Capitulo 1: Ya te he olvidado

Capitulo 1: Ya te he olvidado

Sakura lo apartó de ella con fuerza, haciéndolo caer al suelo. Sasuke no podía creer lo que veía, ¿acaso ella lo estaba mirando con odio? Se levantó con parsimonia y se sacudió la ropa. Ella estaba agitada, ¡había tratado de besarla!, él era la persona más ruin del mundo, ¿cómo podía hacerle esto ahora? Sasuke sonrió, de alguna forma empezaba a odiar esa sonrisa sobradora.

-¿Quieres que me vaya? –preguntó él como si no pudiera creer lo que había sucedido.

Ella había sido bastante clara.

-Sí –contestó levantando la barbilla con orgullo- ya no soy la niña tonta que conocías.

-Ya veo –respondió mirándola de arriba abajo.

-Vete –Sakura señaló la puerta de su habitación, pero Sasuke no se movió. Sus negros y penetrantes ojos estaban fijos en ella.

-Pensé que cuando volviera me estarías esperando con los brazos abiertos.

-Pensaste mal –contestó con la misma frialdad que él siempre poseía.

-¿Por qué?

-Por qué, ¿me preguntas? –tenía ganas de seguir golpeándolo y tal vez de lanzarle el bonito florero que tenía su lado, pero decidió calmarse un poco y contestar- las tres últimas veces que nos encontramos trataste de matarme.

-Me estaba defendiendo, tú eras la que tratabas de matarme.

-Oh, Sasuke no empieces con esas cosas. Te seguimos durante dos años. La primera vez casi mataste a Naruto, te quise atacar para hacerte entrar en razón.

-¿Y la segunda y la tercera vez?

-Perdón pero si mal no recuerdo, la segunda vez fuiste tú el que nos atacaste con tu grupito.

Sakura cerró los ojos recordando por un momento ese horrible episodio. Habían estado siete meses buscando a Sasuke luego de su primer encuentro en la guarida de Orochimaru. Pero para su sorpresa fue él el que se apareció ante ellos, junto con tres personas más. Ese tal Juugo había vencido a Kiba y Akamaru con una facilidad increíble, y con algo de más dificultad pudo vencer también a Shino y a Kakashi. Suigetsu por su parte se encargó de Hinata, Sai y al capitán Yamato. En una impresionante batalla Sasuke se había enfrentado a Naruto. Ella por su parte estuvo bastante tiempo ocupada con esa Karin. Pero cuando había logrado vencerla fue en busca de su rubio amigo. Fue ahí cuando lo vio muy mal herido por causa de la persona que tenía enfrente. En ese momento no pudo reprimir su angustia y comenzó a llorar tratando de detener a un completamente desconocido Sasuke, que se limitó a apartarla de un golpe. Entonces se levantó enfurecida y lo golpeó con tal fuerza que lo dejó algo mareado por unos minutos. Cuando se levantó la miraba algo sorprendido. Ella era la única que quedaba en pie, y a pesar de estar muy mal herida los enfrentó con dignidad, pero en vez de atacarla Sasuke ordenó la retirada.

-También te dejé vivir –respondió acercándose a ella.

Sakura no retrocedió pero sintió miedo. Desde hacía bastante tiempo ese hombre sólo le generaba eso.

-Y –continuó él algo divertido por la expresión de ella- la tercera vez sí me atacaste.

Era cierto, lo había visto y su odio se había acumulado en ella. ¿Cómo pudo él hacerles eso?, ¿Cómo pudo atacarlos?, se preguntó, pero no lo pensó dos veces y fue directo a demostrarle que ya no era una niña tonta que se dejaba pisotear. Por supuesto con unos rápidos movimientos él la había vencido, pero se había sorprendido de su habilidad, estaba segura de ello.

-¿Por qué lo hiciste? –le preguntó reprimiendo las lágrimas que iban a invadirla.

-¿El qué? –inquirió él sorprendido.

-¿Por qué nos atacaste?, ¿por qué? –susurró. Él estaba muy cerca de ella, demasiado.

-Porque se estaban metiendo en mi camino, debo matar a mi hermano, aún no lo logro y es algo que me tiene muy mal. Y tenerlos a ustedes en el medio es bastante molesto.

Sakura se apartó de su lado lo más lejos posible.

-Si aún no has matado a Itachi ¿por qué estás aquí?

-Desde aquella vez no nos volvimos a ver y quería saber…

-Ya te he olvidado Sasuke –lo interrumpió la muchacha cruzándose de brazos- te dejamos de buscar también. Naruto se enojó mucho –Sakura sonrió levemente al recordar ese episodio, cosa que el Uchiha notó- me dijo que no podíamos abandonar a un amigo, pero pienso… pienso… que tú nos abandonaste primero, y que es una pérdida de tiempo tratar de obligarte hacer algo que no deseas. Decidimos concentrar nuestras energías en vencer a Akatsuki, la verdadera amenaza. Es lo mejor… -sus ojos estaban fijos en los de él.

-Entiendo –dijo luego de un rato- tu… ¿lo amas?

-¿Qué? –la pregunta la tomó por completo de sorpresa- ¿de qué hablas?

-¿Amas a Naruto? –repitió él más fuerte. Sakura se sorprendió, nunca lo había pensado.

-No te importa –respondió simplemente. El Uchiha desapareció sin dejar rastro al instante.

Sakura suspiró y se sentó sobre su cama. La pregunta la dejó algo perturbada. Naruto siempre había sido dulce y tierno con ella, a pesar de los malos tratos que le confería. Siempre se había arriesgado por salvarla y cuando se enteró que quería a Sasuke le prometió que lo traería de vuelta. Todos los esfuerzos que había hecho fueron por ella. Desde su regreso se había sentido algo atraída por el rubio. Y ahora que lo pensaba sus sentimientos tal vez fueran algo más allá de una simple atracción. Se tomó la cabeza y dejó que las lágrimas corrieran por su rostro. ¿Por qué había vuelto?, había decidido olvidarse del rescate de Sasuke y buscar a Akatsuki hacía ya dos meses. Fue ella la que tomó la decisión y se la comunicó al resto. Ese día estaban todos. Todos comprendieron de lo que estaba hablando y aceptaron que Akatsuki era demasiado peligroso, más aún luego de la muerte de Jiraya. La única persona que no la comprendió fue el que siempre lo había hecho. Naruto enojado le había gritado por primera vez.

-¡¿Por qué?!, ¡no podemos abandonar a nuestro amigo, Sasus…

-¡Ya basta Naruto! –gritó ella con furia- ¡nos atacó!, un amigo no hace eso, él nos abandonó primero. Es ridículo que sigamos intentando convencerlo de algo que no desea. Es hora… de que lo dejemos –las últimas palabras habías sido casi un susurro.

-Sakura-chan –Naruto se acercó a ella y dudó por un momento si abrazarla o no, pero finalmente lo hizo.

-Naruto, lo importante ahora es que acabemos con esos Akatsuki para que dejen de molestarte a ti y los demás como tú.

El rubio no contestó, se quedó con la mirada fija en la pared que tenía adelante algo triste por su amiga.