Los personajes no me pertenecen.
Beteado por sirem (muchas gracias nena.)
Una mujer hermosa, elegante y fría. Una perfecta Slytherin y digna representante, tanto de los Malfoy como de los Black. Alguien que, en apariencia, no tiene sentimientos. Esa era la opinión que muchos tenían sobre Narcissa Malfoy.
Más de uno está de acuerdo en que a los Slytherin, y en especial, a los Malfoy, solo les importa su propia persona. Ellos jamás se arriesgarían, planearían y mucho menos rogarían para proteger a alguien que no fuera ellos mismos. Sin embargo, todos los que creen eso están equivocados. Porque Narcissa Malfoy fue capaz de humillarse, de rogar, planear y pedir ayuda para proteger a aquél a quién más amaba.
Ella arriesgó mucho cuando fue a ver a Bellatrix y le pidió que la acompañara. Su desquiciada hermana se había reído en su cara y ella estaba segura que, por un momento, Bellatrix pensó en lanzarle un Cruciatus solo para divertirse. No es que Narcissa no hubiera estado preparada para enfrentarla, pero era obvio que, aunque le hubiera dado una buena batalla, Bellatrix la hubiera vencido.
Después de conseguir la ayuda de su hermana, tuvo que humillarse frente a Snape. Por primera vez en toda su vida, Narcissa se mostró desesperada y dispuesta a todo. En ese momento, lucía tan decidida, que el hecho de negarse a su petición parecía simplemente imposible.
Probablemente, nunca hablarían de ella como lo hacían de Lily Potter, la joven mujer que murió trágicamente tratando de salvar a su pequeño hijo. Todos hablaban de ella con respeto y admiración, porque, después de todo, ella era de las "buenas", era Gryffindor y por lo tanto valiente y leal.
Narcissa no era de las "buenas". No era valiente, pero sí astuta. Tampoco era leal, como lo había sido Lily, y esa era la principal diferencia. Narcissa solo era leal a los de su sangre, a ese par de seres que eran el centro de su vida y a los cuales protegería de la única manera en que sabía hacerlo. Incluso, se enfrentaría a Voldemort sin un atisbo de miedo. O de ser necesario, se uniría a Potter. No importaba qué tuviera que hacer, ni a qué bandera tuviera que apoyar, para que Lucius y Draco estuvieran a salvo.
En cambio, Lily, más que leal a su familia y seres queridos, era leal a sus ideales y creencias. En el supuesto, totalmente improbable, de que James los hubiese traicionado y unido a Voldemort, ella no hubiera dudado en enfrentarse a él.
Sin embargo, más allá de las diferencias que existían, no solo entre Narcissa y Lily Potter, sino entre Narcissa y el resto de las madres de otras casas, había algo que era un factor común en todas ellas. Cualquiera haría todo lo necesario para proteger a sus hijos, cualquiera haría exactamente lo mismo que Narcissa.
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