Jack llevaba más de 20 minutos hablando con los paletos tejanos para intentar venderles el maldito tractor. Estaba claro que les gustaba, estaba claro que lo querían, estaba claro que el precio era el adecuado, pero seguían preguntado más y más cosas. Jack procuraba no perder la paciencia, respondía a todas sus preguntas, probablemente porque su mente no estaba en Texas y nada le podía molestar. Su mente estaba mas al norte, en un pequeño pueblo de Wyoming, en un sucio motel de carretera donde hacía unos días había estado follando con Ennis. El recuerdo de ese polvo le hacía soportar todo, porque sabía que en unas semanas lo volvería a ver y por enésima vez le propondría vivir juntos, pero esta vez iba a ser un ultimátum, Ennis tenía que entender que no podían seguir así, que cada noche que Jack dormía con su mujer era un martirio y que estaba cansado de pensar en él cuando tenía que "acostarse" con su esposa.

El puñetero tejano por fin le dijo a Jack:

- Ok la máquina es perfecta, ¿Cuándo nos la podremos llevar?

Jack con la mejor de sus sonrisas les dio toda la información necesaria, les pidió un cheque de señal y por fin se encaminó de vuelta al despacho. Allí le esperaba su suegro, tal vez con este cheque de 2.500 dólares conseguiría alegrarle la cara, siempre que estaba con él, Jack notaba como su suegro parecía un toro salvaje como aquellos a los que se enfrentaba en los rodeos durante su juventud, su suegro parecía estar siempre dispuesto a envestirle.

Jack abrió la puerta del despacho, tras la mesa se encontraba su suegro, tenía un gesto raro en la mirada, desafiante, Jack le entregó el cheque diciéndole:

- Aquí tienes más de 2.000 dólares por el jodido tractor que acabo de vender, parece ser que no soy un inútil vaquero de rodeos que no sabe ganarse la vida.

Jack esperaba recibir algún comentario despectivo de su suegro pero entonces sacó de un maletín un gran sobre y lo arrojó sobre la mesa, a la vez que en su boca aparecía un desagradable gesto de desprecio.

- Esto es para ti, ya que eres tan listo, creo que te interesa, ábrelo ahora mismo y lárgate de Texas.

El comentario descolocó a Jack, ¿Qué quería decir con "lárgate de Texas"?. Además en el tono de voz y en el gesto de la cara, se adivinaba una amenaza.

Jack abrió el sobre y lo que descubrió le dejó helado. Una carta con el membrete de un detective privado de Houston, llevaba como título: ASUNTO JACK TWIST & ENNIS DEL MAR. Jack empezó a leer: "El sujeto en cuestión se ha reunido con Mr Del Mar 5 veces en el presente año, quedando claro que han mantenido relaciones sexuales en el motel Cheyenne, habitación 247…".

Jack dejó de leer, mientras observaba como la cara de su suegro iba cambiando, denotando un gesto de victoria y venganza. En el sobre aparecían numerosas fotografías de Jack y Ennis, en algunas de ellas se les podía ver desnudos y en situaciones verdaderamente comprometedoras.

- ¡Que coño es toda esta mierda! - Jack estaba furioso, ¿Cómo podía su suegro haber manchado algo tan bonito?Arrugando el sobre se lo arrojó con furia a la cara. Tenía ganas de partirle la boca y conseguir hacer desaparecer esa estúpida sonrisa de autosuficiencia, del hombre rico que humilla a un pobre vaquero.

- ¿No está todo claro, Jack?, ¿Pensabas que ibas a engañarnos?, Siempre he sabido que escondías algo, que aparte de ser un cazafortunas, de un miserable vaquero de rodeo había algo más. ¿Acaso pensabas que iba a creerme esas mentiras de tus viajes a Wyoming para "pescar" con ese amigo tuyo?. Desde hace meses un detective privado amigo mío de Houston ha estado investigándote, y a descubierto toda tu porquería. Lo que haces en lugar de pescar con ese degenerado vaquero del norte, con….

Al oír los insultos contra su querido Ennis, Jack no lo pudo soportar, de un salto aplastó sus puños sobre la grasienta cara de su suegro, toda la rabia contenida, todo el miedo oculto durante años, salió a relucir, y uno tras otro sus puños golpearon la cara de su enemigo.

Inesperadamente un revolver se apoyó sobre el vientre de Jack, a la vez que oyó el clic del gatillo. Jack dejó de golpear y se apartó unos pasos.

- Escucha Jack no se por que me contengo y no te meto dos tiros, ya sabes que en Texas matar a un degenerado como tú no es delito. Coge tus cosas, solamente las que trajiste contigo cuando mi hija cometió la estupidez de traerte a mi casa. La próxima vez que te vea te aseguro que será lo último que hagas en tu puta vida. Agradéceme que quiero a mi hija y no quiero verla envuelta en un escándalo, pero la próxima vez no tendré tantos escrúpulos. Tienes media hora para desaparecer de mi vista, mi hija está en Dallas de compras, cuando vuelva no quiero que quede rastro de ti. Ahora dame las fotos, me las quedaré yo y si vuelves a aparecer por aquí te aseguro que serán un asunto público, y no te gustará saber como tratamos aquí a lo maricones como tú.

Jack se dio cuenta que el asunto no iba en broma, y no tenía ninguna intención de acabar con varias balas en su cuerpo, se dirigió a su casa, recogió la ropa y subido en su camioneta, tomó la carretera que iba hacia el norte, la misma que tantas veces había tomado para pasar unos días de amor y sexo con la persona que realmente le importaba, la persona de la que estaba enamorado desde los días pasados en Brokeback Mountain hacía ya tantos años.

A medida que se alejaba de Texas, la rabia y el miedo se iban cambiando en alegría, había llegado a un punto de no retorno y esto le daba mas fuerzas y argumentos para pedirle a Ennis que se fuera a vivir con él.