¡HOLAA A TODOS DE NUEVO!

Lo primero, y por no perder las buenas costumbres, sentimos mucho, mucho la tardanza, pero es que necesitábamos unas vacaciones de fics XD jajaja, además Sandri se quedo sin portátil y si Sandri no escribe no hay nada que hacer ajaja, pero bueno ahora hemos vuelto con las pilas recargadas eso y lo tremendamente aburrido que es la época de exámenes… ¬¬U

Bueno no nos vamos a poner nostálgicas como en el capitulo anterior… porque ya sabéis que os adoramos, y todo lo demás, sobretodo MUCHISIMAS GRACIAS POR LAS RR (Nos hacen muy felices y nos ayudan mucho a seguir escribiendo) si no os contestamos alguno, lo sentimos es que algunos nos dieron error…

Por lo demás y como muchos nos habéis preguntado por el nuevo fic os diremos que al menos a día de hoy todavía hay esperanza para un Sasusaku basado en la historia ( no tenemos mucha fe en el final porque este hombre, Ksihimoto, nos hace unas cosas… ù.ú* y kakashi?!! Y Hinata?!!!!!) Asique ya tenemos nuevo fic: La esposa virgen, Ya sabemos que hay una telenovela que se llama así, pero no tiene nada que ver (prometido), lo empezamos desde hace un mes o así, pero queríamos colgarlo junto al epilogo, aunque como aun le falta un poquito de forma y Sandri le prometió a alguien que colgaría el epilogo nada más tenerlo pues lo colgaremos dentro de poquito.

Por lo demás a los que no quieran leer nada más nuestro deciros que ha sido un placer y que os cuidéis mucho! Sin más os dejamos el epilogo n.-


Epilogo

Joder, ¿Por qué Tsunade no le había exiliado? Por decimoquinta vez ese año una vena se hincho en la frente del moreno, aquello era demasiado, en los cuatro años que llevaba como sensei nunca, jamás, había visto a tres idiotas como aquellos, podría matarlos tan fácilmente… Sasuke suspiro y se metió las manos en los bolsillos, no podía matarlos, Sakura se enfadaría, y en su estado se enfadaría aun más, en el último mes de embarazo su querida esposa tenía una revolución de hormonas, con su anterior hijo le había dado por llorar por todo, y dios sabía que Sasuke no estaba preparado para volver a verla llorar porque se le había caído una tostada al suelo…

-¡Yo lo hago mejor!

-Eres un estúpido creído, yo soy mejor.

-Sois estúpidos los tres, la que mejor lo hace soy yo.

Sasuke miro a los tres niños de doce años que se tiraban de los pelos y tomo aire de nuevo, sería tan fácil matarlos… en fin, el destino le había castigado con tres niños idiotas que no hacían más que pelear entre ellos para demostrar quién era el mejor en todo… una débil sonrisa cruzo su rostro, curioso.

El moreno se movió a la velocidad de la luz, antes si quiera que los niños supieran que pasaba Sasuke los tenia sujetos por los uniformes .

-Nada de peleas entre vosotros, guardar las fuerzas para las misiones.

Los tres niños bajaron la cabeza avergonzados mientras Sasuke los soltaba, señor, ¿Cuándo maduraban los niños? Su hijo de cuatro años era más maduro que estos tres imbéciles. O al menos no era tan tonto.

-No te preocupes Sasuke sensei, somos los tres ninjas más fuertes de Konoha, las misiones serán pan comido.

El pequeño castaño sonrió a su compañero con autosuficiencia.

-Claro, además te tenemos a ti, eres una leyenda.

Los ojos negros del ninja observaron a la niña que lo miraba ensimismada , ¿leyenda? ¿él? ¿Cómo iba a ser una leyenda un hombre que había intentado matar a todo ser vivo que habitaba Konoha? ¿un hombre que había abandonado a todos aquellos que significaban algo para él?, se metió las manos en los bolsillos y dejo que una suave corriente de aire moviera su oscuro cabello mientras recordaba lo que era sentirse un muerto en vida, él no era una leyenda, los que lucharon contra él lo eran, defendiendo sus hogares contra monstruos casi invencible, porque eso había sido él, un monstruo…

Imágenes de soledad atravesaron su mente, su infancia, su búsqueda, su venganza, su locura…, y aquellos ojos verdes que lo salvaron de la oscuridad, ella era su héroe, las imágenes se tornaban más cálidas, más cercanas, Sakura, su sonrisa, su hijo… dios, era más de lo que merecía, lo sabía, pero aun así… sentía calor en su alma. Estaba vivo.

-¡SASUKE¡

El moreno y los tres niños pestañearon al oír el atronador sonido procedente de entre los árboles. Un rubio vestido de jonin con un jersey naranja se dejo caer sin cuidado frente a ellos.

-Naruto sensei…

Genial, si tres idiotas eran pocos… cuatro era más de lo que podía soportar.

Naruto sonrió a los niños.

-¡Hola enanos! ¿Qué tal con el profe?

Sasuke alzo una ceja y miro para otro lado rogando paciencia.

-¿Es muy serio verdad?

Una vena palpito en la frente del moreno, ¿Serio? ¿Qué esperaba? Era un maestro de tres idiotas, no había nada gracioso en ello.

-Y exigente.

La vena volvió a palpitar, ese enano no sabía lo que era una exigencia, lo iba a tener entrenando tres días seguidos.

-Y cruel…

La vena se agrando. ¿cruel? Si casi no los castigaba. Solo les hacía ver sus defectos.

-Oh, pero es muy inteligente.

Bien por la niña, Sakura tenía razón no era tan malo tener una niña.

-Es muy callado y autosuficiente, además grita por nada y no expresa ningún sentimiento.

Una ceja negra se alzo, eso no lo había dicho uno de los niños incompetentes… ¡Maldito Naruto Idiota! Todavía tendría que darle una paliza… aunque claro eso supondría lidiar luego con dos embarazadísimas mujeres, y con la suya ya era suficiente, como para tener que explicarle a Hinata porque la había dejado viuda… ¡maldita sea¡

-Naruto.

-¿Sí?

Puto rubio idiota ¿Por qué le sonreía después de decir todo aquello sobre él?

-¿Qué haces aquí?

Naruto dejo de sonreír un momento y se quedo pensativo, como si no recordara muy bien que le había llevado hasta allí… Paciencia, era lo único que pedía el moreno, ¿Cómo se podía ser tan idiota? Un segundo antes de que la paciencia de Sasuke se consumiera; el rubio reacciono, sonrió de medio lado rascándose la nuca, malo, algo quería…

-Oh, bueno me preguntaba cuando acabarías el entrenamiento con los chicos…

Sasuke frunció el ceño.

-No te importa.

Naruto lo miro sorprendido.

-Sí me importa.

La vena volvió a latir.

-No, no te importa.

Naruto frunció el ceño a su vez.

-Claro que me importa, si no no habría venido hasta aquí.

Sasuke agudizo la vista.

-¿Y por qué te importa?

Naruto abrió la boca y la volvió a cerrar. Bingo, asique había una razón por la que el cabeza de melón estaba allí.

-¿Y eso que más da? Eres mi amigo acaso no puedo preguntarte cuando acabas…

-No.

La cara de Naruto se tornó colorada.

-¡Maldito cabezón! Ya te he dicho que era solo por saberlo.

Sasuke se cruzo de brazos.

-Y yo te he dicho que no te importa.

-Y yo te he dicho que si no me importara no te lo preguntaría.

Jin, observaba la escena fascinado, nunca había visto nada igual, él y sus dos compañeros de equipo estaban en medio de lo que parecía una guerra entre los dos senseis, era como ver un partido de tenis, solo que Narutosensei estaba rojo de furia y Sasuke Sensei apretaba tan fuerte las mandíbulas que parecía que en cualquier momento se iba a romper los dientes. ¡Era genial¡ los demás no se lo iban a creer, estaba viendo al mítico equipo 7 en acción, bueno faltaba la esposa del sensei pero la doctora estaría en el hospital, tenía que haber sido genial ser un chonin cuando lo eran ellos, entonces sí que era divertido, conspiraciones, reinos enfrentados, Kubys, el valiente Naruto, el invencible Uchiha, la maldición de Madara, Jo, eso sí que eran buenos tiempos para los ninjas, ahora las misiones eran un rollo, proteger un puente, o un diplomático… eso eran juegos de niños.

-¡¡Eres un idiota!!

-Mira quien fue hablar…

-Es que tanto te cuesta decirme una jodida hora.

-Tanto te cuesta a ti decirme por qué lo quieres saber.

-La madre que lo… - Naruto bajo los brazos en señal de rendición. -Sakura me matara…


-Claro que Sasuke no sospecha nada.

La rubia se apoyo contra la encimera blanca de la cocina con mirada desconfiada.

-Por amor de dios Sakura, Sasuke siempre te coge en todas las sorpresas, eres como un libro abierto.

Los ojos verdes de Sakura relampaguearon.

-¡¿Qué?! – Apoyo sus puños en las caderas- Eso no es verdad. Yo puedo ser tan cerrada para Sasuke como se me dé la gana.

La puerta se abrió y Karin pestañeo tras sus gafas mirando a Sakura de los ojos al abultado vientre, y aparto la vista con indiferencia mientras entraba del todo en la cocina.

-Sí, claro, solo hay que verte.

Sakura frunció el ceño, pervertida, no era esa clase de cierre, para ese ella…, bueno para que engañarse, ¿Quién iba a querer cerrarse en ese sentido teniendo un marido como Sasuke? Para ser del todo sincera, la verdad es que normalmente era ella quien lo buscaba a él… ¡maldición¡ Sasuke la había acabado volviendo una ninfómana en potencia… ¡pero podía darle sorpresas¡

-Déjalo Sakura- la voz de Ino resonó en la cocina con un toque de ironía- ¿recuerdas lo que ha pasado en todos sus cumpleaños? Ni siquiera pestañea cuando nos ve gritar sorpresa, es más un año trajo el la tarta…

-Eso fue culpa de Naruto, era él quien tenía que…

-No siempre es culpa del imbécil rubio- Karin rio- ¿Recordáis cuando Sakura preparo una cena para decirle que estaba embarazada de nuevo? Sasuke ya lo sabía desde una semana antes y te llevo un ramo de flores a tu consulta esa mañana. Asúmelo, no le puedes ocultar nada.

-Aquello fue diferente, me veía vomitar, es…. Es intuitivo.

-Entre otras cosas. Asúmelo, da igual lo que digas, o lo que hagas Sasuke siempre te lleva ventaja.

Los ojos verdes de Sakura se achicaron, ¡medición! Su marido no siempre la llevaba…

-Bueno, esta vez será diferente,¡¡os demostrare que puedo sorprender a mi marido!!

Ino y Karin se miraron divertidas, era obvio que ninguna confiaba en ella…

-Sa…Sakura- La débil voz llego desde la entrada de la cocina, y las tres mujeres se volvieron sorprendidas, por amor de dios, ¿Cómo podía Hinata ser tan silenciosa? Seguro que sorprendía a Naruto constantemente- ¿puedes calentar el biberón para Minato?

Sakura sonrió y acepto el biberón blanco que sujetaba la morena entre las manos, desde que era madre Hinata se había volcado en su pequeño diablillo rubio, no es que el niño fuera malo, con 13 meses ningún niño es malo, era simplemente… inquieto, siempre estaba andando con aires patizambos por cualquier lugar, normalmente siguiendo a su hijo, que parecía encontrar una extraña satisfacción en fastidiar al pequeño, la última vez que lo había metido en la nevera el pobre chiquillo había estado dos semanas acatarrado, por supuesto Sakura había regañado al pequeño Uchiha, pero ese brillo en sus oscuros ojos la hacía presagiar que no sería el ultimo electrodoméstico que el pequeño iba a conocer por dentro…

-Mira un alma buena.- Sakura pestañeo mirando a su amiga- Hinata ¿Tú crees que este año Sakura conseguirá sorprender a Sasuke?

Los ojos verdes de Sakura observaron el sonrojo de la morena.

-Bu..bueno yo… creo que es muy bonito que siempre intentes darle una fiesta sorpresa pero… Sasuke siempre acaba descubriéndolo… aun así, estoy segura que aprecia tu esfuerzo.

Eso no era lo que Sakura quería oír…

-Decir lo que queráis este año Naruto y yo nos hemos entrenado duro, hemos aprendido de los errores pasados, creerme este año Sasuke no se espera nada.


-Recuerda hacerte el sorprendido o Sakura se disgustara mucho.

Sasuke tomo aire frente a la puerta de su casa, ni si quiera se había acordado de su cumpleaños aquel día, pero ya se imaginaba que Sakura planeaba algo, siempre lo hacía, no es que le importara que su mujer le preparara una fiesta, pero de otra clase, había sido un día largo, y aguantar ahora a lo que su mujer llamaba "amigos" comiendo y bebiendo mientras él intentaba parecer agradecido era muy costoso. Sonrió a desgana recordando la última sorpresa que había arruinado a su esposa, estuvo sin hablarle dos horas completamente ofendida, sí, lo mejor era hacerse el sorprendido, pero… ¿Cómo se hacía eso? ¿abriendo mucho los ojos y poniendo cara de tonto? Eso es lo que hacia Naruto cuando veía el rammen a mitad de precio y parecía felizmente sorprendido… ¿Tenia que parecer idiota para hacer feliz a su mujer?

Los ojos negros de Sasuke miraron las paredes blancas de su casa, Sakura las había pintado de ese color, decía que el negro era muy lugre, desde el día de su boda sabia que esa mujer tenía un problema con ese color, pero tenía que reconocer que era bastante agradable, sobretodo el olor y el color de las flores y plantas que había plantado donde antes no había más que arena y ceniza, parecía… no, era su hogar, dios, tenía un hogar…

-¿Listo?- Sasuke dio un paso adelante y Naruto se detuvo- eh- Sasuke lo miro- Feliz cumpleaños.

Sasuke miro por el rabillo del ojo al rubio sonriente con cara decidida que sujetaba el pomo de la puerta. Sí, tenía un hogar, y maldita sea, tenía amigos. Dios sabría por qué, tenía amigos, estúpidos mayormente pero amigos.

Sasuke afirmo con la cabeza. ¿Por qué no? Valía la pena ser un idiota si estabas rodeado de idiotas que te importan.


Los ojos oscuros de Shin observaron en silencio el ruido del pomo de la puerta. Menuda tontería estar todos esperando a que su padre entrar para gritar sorpresa, nunca se sorprendía. Shin sonrió orgulloso, su padre el hombre más listo del mundo, nadie podía engañarle, no había nadie como él.

Las oscuras cejas de Shin se juntaron débilmente al notar como algo tiraba de su camiseta, ¿pero qué? Sus grandes ojos de volvieron y la decepción lo inundo cuando vio el pelo de punta rubio del enano. ¡Que cosa más latosa de niño¡ si se ponía a hablarle arruinaría la sorpresa y su madre se enfadaría … ¡idiota¡

Menos mal que siempre iba bien preparado, su padre siempre le decía que lo más importante para ser un buen ninja era adelantarse al enemigo, una sonrisilla picara surgió en su rostro mientras metía la mano en bolsillo de sus pantalones cortos y sacaba un rollo de cinta adhesiva, con eso bastaría…


Ino miraba nerviosa de un lado a otro en la oscuridad, sus ojos azules no podían posarse sobre su novio ¿Cómo se lo iba a decir? Miro la cara sonriente de Kiba, dios, seguía siendo igual que cuando eran pequeños con aquella sonrisa sincera en el rostro, seguro que él era el único junto con Sakura que aquello le hacia la más mínima ilusión, hasta el hijo de esta estaba "jugando" con el enano rubio.

Ladeo la cabeza mirando a los dos pequeños en las sombras, eran bastante monos, aun recordaba a Shin de bebe, tan rosa, tan pequeño, oliendo a papilla, como Sasuke se había empeñado en cambiarle pañales, darle biberones, Ino sonrió, y eso que la primera vez que lo vio no quería cogerle por miedo a romperlo o a que se le callera, una pequeña risa subió por su garganta al recordar como lloro Naruto cuando Sasuke le informo que no se fiaba de él para sostener a su hijo, el pobre idiota no había podido sostener al pequeño Uchiha hasta que este tenía tres meses y sin el consentimiento de su padre.

Claro que también se despertaban en medio de la noche, y cuando comenzaban a caminar rompían todo a su paso, por no hablar de la tendencia del hijo de Naruto a meterse dentro de los electrodomésticos…

Noto una presión en la mano y trago saliva mientras desviaba la vista hacia Kiba que la miraba con ojos ilusionados. ¿Cómo se lo tomaría? ¿Y si no le hacía ilusión? Tomo aire, se lo tenía que decir, no tenía sentido seguir callada, antes o después lo notaria, no es que fuera muy listo, pero esas cosas… esas cosas no podían ocultarse, antes o después descubría que dentro de siete meses tendrían un hijo.


Suigetsu bostezo de nuevo, joder con la estúpida de la embarazada, tenía que celebrarlo todo, que si fiesta del bebe, cumpleaños de uno, de otro, aniversario, navidad… Dios parecía un anuncio de grandes almacenes todos juntos rodeados de comidas y regalos… Bahhh, quien los había visto y quién los veía ahora, el gran equipo que había atemorizado a todo el mundo cambiando pañales y comiendo tartas de chocolate, por amor de dios ¿no era suficiente malo tener que dar clases a niños descerebrados?

Su entrecejo se profundizo se suponía que él iba a ser un gran ninja, temido por todos, respetado, con éxito en la vida, y ahí estaba en casa de su…, sus ojos se abrieron sorprendidos, su amigo…, miro alrededor y vio a la gente que lo rodeaba, gente a la que antes no hubiera soportado y con la ahora no solo convivía, sino que viva… Karin lo miro curiosa a traves de sus gafas cuando sus ojos se debieron en ella. Había que joderse, por si el infierno no fuera suficiente maldición se había enamorado de la puta fea de los cojones, no solo eso llevaba años enamorado de la puta fea de los cojones. Mierda, incluso últimamente se había estado planteando la reproducción con la puta fea de los cojones a la que amaba.

Joder.


Sakura miro extrañada al peliblanco que apretaba fuertemente los puños con cara de desesperación, no podía creerse que estuviera tan entusiasmado con aquello, siempre solía maldecir cuando Sakura lo invitaba a cualquier fiesta, sonrió complacida, ya sabía ella que tras esa fachada de gruñón resentido había un hombre familiar y bueno, sus ojos se achicaron, sí, ahora solo faltaba que el gruñón y la asquerosa se casaran, ya haría ella algo para que esos dos llegaran a buen puerto, a fin de cuentas, y sin explicación posible, parecía que se querían…

El sonido del pomo de la puerta detuvo sus planes de boda y la hizo contener el aliento, ya sabía ella que nadie confiaba en que Sasuke se sorprendiera en absoluto pero ella tenia fe, ella y Naruto habían trazado un buen plan, sí, esta vez no se enteraría hasta cruzar el umbral. Sakura sonrió, ya sabía que Sasuke no creía en esas reuniones, pero…, se toco el abultado vientre sonriendo y miro alrededor con los ojos empañados. Habían pasado por tantas cosas, cada uno de los que estaba presente podía enseñar una cicatriz que mostrara porque aquello resultaba imposible de creer, mil fracturas y batallas por las que no deberían estar unos al lado de los otros, heridas que mostraban lo peor de sus vidas… y sin embrago… y sin embrago hay estaban años después hombro con hombro, con una causa común, aunque no todas creyeran en ella, todos unidos bajo el mismo techo celebrando el día en que había nacido la persona a la que tiempo atrás habían querido matar. Se acaricio el vientre, y que ahora amaban… El futuro siempre era sorprendente, una lagrima callo de sus pestañas al pensar en que hubo un día en que todo aquello la hubiera parecido demasiado pedir… dios mío, si hubo en tiempo en que solo pidió un segundo más de vida… y ahora ¿Qué podía pedir? Daba igual las vueltas que dieran el destino, los baches, las heridas, las cicatrices del pasado, el futuro era algo sorprendentemente hermoso al lado de las personas que amaba.

El pomo giro y la puerta se abrió, justo cuando sus ojos se cruzaban con los de su esposo y la gente gritaba a la vez:

-¡¡SORPRESA!!

Por los ojos de su marido supo que algo había fallado busco rápidamente a Naruto con la mirada, MIERDA, INUTIL.

-NARU…..!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH¡¡¡¡¡¡¡

Un dolor agudo de parto la paralizo e hizo que todos se volvieran a observarla, Sasuke corrió a su lado y en sus ojos Sakura vio sorpresa, sorpersa de verdad al entender que su hija iba a nacer; y el dolor desapareció en gran medida dejando paso a una sensación de victoria. Dios, el futuro siempre era sorprendente y a su lado siempre sería maravilloso.


¡Vale ahora sí que ya hemos acabado! El próximo fic intentaremos colgarlo mañana o pasado a más tardar esperamos que os haya gustado y perdón por las molestias.

Y ya sabéis para lo que queráis RR que siempre las tenemos en cuenta ;)

MUCHOS MUCHOS BESITOS