I s h i d a S e n s e i

Por: § Alexeigirl §

Capitulo 1.

.-… Por favor… Shimamoto - Sama…no insista…esto no es lo que acordamos, no puedo hacer lo que usted me pide…-

Era temporada de lluvias, y esa noche caía a torrentes sobre la ciudad. Pocos eran los que aventuraban a caminar bajo los caudales de agua que caían en las calles que normalmente eran transitadas por enormes masas de personas deambulando de aquí para allá, sin prestar demasiada atención a lo que sucedía a su alrededor buscando con desesperación un lugar para refugiarse…

Quizás era por eso que nadie prestaba atención a la escena que se estaba desarrollando en plena acera, donde una joven de escasos diecisiete años, trataba de deshacerse lo mas cordial que podía de su ebrio acompañante, quien hacia abuso de su fuerza, estatura y condición para abrazarla toscamente, pegándose a su cuerpo de forma morbosa, mientras que sus labios se deleitaban con el sabor de su cuello y sus manos recorrían su esbelta figura libidinosamente, pensando en su retorcida mente que en realidad, ella estaba disfrutando de tal situación, que su aparente resistencia era hacer mas divertido el juego y aumentar así sus bonos como toda una profesional, después de todo era parte de su trabajo, tenia que hacerse la difícil, pero en realidad sus caricias la excitaban tanto como a el…

Cuando lo cierto era que ella solo lograba sentir repugnancia…de el y de si misma…

.-Vamos pequeña… se buena niña y compláceme un poco…te conviene…te pagare mas y prometo que la pasaras muy bien…soy muy generoso cuando me dan un buen servicio - le decía el hombre con el aliento alcoholizado tras lamerle el oído, mientras sus manos comenzaban a introducirse con saña bajo esa minifalda que tanto odiaba usar…

Quien lo viera en un día normal, le seria difícil imaginar tal comportamiento de un hombre de aparente presencia y posición tan respetable como la que el tenia… en contraste con los nulos modales y la desalineada apariencia que mostraba en esos momentos, y que solo causaban el escalofrió de la chica que lo acompañaba, que trataba de resistirse y solo deseaba, la dejara en paz e irse a casa…

.- ¡¡No!! …entienda por favor…no hago "eso"…solo acompaño…si quiere esa clase de "servicios"…tendrá que buscar otra chica…pero yo no…- protestaba mientras inútilmente trataba de retirar la mano atrevida que acariciaba ya sus piernas sin respeto ni recato alguno, mientras la iba forzando a recargarse en la pared…

.- Oh, Vamos…no digas estupideces…Enkou o Uri…¡¡ambas son putas que abren las piernas por dinero!!...- exclamo el hombre al perder por completo la paciencia, adueñándose de forma bruta de los labios de aquella chica, que se lleno de asco al sentir su lengua tocando la suya y todo lo que podía dentro de su cavidad bucal…

.- ¡Aaaargh!!

.- ¡¡IDIOTA!!

Haciendo uso de todas sus fuerzas, logro zafarse de las lascivas manos tras morder con rabia esos labios que tanto le repugnaron, propinando al mismo tiempo una patada en la entrepierna del hombre con toda la furia y frustración que sentía en ese momento, haciendo que su "Cliente" cayera de rodillas incapaz de soportar el dolor que le había causado…

.- …Mo…¡¡Mocosa estupida!! Ahora veras…- exclamo el hombre tratando de ponerse en pie sin recuperarse del dolor y sentir como el oxido sabor de la sangre comenzaba a llenar su boca…

El individuo, de apellido Shimamoto, deseo arremeter contra la chica por tal atrevimiento, pero antes de que pudiera hacerlo, ella ya corría a todo lo que sus pies le permitían, escapando de el y perdiéndose entre la oscuridad de las calles bajo la lluvia…

.- Ma…¡¡maldito viejo pervertido!!...- gritaba con impotencia mientras corría frotando con desesperación sus labios, intentando borrar la desagradable sensación que le había provocado su "cliente" a quien a pesar de la lluvia, creía aun escucharla maldecirla a sus espaldas, hasta que poco a poco, su voz se perdió sofocada por el sonido de la lluvia que iba aumentando su caída sobre el pavimento…

Corría sin parar, y por mas ganas que sintiera, no iba a permitirse llorar; mas que tristeza, sentía coraje, impotencia…y lo peor era que no podía hacer nada, todo lo contrario, sabia que este incidente le traería consecuencias problemas …después de todo, era un riesgo que sabia podía correr… y lo que le pagaría era una cantidad considerable que necesitaba con desesperación, de otra forma no soportaría esta situación por la que ya había pasado en varias ocasiones…pero ni todo el dinero del mundo, la obligarían a doblegarse y perder su dignidad…o la poca que sentía, ya le quedaba…y dejarse humillar…dejarse utilizar de aquella forma…no…no se permitiría caer así en el fango…

…Al menos aun no…cuando aun tenia fuerza para seguir de pie…y por que era su deber hacerlo, no podía permitirse flaquear…

Sentía sus pies tan pesados como dos lozas que debía arrastrar a cuestas, y el frió comenzaba a adentrarse poco a poco en su piel hasta irle calando los huesos…eran las once de la noche, y el frió nocturno, combinado con las bajas temperaturas que provocaban la lluvia la estaban haciendo tiritar, de seguir en la calle, terminaría resfriada, pero ningún Taxi le hacia la parada estando así de empapada, además en caso de que hubiese alguno que lo hiciera, la tarifa seria demasiado alta considerando la hora y la distancia…así que tomo la primera entrada al metro que encontró para llegar lo mas pronto posible a casa…

…Aunque al entrar al vagón del transporte colectivo, las cosas no fueron mas cómodas…ni mucho menos agradables…

.- No pensara en serio sentarse ¿verdad?, Señorita sea mas conciente, mojara el asiento…

Le dijo una mujer de edad avanzada y gesto autoritario cuando trato de tomar un asiento disponible, las piernas le dolían por lo alto de la suela de los zapatos que llevaba…si no tuviese tanto frió , le habría contestado sin dudar…pero la boca le temblaba demasiado como para siquiera intentar hablar, así que simplemente camino a otro extremo del vagón, mientras murmuraba para si…

.- Maldita Vieja …¡ ¿ A ella que rayos le importa ? !…

Intento tomar otro asiento, pero las personas que estaban al lado parecían verla con igual desaprobación, quizás temiendo que al ir empapada, terminara mojándolos a ellos también…eso la enfurecía, no era justo, ella había pagado al igual que todos por usar el servicio…pero no…estaba muy cansada como para ponerse a discutir con alguien…y en esos momentos parecía que todo el mundo estaba en su contra…

Tendría que aguantar ese hostil ambiente durante todo el trayecto…aun las hostigosas miradas que la observaban sin recato…algunos ojos que la juzgaban por lo empapada y desalineada que se encontraba …y otras que la observaban de lujuriosa forma, al ver como sus ropas, ya de por si sugerentes, se untaban aun mas a su cuerpo adolescente, desnudándola con sus lascivas miradas… así como "su cliente" lo había hecho desde un principio…

.- ¿es que los hombres solo me pueden ver como un objeto para su diversión?...es lo que pensaba cuando un grupo de chicos se acercaron burlones y se ofrecieron a darle "un poco de calor" pegándose maliciosamente a ella, lo que la obligaba a trasladarse al otro extremo del vagón junto a la puerta, mientras les gritaba un ¡Jodanse!

Ya harta de aquella situación; y al menos así ya nadie se acercaría a molestarla…pero eso no evitaba que algunas miradas continuaran posándose en ella…No necesitaba mirar a su alrededor para saberlo…lo sentía, mientras ella posaba sus ojos carmesí en el paisaje nocturno de la ciudad que pasaba a gran velocidad a través de la ventanilla…sabia que aun era el centro de atención de los que se encontraban adentro…podía escuchar claramente los murmullos, las risillas burlonas y los silbidos a su persona…quizás era simple paranoia, pero de igual forma se arrincono aun mas junto a la puerta, abrazándose a si misma con fuerza tratando de proporcionarse un poco de calor y descanso que parecía le era negado, apretando sus labios todo lo que podía para evitar que siguieran temblando por el frió…estaba agotada, y lo único que deseaba era llegar a casa…y saber, que "ella" estaba bien…si era así…todo por lo que tenia que pasar…valía la pena…


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Ya pasaba de la media noche cuando llego a su hogar, un pequeño departamento ubicado en el complejo departamental "Mansión Odaiba". Daba gracias a todos los cielos que ninguno de sus vecinos la vieran en esas condiciones, pues a excepción del anciano matrimonio Tendou, quienes eran los únicos enterados hasta cierto punto de su situación, la relación con el resto de los habitantes del complejo, no era demasiado buena, así que no deseaba mas rumores ni miradas entrometidas de las que ya había a su alrededor, ese era su hogar y el único lugar donde se sentía relativamente segura…donde podía ser una chica normal y alejarse de toda esa basura que tenia que hacer para sobrevivir…

Entro lentamente a su departamento en el tercer piso, todo estaba ya a oscuras y en silencio, suspiro aliviada, significaba que su madre seguramente ya se encontraba dormida…o al menos, tan sumergida en su mundo como para darse cuenta a lo que se dedicaba su única hija desde hace un año ni el lamentable estado en el que llegaba…

Tratando de hacer el menor ruido posible, atravesó sigilosamente la sala, que lucia exactamente igual, a como lo había dejado antes de salir… todo lucia tan confortable, pulcro y en su lugar como todos los días…aunque lo cierto era que hace mucho había perdido el calor que normalmente se siente en un verdadero hogar, pero aun así seguía siendo "su" hogar y seguiría cuidando de el como lo venia haciendo desde ese día…

así que tras quitarse los zapatos para al fin descansar los pies bajo el confort de la alfombra, camino lentamente por la sala sin la necesidad de encender la luz…no era necesario, conocía perfectamente cada rincón de su casa y podía circular perfectamente por ella aun con los ojos cerrados. Silenciosamente, entro a una habitación que apenas era iluminada por la luz del exterior que se colaba a través de las vaporosas cortinas, paso a paso se dirigió hacia la cama que se encontraba en medio de la habitación, mirando con ternura a la persona que dormía profundamente entre las calidas sabanas que la cubrían hasta la cintura…

Su Madre…

Miro su rostro apacible por unos instantes, era agradable verla descansar tan profundamente, parecía que nada sobre la faz de la tierra, era capaz de perturbarla y sacarla de ese mundo de sueños, que seguramente debería de ser maravilloso por la forma en la que una sonrisa se dibujaba en sus labios…

Sora podía darse una idea acerca de lo que trataban los sueños de su madre, y no pudo mas que sonreír tristemente por lo que eso significaba… pues al fin y acabo, solo eran ilusiones que terminarían al despuntar el alba, y continuaría viviendo dentro de esos espejismos que creaba para evadir la realidad…pero si eso la hacia feliz, ella se encargaría de proteger las hermosa Fantasías de su Madre…aunque ella tuviese que vivir en un mundo de pesadillas…

Con todo el amor y ternura que le profesaba, la arropo cubriéndola con las sabanas con la misma devoción como recordaba ella lo hacia cuando era solo una niña noche tras noche…en esos maravillosos e inretornables tiempos…

.- Dulces sueños…Mama…- le murmuro en el oído tras darle un beso en la frente y acomodar ese flequillo que caía en su sereno rostro…

Se disponía a salir, cuando sus ojos se detuvieron en la pequeña cómoda que estaba aun lado de la cama, en ella, además de una lámpara y una fotografía familiar que prefería esquivar por los dolorosos recuerdos que le solían traer…también había una jarra de agua acompañada por un vaso al lado, y alrededor de ellos, varios frascos de medicamentos a medio terminar. Tomo algunos, percatándose de que estaban por quedarse vacíos…

.- Mañana tendré que comprar otro de estos…- suspiro con pesar - …¿por que es tan caro, si no tiene mas de Diez pastillas?…- pensó al dejarlas en su lugar y disponerse a salir de la habitación, no sin antes voltear a mirar a la mujer que descansaba placidamente y con una sonrisa en la cara antes de cerrar la puerta…

Salir de esa habitación era como salir de un mundo que rebozaba de una infinita Paz. Tras darle la espalda a la puerta, una vez mas el frió y en cansancio invadieron su cuerpo y sabia que una ducha caliente no solo calentaría su cuerpo, si no también, le ayudaría a renovar fuerzas para su malgastado espíritu. Una holgada playera blanca con la inscripción 55 en rojo impresa en el, actuaba como camisón, así que junto a una toalla azul, entro al baño…

Un extraño y a la vez lógico habito que había desarrollado durante ese tiempo, era el no verse al espejo después de un día de "Trabajo", ya que cuando lo hacia, el reflejo que le regresaba, no hacia mas que aumentar mas la vergüenza que sentía de si misma…No…aquella visión no podía ser la de la Sora Takenouchi que se supone era… debía ser la de alguien mas que No era ella, esa tenia que ser la explicación…el espejo simplemente devolvía el reflejo equivocado…

Era una mentira…lo sabia….pero repetirse eso la hacia sentir mejor…

El Agua sin duda, era símbolo de renacimiento y purificación, por que debajo de la regadera, mientras las calidas aguas caían por su cuerpo adolescente, sentía como poco a poco volvía a ser ella… como las sucias caricias que le propinaban y esas miradas lascivas, iban resbalando por su cuerpo junto con el jabón, e iban al lugar donde pertenecían, al caño…

¿Por que tenia que vivir eso?…

¿Por que tenia que soportarlo?…

¿Por que tenia que llevar una doble vida?…

¿Por que su vida había cambiado de aquella manera?…

¿Por que tenia que cargar sola con todo?…

¿Por qué?…¿Por qué?…¿Por qué?…

Y si frente a los demás, por muy difícil que fuera la situación, por muchas ganas que tuviera, Sora Takenouchi no lloraba…era dentro del baño y bajo las calidas aguas, cuando nadie podía verla ni oírla, que daba rienda suelta a todo el dolor y soledad que día con día llevaba a cuestas y en soledad…

Fuera de ahí, dejaba a la chica frágil aun lado y volvía a colocarse aquella etérea mascara con la que se enfrentaba al mundo con la cabeza en alto; no podía darse el lujo de llorar demasiado, eso lo sabia muy bien, si se mostraba débil, todo se vendría abajo, y su madre, que dependía absolutamente de ella, también…así que no… debía dejar de lado miedos, dudas…y cualquier sentimiento de debilidad…

Gracias al baño su cuerpo se sentía mas relajado, pero eso no impedía que el agotamiento físico y mental hiciera presa fácil de ella, que lo único que deseaba era meterse entre la suavidad de las sabanas de su cama y dormir perderse del mundo y olvidarse de todo, daba gracias a que todavía faltara una semana para que terminaran sus vacaciones, así que no habría ningún problema si se levantaba tarde…claro según la condición de su Madre se lo permitiera…

Al menos el Dios del Sueño, Morfeo, siempre se había mostrado benévolo con ella enviándole profundos y apacibles sueños para que su cansado espíritu recobrara las fuerzas necesarias para hacer frente a lo fuese lo que le trajera el nuevo día…pan de todos los Días de Sora Takenouchi…

Pasaba del Medio día cuando Sora dejaba la basura en el almacén destinado para el deposito de la misma, mientras lo hacia, rogaba a todos los cielos no encontrarse con la encargada del complejo. Debían tres meses de renta y de no ser por el "Problema" que había tenido con su ultimo cliente tendría ya el dinero que necesitaba y ahora tenia que rogarle por otra prorroga para poder conseguir el dinero…no quería ni pensarlo…estaba segura que ella gozaba cada vez que tenia que implorarle por un poco mas de tiempo, siempre era así, le era claro que no era del agrado de la encargada, quien jamás se había molestado en disimularlo, desde el primer día en que habían llegado a ese complejo no dejaba de verla con malos ojos al igual que la mayoría de los habitantes del edificio, mientras el resto solo las miraban con indiferencia…

Para su mala suerte, alguna que otra vez la habían visto llegar con su ropa de "Trabajo"… y con semejantes prendas encima, no era de extrañar que mas de uno sospechara de donde provenía el dinero con que pagaba la renta y por eso siempre la miraran de pies a cabeza y murmuraran a sus espaldas…o de frente, les daba igual.

De buena Gana, hace mucho hubiera abandonado "Mansión Odaiba", pero desgraciadamente era el complejo departamental mas barato que había encontrado .

.- Buenas Tardes "Señorita" Takenouchi, Que bueno que la encuentro, necesito hablar con su Madre…¿ se encuentra disponible?...o Para variar, ¿se siente mal?

Al escuchar esa aguda voz a su espalda, Sora supo que sus temores se habían materializado. Al Voltear se encontró con Yokko HiroMatsu, una mujer de pálida piel y espigada figura que era enaltecida aun mas por el grueso chongo/moño que coronaba su cabeza y recordaba, según la opinión de Sora, aun panal de abejas…

.- HiroMatsu – San, pero como bien sabe, la salud de mi madre es muy delicada, así que si hay algún asunto que desee hablar con ella, tendrá que hacerlo conmigo si no le molesta – respondió molesta, mas que por la forma en la que había acentuado el "Señorita" al hablarle, lo estaba por la sonrisa discretamente sátira que había usado al referirse a su Madre.

.- Si no hay mas remedio…aunque a decir verdad, hablar con tu madre y hablar contigo es la misma cosa…- fingió murmurar para si, pero se aseguro que esta ultima frase fuera lo suficientemente audible para los oídos de la pelirroja – Bien, necesito que paguen la renta a mas tardar mañana o tendré que pedirles desalojen el departamento.

.- ¡ ¿ Quee ? ! pero el plazo vence en cinco días,

.- Lo se niña, pero en el caso de los morosos no se aplican las tolerancias; esta escrito en el contrato que tu madre firmo, y por si no lo recuerdas, ustedes tienen tres meses de retraso.

.- Si…pero…Hiromatsu-San…por favor…solo esta semana…le prometo que le tendré el dinero sin falta.

Y ahí estaba…ese brillo retorcido iluminando sus rasgados y oscuros ojos, un diminuto mohín en sus labios tratando de esconder la enorme satisfacción que le producía el sentirse superior ante aquella indefensa muchacha que poco podía alegar si quería seguir viviendo en los departamentos que regentaba.

.- Pero niña, si no tienes ese dinero ahora ¡ ¿ Como podrás juntar la renta de tres meses en cuatro días ? !

Por muy odioso que le resultara, ella tenia razón, lo que tenia ahorrado apenas le servia para pagar los costosos medicamentos de su madre, la colegiatura para el próximo curso escolar así como los libros que usaría, y el hecho que también tenia encima la liquidación de un préstamo con el banco que su madre tenia antes de que todo empezara…en resumen, tenia deuda sobre deuda.

.- Claro, quizás si le pides ayuda a tu Padre, no tendré problema en darles una prorroga si el se compromete a que la cuenta será saldada, según se trabaja en una empresa muy respetable y tiene un buen puesto.

¡ NO !

De ninguna manera esa podría ser una opción, Sora se había prometido jamás volvería a pedirle nada a aquel hombre que alguna vez había llamado "Padre", así que le resultaba difícil ocultar su desagrado ante aquella idea, cosa que su regenta noto.

.- Oh, vamos Niña, no estas en condición para orgullos absurdos, pero si tanta es tu terquedad, no me queda mas que pedirles busquen otro lugar que se acomode a su presupuesto.

.- Por favor…solo una semana mas…¡Nada le cuesta!.

Estaba desesperada, sabia que actuando de esa forma, solo se estaba humillando y le daba gusto a aquella mujer, pero si era por proteger a su madre, no le importaba llegar a los extremos…

.- Oigan…¿Qué pasa Aquí?...

Una voz masculina se integro al escenario, y ante ellas hizo su aparición Toshiro Hiromatsu, esposo de la regenta y administrador del complejo departamental. Al contrario de la apariencia de su esposa, Toshiro – San tenia un aspecto bonachón, acentuado por su baja estatura y una extraña aureola que parecía ser el reflejo del sol en su cabeza causada por la alopecia parcial de la que sufría, siempre se le veía de un lado al otro con una sonrisa en el rostro, y se distinguía por el trato cordial que le daba a todos y cada uno de sus inquilinos…

Pero en opinión de Sora… Dios los hacia y ellos se juntaban.

Sin perder tiempo, la mujer explico rápidamente la situación de "Las" Takenouchi a su marido, dramatizando las cosas para hacerle ver la "Gravedad" del asunto.

.- Oh, Vamos Cariño, que no es tan seria la cosa – contesto sosegadamente tras enterarse de los hechos, dejando incrédula a su esposa

.- ¡ ¡ Tres meses, Toshiro ! ! y el reglamento específicamente dice…

.- Se lo que dice el reglamento, yo lo redacte junto con el dueño de estos complejos…pero creo que podríamos ser un poco mas flexibles ¿No te parece?...

.- ¡De ninguna manera! Si los demás inquilinos se enteran, también querrán que les demos una prorroga cada vez que se atrasen en sus pagos.

.-Lo se, pero no veo el por que los demás tienen que enterarse de esto…estoy seguro que Sora-chan no le dirá a nadie – dijo mirando a la pelirroja - y tu cariño,¿ le dirás a alguien?.

.- ¡ ¡ Claro que no ! ! si alguien se enterara, se arruinaría nuestra reputación.

.- ¡Exacto!- afirmo el hombre con una gran sonrisa para dirigirse después a Sora - ¿Crees que podrás pagar por lo menos dos meses de renta?...así te podríamos dar una prorroga para que se pongan al corriente.

.- ¡Definitivamente!, haré lo que sea por conseguir ese dinero Hiromatsu-San – afirmo Sora sintiéndose un poco mas aliviada al ver que le estaban dando una oportunidad.

.- ¡ja!, de "eso" no me cabe la menor duda.

Indignada por la benevolencia que había mostrado su marido Yokko HiroMatsu se retiro no sin antes darle una mirada de desprecio a Sora que había entendido el doble sentido de las palabras de su casera.

.- Bien…¡Todo arreglado!, ¿No estas contenta Sorita?

.- Eh, Si, claro, Gracias por interceder por nosotras HiroMatsu – San, le prometo que tendré ese dinero sin falta…aunque no tengo idea de donde como lo conseguiré.

.- Lo se pequeña, pero no te presiones, si no puedes hacerlo, pasa a mi oficina y ya nos arreglaremos, Solo que no se entere mi esposa, como sabes a veces es algo dura.

Antes de retirarse el hombre, que estaba por concluir sus cuatro décadas de vida, palmeo la espalda de Sora; cosa que hubiese interpretado como un gesto para infundirle ánimos, de no ser por la forma en la lentamente su mano "Masajeo" gran perímetro de su espalda, haciéndole sentir un escalofrió nada agradable por todo el cuerpo. A pesar de su desbordante amabilidad y de su reciente ayuda, había algo que no le gustaba de su bonachón, quien sabe, tal vez su intuición le estaba fallando…otra vez…

.- No importa, ahora tengo que pensar como voy a conseguir ese dinero.

Sora sabia perfectamente cual era una de sus opciones, de hecho la única opción si el pedirle ayuda a su padre quedaba por completo en el descarto…salir a desempeñar su trabajo como Enkou por los siguientes días, así había logrado salir adelante, nada le aseguraba que podría juntar la cantidad que necesitaba en tan poco tiempo.

Pensando en ello, Sora se encamino hacia su departamento…quizás si "trabajaba" desde esa noche, sacrificaba los ahorros que tenia para adquirir sus libros de consulta y empeñaba ese valioso collar que había heredado de su abuela y que hasta ahora se había negado a sacrificar, podría juntar mas o menos la cantidad que necesitaba, pero no estaba segura.


.- ¡Sora!

Apenas llego a su piso cuando Kensuke Tendou, su vecino y una de las pocas personas en las que confiaba totalmente, le salio al paso. La pelirroja no necesito que el anciano hombre le dijera nada, el solo ver su rostro preocupado le basto para saber "Que" era lo que estaba mal, y corriera alarmada a su propio departamento. Al llegar, no le extraño encontrar la puerta abierta, ella misma había dado una copia de la llave al matrimonio vecino, por si ocurría alguna emergencia durante su ausencia…

.- ¡ SHOJI ! ¿DONDE ESTA SHOJI?

.- Kasumi – San, por favor tranquilícese, se hará daño si no se detiene…

Una mujer gritando histéricamente mientras aventaba al suelo cualquier objeto que llegara a sus manos y una anciana que respondía al nombre de Hiroko Tendou tratando inútilmente de detenerla con el tono suave de su voz, fue lo que encontró Sora apenas puso un pie dentro del departamento; el corazón se le encogía al comprobar que la mujer en tan histérico estado era su Madre: Kasumi Takenouchi.

Sin dudarlo, la joven pelirroja corrió hacia su Madre, abrazándola fuertemente para detener con éxito su frenético ir y venir, obligándola a sentarse en el Sofá para evitar que se lastimara, Tranquilizando así a los ancianos, que de inmediato cerraron la puerta al oír las voces de otros vecinos acercarse al hogar de las mujeres Takenouchi…

.- Tranquilízate Mama, por favor…te harás daño si no lo haces…

.- ¡Shoji! ¿Dónde esta Shoji?

Pareciera que no la miraba…ni mucho menos la reconociera, a pesar de que la abrazaba firmemente, y le acariciaba el cabello con toda la ternura y preocupación que podía para poder tranquilizarla, sora podía ver que en esos momentos solo había una cosa en la mente de su Madre…

Shoji Arisawa… era su padre, del cual en el momento en que había abandonado a su madre, había renegado de su apellido.

.- Kensuke – San, por favor vaya a la habitación de mi Madre y tráigame un frasco pequeño con capsulas Rojas y una caja verde.

Sin chistar, el anciano se encamino tan rápido como sus seniles pies le permitían hacerlo, mientras su esposa se dirigió a la cocina por un vaso con agua, suponiendo que los medicamentos que había pedido su joven vecina, se trataban de calmantes que tranquilizarían a la mujer.

.- Mama…por favor…deja de pensar en mi Padre, no lo necesitamos…me tienes a mi, ¿no te basta?...

Sabia que en ese momento, sus palabras eran sordas a los oídos de su Madre, así que mas para ella, sus palabras eran para si misma…

¿Es que nunca podría llenar el hueco que había dejado su Padre?

¿Alguna vez existiría de nuevo a sus ojos?

¿Tendría algún día a su madre de regreso y podría sacarla de ese mundo de fantasías en el que se había encerrado?...

Preguntas difíciles de contestar…pero lo mas triste era saber que no serian respondidas por nadie, no había nadie que la confortara, y aunque fuese una mentira, la abrazara y le susurrara al oído que todo, tarde o temprano, se solucionaría.


Fue una media hora extenuante tanto para Sora, como para la anciana pareja que no se despego de ella hasta que la mujer se tranquilizara y el Doctor que la atendía, Kazuya Deguchi

llegara a revisar Kasumi Takenouchi. Sora estaba agradecida por tenerlos por vecinos que mas de una vez le habían ayudado tanto como podían.

.- ¿Qué Paso Doctor?...hace algún tiempo que Mama no sufría un ataque así, y le juro que ha tomado su medicamento sin falta, de hecho, había amanecido bien, no se mostraba inquieta o ida como en otras ocasiones antes de un ataque…

.- Me temo Señorita Takenouchi, que la condición de su Madre esta empeorando, el medicamento que le he recetado hasta ahora para estabilizar la mente de su Madre parece estar perdiendo efecto, y esto es porque su subconsciente esta en constante lucha con evadir la realidad y enfrentar las cosas… de seguir así, estas crisis gradualmente aumentaran…

.- Y entonces…¿Qué podemos hacer?...¿cual seria la solución?...

.- La solución definitiva…usted sabe cual es…internar a Takenouchi-San en un Psiquiátrico…yo puedo seguir atendiéndola como hasta ahora, pero su caso es complejo, necesita un especialista…

.- ¡¡No!!, de ninguna manera internare a mi madre en un manicomio, el encierro terminaría por desquiciarla y…y separarme de ella…¡usted sabe que no puedo costear algo así!…¿no hay otra forma?...

El Medico suspiro pesadamente, sabia que su clienta contestaría algo así, pues desde un principio se había negado a internar a su Madre, sabiendo que un psiquiátrico seria la mejor opción, también sabia que había consultado otras opiniones medicas y todas le recomendaban lo mismo…solo que a diferencia de sus colegas, el había dejado de insistir en el asunto.

.- Bien…entonces tendremos que aumentar las dosis y administrarle un medicamento mas fuerte, aunque le advierto que es igualmente mas, de igual manera, le aconsejo que hable con su padre, el podría ser un aliciente para la pronta recuperación de Takenouchi – San…

.- Ese es otro asunto que no tiene discusión doctor…y no crea que es por mero egoísmo y orgullo, en un principio claro que pedí su ayuda, pero el simplemente se negó - recordó con tristeza y rencor - así que no importa que tan caro sea el medicamento, el como consiga el dinero es cosa mía, yo no abandonare a mi Madre por nada del mundo.

Kazuya Deguchi, observo por unos instantes a aquella joven con admiración y algo de lastima, era una pena que siendo tan joven, cargara con semejante responsabilidad. Y solo Dios sabia lo que hacia para costear los caros medicamentos, así como pagar sus honorarios…aunque claro…el como lo hacia, no era asunto suyo.


… Dinero...

¿Por qué todo en este mundo su tenia que arreglar con Dinero?...Si alguien había dicho que e amor mueve montañas, o movía el mundo…no era mas que un estupido idealista…como ella alguna vez había sido…

Por Amor su Madre se encontraba en ese estado tan lamentable, por Amor ella había conocido la soledad, el dolor de la traición y la Humillación.

Y por Amor, haría lo que fuera por su Madre, y estaba conciente de lo que ese "Lo que fuera" significaba y no daría un paso atrás por ello…si esa era la solución a sus problemas económicos…lo haría…después de todo, así había comenzado con todo aquello…

Lo había pensado tantas veces, y se había negado rotundamente a hacerlo, pero en esta ocasión era su única salida.

.- Bien Sora takenouchi…has pisado fondo, esta noche venderás mas que tu compañía a los hombres…Hoy vendaras tu cuerpo y mas te vale que lo hagas por un muy buen precio…-

Le decía a su "Yo" que se reflejaba en el espejo, quizás por que al verse frente a frente, era como pensar que era otra persona la que estaba por cometer el error mas grande de su vida, al venderse tal cual mercancía al mejor postor…

Si…así era…seria otra Sora, la que lo haría…No sora Takenouchi, la que lo haría…

Si, esa noche dejaría de ser una Enkou, para convertirse en una Uri…y si era necesario, vendería su alma al mismo Diablo…


Glosario.

Enkou. Hasta donde tengo entendido, es salir con alguien a cambio de dinero, pero NO incluye sexo, quizás solo algo de manoseo…

Uri: Prostitucion en toda la extensión de la palabra.

Notas de la Autora:

Hola a todos, ¡¡Cuánto Tiempo!!.

En esta ocasión vengo a presentarles mi nuevo proyecto, Ishida Sensei. Es una idea en la que ya había estado trabajando desde hace algunos meses junto con otros proyectos, pero que no había podido materializar por que el concepto en general no me convencía, así que a sido borrador tras borrador para este primer capitulo, pero la idea ya esta mas que pulida.

Teniendo en cuenta el Titulo y quien es el protagonista de este primer capitulo, no es muy difícil imaginar quienes son los personajes principales ¿verdad?...Para variar - - U. Como prácticamente todos mis fic, esta historia se desarrollara en un AU(Universo Alterno), pero en esta ocasión las personalidades estarán un poco fuera OoC(Fuera de personaje, vaya, aun no me acostumbro a toda esa terminología U) quiero pensar que mas bien llevare sus personalidades a los extremos, en vez de cambiárselas, pero bueno, eso es algo que ustedes decidirán si logra hacer o no. En esta ocasión, Sora, personaje que usualmente se encarga de cuidar a los demás, a veces olvidándose de si misma, se sacrifica con tal de proteger a su madre.

Para el Próximo capitulo, de una vez les aviso, habrá Lime, y será la otra mitad del eje a partir del cual se desarrollara esta Historia, que espero de inicio, haya sido de su agrado. Así que ya saben, estoy abierta a cualquier tipo de comentarios, excepto flammes, criticas, observaciones, y demás…y si no les gusta, pues por favor, también háganme saber por que no les gusto.

De antemano, Gracias por su atención y tiempo, y hasta la próxima…

Atte. § Alexeigirl §

Que por motivos de Salud, la han obligado (¡por que me obligaron! TToTT) a tomarse un largo descanso laboral y ahora tiene mucho tiempo libre.