Los diálogos aparecerán entre guiones, los pensamientos entre comillas y las notas del autor entre paréntesis y aclaradas con el abreviación N/a

Los diálogos aparecerán entre guiones, los pensamientos entre comillas y las notas del autor entre paréntesis y aclaradas con el abreviación N/a.

Resumen: Este fic se inicia antes de que Harry inicie Hogwarts y se trata de Emily Tukwood, una Griffindor que por azares del destino (o no) inicia su primer curso a los 10 años. Participa de las andanzas de nuestros bromistas favoritos, Fred y George, y se vuelve amiga del niño que vivió. Pero su pasado, mejor dicho el de sus antepasados, influirá significativamente en su vida y en una misión que deberá realizar. Durante su estancia en el colegio se verá involucrada sentimentalmente con dos personas que la ayudarán y al mismo tiempo le dificultarán cumplir su misión, el único problema es que ella no sabe cuál es o qué papel jugará en la futura guerra que decidirá el futuro del mundo mágico.

Capítulo 1: Los Leones, La Bruja y El Sombrero?

Era 1º de Septiembre y Expreso de Hogwarts ya había abandonado la plataforma 9 y 3/4. En un compartimiento solitario, una muchacha de 10 años observaba por la ventana perdida en sus pensamientos.

"No puede ser, yo no puedo ir... Debió haber un error, todavía no tengo edad para ir. Seguro que cuando me siente allí y explore mi mente me dirá que no puede enviarme a ninguna casa porque soy muy joven".

EmilyTukwood había recibido su carta el día de su cumpleaños nº 10, el 26 de Abril, cosa extraña ya que nunca antes en la historia un niño menor de 11 años había recibido la carta de Hogwarts. Su madre, una célebre fabricante de pociones de belleza, había ido personalmente a hablar con el director del colegio, Albus Dumbledore ( N/a: quién más si no?! ), sobre el tema.

Resultó que no había error, ella fue iniciada en la instrucción mágica precozmente debido a la significativa manifestación de la misma a muy temprana edad, por lo que era importante que la aprendiera a controlar a la brevedad si no pondría en riesgo el anonimato del mundo mágico frente a los muggles.

Mientras jugaba con uno de sus rizos dorados ella recordaba su primera manifestación de magia. Ella estaba en el Jardín de Infantes cuando sucedió ( N/a: para los que no lo saben es el Kinder Garten). Ella estaba hamacándose cuando de repente la vieja cadena de la hamaca se cortó y salió despedida por los aires. Entonces inconscientemente cerró los ojos y comenzó a desear poder volar, cuando abrió los ojos se sorprendió al verse planeando frente a la mirada atónita de sus compañeros menores de 5 años. Miró su espalda y soltó un gritito de alegría ¡Le habían salido alas! Sí, unas alas blancas que respondían a lo que ella deseaba.

Aún recordaba la expresión de su madre cuando la llamaron al trabajo desesperados porque no sabían lo que sucedía. Ante esta imagen Emily sonrió. Un grupo especial del ministerio había tenido que ir a desmemorizar a todos los "espectadores" de su show. De vuelta en casa su madre le habló del mundo mágico e incluso la llevó a trabajar con ella y le enseñó el Callejón Diagon. Lo único de lo que ella siempre lamentó fue que su padre era un muggle que las había abandonado, a su madre y a ella, al enterarse de lo que eran. Las dejó al poco tiempo que ella nació. Jamás lo volvieron a ver.

En ese momento se abrió la puerta y Emily salió de su ensoñación, un muchacho pelirrojo acababa de entrar, tenía cabello corto y ojos cafés, era de mediana estatura y era bastante atractivo, llevaba puesto unos jeans y un sweater azul Francia tejido a mano con una gran letra G dorada. La chica quedó anonadada.

- Lo siento, pero todos los demás compartimientos están llenos, ¿te molestaría que mi hermano y yo nos sentemos aquí?-preguntó el muchacho.

- N..o, no me molesta.- dijo Emily nerviosamente.

- Gracias- dijo haciendo una seña a alguien que estaba aparentemente en el pasillo- por cierto mi nombre es George, George Weasley. Mi hermano está comprando algunas golosinas a la señora del carrito, en un momento viene ¿ cómo te llamas ?

- Yo... me llamo Emily...Tukwood. Mucho gusto.

- Igualmente, ¿ es tu primer año en Hogwarts ?

- Sí, ¿y el tuyo?

- El mío es el segundo, junto con mi hermano, ambos vamos a Griffindor, ¿ tienes idea a que casa irás?

- No aún no lo sé, mientras que no sea a Slytherin...

- ¡Ese es el espíritu!- La interrumpió- Mi gemelo y yo pensamos exactamente igual.

-¿ Dijiste un gemelo? Wow!- Dijo sorprendida- Debe ser genial tener un hermano!

- Sí, supongo... pero no cuando tienes seis, con Fred, así se llame mi gemelo, no hay ningún problema somos algo así como una sola persona, estamos muy compenetrados... Pero con mis otros hermanos no tanto talvez con Charlie y Bill, los mayores, sí pero con los demás no.

- Te lo digo porque soy hija única, pero la relación con hermanos es muy especial puede ser buena o mala pero por lo menos no estás solo.

George se quedó un poco sorprendido, pese a ser menor que ella la chica de ojos verdes sentado frente a él acababa de decir algo muy cierto y profundo.

- Tienes razón, si no fuera por mis hermanos no tendría a quién molestar, con quien meterme en problemas o hacer travesuras.

- Al parecer no eres tan tranquilo como pensé- dijo sonriendo.

- No la verdad que no jejeje. Te sorprenderías, mi hermano y yo tenemos una reputación muy particular en el colegio, somos lo que se llamaría un dolor de cabeza para los profesores y principalmente el celador, pero eso tiene sus ventajas- dijo con una sonrisa traviesa pero al mismo tiempo orgullosa- Conocemos más secretos y pasadizos que cualquier estudiante que esté en Hogwarts.

Así siguieron hablando por unos minutos, Emily no podía creer las aventuras que le contaba George. En ese momento se dio cuenta de la cantidad de secretos que guardaba Hogwarts y que ella deseaba descubrir.

Pero un muchacho idéntico a George entró en el compartimiento y los interrumpió. Estaba vestido igual que George sólo que llevaba un sweater verde con una F dorada y cargado de golosinas y algunos chascos. "Ese debe ser Fred".

Se presentaron y hablaron un rato. Fred resultó ser igual a su hermano sólo que mucho más bromista. Estuvieron riendo y contándose historias de sus familias hasta que se hizo de noche. Entonces un muchacho de 14 años entró en el compartimiento, llevaba puesto el uniforme del colegio y en su túnica había un escudo dorado y escarlata que combinaba con su cabello rojizo. Era delgado y alto, y su rostro reflejaba severidad pese a ser tan joven.

- ¿¡Muchachos por qué aún no están vestidos ya estamos llegando!?- Dijo Percy Weasley- Niña, tú eres de primer año ¿verdad?- Emily asintió- Vístete rápido tú te bajas antes.

- Relájate Percy- Dijeron Fred y George al unísono.

- Tú no eres nadie para decirnos que hacer, aún no eres prefecto por si no te diste cuenta.- Dijo George.

- Si sigues así te volverás oficialmente el tipo más aburrido de todo Hogwarts.- Dijo Fred.

Percy les respondió con una mueca. Estaba a punto de irse cuando se dirigió a Emily.

- Si no quieres pasarte el año en detención te recomiendo que te juntes con mejores personas.

- ¡¿Con quién?!- Dijo enojada por el comentario del Weasley.- ¡¿Con alguien como tú?! ¡Jamás! Ellos son mejores personas que tú, podrán ser revoltosos y les encantará lucir sus habilidades para divertir a los demás, pero por lo menos no se creen superiores ni son aburridos como tú!

Los tres Weasleys se quedaron boquiabiertos ante los argumentos de la niña que tenían enfrente de ellos. Sus ojos verdes irradiaban determinación y valentía mientras que sus rizos dorados le daban un toque de gracia y pureza.

Percy se había quedado sin palabras, era la primera persona, a parte de los gemelos, que le había dicho esa dolorosa verdad. Abandonó el compartimiento cerrando la puerta con fuerza y enojo. Fred y George se miraron, en sus rostros se dibujó una sonrisa.

- Nunca antes alguien nos había defendido así- Dijo Fred.

- Ni había hecho enojar tanto a Percy- Agregó su gemelo, lo que hizo que Emily se enrojeciera.

- Tienes agallas.

- Y valentía sin duda, parecías un león a punto de devorarse a su presa.

- Seguro irás a Griffindor.- dijeron al mismo tiempo.

- Se los agradezco.- Dijo Emily.- Pero sólo dije la verdad, ese chico era insoportable ¿Qué no sabe relajarse?

Los chicos negaron con la cabeza, luego cruzaron sus miradas. Emily pudo distinguir un brillo en sus ojos.

- ¡Oficialmente estás dentro!.- Exclamaron.

- Eh?!Dentro de qué?- preguntó extrañada.

- Pues de nuestro grupo.-Dijo Fred.

- Claro si tu quieres.-Agregó George.

- Se refieren a hacer excursiones nocturnas, descubrir secretos, aventurarse en el Bosque Prohibido y gastarle un par de bromas a los de Slytherin y a algunos profesores, ¿ Qué tan seguido los atrapan?

- Sólo una de diez, si bien nuestra fama es bien reconocida sólo nos han atrapado pocas veces pero sólo cuando realizamos ambiciosos "proyectos".- Dijo George.

- Pero si no te molesta no llevarte el crédito de nuestras andanzas, puedes ser nuestra cómplice en cubierto, nos cubres de vez en cuando, participas de nuestros proyectos en el anonimato y no vas a detención.- Propuso Fred.

- ¿Por qué lo hacen y por qué les interesa que no vaya a detención?- Preguntó extrañada.

- Sencillamente por tres razones, ejem ejem dile Fred.

- En primer lugar nos defendiste ante Percy y no permitiste que su opinión influyera en tu juicio, esa es una actitud de amiga, y una muy leal.- Este comentario hizo que Emily se vuelva a ruborizar.- Segunda razón, necesitamos a alguien con tus cualidades en nuestro grupo, valentía, lealtad, inteligencia, aventurera y divertida...

- ¿Cómo saben eso de mí?

- Estuvimos hablando durante horas y nos dimos cuenta por la forma de hablar y comportarte que eres de los nuestros.

- Ni hablar de la mirada que pusiste cuando te hablamos de los secretos que poseía el castillo, eso nos dio la pista de que eras aventurera y curiosa.- Concluyó George.

Emily estaba sorprendida, la habían leído como un libro. Y más importante aún, la consideraban una posible y buena amiga.

-¿ Y la última razón?

- Necesitamos a alguien discreto...

- Alguien a quien los profesores le crean cualquier cosa...-Lo interrumpió Fred.

- Una buena estudiante, que si bien puede ser vista con nosotros no debe ser atrapada durante nuestras travesuras y que los profesores confíen en ella.- Concluyeron los pelirrojos.

- Mmm...- Emily se quedó pensativa, la oferta era interesante no lo podía negar, se divertiría y no se metería en problemas.-...Caballeros, me han convencido, ¿Cuándo comenzamos?

Los gemelos sonrieron su nueva amiga ahora era su socia, ya no estarían solos en sus asuntos, pero ahora debían enseñarle todo lo que sabían, desde el secreto de su éxito hasta sus habilidades, tendrían que entrenarla.

- Emily, si resultas ir a Griffindor mañana por la tarde te enseñaremos todos los rincones de Hogwarts.- Dijo George.

- Díganme Emy, así me decían mis amigos, por lo menos antes de verme sobrevolar el patio del recreo jejeje.

Por la mirada de sus amigos dedujo que debía contarles la historia que cambió su vida para siempre. Luego de que le contaran algunos datos sobre Hogwarts, como los nombres de los profesores y la ubicación de las aulas y pasadizos. y mostrarle el Mapa del Merodeador, los gemelos la dejaron cambiarse tranquila en el compartimiento mientras ellos iban a abastecerse con golosinas al carrito.

Cuando terminó de cambiarse, el tren se detuvo, Fred y George se despidieron de ella y le dijeron que tenía que bajarse ya que iría junto con los demás alumnos de 1º año en bote a Hogwarts, donde el Sombrero Seleccionador la mandaría a una de las cuatro casas.

Como todos los años, Hagrid los condujo al castillo, donde en la entrada del imponente edificio los aguardaba una bruja vestida con una túnica verde esmeralda, era la vice directora Minerva Mcgonagall ( N/a: Quién va a ser si no). La bruja los guió al Gran Salón, donde en una silla reposaba un viejo sombrero. La ceremonia de selección comenzó, durante ésta Emily intentó encontrar al los gemelos entre la gente, por sus miradas inquietas y la sonrisa que le dirigieron, estaban rogando que la enviaran a su casa.

- ¡Tukwood, Emily!

Dio un paso al frente algo indecisa, miró a la profesora y hacia la mesa donde estaba un hombre de avanzada edad, de cabello y barba plateada y unos anteojos en forma de medialuna. El hombre le dirigió una sonrisa tranquilizadora, pero siguió cada uno de sus movimientos con mucha atención. Emy se sentó en la silla muy nerviosa y Mcgonagall le colocó el sombrero.

- ¡Qué mente tan particular!- Escuchó en su oído.- Abierta, capaz, inteligente y valiosa, muy buena para Ravenclaw, tu mente responde como ninguna otra a sus ideales y exigencias; también veo un gran sentido de lealtad, pero lo más impresionante es tu valor, tus ansias de aventuras y gran curiosidad.

Emily tenía miedo no quería ir a Ravenclaw, quería ir con sus nuevos amigos.

- Pero tiene cierto afán por romper con lo común, quieres ser original, tu determinación y revolucionaria personalidad, sin mencionar que deseas ir con ellos me demuestra que debes estar allí, sólo no olvides de buscar quién eres, tu pasado y tu futuro podría estar en tu presente. Tras este consejo te asigno a ...¡Griffindor!- Gritó el sombrero.

Una de las mesas estalló en aplausos y silbidos, provocados principalmente por Fred y George. Ella se fue a sentar a su lado mientras otros griffindors la felicitaban, entre ellos un pelirrojo con la insignia de prefecto, cabello rojizo, una amable sonrisa y un rostro cubierto de pecas.

- El es nuestro hermano Charlie, prefecto y capitán del equipo de quidditch de griffindor.- Dijo George en su oído, lo que le provocó un escalofrío a Emy.

Durante el banquete y tras haber finalizado la ceremonia de selección y el discurso del director, que recién ahí se dio cuenta de que el hombre que le había sonreído era Dumbledore, los chicos comenzaron a hablar animadamente.

- Así que ella es su nueva amiga, eh?- Preguntó Charlie.- Traten de no meterla en demasiados problemas.

Emily no podía creer que Charlie fuese tan diferente de Percy, a pesar de ser prefecto se tomaba las travesuras de sus hermanos como algo normal y emocionante, pero no los ayudaba ya que su vida tenía demasiadas emociones, como su futura carrera en la cual estudiaría dragones.

Así comenzó su formación en Hogwarts, con dos nuevos amigos, muchas aventuras por delante y un extraño mensaje del Sombrero Seleccionador, no podía evitar preguntarse a que se refería con "tu pasado y tu futuro podría estar en tu presente".