando, intentando aspirar su alma. Todo era muy confuso, los sonidos de la lucha cada vez se hacían mas lejanos y poco o poco su cerebro desconectaba sus sentidos. Sintió un par de manos tomando las suyas, que se cerraban en las suyas de manera gentil y cariñosa, ese contacto fue como un bálsamo, alejando su cruel realidad. Cerró sus ojos por un momento, hundiéndose en las sensaciones contradictorias que le producían esas manos, amor, odio y sobre todo una profunda decepción.

-Todo fue una mentira- dijo con la voz ahogada, entre sus estertores finales y realmente era así, había sido el más horrible engaño. El sueño que se había convertido en su pesadilla

-Todo, menos tu y yo – le contesto una voz lejana- Fuiste lo único real en mi vida.

-Promete que no me dolerá- sus ojos se cerraban solos. Siempre desde su infancia le había temido al dolor, podía enfrentar cualquier cosa menos el dolor. Y esperaba que la persona poseedora de su alma y su corazón, por lo menos le evitara la agonía.

-Juro que no dolerá. Me reuniré contigo pronto amor- eso fue lo ultimo que escucho antes de ver un destello de luz y luego …………la nada…………………………………..

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Un chico de 16 años, vestido completamente de negro caminaba por el andén de King Cross, su expresión era triste y preocupada. Junto a él, caminaba una mujer alta, elegantemente vestida y tan rubia como el chico. Ella quería abrazarlo, asegurarle que todo estaría bien, que solo tendría que cumplir su misión y luego estarían a salvo. Pero no podía hacerlo, en primer lugar, él no la dejaría y segundo, ella no quería demostrarle sus propios temores. Ella había criado a su único hijo bajo el concepto del deber a su sangre y el honor a su familia. Y él cumpliría, estaba seguro de ella.

Todo lo que había pasado el verano, habían hecho mella en él, matando para siempre al niño malcriado y convirtiéndolo de pronto en un hombre. No uno insensible y cobarde como su padre sino en uno comprometido con su propio destino. Narcissa Malfoy no podía dejar de tener admiración hacia su propio hijo. Quizás fuese un mortifago, pero era el hombre con mas temple que conocía. Había soportado estoicamente todo lo que le hizo sufrir el Señor Tenebroso, ni un gemido salio de su boca cuando fue sometido a decenas de cruciatos hasta lograrle arrancar un juramento y ni una lagrima se asomo cuando le hicieron la marca oscura. El pequeño niño rubio que se pegaba a sus faldas rogándole un dulce, ahora era un joven callado, mas consciente de sus actos de lo que ella hubiese querido. Porque Narcissa Malfoy en el fondo de su alma, quería que su pequeño, su Draco, continuara eternamente su infancia y no despertara súbitamente a las responsabilidades de la adultez. Pero había sucedido y ya nada podía hacerse al respecto. Su niño, se había ido para siempre.

Draco paro en seco al ver el Expreso de Hogwarts, se volteo y trato de dedicarle una sonrisa a su madre, pero a medio camino paro, simplemente no tenia ganas de fingir una tranquilidad que no sentía. Solo la miro, con esos intensos ojos grises que tenia, que la mayoría del tiempo eran glaciales, pero solo cuando se emocionaba, como en ese momento, ardían como dos brasas. Narcissa solo rozo una mejilla de él con su mano. Él inclino su cabeza y subió las escalerillas del vagón, ya su equipaje estaba en el tren. Recorrió el pasillo y entro al compartimiento de los estudiantes de Slytherin, allí estaban sus guardaespaldas incondicionales Gregory y Vincent que lo saludaron calladamente, Zabinni que estaba estirado completamente en un sillón y Pansy, su novia, quien se le tiro a los brazos cariñosamente. Él le revolvió el cabello y le dio un beso en la mejilla, ella le sonrió como siempre, se había cortado su largo cabello negro y lucia muy atractiva. Él no la quería, nunca la quiso, pero era su mejor amiga y el sentimiento era reciproco. Pero estaban comprometidos y tenían tanto tiempo , que la fuerza de la costumbre los mantenía juntos.

-Hola- le dijo él por lo bajo, arrastrando las palabras, con una voz mas gruesa. Había crecido por lo menos diez centímetros, estaba mas corpulento, sin dejar de ser delgado y se había cortado el cabello, dejando atrás su aspecto de niño.

-¿Cómo estuvo tu verano? – dijo ella tomándolo de la mano y obligándolo a sentarse junto a él.

-Genial- contesto Draco con un resoplido, intentando apartar de su mente todas las lúgubres escenas de lo acontecido durante esos fatídicos meses.

-Después del fracaso de la Brigada Inquisitorial- dijo entonces Zabinni- deberíamos pasar bajo perfil este año. Todavía hay cosas que debemos hacer por el lado oscuro y no debemos dejar que la atención se enfoque en nosotros.

-Tienes toda la razón Blaise- dijo Draco mirando el paisaje que cada vez se hacia mas cambiante según aumentaba la velocidad el tren, hasta hacerse imágenes informes- Veo que hiciste algo con tus neuronas este verano.

-Ellas están ahí, solo que hice algunas conexiones de mas- respondió Blaise de manera cínica.

De pronto se abrió la puerta del compartimiento y entro Theo Nott, quien no solía participar de las reuniones del exclusivo grupo de hijos de millonarios mortifagos. Nott era un chico de cabello castaño, bastante alto para su edad, de ojos azules penetrantes. Callado, amable, pero sabia imponer su autoridad cuando era necesario, todo eso le había valido ser prefecto. Y como Malfoy también era prefecto o por lo menos lo era antes del desastre del quinto año, había ido a hablar con él. Draco pensaba que ya no tenia esa distinción. Pero al parecer seguía en el puesto porque Theo lo había ido a buscar para ir al Vagón de los Prefectos.

-Malfoy, nos esperan- dijo secamente Theodore.

Draco se levanto sin despedirse de nadie y camino detrás de Theo, pudo observar que varias chicas lo miraban como embobadas pero no presto atención a nadie. Era increíble, es que ese montón de tontas no tenían nada que hacer mas que quedarse mirándolo como unas estupidas. Ni que fuese tan guapo, además ahora ni siquiera representaba un buen partido, con un padre preso en Azkaban, justo el chico que le quieres presentar a tus padres. Y si querían otra cosa, peor, ni siquiera le daban ganas ya. Otro gallo hubiese cantado el año anterior, cuando hubiese desesperado por tener en la cama a cualquiera, incluyendo a la pelirroja molesta, hermana del mas aun molesto Weasley o hasta a la sangre sucia Granger, que cada año que pasaba, muy a su pesar, de manera inexplicable se ponía mas atractiva. Así que hubiese caído a lo mas bajo, acostarse con ella, solo para saciar algo que nunca había sido saciado y por lo que se veía tendría que esperar a que él tuviese la cabeza en otra cosa que no fuese…………….Desaparecer del mapa a Albus Dumblendore.

Cuando llegaron al Vagón de los prefectos, no había absolutamente nadie. Ambos entraron y se sentaron, frente a frente. Draco se dedico a mirar de nuevo hacia la ventana, inmerso en sus pensamientos. Theo saco una pequeña libreta y se dedico a escribir. Pasaron cerca de veinte minutos y Draco sintió un aroma agradable, como a violetas y enseguida escucho la puerta rodar, miro hacia esta y sus ojos chocaron con los de …………………Hermione Granger, inmediatamente desvió la mirada, pero el aroma se le quedo impregnado en la nariz.

-Hola- dijo ella con bastante cautela. Ya se había puesto su túnica del colegio y su insignia de prefecto. Estaba más alta y por ende mas delgada, su cabello castaño estaba mas largo y estaba sujeto por una cola de caballo, sus ojos miel relampagueaban y sus labios eran rosados. Camino lentamente y se sentó al lado de Theo que la seguía con la mirada de una manera que hasta podía parecer descortés.

-Hola Granger- entonces hablo Theo, Draco ni se habia dado por enterado del saludo de la chica, pero de alguna forma notaba la presencia de ella y eso le fastidiaba enormemente, ya que en ese momento solo quería pensar y olvidarse del mundo exterior.

-¿Cómo pasaste el verano?- le contesto ella educadamente.

-Con mi padre – contesto lacónicamente Theodore, ellos dos tenían un trato amable, ya que el año anterior antes de la era "dolores" les había tocado patrullar juntos, así que después de varias peleas verbales, habían hecho un pacto de no agresión y tiempo después hasta podría decirse que eran amigos- cazando en Gales ¿Cómo estuvo Francia?

-Aburrida, no es como la primera vez- dijo ella dando un resoplido de disgusto, la verdad era que con la muerte de Sirius Black, ella no había podido disfrutar ese viaje.

-Es definitivo, solo una impura como tu puede considerar Francia aburrido- entonces Draco vio su oportunidad de molestarla. No podía meditar con ellos dos hablando estupideces y necesitaba descargar su frustración con alguien.

-Y solo un idiota como tú se mete en una conversación ajena- le contesto Hermione tranquilamente. Draco sintió como un puñal se hundía hasta el fondo en su orgullo

-Uy, que afiladitos estamos Granger- Draco se acomodo y la miro desafiándola con sus ojos, ella le correspondió con la misma intensidad, cosa que por alguna razón lo enfureció mas- Solo intento animar un poco la desabrida conversación entre ustedes dos.

-Tu lo has dicho Malfoy, es una conversación entre Theo y yo- le contesto ella , Draco cruzo los brazos sobre su pecho y se dedico a mirar la ventana, no iba a perder mas su tiempo con esa insoportable.

Ella sonrió, de alguna forma se había sentido bien discutiendo con él, era como una catarsis, se sacaba todo lo malo que tenia en ella. Se liberaba de todos sus malos recuerdos, cayéndose a insultos con ese infeliz. Así que hizo algo, que no estaba en ella, que no era su comportamiento habitual, pero igual no se arrepintió, lo provoco.

-Malfoy, no pensé que te rindieras tan pronto- dijo ella con sus ojos color miel brillando – Veo que estas aprendiendo del cobarde de tu padre.

Draco no lo medito, ni lo pensó detenidamente al menos un segundo, al escuchar esas palabras, se lanzo sobre ella como una bestia enfurecida, la tomo por el cuello y levanto todo su peso con una sola mano, clavandola contra la pared del compartimiento. Theodore se aparto, fue tan súbito, que tardo bastante en reaccionar.

-Nunca, te atrevas a mencionar a mi padre, sangre sucia- le dijo Draco pronunciando bien sus palabras, la miraba con rabia.

Hermione tenía los ojos abiertos desconmezuradamente, sentía las manos de él apretando su garganta. Quizás se había pasado de la raya mencionando a su padre, pero eso no era razón para que él prácticamente la estuviese asfixiando. Ella entonces reuniendo toda su fuerza, levanto una pierna y logro patearle el pecho, apartándolo,.Draco cayo hacia atrás y se golpeo la cabeza con la ventana. Ella respiraba agitadamente y vio con horror como él perdía el conocimiento, se había hecho una herida en la cabeza bastante amplia, había sangre por todos lados. Theo miraba la escena anonadado. Hermione entonces reacciono, la podrían expulsar de Hogwarts por lo que había hecho, así que se inclino y tomo la cabeza de Draco entre las suyas, busco su varita, localizo la herida y pasando por encima la varita, logro que esta cerrase. Theo la ayudo a colocar a Draco sobre el sofá.

-Enervate- dijo Hermione lanzando un hechizo. Draco abrió los ojos y se sentó, ella dio un paso hacia atrás, y le apunto con su varita

-¿Qué diablos…………….- de pronto la vio, tenia el cabello despeinado, los mechones le caían de manera salvaje sobre rostro, con sus ojos miel mirándolo con pánico y con la boca entreabierta. Draco busco su varita, pero no la tenia consigo, miro a Theo quien se la enseño, se la había quitado por precaución, de nuevo miro a Hermione, que estaba completamente cubierta de sangre. Draco se dio cuenta de que él también estaba empapado en sangre. Sus ojos chocaron nuevamente, entonces ella salio como un bólido del compartimiento.

Draco simplemente se hundió en el sillón, y cerro los ojos. Ese año no había podido comenzar de una peor manera. Casi la habia matado, estaba arrepentido ¿Porque diablos ese habia dejado llevar y sucumbir a las provocaciones de ella?, y ella lo habia atacado, con toda la razón. Entonces de nuevo empezaria el circulo vicioso entre ellos, algo que él habia jurado no continuar, para no distraerse de lo realmente importante. Tendria que poner todo su esfuerzo, pero no dejaria que esa sangre sucia lo sacara nuevamente de sus casillas. Él no era el mismo asi esta vez actuaria de otra forma, simplemente la ignoraria.