No me pertenece nada excepto la historia
Capítulo 1
Ahí estaba yo, frente a unos ojos color borgoña que me miraban como si fuese un manjar, sus dientes refulgían ante la luz de las farolas, quien me mandaría precisamente hoy salir más tarde de la biblioteca…Debería haberle hecho caso a Emma y haberme quedado hasta mañana en la biblioteca, pero mi padre me había hecho prometerle que esta noche volvería a casa. Charlie, mi padre, era el jefe de policía de un pequeño pueblo al noroeste de Estados Unidos, desde que tenía 5 años he vivido aquí con él ya que mi madre murió en un accidente de tráfico. Como jefe de policía del pueblo tenía la ventaja de conocer todos los chismes del pueblo y siempre me decía que no tenía una buena imagen en el pueblo por mi tendencia quedarme toda la noche fuera de casa. No es que estuviera de fiesta ni nada por el estilo, me quedaba en la biblioteca junto con mi amiga Emma. Juntas nos pasábamos las noches en el área de ocultismo revisando informes sobre criaturas mitológicas, demonios, encantamientos y demás cosas que asustarían a cualquiera. Esos ojos seguían mirándome, la sed y la lujuria reflejadas en ellos mientras lentamente se acercaba a mí. Había mucho ruido a mi alrededor, coches, perros, gatos y después…silencio…la calma y la oscuridad me succionaban y ya no había nada más.
Desperté y lo único que podía ver era un techo blanco que me deslumbraba. Oía algunas voces a mí alrededor, ¿es que acaso estaba en el hospital? ¿Qué me había pasado? ¿Dónde estaba el vampiro que amenazaba con devorarme? Me incorporé y alguien me volvió a recostar. Su tacto era gélido, como si acabase de meter la mano en un congelador, pero aún así su contacto provocaba un sentimiento amable, como de familiaridad.
"Parece ser que nuestra paciente finalmente ha despertado, enfermera haz pasar a sus familiares" Su voz también era amable y aunque aún no veía con claridad juraría que era un médico joven.
Antes de que pudiese seguir con mis divagaciones sobre el médico que me atendía mi padre me abrazó con toda la fuerza de la angustia que lo estaba matando. Desde pequeña siempre había sido un imán para los problemas y con la edad no había mejorado, y después de lo que yo creía que había pasado la última vez que estuve despierta podía afirmar que empeoraba con al edad. Por eso mismo mi padre odiaba que me quedará toda la noche fuera de casa, cuando no me caía de las escaleras de biblioteca me cortaba con las hojas de algún libro. Pero esta vez parecía ser que había sido algo más que un resbalón.
"Papá, tranquilo, estoy bien, puedes preguntarle al doctor…"
"Cullen, Carlisle Cullen" El joven doctor respondió ante mi silencio. Cullen…no lo había escuchado nunca a pesar de que es un pueblo pequeño, seguramente sería nuevo en el pueblo, un recién licenciado.
"Es un placer, doctor Cullen. Yo soy Charlie Swan, jefe de policía del pueblo. ¿Es nuevo por aquí? No lo había visto nunca." Parecía que mi padre había escuchado mis pensamientos y había preguntado justo lo que mi maldita curiosidad quería.
"Me he mudado con mi familia hace poco, así que sí, se podría decir que soy nuevo en el pueblo. Pero me parece un pueblo precioso y la gente es encantadora" El doctor Cullen nos miró con una amable sonrisa "En cuanto al estado de su hija tiene razón, está sana, aunque cuando la encontraron parecía tener una fuerte anemia después de estos tres días de descanso está lista para que le demos el alta después de un día más en observación."
¿Había pasado tres días en el hospital? Y además había sufrido una fuerte anemia…En ese momento de nuevo aparecieron en mi mente dos ojos color borgoña junto con un gruñido que provenía del dueño de esos ojos y entonces recordé algo que acababa de leer esa última noche en la biblioteca "la conversión de un humano en vampiro suele durar tres días, tres días en que la ponzoña recorre la sangre del humano consumiendo todo rasgo de humanidad y convirtiéndolo en un monstruo sediento de sangre. Estos tres días producen una tortura insufrible, lo que provoca que la mayoría de las veces el humano no lo soporte y muera antes de completar la conversión" Tres días…Todo estaba claro ahora, quien la había atacado era un vampiro y ahora ella debía serlo también pero algo no encajaba, ¿dónde estaba la sed? ¿Y los colmillos? ¿Por qué su corazón seguía latiendo y seguía respirando? No podía ser, ¿acaso ese vampiro no la había mordido y le había inyectado su ponzoña?
Me toqué la cara, sentía calor proviniendo de ella, mi aliento también estaba intacto pero noté algo raro cuando pasé la mano por el brazo…una media luna más fría que el resto del cuerpo, una especie de cicatriz con forma de… ¡forma de mordisco! Definitivamente ese vampiro me había mordido, entonces ¿por qué seguía siendo humana? El único que quizás podía sacarme de dudas era el doctor que me había atendido.
"Doctor Cull…" Entonces me di cuenta de el doctor se había ido mientras seguía preguntándome si era un vampiro o no y ahora no tendría la oportunidad de saciar mi curiosidad.
"Cariño, el doctor ha tenido un aviso y ha tenido que irse, ¿te sientes mal? ¿Quieres que llame a una enfermera o que te traiga algo?" Sabía que Charlie se sentía muy angustiado y no podía darle ningún disgusto ahora mismo o no lo soportaría. Se notaba que llevaba varios días sin dormir y que tampoco había comido bien.
"No te preocupes papá. Yo aún tengo que estar un día más aquí pero ya estoy completamente recuperada. Por favor, vete a casa y descansa, no me gusta verte así. Si necesito cualquier cosa tengo tu número de móvil, el de casa y el de tu oficina en la agenda, además que el hospital también tiene tus datos, no te preocupes más y ve a casa de Billy a cenar y después a dormir. Seguro que a Billy no le importa que le hagas compañía y a ti te hará bien tener una charla con un amigo para desconectar" En realidad no quería quedarme sola pero lo mejor era que Charlie descansase, sabía cuanto podía dar de sí y no deseaba verlo en ese estado.
"Pero pequeña, quiero quedarme contigo" Como siempre, Charlie no aceptaría sin replicar nunca aunque supiese que tenía razón. La cabezonería venía de familia.
"Ni pero ni nada, es mejor que descanses si no voy a tener que cuidarte yo cuando salga del hospital y no creo que quieras eso, ¿verdad?" Sabía que el argumento de que caería enfermo siempre funcionaba y el siempre caía ante la patente mi superioridad.
"Está bien, Bella. Pero prométeme que me tendrás informado y de que no harás ninguna locura y te portarás bien." Sin más asintió, ya no era una niña pero Charlie siempre me trataría de forma tan sobre protectora, era un defecto que Reneé, mi madre, también había tenido, quizás estimulado por mi torpeza.
Charlie me dio un beso en la frente y salió por la puerta con paso cansado. Parece ser que se había pasado los tres últimos días sin pegar ojo. Pobre Charlie, ya no era tan joven como antes para aguantar las habituales visitas al hospital, tendría que ser un poco más cuidadosa, pero esta última vez no había sido mi culpa…si solo me hubiese quedado con Emma en la biblioteca.
"¡Es cierto! ¡Tengo que hablar con Emma!" Acordarse de esa última noche hizo que recordara por qué había salido tan tarde de la biblioteca. Acabábamos de encontrar un nuevo libro muy interesante en el fondo de una caja que nadie había tocado por años dado el polvo que la cubría. Entre un montón de libros de cómo hacer crecer verduras con magia negra encontramos un libro que no tenía nada que ver con el resto. Estaba escrito a principios del siglo XX por un tal Aro. No tenía apellidos ni más nombre que ese y el libro ni siquiera tenía título. A pesar de los años que tenía el libro estaba intacto, como si estuviese hecho de un material indestructible con el paso de los años. Yo fui la primera en echarle una ojeada mientras Emma iba a por el diccionario de italiano. El libro hablaba de una familia, los Volturis, una familia creada por tres hermanos que vivían en Volterra, Italia. Eran considerados la realeza de su especie, una especie que a Emma y mi nos encantaba. Eran vampiros y nosotras creíamos en los vampiros fielmente, sabíamos que existían y que existían en algún lugar del mundo. Y no es que fuéramos una grupies deseosas de convertirse en seres de la noche, es solo que nos parecían unas criaturas alucinantes científicamente, no éramos unas adoradoras de vampiros sino unas ratas de laboratorio deseosas de hacer los más disparatados experimentos. El libro estaba ilustrado y, por lo que pudimos entender con mi básico nivel de italiano, trataba sobre como los Volturis controlaron un ataque masivo de vampiros que hubo en la ciudad hace más de 1000 años e hicieron creer a todos que eran unos salvadores que acabaron con los vampiros que asolaban la ciudad. Pobres infelices, en realidad lo único que habían hecho era crear un ejército propio con los vampiros que asolaban las calles y matar a todo el que no se sometía a ellos. Consiguieron controlar la ciudad y ahora son los encargados de que no se descubra la verdad sobre ellos…Pero parece que no se esperaban que ese libro cayese en manos de dos humanas corrientes y que esas humanas se creyeran las historias que ahí se contaban. Pero el libro dio con las humanas equivocadas. El texto era sumamente interesante pero le había prometido a Charlie que volvería a casa antes del amanecer para variar.
"Bel, no me dejes sola ahora, el libro está muy interesante y sin ti no seré capaz de leer ni la mitad, sabes que se te da mucho mejor el italiano a ti que a mí" Para convencerme Emma puso esos ojos suplicantes que usaba cuando quería que le ayudase.
Emma era mi mejor amiga y no daba la impresión de ser otra rata de laboratorio. Era rubia con el pelo muy largo y sedoso, digno de un anuncio de champú, con los ojos celestes casi blancos y una piel morena que contrastaba con sus facciones. Todos los chicos iban detrás de ella pero ella siempre los alejaba diciendo que su único amor era el laboratorio y ellos se quedaban desencantados murmurando que era un desperdicio. Por otro yo soy mucho más corriente, una chica del montón. Aunque no tenía mal cuerpo no me preocupaba de cuidarlo. El pelo lo llevaba a la altura de los hombros, castaño oscuro y ondulado y lo solía llevar recogido en dos trenzas que le permitían mejor movimiento mientras medía probetas y pesaba ingredientes. Los ojos marrones comunes no me daban ningún punto extra, aunque todo el mundo decía que se volvían dorados cuando me encontraba en el laboratorio, seguro que no se trataba más que el reflejo de las soluciones a las que trataba con tanto mimo.
"Em, lo siento de veras pero si no vuelvo hoy mi padre me mata y no me deja salir más. Sólo será hoy, te prometo que a partir de mañana vuelvo a hacerte compañía. Si quieres puedo llevarme el libro y hacer una traducción esta noche, de todos modos no tengo sueño." En realidad yo también tenía mucha curiosidad por saber como continuaba la historia, además de que el libro merecía la pena ser escaneado, al menos los grabados que guardaba.
"Está bien. Llévate el libro, yo me quedaré por si queda alguna caja aún sin revisar. Pero mañana tienes que quedarte a hacerme compañía, ¡promételo!"
"De acuerdo, de acuerdo. No me mires con esa cara de cordero degollado, mala amiga" Las dos nos pusimos a reír. "Bueno, que pases buena noche. Mañana te prometo que traeré la traducción del libro." Sin más me despedí y me dirigí hacia la calle donde encontraría algo que realmente no esperaba.
Al recordar toda la última noche me di cuenta de un detalle en el que aún no había caído.
"¿¡Y el libro!?" En ese mismo instante entró una enfermera al ver como los pitidos en el monitor se intensificaban.
"Tranquila pequeña, no debes alterarte en tu estado, aún no estás recuperada y podrías tener una recaída" La enfermera parecía amable pero ahora mismo tenía algo más importante en lo que pensar.
"Enfermera, necesito que me diga donde está el libro que tenía cuando me encontraron. Es algo muy importante y propiedad de la biblioteca municipal. Necesito encontrar ese libro urgentemente" Se podía notar la ansiedad en mi voz. En primer momento pensé en por qué estaba tan ansiosa por un libro, pero me di cuenta de que daba igual el por qué ahora mismo, necesitaba ese libro y lo necesitaba ahora.
"¿Un libro? Cuando llegaste no llevabas nada, cariño. Quizás se te cayó en el callejón y lo recogieron los enfermeros o a lo mejor se quedó allí. Pero es solo un libro, no creo que pase nada dado que te desmayaste y por eso lo perdiste. La biblioteca lo entenderá." La enfermera no lo entendía…No podía perder ese libro, me daba igual la multa, me daba igual la biblioteca, necesitaba terminar de leer ese libro, una fuerza interior me decía que era algo muy importante. "Si quieres puedo preguntarle a la recepcionista si sabe algo." La enfermera se había dado cuenta de mi nerviosismo y decidió que lo mejor sería que viera como intentaba encontrarlo, aunque en realidad no tuviera ningún interés.
"Por favor, pregunte por ahí, es algo muy importante para…" Entonces caí en la cuenta, ojos color borgoña, como los vampiros de los grabados, el mismo tono de piel olivácea…Y un libro que contenía un secreto incontable. ¿Y si el vampiro sólo había venido a por el libro? Si fuera así empezaban a encajar las piezas, por qué seguía siendo humana, por qué no estaba el libro en mis brazos.
Lo mejor sería llamar a Emma, aún cabía la posibilidad de que ella tuviese el libro. Cogí el móvil y marqué rápidamente su número.
"¡Bel! ¡Al fin te dignas a llamar! Me tenías totalmente preocupada. Ya sabes que no puedo salir de la biblioteca y por eso…"
"No te preocupes Em, hay cosas más importante ahora mismo que el hecho de que no vengas a visitarme" Tuve que cortar sus excusas, ahora mismo, sin saber por qué, el libro se había convertido en un tema de vida o muerte.
"Está bien, ¿para qué requieres mis servicios con tanta urgencia?" El tono de Emma era un poco ácido, sabía que odiaba que la interrumpiese.
"Siento haberte interrumpido, pero tengo una pregunta de suma importancia que hacerte." Fui directa al grano, esta vez los preámbulos no servirían más que para ponerme más nerviosa. "Dime por favor que el libro lo tienes tú, dime que lo recogiste cuando me atacaron y que ahora está a buen recaudo contigo en la biblioteca" Mi voz temblaba, si lo pensaba racionalmente esto no tenía sentido, no era más que otro libro que contaba historias de vampiros, uno de más tantos cuanto había en nuestra biblioteca.
"¿Cuándo te atacó? ¿De qué hablas Bel?"
"Eso no es lo que importa, ¿tienes el libro o no?" La histeria en mi voz era patente pero parecía que mi amiga no se daba cuenta de lo importante del asunto. Nadie parecía darse cuenta de la importancia del libro de los Volturis.
"Tranquilízate, o vas a recaer. Yo no tengo el libro, se supone que tú te lo llevaste pero después te desmayaste al salir de la biblioteca y un policía te encontró tirada en el callejón. Supongo que el libro lo tendrá el policía o se lo daría al enfermero que te recogió." Emma parecía demasiado tranquila, ¿es que acaso ella no había leído el libro también? Me sentí un poco decepcionada de ser la única con curiosidad por el libro, pero había algo que Emma no sabía y que debía contarle urgentemente.
"Em, yo no tengo el libro, y mi padre tampoco, o al menos no me ha dicho nada. Es sumamente importante que encontremos el libro"
"¿Por qué es tan importante?, es cierto que el libro era bastante interesante pero no sé, te noto como si fuera un asunto de vida o muerte."
"Es que lo es, y no sabes hasta que punto esa noche fue un asunto más de muerte que de vida."
"Cada vez te entiendo menos, ¿Qué es lo que te pasó esa noche para que estés tan enigmática?" Al fin Emma parecía compartir un poco de mi curiosidad y eso me calmó un poco.
"Tenemos que hablar urgentemente, pero a mí aún me queda un día de hospital, ¿tienes alguna posibilidad de dejar la biblioteca un rato?"
"Bueno, si esperas a la medianoche podré ir a hacerte una visita, pero recuerda mi problemilla…" Era cierto, mi buena amiga le tenía pánico a los hospitales y no podría entrar. Eso era un problema, yo estaba en cama y supuestamente no podía salir, pero tenía que hablar con ella fuera como fuera.
"No te preocupes, a medianoche nos vemos en el aparcamiento delantero del hospital, intentaré escaparme." Gracias a dios Charlie se había ido a casa a descansar y no volvería hasta mañana, y en el área de observación no había muchas enfermeras vigilando, menos aún de noche.
"De acuerdo, entonces nos vemos a las 12 en el aparcamiento delantero. No te retrases, sabes que lo paso mal" Había tenido un pequeño problema cuando era pequeña y tuvo que ir al hospital y al pasar por el área psiquiátrica un demente había apuñalado de muerte a su madre por lo que su amiga no había vuelto a poner un pie en un hospital y de solo estar cerca le entraba un ataque de histeria, algo problemático teniendo en cuenta lo propensa que yo era a tener que ir al hospital.
"Hasta entonces pues" Sin más colgó el teléfono, impaciente por hablar con su amiga.
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Buenas! Aquí vengo con mi primer fanfic sobre Crepúsculo, libro que nos tiene a todos las hormonas revueltas! Como veis mi historia poco tiene que con el libro en realidad pero espero que igualmente os guste y me digáis que os parece