IMPORTANTE:

Lily: Hola hola, después de muchos años me encuentro por aquí, para aclararles algunas cositas. :)

Esta Historia que fue comenzada en el año 2008 y finalizada en el 2010, después de 8 años, he decidido que lo más apropiado sería realizar una EDICIÓN COMPLETA, esto debido a los horrores ortográficos y de narración con los que contaba en ese entonces. Es por eso y por agradecimiento de aquellos que alguna vez lo leyeron que he decidido hacerlo. Muchísimas gracias por el apoyo que les distéis, por las veces que fue traducido y compartido en otras páginas, les aseguro que no he cambiado los eventos ni acontecimientos, y traté de mantener los diálogos lo más parecido, para que no perdiese la esencia. Así que espero lo disfruten y la lectura se les haga más amena. MUCHAS GRACIAS.

¿COMO CONQUISTAR A UN UCHIHA?

Capítulo 1: "El más popular y la nerd # 1"

"Él, el ser más arrogante, prepotente, egoísta, ególatra, manipulador, engreído y maleducado. Pero ¿Por qué negarlo? También era el ser más sexy y atractivo que hubieran visto"

Así describían a Uchiha Sasuke.

"Cabello negro, con un toque de azul, perfectamente desordenado a pinchos con un estilo de, no me despeino ni aunque pase un huracán.

Ojos azabaches, que hacían que cualquiera rogara por tan solo aquella mirada que hacía perturbar los sentidos y agitar el deseo.

Tez blanca y fina, tan perfecta como la de una mujer pero al mismo tiempo tan masculino.

Un gusto exquisito para la ropa. ¿Quién diría que en el mundo, existiese un ser que pudiese lucir de manera perfecta cualquier prenda?, Aunque con Sasuke la verdadera pregunta era: "¿Qué ropa no se viese bien en ESE cuerpo tan perfecto?" (Porque de verdad que era EL cuerpo)

Y lo que parecía más increíble, era su facilidad para buscar la perfección, Era imposible que TODO pero absolutamente TODO le saliera bien"

Debería ser un crimen tener tanta belleza e inteligencia.

En este mundo existen personas como Sasuke Uchiha y personas como YO.

YO, quede nuevo me encuentro observando aquella imagen que era dueño de mis sueños y para mi desgracia también de los sueños de todas las chicas del colegio y no exageraría si digo de TODAS las chicas en la ciudad.

Ah… pero me estoy desviando del tema principal, es necesario aclarar que estoy observando el entrenamiento desde bajo de los asientos del estadio. Ocultándome para que no me vean y así no noten mí presencia.

Suelto una risita divertida ante mi otro pensamiento, y es que, sinceramente creía que la única forma de que esos chicos me notasen es si me desnudo y me pongo a cantar el himno nacional en medio del patio. ¿Os estoy haciendo sentir pena ajena porque me creen patética? Pues, comprenderían de lo que hablo si me viesen en este momento y conocieran un poco mi historia.

¿Qué quién soy? Mi nombre es Sakura Haruno, de cabello marrón claro, el cuál algunos me han dicho, no con mucha amabilidad, de que les recuerda a una escoba (por la falta de vida y brillo, ¡A saber que significa eso!) unos bratquets por los cuales, muy afortunadamente (nótese la ironía) me otorgaron el apodo de "dientes de lata". Y una frentota que además me han dicho que cegaría a cualquiera a un metro cuadrado (sí, no es como si hubiese tenido los compañeros de clases más agradables del mundo). Y de lo único de lo que estoy realmente orgullosa es de mis ojos, son de un color verde que dejan impresionados a muchos, lástima que no se me vean muy bien tras estos lentes (los cuales han sido elegidos por mi madre, quien cree, que el estilo "anciana" es el último grito de la moda).

Inner: ¡Malditos lentes!

Si… tengo otra "Yo" en mi cabeza que habla lo que yo estoy sintiendo en realidad, es la parte mía que trato de ocultar y a la que llamo "Inner" espero y no me crean loca.

Inner: ¿Loca? ¡Yo no estoy loca! ¿Soy loca porque he reprimido todos estos años mi verdadero yo? preguntó esa vocecita medio ofendida.

"No, pero algunos llamarían Bipolar, a una persona con esa descripción", me respondí mentalmente a mí misma tratando de ignorar el hecho de que había entrado en una discusión con mi otra yo, nada por lo que preocuparse.

-¡Teme, me van a salir alas si vas más lento!

Esa es la voz de Uzumaki Naruto (el mejor amigo de Sasuke) y por el término usado de seguro y le hablaba a…

-¡Cállate Usuratonkachi!

"¡Oh no!"

Sakura se tensó de pronto, y comenzó a buscarlo con la mirada, se había perdido de su campo de visión.

"Su voz se escuchó muy cerca, ¡no, no puede ser!"

Y lo vio. Sasuke se acercaba corriendo a la parte del estadio en donde ella se escondía. Se quedó paralizada.

Inner: ¡No me pudo haber descubierto! ¡No me pudo haber descubierto! ¡POR KAMISAMA QUE HAGO?

Iba a entrar en crisis, pero sintió un alivio al notar, que este tan solo había ido a buscar el balón, que había caído, a solo metros de su escondite.

"Ah… con que solo era eso…" se tranquilizó.

Inner: Fiu… Eso estuvo cerca… sería muy tonto que después de tanto tiempo viniendo aquí, nos encon… ME ESTÁ MIRANDO DEMONIOS!

Actuó sin pensarlo dos veces, y se dejó caer con un estilo plancha muy poco elegante para quedar fuera de su visión. Estaba segura que solo unos segundos antes le había mirando fijamente… aún recordaba sus ojos suspicaces y su ceño fruncido…

Se sonrojó fuertemente, antes de comenzar a gatear como si se tratara de un entrenamiento militar, cuando por fin se encontró fuera de peligro de ser descubierta, lanzó un suspiro de alivio y comenzó a correr para alejarse lo más posible de aquel lugar de entrenamiento. Lo último que quería era que él se enterara que tenía a otra loca enamorada que le espiaba cuando practicaba.

Aunque la verdad, aun si le costase admitirlo, no era más que eso… una de sus miles de enamoradas que estaban en aquel estadio espiándole con la baba resbalando por sus labios. Pero sabía (aunque esto le doliera) que era la que menos tenía posibilidad de TODAS. ¿Por qué? Porque simplemente era considerada como una nerd, pero no una nerd cualquiera. Si no que le habían otorgado el premio de la SUPER NERD la NERD # 1 del instituto "Konoha" lo que significaba que era la más invisible de los invisibles. Muestra de eso, era que hubiese un grupo de chicas sentadas sobre el estadio gritando su apoyo y su amor al moreno, mientras que ella estaba BAJO el estadio tratando de ocultar sus sentimientos.

Ya lo sabía, alguien como yo, nunca tendría posibilidad con el Gran Uchiha Sasuke.

-Eres una patética – se reprochó con cierta molestia, no pudiendo evitar el patear una lata en el piso.

Caminó un poco más, antes de que la siguiente acción le hiciera reafirmar su comentario, ya que volvió sobre sus pasos, tomó la dichosa lata y la tiró en el cesto de basura más cercano.

"Ni siquiera puedo dejar una lata vacía en el suelo", era como si un molesto zumbido le hiciera hacer las cosas de manera correcta siempre. Sin excepción.

Llegó hasta su casa, la cual quedaba muy cerca del colegio.

-¡Ya llegué!

El hábito le hizo hablar, pero el silencio fue la respuesta. Miró el reloj de pared a pesar, de su desvío a la casa llegaba a la hora de siempre.

Perfecto… ¿Por qué debía ser tan perfecta en todo? ¿Tan monótona? ¡Nadie creía que pudiese hacer algo fuera de lugar! Era una perfecta alumna, una perfecta hija, Una Perfecta DON-NADIE (así se sentía), aunque muchos consideraban sus hábitos como dignos de cualquier adulto, eso no era suficiente para poder tener a alguien como un Uchiha… y a pesar de que estaba agradecida por la educación que había recibido y la persona en la que se había convertido, eso no evitaba que se sintiese desdichada.

Y es que era gracioso como, el solo hecho de no poder estar con la persona amada, te hacía ver el sol más radiante cubierto por una nube gris eterna.

Subió al segundo piso, sin dejar de lado sus pensamientos, y distraídamente abrió la puerta de su habitación (que tenía el nombre de Sakura colgado), al instante quedó al descubierto un entorno en donde reinaban los tonos rosas en distintos matices, una cama repleta de peluches (Los cuales organizaba maniáticamente por orden de tamaño)… un armario no tan amplio, un estante de libros bastante amplio, un escritorio de estudios con un computador en él y una peinadora…

Lejos de eso no había más nada que llamara la atención, esa era la habitación que Sakura Haruno no se había atrevido a remodelar, desde que sus padres lo hicieron hace unos seis años… no tenía ni afiches de músicos, ni nada por el estilo… (Ni siquiera le gustaba la música moderna, la cual le parecía realmente escandalosa y sin sentido poético)

Cerró la puerta de su habitación y cuando por fin sintió que allí sí que nadie podría presenciar la vergonzosa escena decidió Estallar por fin.

-¡SE FIJÓ EN MÍ! - Y sí, lo gritó.

Esas palabras estaban cargadas de una emoción tan latente que solo podía completarse con la sensación de estar volando y dejarse caer en la cama con los brazos extendidos, como si fuese libre. Tampoco pudo evitar el acto de colocar la almohada en la cara y reprimir el gritito emocionado que brotaba desde lo más profundo de su ser.

¡Era la primera vez desde hace mucho tiempo que realmente la veía!

Pensó ilusionada. Recordó aquellos ojos negros que le hicieron estremecer y ese recuerdo, ¡Ese recuerdo nadie podría quitárselo! Sintió su cara roja.

-Seré una tonta… - susurró. Antes de ponerse a reír como una desquiciada. Burlándose de su estúpido comportamiento – Que vergüenza Sakura, tu tan racional, la estudiante más inteligente de Konoha, y te comportarás hasta peor que esas chicas de su club de fans… - se reclamó. Pero aún así no podía dejar de sonreír como tonta.

Es más se levantó de la cama de un salto y se fijó en el espejo de su habitación, una chica de piel bastante blanca y ojos verdes tras unos lentes de montura gruesa le devolvía una mirada realmente peculiar. Al momento se quitó los lentes y se tapó la boca con ambas manos luciendo como una niña.

-¡Oh! ¡SASUKE-KUUUUN! - dijo imitando una voz muy chillona al momento que alzaba la mano como llamando a alguien invisible - ¡SASUKE-KUN! ERES TAN GUAPO! SAL CONMIGO ONEGAIIIIIII! ¡MIRA SOY LA LIDER DE LAS PORRISTAS Y LA MÁS POPULAR DEL INSTITUTO! POR FAVOR SAL CONMIGO! jajajajajajaja

Después de esto se partió de la risa dejándose caer en la silla frente a la peinadora. Eso, había sido una fiel imitación de una de las personas que menos le agradaban del instituto, una de esas chicas, como otras, que no hacía más que perseguir a Sasuke para tratar de enamorarle, pero lo que era peor, es que al parecer había logrado su cometido ya que presumía todos los días de estar saliendo con él.

Siempre pensó que esas chicas no se valoraban ni un poco. Porque una cosa era estar locamente enamorada de una persona como era ese Dios griego, y otra cosa era ventilar a los cuatro vientos un amor, que no estabas seguro que te sería correspondido (Y pasar años en eso) la única debilidad que había tenido en su vida era el hecho de haber enviado su solicitud para ser parte del club de fans de Sasuke (Porque aunque le doliese, pensaba que esa era la única forma de estar en el mismo salón con él al menos una vez al mes) pero una vez que había sido rechazada y humillada, cabe destacar, dejó esa ridícula idea de lado.

Así que, no precisamente orgullosa de si misma, hacía demasiados planes para poder observarlo sin ser descubierta por los demás, pero esta, era la primera vez que el casi la había descubierto.

Nunca imaginó a Sasuke saliendo con alguna de esas chicas que le idolatraban públicamente, lo veía demasiado perfecto para atarse a una de ellas, pero al parecer una de ellas sí que había conquistado su corazón. ¿Estaba celosa? pues claro que lo estaba. Celosa y un poco decepcionada, y había soñado muchas veces que si a Sasuke le gustaban las chicas así, ella podría siquiera fingir ser así.

-Que pensamiento más idiota… - susurré ocultando mi rostro entre mis manos, cuando mi corazón pareció calmarse después de tantas emociones miré el espejo con fijeza – mírate Sakura – me hablé - tienes 17 años ya, tienes asegurada tu entrada a la mejor universidad, NUNCA has roto siquiera una regla, ya no tienes amigos en el colegio, y nunca en tu vida has besado a un chico… ni siquiera has tenido un pretendiente y la única forma que buscas estar con un chico es viéndole desde bajo de las gradas del estadio mientras entrenan…

Miró el reflejo triste, y suspiró por enésima vez, era tan difícil lo que iba a hacer, pero su expresión cambió a una determinada.

-Pero eso va a cambiar este año… TU vas a cambiar este año ¿Ok? Has hecho felices a tus padres, haz hecho felices al mundo, ahora faltas tú, te falta hacerte feliz a TI – señalaba su reflejo con ojos llenos de un fuego que no reconocía en sí misma – Ya es hora de hacerte promesas así que aquí y ahora prométete que vas a ser besada… - y para que no quedara duda concluyó – Y por Uchiha Sasuke – en un acto osado de valentía decidió agregar - Y NO SOLO ESO SEÑORITA, también lo vas a conquistar…

Inner: ¡YIAAA! ESO ES SAKURA!

Su pecho se hinchó de orgullo. Sentía que iba por buen camino.

El detalle era ¿Cómo iba a lograr aquel emprender aquel camino que tan solo era comparables con la odisea de Homero? PUES CON UN PLAN por supuesto, igual que con todo lo que hacía.

Se levantó y se dirigió a su mochila, sin pensarlo dos veces, vació el contenido en la cama. Al menos 7 revistas, ¡Que en su vida! Había creído querer comprarlas ni menos leerlas, estaban frente a ella, los rostros hermosos y sonrientes de unas adolescentes que lucían muy mayores para ser siquiera llamadas como tal.

Y supo lo que le venía, largas horas leyendo y recopilando información (Si es que la había) de esas revistas que siempre le habían parecido inútiles y superfluas.

Sonó el teléfono sacándola de sus cavilaciones. Estiró un poco su brazo para tomar el objeto que reposaba en su mesa de noche y casi distraída contesto.

-¿Residencia Haruno?

-¿Sakura? – era la voz de su madre.

-¡Oka-san! - respondió sonando entusiasmada - ¿Ya están en Ohio?

-Si, llegamos esta mañana.

-¿Y oto-san?

-Está en una reunión pero promete llamarte en la noche… ¿segura que estarás bien sola todo este mes? Si quieres puedo decirle a tu prima…

-No, está bien, tengo todo controlado, las cuentas, los gastos, la comida…

-Está bien. El dinero ya sabes donde está, si por alguna razón necesitas más…

-Te llamo y luego voy al banco ya lo sé…

-¿Ya pensaste lo que vas a hacer con los 1000 dólares que te dimos por tu cumpleaños?

-Mmm… estoy en eso… - dijo mirando distraídamente las revistas en su cama – no lo he decidido aún, pero creo que me compraré algo de ropa…

-Te acuerdas la cita que tienes mañana con el dentista no faltes…

Inner: ¡Claro que si! ¿Como voy a olvidarlo?! ¡Y por supuesto que no voy a faltar!

-Me acuerdo, estaré puntual - contestó con tranquilidad, ignorando como siempre la euforia que su yo verdadero tenía dentro de ella.

-Quería verte sin los bratquets, mándame una foto por e-mail ¿bueno?

-Está bien…

-Te quiero.

-Yo también oka-san. ¡Sayo!

Colgó. Si su madre se enteraba de lo que su perfecta y siempre correcta hija pensaba hacer estaba segura que sufriría un infarto, y lo último que querría es que algo como aquello pasara. Es por eso que había planeado hacer toda aquella locura cuando ellos no estuvieran, nunca pensó que la fortuna le brillaría para que su ausencia ocurriese justo al inicio de sus clases.

Tomó las revistas de su cama y las dejó en el escritorio. Quitando todo lo referente a los estudios. Prendió la lamparita rosada, sacó de la gaveta un cofre, lo abrió y buscó sus más preciados tesoros, dos fotos. Tomó la primera con sumo cuidado, y observó al niño que sonreía feliz en ella, por supuesto que era un Sasuke de unos cinco años el que le devolvía una mirada risueña. Sonrió. Esa era la fotografía que le causaba más ternura. Porque aún poseía esa expresión feliz que se había opacado con el paso del tiempo.

Luego tomó la foto más reciente, un Sasuke de unos diecisiete años le dirigía una mirada indiferente, junto con un rostro serio sin sonrisas, el chico no era fácil que demostrara sus emociones, pero eso le hacía querer ser la persona que lograra sacar alguna emoción de él. Suspiró, recordando a la chica de su colegio la cual se pavoneaba diciendo que Sasuke le había pedido una cita. La susodicha lucía igual a aquellas chicas que le devolvía la fría mirada en las revistas.

La primera foto la pegó en una esquina de su computador, estaba pegando la segunda en su libreta cuando no pudo evitar que las palabras brotara de sus labios.

-Está bien Sasuke, si te gustan las chicas sin materia gris en el cerebro y superficiales, yo puedo actuar como una de esas.

Su plan era simple. Quería investigar las formas en que una joven pudiese ser popular, y ya luego, todo se resumiría a su nivel de actuación. Y aunque era muy probable que una vez que lograra llegar al chico de sus sueños, este dejara de gustarle, sabía perfectamente que si perdía la oportunidad de conocerle en este último año, se arrepentiría el resto de su vida, después de todo, ella también se había ocultado por mucho tiempo, ya era hora de hacer algo osado.

Habían muchas (os) que cometían locuras por Uchiha Sasuke y por supuesto que Haruno Sakura no sería la excepción. Tomó un lapicero y con pulso firme escribió…

"Misión: conquistar a Uchiha Sasuke"