Disclaimer: Dragon Ball ni sus personajes me pertenecen
Caminando sobre el Sol
(Walking on the Sun)
Un fic de Juuhachi-gou y Mirai Bulma
Traducción por Apolonia
Prólogo
"No es ninguna Broma"
No es ninguna broma que me gustaría darle al mundo un recuerdo
Y enseñarle al mundo a cantar en perfecta armonía
Y enseñarle al mundo a acabar con los incendios y los mentirosos
Hey, sé que es sólo una canción pero es el condimento de la receta
"Oooo, ¡ahí va uno bueno!"
Shiro asintió, mirando los uniformes haces de luz atravesando la noche. "¿Te estás divirtiendo, Megumi?"
La pequeña niña aplaudió con sus manos. "¡Sí, hermanito! Es tan bonito. Gracias por hablar con papá y mamá para que me dejen quedarme hasta tan tarde!"
"Bueno, son vacaciones de verano. Si fuera época escolar probablemente aún estarías en la cama ahora." Moviéndose un poco, Shiro acomodó a su pequeña hermana un poco mejor sobre sus hombros y señaló. "¡Hey, mira a ese grande!"
"¡Uh-huh!" Megumi se inclinó hacia delante. "Parece que viene hacia nosotros, ¿no?"
Shiro asintió, con la silenciosa esperanza de que la estrella que caía no estuviera haciendo precisamente eso. Quiero decir, nunca he oído de nadie que haya sido golpeado por un meteorito, pero eso no quiere decir que no pueda suceder... Y ese seguro que se ve CERCA --
La bola de fuego cayó, y así como Shiro se dio cuenta de que el objeto a la vez era mucho más pequeño y estaba mucho más cerca de lo que había pensado, cayó detrás de las colinas cerca de la casa Kodansha y desapareció, seguido inmediatamente de un leve trueno y un temblor bajo sus pies. Shiro se tambaleó, luchando por evitar caerse, y apenas pudo lograr sostenerse de un árbol cercano.
"¡Megumi! ¡Shiro!" Una temerosa voz femenina llamó mientras los ecos de los truenos se desvanecían.
"¡Por aquí, mamá!" Megumi se deslizó de sus hombros, Shiro ondeó una mano. En un momento aparecieron sus padres, con linternas bamboleando en la noche. "Estamos bien!"
"¡Mamá! ¡Papá!" Megumi gritó hacia el par. "¡La vi! ¡Una estrella caída! ¡Aterrizó justo allí detrás de las colinas! Por favor, ¿podemos ir a ver, por favor? ¿Tal vez la puedo traer a casa?" Comenzó a saltar de arriba a abajo. "Por favor, ¿sí por favor?"
"Megumi, quédate aquí con tu madre." El Sr. Kodansha asintió a Shiro. "Vamos, hijo. Vamos a echar un vistazo."
"Ten cuidado, Goro," dijo la Sra. Kodansha mientras alzaba a su hija. "Tú y Shiro, ambos."
"¡Awwww quiero veeeeeer!"Megumi se lamentó mientras veía como su padre y hermano se dirigían hasta las colinas, sus luces brillando como estrellas mismas hasta que llegaron tan lejos que se desvanecieron.
"Probablemente aterrizó a millas de distancia," dijo Shiro, mirando alrededor.
"Mm, probablemente," respondió su padre. "Pero quiero saber donde está, si no lo hizo. Megumi podría escaparse y venir a buscarla, y sea como sea lo que haya sobrevivido el viaje estará hirviendo. No quiero que se queme."
"Sí, papá."
"Por suerte llovió hoy, el terreno debe estar húmedo aún lo suficiente como para mantener cualquier incendio de propagarse." Goro inhaló el aire ligeramente. "Aunque no creo oler humo. Vayamos en la dirección que sopla el viento y veamos lo que encontramos."
Después de dirigirse por el bosque durante varios minutos, teniendo que retroceder y luchar contra el sotobosque más de una vez, Shiro y su padre salieron en un claro que no había existido antes de esa noche. Los árboles estaban inclinados o fueron derribados en un anillo en torno a un cráter cerca de la mitad del tamaño de sus aero-coches. Había un claro olor de algo quemándose en el aire, pero no de madera... más como... Shiro sacudió su cabeza, sin estar seguro a que olía, sólo que era familiar. "¿Papá?"
"Quédate aquí." Goro avanzó cautelosamente, hacia el centro del impacto, frunciendo un poco el ceño. No era tan caliente como había pensado que sería, apenas era caliente, pero él no era un científico. Tal vez los diferentes tipos de meteoros mantenían el calor de manera diferente. Al alcanzar el borde del cráter apagó su linterna y se congeló.
"¿Papá?" Shiro se tensó, imaginando todo tipo de cosas horribles. "Que--" su voz se sacudió y tuvo que tragar para tenerla bajo control. "¿Qué es esto?"
El Sr. Kodansha se volteó lentamente, con el rostro pálido. "Shiro, ve y trae a tu madre," dijo. "Esto no es un meteoro... es un hombre. Y creo... creo que está vivo."
Primera Parte
"Se fue pero volvió"
Este es un ataque de amor sé que se fue pero volvió
Es como cualquier moda que se retrae antes de impactar
Y es como la moda, es una pasión por ella
Si tienes con que van a venir y la comprarán sólo para permanecer en vitrina
"Ah-- ¡Estoy LLENO!" Trunks se levantó de la mesa de picnic, tambaleándose unos pocos pasos, y se sentó en el césped, luego se recostó. "¿A alguien le importa si me quedo acostado aquí hasta el próximo año o algo así?"
"No puedo comer más tampoco," Goten gimió, mirando desganadamente la mesa todavía llena. "¡Y todo es tan bueno!"
"No te preocupes, Goten, podemos tener el resto de los aperitivos más tarde," dijo Gohan, poniendo una mano sobre su hermano menor y sacudiendo su cabello mientras el joven muchacho reía. El pequeño movimiento capturó la atención de Gohan y alzó la vista para mirar a su padre, los codos sobre la mesa, mirándolos a ambos con gran afición.
Goku sonrió mientras Gohan miraba en su dirección, luego tomó una pierna de pollo y la balanceó en la yema de un dedo, estudiándola. "¿Sabes...?" dijo reflexivamente. "¡Creo que yo tampoco tengo más hambre!"
"Hombre, ¡eso es increíble!" Krillin se volteó para mirar desde su asiendo frente a la televisión portátil, donde estaba mirando las competencias de Sumo Nacional. "¿Estás lleno, Goku? Hey, ¡eso es como decir que se va a caer el cielo!"
"Ciertamente pareció así la otra noche," dijo Bulma, empezando a guardar los platos del picnic. "Nunca he visto semejante lluvia de meteoros. Incluso ha habido informes de algunos golpeando la tierra más al este."
"¡Um!" Chi-chi, trabajando al otro lado de la mesa, asintió. "Estuvimos despierto la otra noche viéndolo también. Fue tan bonito..." Aplaudió con sus manos. "Pedí un deseo con la más grande que que vi!"
"De verdad, Chi-chi? ¿Qué deseaste?"
"Tal vez deseó que Kakarotto consiga un cerebro," murmuró Vegeta mientras tomaba una cerveza.
Chi-chi apretó sus manos, con ojos chispeantes. "No, ¡deseé algo maravilloso!" suspiró. "¡Deseé que Goten pueda llegar a ser un doctor!"
"Pero, ¡mamá!" Goten protestó mientras todos los demás reían. "¡Quiero ser un guerrero como papá!"
"Ya es suficiente, jovencito," Chi-chi regañó. "¡Necesitas conseguir un verdadero trabajo! Y no puedes salir adelante en el mundo a menos que tengas una buena educación."
Gohan y Goku intercambiaron miradas de nuevo, sonriendo mientras Chi-chi continuaba sermoneando a Goten. Justo como yo, ¿no, papá? Gohan preguntó en silencio.
Sí, Gohan, Goku respondido de la misma manera. Pero está bien. ¡Apuesto que Goten saldrá bien a pesar de todos los libros!
"¡Rayos! ¡No puedo encontrar la estación!" Krillin movía la televisión. "¡La antena debe estar mal! Y la noticia casi termina. Se supone que la lucha libre comienza justo después de eso."
"Oh permíteme." Bulma se arrodilló hacia la televisión, jugueteando con la antena y los controles. "Podría ser un poco de interferencia debido a los meteoritos, un poco de ionización extra hubo hoy-- ah, ahí vamos." Se alejó mientras la voz del locutor apareció: "...último tema de esta noche, los inesperados acontecimientos celestes de anoche parecen haber constado en más que de meteoritos. Increíblemente hay un informe en el que un joven fue descubierto en el cráter de un meteoro tarde anoche, en la zona cercana a la montaña Frypan. Los agricultores que lo llevaron al hospital alegaron que cayó del cielo, pero esto es evidentemente imposible, ya que una caída a esa distancia habría matado a cualquier ser humano normal."
"El joven se encuentra en grave estado y no pueden informar a las autoridades de su identidad, ya que gran parte de su ropa fue fuertemente quemada y no se encontraron identificaciones en él. Las autoridades están trabajando en el caso para determinar exactamente lo que sucedió; hasta la fecha no existe determinación concluyente, aunque la posibilidad de algún tipo de accidente o asalto no se ha descartado. Los mantendremos informados como se desarrollan los eventos, incluyendo imágenes cuando se disponga de ellas, con la esperanza de que nuestra audiencia pueda ser capaz de ayudar a localizar su amigos o familiares. Esas son nuestras noticias para esta noche... después, el Campeonato Nacional de Sumo Lucha Libre, organizado por el Campeón Mundial de Lucha mismo, Mr. Satan."
"Está bien, aquí vamos," Krillin dijo, acomodándose. "Si podemos simplemente ignorar el comentario--"
"Oh, Mr. Satan no es tan malo," dijo Bulma, dándole un codazo en las costillas a Krillin y mirando amenazadoramente a un lado, donde Videl se sentaba acunando a su recién nacida hija.
"Para un idiota," añadió Vegeta, caminando a lo largo para mirar la televisión. "Esto no es lucha libre. ¿Dónde están las piscinas de metal fundido?"
"Tal vez se les agotaron," Goku dijo amablemente, sentado en el césped. "Aaa, ¡ahí está Yukinadare! Escuché que tiene buenas posibilidades de ganar este año."
"No supongo que desees hacer una apuesta en eso," dijo Yamcha dice, sentándose también para mirar.
"¿Yo? ¿Apostar? ¿Con qué?"
Bulma sacudió la cabeza y ondeó una mano, alejándose. "Hombre, son tan niños," comentó a nadie en particular. "Juuhachi-gou, ¿me ayudarías con Chi-chi a limpiar la mesa? Creo que el asalto ha terminado por ahora."
"¿Puedo ayudar también?" Preguntó Marron, saltando de su asiento. "¿Por favor, Bulma? ¿Puedo?"
"Por supuesto,--" Bulma se detuvo cuando escuchó un pequeño sonido de su bolso. . Abriéndolo, metió su mano, sacó su teléfono celular, y lo abrió. "Hola. --Sí, soy Bulma, ¿cómo puedo ayudarle?... ¿Quién? ¿Sargento Koishi? Sí... ¿qué?" Tomó el teléfono un poco más fuerte, ampliando los ojos mientras escuchaba por un minuto. "¿Está seguro de que es una chaqueta de la Corporación Cápsula?... Sí... ¿Y cuáles son los números de serie de las cápsulas? Sí, esas son la clase de números que normalmente se venden sólo a nuestros empleados... iré enseguida." Cerró el teléfono, mordiéndose una uña.
"¿Hay algún problema, Bulma?" Juuhachi-gou preguntó.
"Sí-- bueno, no, no lo sé. ¿Escuchaste la última noticia, sobre el joven que encontraron cerca de Frypan? Ese era el oficial de la policía investigando el caso. Dice que el joven estaba usando una chaqueta de la Corporación Cápsula y que llevaba algunas cápsulas Hoipoi que tienen códigos de ventas que son sólo para empleados. Se preguntaba si tal vez el chico es uno de mis trabajadores, o el hijo de uno de mis trabajadores, y quiere que vaya a tratar de identificarlo." Bulma puso una mano en su frente y gimió. "Esto es último que necesito, otra demanda judicial. Acabo de enterarme que van a tratar de culparme por una cápsula defectuosa o algo."
"¿Quieres que vaya contigo , Bulma?" Yamcha dijo, poniéndose de pie. "No hay problema, Puar y yo estaremos encantados de ir."
"¿Lo harían? Sería genial. Realmente no creo que deba manejar."
"Ahora, él está justo aquí." La enfermera Ichigo se detuvo. "Tengo que decirle, ha estado haciendo progresos notables. Fuimos capaces de mejorarlo de cuidados intensivos a una cama de hospital, pero sigue en estado grave. Así que, por favor, comprendan que puede parecer duro, pero en este momento su vida ya no está en peligro inmediato."
"Gracias. Creo que nos podremos arreglar." Bulma se enderezó mientras la enfermera abrió la puerta y les permitió pasar. El pitido y los sonidos de los diversos monitores la saludaron, junto con el tenue olor a tela quemada, superpuesto con el estériles sabor de todas las habitaciones que los hospitales parecían llevar universalmente. Sentía la mano de Yamcha acercarse a la suya y darle un rápido apretón antes de soltarla, y ella escatimó un momento para sonreírle con gratitud. Habían pasado años desde que estuvieron juntos, pero él todavía era un magnífico amigo.
La enfermera Ichigo señaló alejó las cortinas y los dejó acercarse a la cama. "¿Lo reconoce, Bulma?"
Bulma miró a la propensa figura en la cama, el rostro pálida y aún contra de la almohada, y puso una mano en su pecho. Su corazón parecía congelarse en su interior, luego parecía saltar y golpearle en la base de la garganta. Temblorosos dedos se movieron para acariciar las facciones que fruncían un poco el ceño, incluso en la inconsciencia. "Oh, Kami..." se ahogó, y se hubiera derrumbado de rodillas, si no hubiera sido porque Yamcha la sostenía. Aunque no se veía muy parecido a sí mismo; cuando Bulma alzó su vista hacia él, su rostro estaba casi tan pálido como las sábanas. Acopiando sus últimas fuerzas, se volteó hacia la enfermera. "S...sí. Lo conozco... es... es mi hijo. Trunks."
"Oh mi," dijo Ichigo, y luego se recompuso ella misma también. "Lo siento tanto, Bulma. Lo siento tanto... este debe ser un shock terrible para usted."
"Por favor... por favor, déjeme ver los gráficos. Sé algo acerca de medicina."
"Bueno, no es procedimiento normal--" Ichigo le dio otro vistazo a la expresión de Bulma y le entregó la carpeta apresuradamente. Bulma le echó un vistazo, tanto como para tener algo que hacer mientras se recomponía como para comprobar las lecturas. Su mente daba giros. ¿Qué en el nombre de Kami estaba Mirai Trunks haciendo aquí-- y en tal estado? ¿Dónde estaba la máquina del tiempo? ¿Y qué noticias estaba trayendo con él? Bienvenido como era, su apariencia prometía un fin a sus tiempos pacíficos. Luego se concentró en las lesiones.
Quemaduras de primer / segundo grado de origen indeterminado sobre unas pocas partes de su cuerpo, hematomas y laceraciones profundas en otras partes, curándose bien; deshidratación, agotamiento y pruebas de algún tremendo shock nervioso o concusión posiblemente el diagnóstico primario. Ha estado en una batalla, murmuró, reconociendo los signos indicadores. En voz alta dijo, "¿Podría usted decirme cuándo será dado de alta?"
La enfermera sacudió su cabeza. "No durante varias semanas, me parece, a pesar de que es más de lo que el médico puede decir--" jadeó un poco mientras Bulma le devolvía la carpeta y se volteaba. "¿Bulma?"
Bulma nunca miró atrás. "Nosotros lo cuidaremos. Me lo llevo a casa."
Tomó un poco de hablar y de varias llamadas telefónicas, en las que señaló Bulma (muy pronunciadamente) que la Corporación Cápsula es un importante contribuyente a las finanzas del hospital en forma de grandes subsidios de investigación, y que un poco de consideración habría de llevar a mucho. Para hacerle crédito, el jefe del departamento médico hizo su mejor intento de mantenerse firme, pero una vez que Bulma terminó él lo hizo poco después. Con la ayuda de Yamcha, llevó a Mirai Trunks cargado en una camilla y lo puso en su camioneta. "Yamcha, tu conduce," dijo. "Puar y voy vamos a cuidar de Trunks."
"Seguro." Yamcha lanzó una mirada por encima de su hombro mientras arrancaba el vehículo. "¿Qué crees que lo trajo aquí?"
"Sólo una visita-- espero." Bulma amablemente acomodó las sábanas a su alrededor-- bueno, él seguía siendo su hijo, ¿o no? En otro momento otra Bulma había dado a luz a este joven y lo crió en medio de un apocalipsis. No por primera vez se encontró pensando en esa otra mujer, como vivía vivido el día a día, la cantidad de fuerza que había tomado de enviar a su único hijo en las mareas de tiempo. Me pregunto si ha cambiado su pasado, dijo. Evidentemente su presente no ha cambiado tanto. Trunks aún existe. Ellos simplemente no acabaron con su mundo.
Aun cuando se pregunta, Mirai Trunks gruñía y se agitaba bajo sus manos. Al instante ella se inclinó sobre él, tratando de mantenerlo calmando, y a su lado Puar se acomodó a un costado y se inclinó hacia Trunks también. Era gracioso en cierto modo, como si ellos dos podrían llegar a mantener un delirante Saiyajin. Pero el joven se calmó de nuevo, aunque hubo una tenue nube de desesperación en su expresión, como si en algún lugar del silencio de sus heridas lo hubieran obligado a luchar contra--
¿Contra qué?
Iba a ser un largo viaje de vuelta a la Corporación Cápsula, pensó Bulma.
Manos se envolvían alrededor de la cama, Goten y miraba y miraba, entonces finalmente se volteó a su mejor amigo. "¡Se ve IGUAL que tú, Trunks!"
"Te lo dije," dijo Trunks, cruzando sus brazos sabiamente. "Mamá dice que SOY yo, pero, sólo de otro tiempo."
"¿Trunks? ¿Cómo puede haber otro tiempo? ¿No hay un solo tiempo?"
"¡¿No sabes nada, Goten?! ¡Tiene que ver con las dimensiones paralelas!"
"Ohhhh..." Goten asintió prudentemente, luego inclinó su cabeza. "¿Trunks?"
"¿Sí, Goten?"
"¿Qué son las dimensiones paralelas?"
"¡D'oh!" Trunks se golpeó la frente.
"¿Podría haber explotado la máquina del tiempo, ¿no crees, Bulma?" Gohan preguntó tranquilamente mientras Trunks luchaba para explicarle las cosas a Goten. "Eso podría explicar las heridas y el hecho de que los agricultores dijeron que cayó del cielo."
"Supongo que tal vez sí, Gohan," respondió Bulma. "Pero no es muy probable. Yo-- um, ella-- Mirai Bulma, supongo que debemos llamarla-- construyó la máquina del tiempo para soportar una gran cantidad de inconvenientes. Al menos que haya sido saboteada de alguna manera... o, supongo, si no se ha mantenido debidamente, y tuvo que utilizarla en un apuro..." se detuvo, mordiéndose la uña nerviosamente. "Él es el único que sabe lo que sucedió, y no puede decirnos en este estado."
"Quizá pueda." Vegeta caminó hasta la cama, levantó dos dedos, y los apoyó en el medio de la frente de Mirai Trunks, cerrando los ojos en concentración. La telepatía Saiyajin era una cosa incierta, si funcionaba mejor era entre los parientes de sangre, y raramente fuera de su propia raza, pero a veces, en gran necesidad o en momentos de gran emoción...
Y por supuesto, él era el Príncipe de los Saiyajin; había sido entrenado, como nadie aquí lo había sido, ni siquiera maldito--
"Kakarotto," Mirai Trunks susurró, finalizando el pensamiento. Abruptamente sus ojos se abrieron, de par en par, confundido, desorientado, y levantó su mano para agarrar la muñeca de Vegeta. "Papá... Papá-- perdona-- no pude detenerlo.. tengo que advertirles, Goku y Gohan... del tiempo pasado..." Resopló, entonces, moviendo la cabeza de lado a lado. "T'i khara, khara--"
La cabeza de Vegeta se giró y siseó un rápido suspiro, visiblemente sorprendido. "Tahrrnkss," dijo, dando al nombre de Trunks un extraño giro "¿o h'na? ¡Hhara h'na!"
La mirada de Mirai Trunks finalmente se centró en Vegeta. "Ryubarasu... Asesino de Dragones." El rostro del muchacho se movió entonces, pareciendo terriblemente joven y vulnerable. "Papá, por favor, no mueras de nuevo..." Con un escalofrío lo soltó, cayendo, desmayándose.
"¿Qué diablos fue ESO?" Krillin dijo en el silencio que siguió.
"Asesino de Dragones..." Goku sacudió la cabeza. "No sé si me gusta como suena eso. --Oye, Vegeta, ¿que fue todo lo otro que dijo?"
Vegeta estaba en silencio.
"¿Papá?" Trunks se aventuró, poniéndose entre el rostro de su ser futuro y Vegeta. "¿Qué dijo?"
"Lo escuchaste. Asesino de Dragones." La voz de Vegeta era plana, una consistente prueba de algunos disturbios interiores. "En Saiya-go. El idioma de nuestra raza. Pero, ¿quién le enseñó?"
Silencio.
"Tal vez... su madre?" Bulma se aventuró. "Quiero decir... no podría ella haber aprendido de alguna manera..." Se detuvo, mirando el rostro de su marido. "Supongo que no."
"¡Bueno, hey!" Krillin se enderezó. "Tal vez fue sólo una suerte de adivinar, ¿no? O algún tipo raro de memoria racial, ¡tu sabes cosas así!"
"No lo creo." Gohan se movió para mirar a Mirai Trunks también, recordando la última vez que este solemne joven había venido a vivir con ellos. Parecía tan impulsado, desesperado por evitar que el terror de su propio mundo suceda. Muy diferente del niño que ahora miraba sobre el borde de la cama, con Goten a su lado. "Bulma... ¿crees que una semilla del ermitaño lo ayudaría en algo?"
"¡D'OH!" Bulma se abofeteó su frente. "Kami, Gohan, quizás debería jubilarme y dejarte a TI manejar la Corporación Cápsula. ¿Por qué no pensé en eso?"
Goku frunció el ceño, luego echó un vistazo a la ventana. "Es un poco temprano en temporada, pero... Karin podría tener unas listos, las que maduran primero. --Goten, Trunks, ¿quieren ir a ver?"
"¡Síiiiiii!" Los dos muchachos dijeron a coro.
"Um." Yendo a la ventana, Goku se inclinó un poco y silbó fuertemente. Segundos más tarde apareció la nube voladora, moviéndose un poco para detenerse debajo de la repisa. Goten y Trunks instantáneamente saltaron a la superficie dorada. "Vayan directo allá y vuelvan, ¿bien? ¡Y nada de trucos! ¡Suban todo el camino o Karin no les dará ninguna semilla!"
"Sí, papá, lo haremos bien," Goten prometió. "¡Oi! ¡Nube voladora! ¡Llévanos a la Tome del Maestro Karin, ¡por favor!"
A medida que se alejaron Gohan caminó para ponerse de pie al lado de su padre. "Papá... Estoy preocupado," dijo suavemente.
Goku miró hacia los lados. "¿Qué, Gohan?"
"¿Qué o quién es el asesino de Dragones-- y lo más importante, que dragones están siendo asesinados?"
Goku parpadeó, y luego tomó un fuerte respiro. "Piensa que--"
"Tal vez mientras Goten y Trunks estén fuera, el resto de nosotros deba ir a por las Esferas del Dragón. Por las dudas."
"Sí. Entendido." Dándose vuelta, Goku alzó una mano. "Bulma, ¿todavía tienes el Radar del Dragón?"
"¿Huh?-- ¡Oh! No conmigo, Goku, pero está en la Corporación Cápsula. En mi laboratorio."
"Gracias." Poniendo dos dedos en su frente, Goku se concentró, buscando el ki del Dr. Briefs. "Gohan, ve si puede encontrar a Piccolo y decirle lo que está pasando. Krillin, tu y Yamcha vean si Juuhachi-gou puede venir a ayudar también. Más gente que nos ayude a buscar las Esferas del Dragón, mejor."
Lejos al este, en las sombras de las montañas, se asentaba un palacio de piedra construido sobre las ruinas de lo que había sido una vez una edificio más grande.
Eso nunca dejó de enfurecer a Pilaf. Mirar hacia afuera para ver los restos de su antiguo esplendor sólo hizo su deseo de venganza sobre el desafortunado Son Goku quemar más fuerte. 'Desafortunado,' porque una vez él, Pilaf, tenía las Esferas del Dragón de nuevo en su poder, él mismo se desearía ser el que domine el mundo. ¡Luego dejaría que la irritante tonto con cola trate de detenerlo!
Los años de búsqueda han estado llenos de frustraciones-- hasta hace poco, no importaba la forma en que gritaba y amenazaba, sus seguidores Shuu y Mai habían fallado en encontrar incluso una de las preciadas bolas. Era casi como si hubieran desaparecido de la faz de la Tierra. Pero por fin los idiotas había conseguido localizar una de las Esferas del Dragón, y de pronto ahora, pronto--
"¡Gran Pilaf!"
"Por fin..." Pilaf se volteó, alzando una mano mientras dos figuras entraban en su habitación del trono. "¡No me digan que han fracasado de nuevo!"
"No, Señor Pilaf." Mai se arrodilló apresuradamente, alejando el cabello de su rostro, más por cansancio que por respeto. La ascensión la había cansado-- no era tan joven como solía ser-- pero Pilaf no toleraba excusas. En una temblorosa mano sostenía una brillante esfera dorada, su perfecta superficie marcada con una sola estrella roja. "He aquí... la de una estrella."
"Ahhhh ..." Pilaf tomó la Esfera del Dragón, su feo rostro retorciéndose un poco lo que pasó a ser deleite. "¡Por fin!" regañó un poco. "¿Estás segura que esta es verdaderamente una Esfera del Dragón, Mai?"
"Sí, mi Señor..."
"Estamos seguros de eso," Shuu añadió, tratando de mantener sus oídos acostados preocupado que Pilaf no les creyera.
"Sí," interpuso una nueva voz. "Es una Esfera del Dragón. La última Esfera del Dragón."
"¿Qué?" Pilaf se volteó en la dirección del orador, de aquella extraña voz. "¿Quién eres que vienes sin previo aviso a la sala de la gran Pilaf, el legítimo dueño del mundo?"
"Mi nombre no es importante." El extraño envuelto avanzó unos pasos. "Todo lo que importa es que me den la Esfera del Dragón."
"¿Estás loco?" Pilaf gritó, acercando la esfera a su pecho. "¡Nadie me da órdenes! ¡Soy Pilaf!"
"Como has dicho. Pero me temo que tengo que discrepar." La figura alzó una mano. "ERAS Pilaf, posible dueño del mundo."
La explosión de energía agrietó las paredes de piedra y se desmoronó el techo por todas partes. A través del polvo el extraño caminó, eligiendo su camino, pateando losas de piedra aquí y allá, hasta que encontró una en particular. Flexionándose, recuperó la Esfera del Dragón, limpiando las manchas de color rojo oscuro de sus lados de manera ausente. "Gracias," dijo al silencio a su alrededor. "He estado buscando esto. Completa mi conjunto, verás. Y tengo mis propias ideas sobre qué hacer con el Sagrado Dragón cuando aparezca."
En las profundidades de la meditación, Piccolo todavía sentía la agitación. Sus ojos se abrieron y frunció el ceño. "Que demonios," murmuró, mirando hacia el este. Eso no se sentía como un ki familiar, pero definitivamente era un poderoso. Despegó en esa dirección, impulsado por una vaga inquietud que se acrecentó mientras se acercaba a la fuente. Paro en el aire, parpadeó. Por debajo de sus ojos, los restos de la fortaleza Pilaf yacían aplastados y abandonados. Acercándose, estudió la zona. La muerte estaba en el aire, la reciente muerte, podía sentirlo. "Entonces el pequeño marciano finalmente enfureció a alguien lo suficiente como para matarlo," dijo con entre dientes. "Pequeña pérdida. Tal vez debería encontrar al sujeto responsable y darle las gracias."
Un segundo pico de energía-- éste mucho más familiar-- llamó su atención y giró. En la distancia cercana, un repentino remolino de nubes oscuras habían surgido, a través de truenos dorados que estaba tomando la forma de una espiral de largo, forma serpentina. "Shenlon," Piccolo resopló. Voló en esa dirección a máxima velocidad, sabiendo que el Dragón terminaría de materializarse antes de que llegara, pero todavía con la esperanza de interrumpir el deseo de ser necesario-- y tenía la sensación de que sería necesario; había un extraño frío nudo en su estómago. A Piccolo no le gustaba ni un poco. La última vez que había tenido este mismo presentimiento de fatalidad había sido con la llegada de Majin Buu-- y había sido un poco demasiado cerca del fin del mundo por su gusto. Él podría no ser más Kami, pero maldición, este seguía siendo su planeta.
Delante de él, la cabeza de Shenlon hacía su aparición junto a la pequeña forma del que lo había invocado de su sueño. "Puedo conceder cualquier deseo," tronó, su voz haciendo temblar las piedras. "Dime tu deseo."
La pequeña figura de pie en el suelo, alzó su vista a Shenlon, sin dudar. "Un simple deseo, Dragón Sagrado, y uno fácil de conceder para ti." Llevaba en una mano en un extraño dispositivo de aspecto triangular, que abarca toda su puño y la mayor parte de su brazo inferior, lo alzó hacia el sol poniente. "Deseo... que mueras."
Por primera y última vez en su eterna existencia, Shenlon miraba sorprendido. "¿Qué?"
Luego un rayo de energía oscura se lanzó desde el arma del que lo invocaba, arrojándose a través del corazón de Shenlon como una gran lanza de la noche. El Dragón gruñó, luchó, su cuerpo brillaba como oro de nuevo, entonces parecía enroscarse, haciendo camino a lo largo de un hilo de corriente hacia el hombre sobre el terreno, que reía como loco, mientras las nubes y el viento explotaban en explotaban. "¡MÍA!" gritaba, aumentando la voz por encima de la tempestad. "¡EL ALMA DEL CENTÉSIMO DRAGÓN ES MÍA!"