Bola 8

El ambiente se había tornado tenso, según Lady y divertido, según Dante. Se habían estado mirando durante los últimos 15 minutos, sin dirigirse la palabra. El muchacho decidió entonces romper el silencio, ya que se estaba comenzando a aburrir.

—Bien muñeca, debes cumplir.

—Debes estar bromeando. —La chica lo miró con el ceño fruncido. ¿Acaso hablaba en serio? ¿Tan descarado podía llegar a ser ese maldito y sexy demonio?

¿Sexy?

Definitivamente estaba enloqueciendo.

— ¡JA! ¿Piensas que te dejaré ir?—Se acercó a ella y la acorraló contra el escritorio. —Verte celosa es muy excitante, ¿lo sabías? —Continuó, susurrándole al oído y haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo de la caza demonios.

Lady desenfundó una de sus armas y le apuntó en el mentón.

—Quítate, Dante.

El ojiazul lanzó una risotada burlona, mientras que con una de sus manos tomó el rostro de ella. Se le acercó con ademán de besarla y Lady le corrió el rostro.

Sí, exactamente como en la biblioteca del Temen Ni Gru.

Mierda.

Carajo.

Un tiro.

¿Le había disparado? Sí, y también se había liberado de su acorralamiento.

La morocha continuaba apuntándole directamente a la cabeza del joven Sparda. Éste bufó molesto y escupió la bala anteriormente disparada.

—Sí que eres complicada.

— ¿Pensaste que iba a ser alguien fácil? Te equivocas.

—Deja de apuntarme. De todos modos sabes perfectamente que no me harás nada.

—Puedo intentarlo. —Dante comenzó a acercarse de nuevo hacia ella, mientras la chica no dejaba de dispararle y retroceder. Llegó un momento que quedó contra la pared, aún disparándole al mitad demonio y sólo consiguiendo mínimas heridas que cicatrizaban al instante. Él, al llegar donde ella estaba, con una mano tomó el arma y con la otra la muñeca de la muchacha.

Lady bufó molesta.

— ¿Terminaste? A veces me desesperas.

—Aquí el único desesperante eres tú.

—Te encanto, lo sé.

—Cierra la boca.

—Te besé.

—Te quité.

—Quieres que lo haga de nuevo.

—Inténtalo y serás demonio muerto.

En ese instante Dante tiró el arma al suelo, la sujetó fuertemente de la cintura con una mano y con la otra la acercó por la nuca. Sus rostros estaban a escasos centímetros de distancia. Lady respiraba dificultosamente. Diablos, que sexy era ese maldito demonio. ¿Qué carajo? ¡Debía controlarse!

Él, por su parte, también respiraba entrecortado pero sonreía con pura satisfacción. Esta vez sí que no se le iba a escapar.

— ¿Aún crees que me matarás si vuelvo a besarte?—Susurró en el oído de ella. Se estremeció al oírlo. Dante pasó su lengua por el cuello de la muchacha de forma seductora.

Al carajo el control

Lady de un tirón se acercó al cuello del Sparda y comenzó a morderlo, lamerlo y besarlo con desespero. Esto hizo que el muchacho se excitara mucho más de lo que ya estaba.

La tomó de las piernas y la subió a su cintura, de modo que pudiese quedarse enganchada de ella. Ahí la besó salvajemente, probando cada uno de los recovecos de la boca de Lady. La chica, por su lado, mientras correspondía el beso entre gemidos comenzó a arrancarle la chaqueta roja característica del hijo de Sparda. Dante no desaprovechó la oportunidad y, de un tirón, le quitó la camisa, dejando ver algo que realmente no se esperaba.

— ¿No… traes… sujetador?—Preguntó el chico entre beso y beso. Ella sonrió y cortó el beso.

— ¿Acaso eres ciego?

—Maldita seas, Lady. Si lo hubiese sabido antes, en aquella biblioteca no te habría salvado ni el mismísimo Vergil.

La chica de ojos bicolor sonrió y mordió el lóbulo de la oreja del muchacho, antes de susurrarle un 'puedes desquitarte ahora, chico demonio'.

Un señor y su hija entraron al gran Devil May Cry, donde se sentaron a esperar al dueño. El hombre desvió la mirada al suelo, donde se hallaban una chaqueta, una camisa de mujer y hasta un bóxer.

Luego, la hija de unos 16 años lo miró y le hizo señas para que se fueran.

—Papá, creo que el señor esta muy ocupado en este momento. ¿Por qué no vamos a predicar la palabra de Dios a otro sitio? —Susurró antes de que se escucharan gemidos y jadeos provenientes de otra habitación.

—Ah, ¡Dante! —Gritaba la voz de una chica.

—Me encantas, muñeca. —Le contestaba la voz masculina.

Sí, el señor estaba muy ocupado.

El hombre y su hija se retiraron; él muy avergonzado y ella muerta de risa.

—Eres insaciable, Dante. —Comentó la chica. Ambos estaban en la cama de él, totalmente desnudos y cubiertos por una sábana.

—Tú no te quedas atrás, ¿eh?

Ella sonrió un poco sonrojada y le desvió la mirada, un poco entristecida. Dante se percató de este cambio y la tomó del mentón para obligarla a que lo mirase.

— ¿Qué ocurre, muñeca?

Lady suspiró.

— ¿Qué pasa si te digo que estoy enamorada de ti?

Bien, ya está. Ya lo había dicho. ¡Primer premio a la idiotez para ella!

El joven Sparda sonrió satisfecho y acercó su rostro al de la muchacha.

—Entonces te interesará saber que me vuelves totalmente loco y que me alegra saber eso, hermosa. —Concluyó antes de besarla otra vez.

Ambos sabían perfectamente que la reciente noticia vendría con una celebración…

Y también sabían cómo celebrarlo.

·: Chapter Two, Complete :·

Bueno, después de cómo 1500 años de haber publicado la primera parte, acá les dejo el final. Perdón por haber tardado tanto, ¿me creerían si les digo que tuve un completo bloqueo mental? Espero que sí D:

Mucho no me convence cómo quedó, pero tampoco lo odio haha.

Gracias a todos/as por los hermosísimos Reviews que me fueron dejando, fue un gran aliento para terminarlo :D

En estos días ya van a tener la continuación de "She's Bled' y un nuevo Drabble de "Ojos bicolor Vs. Ojos celestes" Así que estén atentos/as y ¡gracias de nuevo!

Los ama,

Emi.

P.D.: Háganme saber su opinión acerca de éste, ¿Sí? :D

©2011 ~Emi.

©2011 ~Capcom.