Personal Lover
Idea original de: Shao-kun lovers
Escrito por: Goddess Aeris
Declaimer: Card Captor Sakura no me pertenece, todos sus personajes le corresponden a Clamp; lo único de esto que me pertenece es la historia.
Summary: Androides eran genéticamente creadas para 'satisfacer' a los hombres, pero ella era diferente… sus circuitos le permitían albergar sentimientos humanos… ¿Qué pasaría si en su intento de huida para ser normal se topa con un adolescente con una sobredosis hormonal?... S&S
"El hastío de un ingeniero robótico dará paso a una creación diferente capaz de desarrollar sentimientos… el único problema es que está diseñada para complacer a los hombres ¿Será capaz de huir de su destino? ¿Podrá lograr una vida normal? ¿Y que pasaría si en su huída es acogida por un joven de diecisiete años que tiene problemas para "controlarse" y encima virgen? El amor domina a las bestias…y a otras cosas…"
Aclaraciones:
—"Personajes hablando"
Pensamientos o cosas para resaltar
Capítulo uno:
"El comienzo de una nueva vida… ¿o serán dos?"
Shaoran P.O.V.
Aquí estaba yo nuevamente, en la clase de matemáticas. Y no crean que porque no me gustara, sino todo lo contrario, las matemáticas son para mi algo tan sencillo como lo es respirar para cualquier persona.
Con eso no quiero decir que no soy como cualquiera. Soy un muchacho igual a los otros; un típico y hasta –arriesgo a decir –monótono adolescente de diecisiete años, prontamente, dieciocho.
Tengo amigos, algunos más afines que otros. Aunque soy alguien más callado de lo que podrían ser los demás. Me cuesta un poco relacionarme con las personas… no soy tan comunicativo, quizás por la forma en la que fui criado… pero esa ya es otra historia.
Mis amigos, a los que puedo llamar amigos con todas las letras son muy pocos. Nunca se los admitiría en voz alta, pero afortunadamente ellos no tienen acceso a mis pensamientos… aunque a veces dudo esto último.
Dirigí mi mirada hacia la ventana… desde donde yo estaba ubicado podía verse el parque de la escuela. Era un parque muy extenso lleno de verde… pasto por doquier. Pero lo que contrastaba ese paisaje era un árbol. Un enorme árbol de flores de cerezo. Siempre cuando tengo que pensar o simplemente cuando quiero sacarme de encima a todo el 'Club de Fans de Shaoran Li', voy allí. Casi nadie va… y eso es una pena por ellos, porque ese lugar es confortable… increíblemente purificante… en cuerpo y alma. Pero es una suerte para mí.
—"¡Hey!" –Ese grito logró sacarme de mi estado de ensoñación y al ver por los alrededores me percaté de que todos se habían ido, menos... —"Bello pensante… ya es la hora del descanso". –sí, ese alguien era mi 'mejor amigo', Eriol Hiragizawa, un tipo de lo más loco… algunas veces.
—"Ya voy… y por cierto…". –le dije mientras sonreía intentando mostrarme arrogante. —"Gracias por lo de bello".
Él me miró a través de sus gafas y sonrió… no me gustó esa sonrisa, era tan… escalofriante. —"De nada… pero no creas que seré yo el que satisfaga tus necesidades sexuales".
¡Mierda, mierda, mierda y mil veces mierda! ¡¿Por qué siempre tenía que refregarme eso!?
Le di la peor de mis miradas asesinas, pero él seguía sonriendo. —"Cállate ¿quieres?... ¿acaso en esa cabeza tuya no hay más que testosterona?" –negué con la cabeza. —"Pobre de Tomoyo… debes agotarla con toda esa obsesión tuya…" –oh, sí esta era mi oportunidad de mofarme de él, y nadie me la quitaría. —"¿O es que con Tomoyo aún no…?" –me hice el ignorante del asunto y callé al ver como su escalofriante sonrisa se iba formando en una expresión seria. Oh, Dios, esto es todo un deleite y estoy haciendo un enorme esfuerzo por no estallar en carcajadas.
Que al parecer, no fueron suficientes…
—"No es gracioso". –me dice en un tono tan estricto que no puedo hacer más que volver a estallar en risotadas. —"Sabes que amo a Tomoyo y jamás la obligaría a dar un paso tan importante como ese, cuando sé que aún no está lista".
—"Vamos, Eriol…" –comencé tratando de acallar mi risa. —"No puedes aguantar ninguna broma… y tan hombre que parecías". –me burlé… sabía lo que sentía por Tomoyo Daidouji –su novia – y yo lo respetaba, aunque me apenaba un poco que lo reconociera tan abiertamente frente a mí.
Yo creo que nunca podría decir algo así. Nunca había sentido algo parecido por ninguna chica… nunca nada así, pero sabía que para él debía ser importante. ¡Eriol había abandonado sus títulos de rompecorazones para dedicarse única y exclusivamente a ella! Para comenzar… eso era extraño, y sobre todo en Eriol… pero…
¡Oh, vamos! El tipo siempre me molestaba y cuando yo lo hacía, aparentaba estar ofendido. Aunque creo que lo hacía porque sabía que yo no seguiría importunándolo. Generalmente no molestaba a nadie, pero él sí me conocía realmente, y por eso utilizaba unas tácticas llenas de malicia para atosigarme.
Y me conocía tanto, que sabía de todos mis problemas… sobretodo acerca de mí… de mí… problema sexual. Bien, no es realmente un problema… sería más apropiado decir mi falta de sexo. Sí, tal y como suena, soy virgen. No es que voy a andar gritándolo a los cuatro vientos, ni publicarlo en ningún diario.
Me daba algo de… ¿vergüenza? Sí, me avergonzaba en cierto punto ser virgen... porque un muchacho de mi edad ya se habría abordado en la vida sexual. Pero yo aún no, y no es porque sea un puritano, ni porque no tenga la intención, ni nada de eso… sino más bien… no se me daba la oportunidad y aunque sea algo estúpido y a muy niña… me gustaría que fuera algo especial que pudiera disfrutar.
Aunque si llegara a darse la oportunidad de encontrar a una chica… entregada… lo haría sin reservas para –por fin –deshacerme de toda esa tensión que creció en mí hace un tiempo. Más específicamente, en una parte de mí…
Es más… ¿quieren saber dónde?
Pues… ahí…
Y no les diré más…
—"Bien…" –nuevamente la voz de Eriol logró sacarme de mis pensamientos. —"Vamos, Tomoyo espera en el patio para que almorcemos".
Yo asentí y lo seguí.
O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O
Por fin me había librado de esos dos tórtolos enamorados. El ambiente estaba tan azucarado que creo, no volveré a probar algo dulce en mi vida.
Vomitaría…
Procuraré recordarme nunca más estar con ellos a solas… puede llegar a ser realmente repugnante para los ojos ajenos… todo ese intercambio de fluidos babosales… Eriol estaba a punto de comérsela… y Tomoyo… Tomoyo se dejaba… eso fue lo que más me sorprendió…
A veces las cosas no son lo que parecen…
No se para qué demonios Eriol me propuso comer en su compañía… porque ellos se estaban alimentando mutuamente, y sin comida… mientras que yo, prácticamente, estaba ahí de violinista… o mejor dicho, estaba ahí para servirles de colchón…
Quién sabe qué sería lo que tenía en mente ese psicópata al que llamo amigo…
Es que mientras examinaba el interior de la boca de su novia ¿no recordaba que yo estaba ahí y que podría salir con un trauma cerebral de por vida? ¿Cómo era posible que se olvidara de todo su entorno?
El amor…
El amor es así… todo lo olvidas… todo menos a esa persona…
La persona que amas… más que a tu vida…
Eso había sido justamente lo que me había dicho una de mis hermanas antes de casarse. Nunca lo comprendí. Y no se si algún día lo comprenderé. ¿Amar a alguien más que a mi vida? ¿Sería eso posible? No es que sea tan arrogante, ni que me quiera tanto… pero creo que eso sería el extremo.
El mundo es egoísta… y el amor no haría la excepción.
O eso pienso yo…
Negué con la cabeza tratando de alejar esos pensamientos de mi mente. No necesitaba indagar demasiado en el tema, sabía que algo así –si es que llegaba a sucederme –sería de lo más remoto.
—"¡Shaoran!"
¿Dentro de unos cientos de años?
—"¡Shaoran!"
Sí, en ese tiempo sería posible que algo así me sucediera… pero no por ahora…
—"¡SHAORAN!" –ese grito me sacó de mis cavilaciones. Me giré para encontrarme con una de las personas con las que menos me quería encontrar.
—"¿Por qué no me prestabas atención?" –me preguntó frunciendo el seño con esa vocecita chillona tan característica suya.
Rolé mis ojos sin podérmelo creer. ¿Desde cuándo yo tenía que prestarle atención a ella? Está bien, sí era una chica a la que se la podía considerar caliente, y una de las más populares; y no se si era por capricho mío o, simplemente desinterés, pero no la quería cerca.
—"No tengo por qué estar pendiente de ti". –le dije haciendo uso de mis complejos poco caballerosos. —"Dime ¿tendría qué?"
Noté que en sus ojos cobrizos, con destellos rojos, se encendía la furia. Sonreí internamente… ¿sería que ya estaba llegando al límite de la indiferencia para que me dejara de perseguir como una gata faldera?
Está bien… sé que el dicho es con la palabra 'perra', pero en este caso… gata era la mejor opción.
—"Cualquiera que tuviera una sola neurona funcionando en su cabeza lo haría…" –contestó pasando una mano por sus largos cabellos negros. —"Pero veo que tú… no lo puedes entender".
Perdón… me perdí una parte… ¿ella estaba hablando de neuronas? ¿La chica 'Hola-soy-más-hueca-que-una-nuez-seca' de la preparatoria me hablaba a mí de neuronas?
¡Ja! Debe estar bromeando.
Clavé mi mirada en ella y me encogí de hombros. Si quería a un chico sin neuronas… eso sería lo que tendría. —"Pues como puedes ver… no, no tengo una sola neurona funcionando… si a eso le llamas que no me interese en ti". –terminé con una sonrisa dispuesto a dejarla con la palabra en la boca y una nueva derrota para apuntar en su lista. Odiaba a las chicas tan superficiales como ella.
—"¿Por qué te haces el difícil? ¿Eh, Shaoran Li?" –volví a escucharla, pero no le hice caso y seguí con mi camino. —"O es que…" –oh, no… ese tono no me gustaba nada. —"¿Es que no te gustan las mujeres?"
¡Demonios! ¡¿Qué mierda tenía esa chica en la cabeza?!
Eso precisamente… mierda.
Me giré a ella. ¡Sí! Lo admito, soy débil cuando me desafían así. Es algo imposible de evitar cuando tu reputación está en juego, ¡y más en una escuela! Porque no se crean que los que digan 'No me importa lo que piensen sobre mí' lo dicen en serio. Eso es una reverenda porquería. Es la mentira más grande del universo… ok, quizás no la más grande, pero sí una formidable.
La miré con indignación, por lo que acababa de mencionar y con toda la furia contenida por los sucesos que estaban teniendo lugar en mi cabeza últimamente; todo sumado a mi tensión sexual por la abstinencia.
—"¿Qué quieres decir con eso, Meiling Nohishi?" –solté entre dientes, acercándome a ella.
—"¿Qué? ¿No fui clara acaso?" –preguntó cruzándose de brazos. —"Dije que a ti…"
Y ahí se cortó su oración, porque para su sorpresa, la jalé de un brazo bruscamente y la acorralé contra uno de los árboles que había cerca de allí, robándole todo el aliento que tenía en el beso más insolente y rudo que jamás había dado.
No cerré mis ojos porque yo no quería ese beso; porque no me entregué a él. Sólo deseaba demostrarle todo lo hombre que podía ser. Ella ya había cedido… estaba derritiéndose en mis brazos. Pero yo no sentía nada en ese contacto… era tan nulo… tan vacio que ni siquiera llegaba a despertar algo de pasión en mí.
Rocé con mi lengua todo el interior de su boca y jugué mordisqueando sin delicadeza sus labios que estaban pintados con un labial realmente asqueroso para el sentido de mi gusto. La escuché gemir y sonreí con malicia. ¿A que no era hombre?
Con una de mis manos libres comencé a acariciar uno de sus muslos subiendo su –ya de por sí cortísima –pollera… aunque más que pollera, eso podría considerarse una cinta de cabello.
La escuché gemir nuevamente –esta vez con más placer –, y cuando ella estaba por rodear mi cuello con sus brazos la solté repentinamente. Ese acto hizo que casi se cayera, y que yo, ante aquello, me ahogara al intentar controlar la carcajada que quería aflorar de mi garganta.
Sus ojos cobrizos se clavan en mí con una mezcla de desconcierto y frustración.
—"Dime…" –comencé cruzándome de brazos. —"¿No soy un hombre?" –pregunté con la sonrisa más sarcástica que mi rostro podía formar.
Ella parpadeó con esas pestañas tan, evidentemente, postizas y abrió su boca… pero nada salió de ella.
Volví a sonreír arrogante. —"Sabía que te quité todo el aliento… pero pensé que por tu experiencia podrías aguantar más que eso…" –negué con mi cabeza fingiendo desaprobación. —"¿y te crees tan buena como para meterte a mi cama?"
¡Hey! ¿Desde cuándo era tan malo? Ni que yo fuera un experto… ella era más experta que yo.
Estoy seguro de ello…
Me sorprendí a mi mismo… yo no era alguien a quien le gustara humillar a la gente… pero es que esa mujer… ¡Era tan insistente! ¿No se daba cuenta de que no quería nada con ella?
Apretó su mandíbula arreglándose la falda que había quedado fuera de lugar. —"Eres un… eres un desgraciado Shaoran ¡me engañaste!" –Bien, bien, sí era un desgraciado maldito sin el mínimo sentido del caballerismo, pero en serio que quería largarme a reír como un loco; su cara estaba tan roja de furia que… no podía evitarlo. Sin embargo lo hice. Creo que ya había pisoteado y aplastado su orgullo lo suficiente. Si era por lo menos algo inteligente, se alejaría, finalmente de mí.
—"Pero…" –ah, no… olviden lo que dije… ella no tenía una pisca de inteligencia. La vi sonreír en una mueca torcida y autosuficiente. —"Sé que te atraigo…" –continuó haciendo que yo rolara mis ojos ¿Qué parte de todo no había entendido? —"ese beso me lo dijo… te mueres por algo conmigo…" –la miré incrédulo con la mandíbula tan desencajada que –calculo –, ya estaría por el suelo. —"Y aunque pretendas decir lo contrario, ya descubrí tu juego… y créeme, lo ganaré… y tú estarás a mis pies". –terminó con esa sonrisa coqueta para luego voltearse e irse moviendo sus caderas a un ritmo que parecía que hiciera el baile del meneíto con el simple acto de caminar.
Me quedé con la vista perdida en el vacío. Si alguien pensaba que el cerebro de Meiling Nohishi podría salvarse, estaba rotundamente equivocado… ella no tenía cerebro.
El pobre había muerto hace tiempo…
¿Ella mencionó algo de un juego?
¿De qué demonios estaba hablando?
La pobre, seguramente, veía demasiadas telenovelas en las que los protagonistas eran estúpidos descerebrados babeando por la más popular del colegio…
Es increíble que esas idioteces se dieran por la televisión.
¿Qué yo estaría a sus pies? ¡JA! Su caso es más grave de lo que suponía…
El diagnóstico: Carencia de actividad neuronal por inexistencia de la cavidad encefálica… lo que se traducía en 'Su cráneo estaba lleno de cabellos, porque vino vacío desde nacimiento'.
Sonreí ante el pensamiento y seguí en el camino que debería haber tomado hace bastante tiempo. Pasé mi mano por los labios para que nadie pensara que el Rush rojo que tenía, era alguna intención voluntaria para ver qué tal me sentaba el color.
De camino vislumbré a los muchachos del equipo de futbol y me dirigí a ellos. Después de todo no tenía nada que hacer. Mi mejor amigo estaba con mi otra mejor amiga, devorándose el uno al otro como caníbales; y no quería que ninguna niña se me acercara con las mismas intenciones que Meiling. Es que hay que ver la desfachatez que tienen algunas…
—"¿Probaste el nuevo modelo? Esas sí que saben lo que nos gusta…" –escuché que dijo uno de mis compañeros. ¿De qué hablaban?
—"Sí… son… de lo más calientes…"
—"Es increíble las cosas que puede hacer la tecnología".
—"¿De qué hablan?" –me aventuré a preguntar aunque pareciera un chismoso. ¿Qué? Los hombres también somos algo curiosos.
—"Ah, capitán…" –dijo Ryo, uno de los delanteros del equipo. —"Estábamos hablando de los nuevos modelos de las androides".
—"Sí, Li… tendrías que probarlas… es delicioso lo que saben hacer". –acotó un chico de cabellos rubios, llamado Seiji.
¿Otra vez hablando de esas cosas? ¿Cuándo iban a dejar de hablar de esas máquinas?
No se quien demonios fue el que creó semejante payasada, pero seguramente fue un viejo pervertido al que, sin lugar a dudas, ninguna mujer querría acercarse.
Las estúpidas androides, creadas para satisfacer las 'exigencias' de nosotros, los hombres. Era extraño que todos entendieran a esas exigencias como puro sexo. Supuestamente fueron creadas, no solamente para los hombres, sino para ayudar a las personas en sí. Pero el hecho de que hayan confeccionado a los androides como mujeres con un cuerpo de infierno… eso dice algo.
Me mantuve en silencio. No tenía nada que acotar sobre este tema, porque no me interesaba. Si iba a tener sexo, sería con alguien de carne y hueso, no con un trozo frío de metal.
Siendo así… buscaría el primer caño que me encontrara y…
—"¿Qué dices, Li? ¿Nunca has probado a ninguna?"
—"No". –contesté escuetamente. No quería ahondarme en el tema.
—"¿Por qué no? ¿Nunca te dio curiosidad?"
¡Dios! ¿No me entendía?
—"No". –le repetí con voz potente.
—"Pues te la pierdes, capitán". –me habló esta vez un chico de cabellos rojizos, llamado Koji. —"Son unas fieras en la cama". –sonrió como idiota.
—"No le veo el más mínimo sentido a acostarse con una máquina". –solté sin poder contener lo que pensaba sobre eso.
Ellos me miraron y entonces el de cabellos rubios habló. —"No creas que porque sean unas máquinas no son placenteras… al contrario… son las mejores". –me explicó como todo un experto.
Rolé mis ojos. —"Da igual. A mí no me interesan".
—"Aunque sea, deberías probar la experiencia… no te arrepentirías". –volvió a decir haciendo que todos sonrieran y creciera mi irritación para con ese tema.
¡Maldición! ¿No había alguien con una mente normal? ¿O era yo el que estaba al revés del mundo? ¿Tan enfermos estaban todos? ¿O tan sano estaba yo?
Son unos calentones…
Y aunque sonara grotesco y tan poco sutil, esa era la verdad.
—"¿Y se enteraron de la última?" – ¿otra vez?
—"No, ¿Cuál?"
—"Al parecer, los científicos están desarrollando un nuevo proyecto. Una androide diferente a las demás, no se en qué sentido sería diferente, pero ¿cómo creen que sea esta en la cama?"
¡Arrgg! ¿Desde cuándo éste se había convertido en el único tema de conversación de los muchachos? O mejor dicho… ¿desde cuándo las neuronas pasaron a un segundo plano para que el sistema nervioso sea controlado por la gran y poderosa testosterona?
¡Un momento! ¿Qué está pasándome que todo el tiempo quiero encontrar una razón relacionada con la ausencia de neuronas?
¡Huy! Creo que ya la embarré…
—"Yo creo que le incorporarían más técnicas de seducción… ¡o le enseñarían nuevas poses!" –exclamó el pelirrojo.
—"A lo menor así sea… ¿por qué no le preguntamos a Kinomoto? Su padre es uno de los científicos".
Parpadee. —"¿Te refieres a Touya Kinomoto?" –pregunté.
—"Sí, el mismo Kinomoto… él es el hijo de Fujitaka Kinomoto, uno de los científicos de 'New Robotic Tecnology'"
—"Así es… pero es de lo más serio… lo más probable, si le fuéramos a preguntar, es que nos sacara volando de una patada en el trasero". –acotó Ryo.
—"Tienes razón". –acordaron al mismo tiempo Koji y Seiji.
Y yo sabía que tenían razón. El tipo era un cascarrabias con lo que no le agradaba. No me perece que eso estuviera mal… pero había algo en él que era extraño y yo no podía saber que. Tampoco era que me llevara mucho. Hablábamos lo necesario cuando teníamos que hacerlo en los entrenamientos con el equipo, pero nada más allá de eso.
No obstante, me sorprendía que siendo un chico tan serio, fuera su propio padre uno de los locos sexópatas que creaban a esas 'cosas'.
Pero eso no importaba.
—"Hoy será uno de los entrenamientos más duros". –inicié la conversación, cambiando totalmente de tema. —"Pronto comenzarán los torneos intercolegiales y tenemos que ganar".
Los chicos parpadearon confundidos, hasta que asimilaron mis palabras y asintieron. —"Sí, este año ganaremos y con creces".
—"Haremos añicos a los de la escuela vecina". –comentó Koji con una mueca graciosa.
Sonreí ante la ocurrencia y la locura de estos muchachos… yo no me consideraba alguien muy maduro, pero ellos podían ser muy infantiles… para algunas cosas.
—"Muy bien, el entrenamiento será hasta tarde, así que procuren alimentarse bien y descansar". –dije levantándome del pasto en el que me había sentado. —"Y nada de encuentros furtivos en el cuarto de limpieza". –agregué con una sonrisa divertida. —"Necesitaré que estén con todas sus energías… hoy no tendrán descanso alguno, ni yo tendré consideraciones ¿entendido?"
—"¡Entendido mi capitán!" –dijeron los tres solemnemente al unísono, haciendo el típico además de respeto ante un capitán con sus manos.
Me retiré de ahí sonriendo. Ese día había matado a dos pájaros de un tiro.
Primero, había 'intentado' sacarme de encima a Meiling y le había dejado bien en claro que era todo un hombre… ejem… con todo lo que eso amerita… y en excelentes proporciones.
Y en segundo lugar, tenía el completo apoyo de mis compañeros para el futuro campeonato que se avecinaría… es bueno a veces formar un equipo porque tienes en quienes respaldarte.
Me esforzaré. Juro que lo haré para dar lo mejor de mí…
Claro, eso será lo que haré… entrenaré… me esforzaré… ganaremos… y…
¡Hey! Ahora que lo pienso… dicen que no hay dos sin tres… ¿Qué otra cosa podría pasarme este día?
No lo se… pero falta la tercera… y tengo la impresión de que sí vendrá…
Y cuando eso suceda… no estoy muy seguro de que me gustará…
¡Bah! Ya parezco un psíquico barato.
Pero este presentimiento… es como una espina clavada en mi alma… es como si… como si algo fuera a cambiar.
Y no se qué será…
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Sakura P.O.V.
Sí, Sakura, eso fue lo último que escuché de los labios de ese hombre.
—"Lo siento… Sakura…"
Esas palabras resonaban en mi mente como un eco muy lejano… no podía creerlo… no quería creerlo.
¿Por qué? ¿¿Por qué??
Todo esto debía ser una horrible pesadilla… no podía ser verdad… no podía.
Me sentía tan triste… desahuciada…
¿Sentir? ¿Triste?
Estupideces… meras estupideces. Yo no podía sentir, no tenía esa capacidad. No era merecedora de ella.
¿Me sentía triste?
Sonreí amargamente ante el absurdo pensamiento. Yo no podía sentirme triste.
Yo no podía sentir nada.
Absolutamente nada.
Quería llorar. Quería gritar. Pero no podía porque no entendía esas necesidades que afloraban en mí. Eran necesidades imposibles en alguien como yo. En 'algo' como yo.
Sí 'algo' porque yo no podía considerarme 'alguien'. Era una máquina. Un trozo de acero sin sentimientos. Sin vida. Algo muerto.
Yo no tenía una vida…
No tenía nada…
No era nada…
Entonces… ¿por qué siento este ardor en la garganta? ¿Por qué siento que lo único que quiero es correr… correr y dejar que un líquido cristalino bajara por mis frías mejillas?
¿Un líquido cristalino? ¿Qué podría ser? ¿Acaso estaba averiada?
Tengo frío…
Aunque eso es imposible… yo no podía sentir el frío… ni el calor… ni el viento… ni la lluvia… porque yo no podía sentir nada…
Nada...
¿Yo no tenía sentimientos?
No puedo entender… no puedo… lo intento, pero no llego a ninguna conclusión.
El nudo en mi garganta me causaba un ardor muy doloroso… pero era algo más allá de lo físico…
Lo que sentía iba más allá…
Iba más allá…
Pero en verdad que tenía frío… seguí caminando frotando los pedazos de metal que serían mis brazos, pero que a simple vista, se veían como los brazos de cualquier persona normal. Un humano. Un ser que yo no era.
Miré hacia el cielo que estaba cubierto de nubes oscuras que anunciaban la pronta llegada de una tormenta. No me importó.
Ya no me importaba nada. Porque no importara lo que me pasara… podrían reemplazarme… como a cualquier repuesto de un automóvil…
De repente sentí en uno de 'mis brazos' algo frío, una sensación extraña… como gelatinosa… líquida. Y como esa volvieron a repetirse, pero esta vez, en todo mi cuerpo…
Era la lluvia…
Estaba lloviendo…
Y yo podía sentirla…
¿Sería ésto parte de mis circuitos?
Los conocimientos que me incorporaron indicacan que las máquinas y androides no podían sentir… ¡no lo entiendo!
Estoy completamente desesperada…
Seguí caminando sin importarme que la lluvia pudiera estropear mis circuitos. Si así era, sería mucho mejor… yo dejaría de sentir este dolor… y ellos… ellos no tendrían una pérdida importante.
Levanté la vista del suelo y la dirigí al frente. Ahí había un parque que –imagino –estaba desierto por la lluvia. En el medio de todo el lugar había un gran tobogán en forma de un pingüino con una corona… eso era extraño.
Me acerqué y miré por los alrededores… definitivamente no había nadie. Fui hacia unos columpios solitarios y me senté en uno de ellos comenzando a mecerme delicadamente, sin siquiera refugiarme de la lluvia.
El clima era justamente apropiado en relación al estado de mi alma…
De mi alma…
Ya no quería pensar en las malas pasadas que me hacía mi mente artificial… no entendía por qué me hacía entender que tenía un alma como cualquier ser humano… pero ya no importaba.
No repararía más en ello.
Miré mi 'cuerpo' y me di cuenta que tenía unas muy livianas prendas de ropas… eran con las que me habían activado. Tenía puesto un short bastante corto de color rosado, unos tenis blancos, y una remera color celeste. Nada apropiado para como estaba el clima… sin embargo eso no debería afectarme.
Clavé mi vista en el suelo… la lluvia hacía pequeñitos ecos en el charco que ya se había formado. Hacía surcos grandes y otros más pequeños… todos eran circulares… todos de diferentes tamaños pero iguales en forma… todos iguales… todos iguales como yo lo era. Como las demás androides.
Como me hicieron…
Como me crearon…
Aún lo recuerdo y con ello los ojos se me llenan de un agua que, estoy segura, no es de la lluvia.
Aún lo recuerdo… y no puedo creer que hayan sido tan crueles…
No quiero…
Flash Back
Abrí los ojos lentamente… me costaba hacerlo ¿Por qué? No lo sabía.
Un terrible zumbido me molestaba, oía voces lejanas y cercanas a la vez, mi cabeza era un caos. Tenía muchos cables alrededor…
Enfoqué la vista en una lámpara que había arriba y aparté la vista por el destello que me causó. Me ardían los ojos.
Cuando volví a abrirlos pude ver a un hombre alto de –aparentemente –unos amables ojos castaños protegidos por unas gafas, y de cabellos marrones.
-'¿Quién es él?' –me pregunté… pero no lo sabía… no lo conocía.
Es más… no recordaba nada…
¿Quién soy? Tampoco lo sabía.
El hombre se percató de mi estado de mediana lucidez y me miró haciendo unas anotaciones en una libreta.
—"Faltan…tes…prob…me o…". –Sóloalcanzo a escuchar parte de su frase. Él me hablaba, pero yo no podía oírlo porque un intenso zumbido embarga mis oídos haciéndose cada vez más intenso.
¡Estoy confundida! Me siento extraña… ¿Qué pasa?
¿Qué me pasa?
—"¿Me escuchas ahora, SMB 007?" –abrí los ojos tras escuchar la pregunta. El malestar había pasado a un segundo plano… ya no estaba.
Pude distinguir una enorme computadora frente a mí… en la que había un gráfico… era el cuerpo en prototipo de una chica. Como si fuera robot.
Entonces mi mirada fue a parar a una mesa cercana… había un libro ahí… en la tapa había… ¿u-un chico y una chica s-sin ropas?
-'Kama Sutra'… pude leer. ¿Qué significaba 'Kama-Sutra'?
En fin… me daba igual.
Miré mi cuerpo y entendí que esa pesadez que sentía era a causa de los múltiples cables que estaban a mi alrededor y… ¿estaban insertados en partes de mi cuerpo?
¿Qué era lo que había dicho ese hombre? ¿SMB 007? ¿Ese era mi nombre? ¿Eso era un nombre?
Dirigí mi confundida mirada al señor que me estaba viendo algo… ¿triste?... no lo se… pero de lo que sí me percaté, fue de su traje blanco… parecía de doctor… pero se notaba que no lo era.
Era un científico…
Clavé mis ojos en los suyos y me atreví a preguntar. –"¿Quién es usted?" –sabía que tenía otras preguntas en la cabeza como el por qué estaba yo ahí, pero esa fue la primer pregunta que salió de mis labios, a los cuales –por cierto –los sentía algo extraños… pesados…
Él se acerca a mí y desconecta los cables. Un poco del dolor y de las molestias que sentía se desvanecen gracias a eso. ¿Qué puedo hacer? ¿Debería agradecerle?
¿Por qué no contestó a mi pregunta? No podía saberlo, pero no quería parecer una mala agradecida. —"Gracias… supongo". –musité con inseguridad. El lugar era tan blanco que me daba miedo… no podía evitarlo, y el hecho de que ese hombre no me contestara, sólo suscitaba a que mi perplejidad creciera.
El hombre de lentes me miró con una sonrisa afable… pero según lo que tenía registrado en mi banco de datos no había dicho nada gracioso… mi sistema no podía hallar la solución a esa sonrisa.
Esperen… ¿Dije banco de datos? ¿Mi sistema? ¿Qué significaba?
—"Prueba número uno, finalizada". –lo escuché decir.
Oh, no. No entendía nada.
O él estaba, definitivamente loco… o la que estaba loca y perdida era yo. ¿Cómo que prueba?
Intenté levantarme… pero no dio resultado y volví a caer en la camilla en la que estaba acostada. ¡Dios! ¿Cuántos kilogramos puedo pesar? ¿Tan cerda soy?
Observé mi cuerpo, que parecía extraño hasta para mis ojos y entiendí que no era esa última opción. Mi complexión era la de una chica delgada. ¿Por qué no podía casi moverme?
—"Tienes problemas para moverte ¿verdad?" –cuestionó el sujeto extraño acercándoseme. Yo simplemente asentí distraída… demasiado preocupada por el hecho de mi inmovilidad.
Pero de repente sentí mi cuerpo más liviano, y volteando hacia el científico, vi que tenía en sus manos un enorme cable que al parecer estaba insertado en mi espalda.
¡Waa! ¡El sólo hecho de imaginarme ese enorme cablesote en mi espalda me causa escalofríos!
—"Ahora ¿puedes moverte?" –volvió a preguntar con una sonrisa. Volví a sentir, incapaz de pronunciar una palabra… me sentía extrañamente intimidada… y no sabía por qué.
—"¿Quién es usted?" –objeté nuevamente.
—"Prueba dos, finalizada". –dijo como si se estuviera por repetir la historia. ¡¿Qué?! ¡¿No pensaba contestarme?!
Fruncí el seño ante la frase y el sujeto ¡volvió a sonreír! ¿Qué le pasaba?
—"Tranquila pequeña…" –comenzó con una voz muy tranquila. —"No seas tan temperamental… no puedes hacer tantas preguntas ni yo puedo respondértelas… no te enfades".
¡¿Que no me enfade decía?! ¿¡Cómo puedo hacer eso si no se dónde diablos estoy!?
—"Por lo menos quiero que me diga en donde estoy y quién soy". –lo enfrenté con la voz más potente que mis cuerdas vocales podían ejecutar.
Él suspiró como apesadumbrado y me miró a los ojos con algo especial… algo parecido a la… ¿culpa?
—"Está bien… déjame explicarte". –dijo dejando de un lado su libreta.
—"De acuerdo".
Demonios, no sabía que era tan chismosa, pero en serio que quería saber.
—"Hace unos años…" –comenzó. –"la compañía New Robotic Tecnology desarrolló un novedoso sistema que permitía crear dispositivos ultra-avanzados con apariencia humana". –ajá… muy bien… entendía ese punto… pero ¿eso qué tenía que ver? —"Para la ciencia fue un gran avance, tanto así como para la sociedad. Las personas ya no tenían que tener un PC para realizar el trabajo o conectarse a Internet, así que ya no había necesidad de permanecer en una oficina. Podrían andar con su ordenador como en un día normal mientras realizaban sus obligaciones; y para poder visualizar los documentos simplemente se tenían que conectar a unos pequeños dispositivos parecidos a una agenda electrónica… Pero se presentó un inconveniente…" –hizo una pausa para mirarme directamente a los ojos…
Yo no sabía qué decir porque no entendía a dónde quería llegar con toda esta historia… pero había algo que no me gustaba de todo esto…
—"¿Qué sucedió?" –pregunté viendo perdida la batalla en contra de mi curiosidad.
—"A los investigadores se les impusieron demasiadas limitaciones por parte de los gerentes de las diferentes compañías encargadas. Ellos deseaban rebajar los costos… pero era algo imposible si se querían productos de calidad. Por este motivo, poco a poco el proyecto fue siendo abandonado, a pesar de que las personas lo necesitaran". –sí… bueno era algo entendible… pero ¿qué tenía que ver conmigo? —"Pocas semanas después…" – ¡wow! La historia continuaba. —"Una gran industria mundialmente conocida se fusionó con la empresa de androides…"
—"¿Qué clase de industria era esa?"- pregunté
Sí, lo admito… ya me había adentrado a la historia y quería saber más… pero realmente deseaba llegar al grano para que me dijera de una vez por todas quién demonios era yo, y por qué me había puesto ese nombre tan raro…
—"La…" –vi en sus ojos la vacilación… el remordimiento… demonios, esto me asustaba. —"La industria pornográfica".
¿Eh?
No, esperen… debo tener algo en el oído.
¿Habré escuchado bien? ¿¡La industria pornográfica!? ¿Qué tenía que ver la pornografía con la tecnología?
No lo sé… pero parecía algo malo…
Muy malo…
—"No entiendo…" –dije frustrada. —"¿Qué tiene eso que ver conmigo?"
El hombre volvió a suspirar. —"A partir de entonces, la empresa quedó bajo el control de un hombre… un tanto machista… y…" –otra vez estaba contando historias. ¿Tan larga era? ¿Por qué hacía tantos silencios? ¡Demonios! Me estaba desesperando. —"sólo comenzaron a hacerse androides con cuerpo de mujer… no únicamente para ser útiles en temas laborales… sino también, para… satisfacer las necesidades sexuales de los hombres".
¿Qué?
¡Eso no podía ser cierto!
Podría haber explotado otra bomba sobre Hiroshima o Nagasaki… podría haber pasado un huracán por mi cabeza; podría haber aparecido el hada de pinocho diciéndome que sería una niña de verdad o tal vez Jesús… pero no me hubiera movido hasta que me hubiera dado la razón. Dentro de mí sentía ira, rabia, frustración, tristeza. Tantas cosas juntas…
¡Demonios! Ahora lo entendía… ¿¡Cómo pude haber estado tan ciega!?
Por supuesto… el gráfico en la computadora… el libro llamado 'Kama-Sutra' con las personas en la portada desnudas… ¡Por Dios!
Por eso él no me contestaba cuando le pregunté quién era… porque yo no era alguien… yo no era alguien… ¡yo era una maldita cosa! Yo no era un 'alguien' porque era un 'algo'.
¡Maldita sea!
Volví a mirarlo con la rabia contenida mientras él me miraba arrepentido. ¡Ahora estaba arrepentido!
¡Arrgg! No podía creer tal disparate… ¿¡Por qué?!
En un arranque de furia comencé a destrozar todo objeto que estaba a mi alrededor. No quería… no quería recordar esa maldita historia en la que me había enterado de mi patético y asqueroso origen…
No quería imaginar las cosas que tendría que hacer a partir de ese momento…
No quería saber nada… no quería sentir lo que sentía… y eso era lo que no entendía…
¿Cómo es que podía sentir tal repugnancia y rechazo para lo que supuestamente fui creada?
El hombre sólo me miraba con compasión… y eso solamente contribuyó a aumentar mi furia. ¡Esto era su culpa! ¡¿Por qué tuvo que crearme?! ¿¡Por qué!?
Comenzó a acercarse… suponía que era para frenar mis destrozos. Pero yo estaba segura de que no podría… en estos momentos me dominaba la impotencia, el asco…
Sin embargo nunca me imaginé que fuera a hacer lo que hizo…
Me abrazó…
En un contacto suave y cálido… tan sutil como una caricia… y tan reconfortante que sentí un calor en mi pecho…
¿Una máquina podía sentir esas cosas?
—"No sabes cuanto me duele todo esto… yo… estaba tan sumido en este proyecto que nunca pensé en las consecuencias…" –murmuró lo suficientemente alto como para que yo lo escuchara... pero de todos modos no podía reaccionar… me sentía tan sucia… —"Lo siento… Sakura…"
Y ya no pude soportarlo. El nudo que tenía en mi garganta era tan grande que en cualquier momento me tiraría al suelo a gritar como una loca… o como un proyecto defectuoso…
Entonces hice lo que en ese momento… mi... mi ¿corazón? me decía… y corrí.
Salí de allí tan rápido como podía… no quería estar ahí ni un segundo más…
Escapé…
Escapé del maldito destino que me había tocado…
Porque yo no quería aceptarlo…
Y no lo haría…
Fin Flash Back
Y aquí estaba yo con mi patética 'existencia'… con este cuerpo hecho de un frío acero… metal… o lo que fuera con lo que estuviese hecho.
Con las ropas pegadas a causa de la lluvia.
Y con los ojos ardientes… sin saber el motivo.
Sí… había escapado… pero ahora no sabía que hacer. Estaba sola, sin nadie que me ayudara. Sola y abandonada.
Lo más probable era que esos científicos me encontraran… y ese hombre también…
Era algo irónico… pero no podía odiarlo…
Sus palabras me habían parecido sinceras.
Sacudí la cabeza. No quería engañarme. Para comenzar… yo no podía odiar. Tendría que entender eso como fuera… y además… seguramente estaba averiada porque según la información que poseo, las androides no son capaces de sentir.
Tenía tantas ganas de morir…
Y al mismo tiempo de vivir…
No podía entenderlo… al parecer, no entendía nada.
Tan solo deseaba… deseaba…
De pronto sentí algo extraño… mis circuitos me decían que había algo cerca. Eran como una alarma. Miré a mis alrededores sin levantarme del columpio pero no vi nada. Hasta que me percaté de que lo que me molestaba estaba clavándose en mi nuca…
No era un 'algo'… era un 'alguien'…
Unos ojos me miraban…
Me di la vuelta bruscamente, pensando en que quizás fuera alguno de esos científicos…
Pero me encontré con algo que jamás habría pensado en encontrarme…
Con dos bolas de fuego…
Dos hermosas bolas de fuego que no quemaban… sino confortaban con su cálido esplendor…
Yo podía sentirlo…
Y fue algo extraño…
Pero por algún motivo…
No quise huir como lo había hecho antes… sino que…
Deseaba quedarme…
Por primera vez desde que fui activada desee algo…
Y lo cumplí…
Porque quizás… sólo quizás… las reglas del juego podrían cambiar…
Continuará…
O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O-o-O
Notas de Escritora:
¡Hola a todos de nuevo! Aquí está lo que anuncié en la actualización de mi otra historia ¿demasiado pronto? XD yo les dije que era muy impaciente… y ni la marea, ni las montañas de apuntes de estudio podrán frenar mi locura… XD
Como saben… la historia original le pertenece a Shao-kun lovers y tiene algunas similitudes con otros animes… ¡pero todo es pura coincidencia! XD
En fin, como ven… tenemos a un Shaoran con un carácter algo difícil, y a una Sakura completamente perdida. Shaoran es un típico adolescente, pero no el que sólo se guía por sus instintos sexuales… sino que tiene una moral bastante elevada, algo que hoy en día no se ve en muchos de los adolescentes.
Sakura está muy triste con todo lo que le está pasando. Ella sentía que era alguien y de pronto se da cuenta que no es alguien sino 'algo' ¿cómo se sentirían ustedes si despiertan y les cuentan semejante historia? u.u me imagino que muy mal. Por eso intenté lo más posible de meterme en su piel y sentir lo que ella sentía en esos momentos.
Lamento el vocabulario que estoy utilizando, más específicamente en el P.O.V. de Shaoran, pero es necesario… ¡recuerden, es adolescente!
Je je, bueno, sin más que decir me despido hasta la próxima actualización que será el 2/05/08 de "Apostando al Amor". Y así me guiaré para las demás. Sepan que tendrán al menos, una actualización por semana n.n
Por eso, ¡Dejen reviews! Si les gusta la historia, o con críticas, algo para comentar, resaltar, quitar, etc, etc, etc… lo aceptamos todo para seguir mejorando, así que no duden en comentar n.n
¡Nos vemos! :D