Destinados por equivocación

Capítulo 23: "Pelea entre hermanos. Viejas memorias"

"Te enseñaré, Kakarotto, lamentarás… ¡NO HABER ACEPTADO MI OFERTA!" gritó el saiyajín de la larga cabellera al tiempo que con toda velocidad se lanzó nuevamente contra Goku, tratando de dividirlo en dos con su espada.

Goku estaba en posición y listo para recibirlo.

Fue entonces cuando el ruido del choque del acero se apoderó del lugar.


El caballo se detuvo al instante.

"¡Aw!" se quejó Bulma ante tal repentino y brusco movimiento. "¿Por qué nos detenemos?" preguntó molesta. Pero al no recibir respuesta fijó su vista en el príncipe de los saiyajíns, tratando de conseguir una.

Fue entonces cuando se dio cuenta de la reacción de Vegeta, algo que la extrañó por completo. Estaba más serio que de costumbre y con la vista fija en el misterioso camino, como si estuviese tratando de entender o captar algo. Por su expresión diría que algo extraño e importante estaba pasando.

"Vegeta…" susurró la peli-azul sorprendida y preocupada.


"¿Quería verme su majestad?" preguntó haciendo la reverencia acostumbrada.

"Bardock…" habló el rey Vegeta mientras le daba la espalda a su subordinado "…hay rumores de que te has aliado a los revolucionarios."

Bardock levantó la mirada del fino mármol del piso para posarla en Tao Pai Pai.

"Dime… ¿Debo tener en cuenta esta palabrería que mancha gravemente tu nombre?" continuó.

"En lo absoluto su majestad" dijo al momento en que volvió a bajar la mirada "Las malas lenguas no deben ser tenidas en cuenta."

"Qué bueno…" dijo observando atentamente el decorado de la empuñadura de su espada "…entonces puedes explicarme el por qué aún no has logrado dar con ninguno de ellos."

Los ojos de Bardock hicieron contacto con el rojo sangre de la capa del rey "Sus miembros poseen contactos útiles que les facilitan trasladarse libremente por el reino sin levantar la menor sospecha, complicando así mi búsqueda."

"Haz tenido mayores complicaciones en misiones anteriores. No veo por qué esto es un problema para ti."

"No lo es su majestad. Sólo es un obstáculo que lleva un poco más de tiempo que el planeado."

"Odio que los planes no salgan como deberían. Lo sabes perfectamente."

"Lo sé"

"Y aún así osas decir que tus planes no se llevan a cabo…" Dijo al momento en que la blanca tela de sus guantes recorría el extenso acero de la espada real.

Bardock permanecía con la vista fija en aquella legendaria tela que por generaciones había cubierto la espalda de los reyes saiyajines.

"Si su majestad tiene la sospecha de que he cometido traición a mi rey, con gusto recibiré el castigo merecido."

No estaba mintiendo, era cierto que para él sería un honor recibir tal sufrimiento si eso significaba defender sus ideales y su honor. Ese hombre que tenía en frente, ese tirano que le daba la espalda, no merecía llevar sobre sus hombros el destino del reino Saiyajín.

El rey Vegeta desvió su vista de la espada y una media sonrisa apareció en su rostro.

"¿Sabes por qué confío en ti Bardock?..." preguntó al momento en que se giró para ver la cara del saiyajín de la cicatriz en la mejilla "…porque nunca me has fallado."

Bardock observaba algo nervioso cómo el rey Vegeta comenzó a avanzar hacia él con la mirada clavada en sus ojos.

"¿Y sabes por qué nunca me has fallado?..." preguntó el gobernante repentinamente. El saiyajín mercenario se llenó de sorpresa ante la inesperada pregunta. El rey Vegeta se acercó a su oído "…porque sabes lo que te pasaría si lo hicieras…"dijo en voz baja, con un tono tenebroso y amenazador.

Bardock sabía que estaba en problemas. Esa era una advertencia. Una grave advertencia.

El rey tomó distancia y se dirigió rumbo a su trono para sentarse. "Espero que la próxima vez que me visites traigas contigo a uno de ellos".

"Así será su majestad" se limitó a decir el saiyajín mercenario. Hizo una reverencia de despedida y antes de voltear para salir, le echó otra mirada a Tao Pai Pai, quién no dejaba de sonreír victorioso.


Roshi no podía quitar sus ojos de la batalla. Era increíble. Ambos saiyajíns, ambos hermanos, ambos luchando a muerte. Su antiguo discípulo demostraba sus grandes cualidades en el campo de batalla, el cual en este caso era la vieja casa de Son Gohan.

Chi Chi por otro lado, observaba aterrada el desarrollo de la pelea. Si bien Goku era un excelente guerrero, ella sabía perfectamente que ese saiyajín al que se enfrentaba su prometido ahora no se parecía en nada a los demás. Todo en él le recordaba a aquella horrible persona. Sentía el escalofriante miedo apoderarse de ella hasta el punto de inutilizarla, tal como sucedió aquella vez…

Hace aproximadamente 12 años, el reino de Flypa había recibido la visita del rey de los saiyajíns. Chi Chi permanecía parada frente a la gran puerta del salón real. Había visto cómo el que parecía ser el rey de aquel lugar tan lejano se había adentrado en aquella sala junto con su guardia real. Tenía mucha curiosidad por saber qué estaba sucediendo del otro lado de aquella puerta. Pero estaba muy bien custodiada. No tenía opción, tendría que quedarse con sus dudas.

"¿Qué haces aquí joven Chi Chi?" preguntó una inconfundible voz detrás de ella.

La princesa se sobresaltó y se volteó lentamente hacia su mentora "Cri-Cimelda… jeje"

"Sabes perfectamente que no deberías estar aquí. Siempre en el lugar y momento equivocado." Decía la anciana, lo último con un suspiro.

"Pe-Pero…"

"Pero nada. ¿Debo recordarte que tienes deberes por cumplir?"

"Cielos Crimelda, no hace falta que me los recuerdes" contestó su pupila con tono de berrinche.

"Pues parece que sí. ¡Vamos! ¡En marcha! Tienes mucho por hacer joven Chi Chi." decía mientras acompañaba a la princesa hacia su lugar de estudio.

Media hora había trascurrido desde que había retomado sus libros. Chi Chi no podía creer lo aburrido que era aquello, y para colmo moría de curiosidad por saber acerca de los invitados.

"¡Por Dios! ¿Cuánto más voy a tener que soportar esta tortura? ¡Qué aburrido! Crimelda quiere matarme." Pensaba la peli-negra mientras hacía caso omiso a las palabras de su mentora. Luego desvió la vista hacia fuera de la ventana, la cual revelaba el enorme y bello jardín. "¿De qué estarán hablando papá y ese señor? Por cierto, no parecía muy feliz. Es más tenía una cara que da espanto... ¡Ay! ¡Me muero por saber! ¡No es justo! ¡No es justo! ¿Por qué me tengo que quedar aquí? ¡Quiero saber qué pasa!"

"Crimelda" Los pensamientos de Chi Chi fueron interrumpidos por la voz de uno de los sirvientes. "Tenemos… un problema. Necesitamos que venga enseguida." Decía el muchacho con nerviosismo.

"¿Qué ocurre?" preguntó la anciana.

El sirviente hizo señas a Crimelda para que se acercara.

Ante este acto, Chi Chi frunció su ceño. Era evidente que no quería que ella escuchara.

La anciana se acercó al muchacho.

"Parece que… el príncipe saiyajín se ha extraviado." dijo en voz baja el joven.

"¿Cómo? ¡Es imposible si estaba custodiado por su propia guardia real!" dijo sorprendida en el mismo tono.

"Lo sé, pero de repente desapareció y sus guardias están amenazándonos."

"De acuerdo, no te preocupes, lo encontraremos." dijo esto último en voz baja y luego se volteó hacia la princesa "Joven Chi Chi, enseguida regreso. Tú continúa con el estudio."

"¿Qué ocurre?" Preguntó la peli-negra al no haber podido oír nada.

"Nada de importancia, tú continúa con tus estudios" dijo para luego retirarse junto con el muchacho.

"¡Esta es mi oportunidad!" se dijo así misma Chi Chi y rápidamente se escapó de aquella habitación.

La peli-negra atravesaba la mansión con gran cuidado de que nadie la descubriera. Se dirigía hacia el salón real para averiguar si su padre y aquel extraño hombre aún permanecían allí. No le faltaba mucho para llegar. Giro la perilla de la puerta y se adentró en la biblioteca. Debía atravesar aquel lugar para poder llegar al salón principal sin ser vista por nadie. La biblioteca era una habitación enorme, llena de muebles, estantes y una innumerable cantidad de libros. Era el lugar perfecto para jugar a las escondidas, eso es lo que pasaba por la mente de Chi Chi cada vez que pisaba aquel lugar. Pero este no era el momento de jugar a las escondidas. Tenía que saber más sobre esos invitados.

"¡Hum! ¡Esto es basura!"

Chi Chi oyó una voz y se detuvo mientras se disponía a ir hacia la otra puerta. A continuación oyó unos ruidos extraños provenientes detrás de una de aquellas paredes llenas de libros. Con cuidado de no ser vista se fue acercando hacia los ruidos. Cuando rodeó el mueble, asomó su cabeza y vio que había un niño un poco mayor que ella arrojando libros al suelo. No recordaba haberlo visto antes, pero su uniforme se parecía mucho al que llevaba el rey que estaba hablando con su padre.

"Basura… Basura… Basura…" decía el niño mientras inspeccionaba cada libro para luego arrojarlo al suelo.

"Oye ¿Qué estás haciendo?" preguntó Chi Chi molesta ante las actitudes de aquel niño.

El pequeño extranjero se sorprendió ante la presencia de la princesa y se puso furioso. "¿Quién eres tú? ¿Acaso me estabas espiando?" preguntó amenazadoramente.

"Yo soy la princesa Chi Chi. Y no te estaba espiando." Contestó enojada por su tono.

El niño levantó una ceja "¿Princesa?" preguntó con aspecto incrédulo. Luego una media sonrisa se formó en sus labios. "Así que tú eres la princesa de este miserable reino… ahora veo porqué mi padre dice que no tiene futuro."

"¿Qué has dicho?" preguntó sorprendida y al mismo tiempo furiosa, Chi Chi.

"Sólo la verdad. Dicen que este reino se hunde lentamente… que sus gobernantes no sirven…" decía el niño mientras avanzaba hacia la peli-negra con un libro abierto en sus manos "…que la gente es débil e inútil… y que en el momento en que entre en guerra…" continuó diciendo cuando llegó frente a Chi Chi "…¡Todos morirán!" dijo al momento en que cerró velozmente el libro frente a la cara de la peli-negra, provocando que ésta se asustara. "JAJAJAJAJA"

"¡E-Eso no es cierto! ¡Eres un mentiroso!" trató de defenderse como pudo.

"Jajajaja ¿Eso crees?" decía mientras se alejaba de la princesa.

"¡Sí! ¡Estás equivocado! ¡Porque este reino nunca entrará en guerra! ¿Me oyes? ¡NUNCA!"

"JAJAJAJAJA ¡Claro que lo hará! Tarde o temprano todos los reinos entran en guerra…" el niño se detuvo y giró su cabeza para observarla "…y el tuyo caerá. ¡JAJAJAJAJA...!" dijo dejando caer el libro al suelo y continuó caminando.

Chi Chi sólo se lo quedó mirando. No podía ser cierto lo que ese niño había dicho. ¡Eso no pasaría! ¡Nunca! ¡Ella no lo permitiría!. Sin saber por qué comenzó a ver borroso a causa de las lágrimas que se formaban en sus ojos. Con sus pequeñas manos trató de limpiarlas, pero no dejaban de salir. Mordió su suave labio inferior y finalmente soltó su llanto. Mientras lloraba volvía a poner en su lugar los libros que había arrojado aquel odioso niño. Cuando los colocó donde iban, se dirigió hacia el último que le quedaba por acomodar, el último que había caído al suelo. Sin dejar de llorar, la pequeña Chi Chi recogió el libro y leyó su título 'Tácticas de combate'. Sin consuelo alguno abrazó fuertemente ese libro y se sentó en el suelo desahogándose en su llanto.

Al cabo de un rato por fin se tranquilizó.

"Niño tonto" habló para sí misma en voz baja. "¿Quién se cree que es? No sabe nada de este reino… ni siquiera es de aquí…" luego dejó escapar un suspiro y se puso de pie dispuesta a salir de aquel lugar.

Comenzó a atravesar el pasillo cuando detrás de una puerta oyó voces. Se acercó y notó que había quedado levemente abierta. A través de la puerta entreabierta, pudo distinguir a tres personas. Uno era el niño con el que anteriormente se había encontrado, junto a él había un hombre alto y calvo con un bigote negro, y frente a ambos, el mismo hombre que había entrado en el salón real para hablar con su padre.

"¿Dónde te habías metido?" preguntó el que parecía ser el rey.

"Sólo estaba investigando el lugar." Contestó el niño.

"Si vuelves a desobedecer una de mis órdenes te mataré ¿Has entendido?"

"Si… padre." Dijo bajando su mirada.

"Napa."

"¿Si, su majestad?" preguntó el hombre calvo.

"¿No eras tú el encargado de cuidar al príncipe Vegeta en mi ausencia?"

"¿Príncipe Vegeta?" susurró para sí misma Chi Chi mientras permanecía atenta a lo que sucedía.

"E-Eh S-Si, su majestad, pero el príncipe Vegeta es muy hábil y logró burlar mi guardia" se excusó su súbdito.

"¿Me estás diciendo que un niño de 10 años desapareció sin ser notado no sólo por ti, sino también por toda la guardia real que tenías a cargo?"

Tardó en contestar "S-Sí… su majestad."

A continuación, el Rey desenvainó su valiosa espada. Ante este acto tanto Chi Chi como el hombre calvo que permanecía adentro de la habitación, se sorprendieron.

"¡N-NO! ¡POR FAVOR, SU MAJESTAD! ¡DÉME OTRA OPORTUNIDAD!"

Y tan pronto terminó de decir su frase, en ese mismo instante y con una velocidad impresionante, el hombre de la roja capa cortó la cabeza del saiyajín llamado Napa. La cabeza rodó hasta la puerta de la habitación mientras el cuerpo caía desplomado al suelo formando un gran charco de sangre.

Los ojos de Chi Chi se ampliaron en el horror y el miedo mientras veía la cabeza calva junto a su pie. En ese momento el príncipe Vegeta notó su presencia.

"¡Padre!" advirtió mientras señalaba a la princesa.

Chi Chi sólo permanecía estática y temblando con su vista fija en los ojos de aquella cabeza que parecían no dejar de mirarla. De repente sintió cómo la puerta se abrió de golpe revelando aquella siniestra figura. La peli-negra cayó al suelo por el miedo que la invadía al ver la aterradora, fría y penetrante mirada llena de odio. Entonces notó como una escalofriante media sonrisa se formó en los labios de aquel verdugo.

"Parece que tenemos a una princesa curiosa…" dijo divertido.

Aterrada, Chi Chi trataba de retroceder. Pero su miedo creció cuando lo vio acercarse hacia ella nuevamente.

"…tu madre también era muy curiosa…" continuó.

Chi Chi amplió aún más sus ojos y las lágrimas comenzaron a salir.

"¿Alguna vez te han dicho cómo murió? Jajaja"

"¡CHI CHI!" gritó una voz al final del pasillo.

El rey Vegeta observó a Ox-Satán y le dedicó una sonrisa triunfal. "Vámonos príncipe Vegeta." dijo esto último y seguido por su hijo se fueron rápidamente.

"¡GUARDIAS!" volvió a gritar el rey de Flypa mientras corría hacia su hija. "¡Chi Chi! ¿Estás bien, hija? ¿Te hizo algo?" preguntó muy preocupado cuando se arrodilló a la altura de ella.

Chi Chi sólo abrazó fuertemente a su padre y lloró a más no poder, tratando de olvidar lo que había vivido.

Raditz trató de atravesar a Goku con su espada, pero éste con un rápido movimiento contraatacó. Como resultado, la espada del saiyajín de la larga cabellera salió despedida hasta caer y clavarse en el suelo justo al lado de la princesa y el viejo Roshi. Al sentir el objeto caer junto a su pie, inmediatamente Chi Chi revivió el momento de la decapitación que había presenciado cuando era niña.

"¡AHHHHHHHHHHH!" gritó horrorizada con todas sus fuerzas, cerrando fuertemente los ojos y abrazándose a sí misma.

Goku tenía su espada a tan sólo unos centímetros del cuello de su hermano. Estaba a punto de poner fin a la pelea cuando el grito de Chi Chi llamó su atención. No pudo evitar mirarla. Raditz aprovechó la distracción de su oponente y con gran agilidad y fuerza lo golpeó arrojándolo al suelo. Inmediatamente corrió en dirección de los dos espectadores. Tomó nuevamente su espada y bruscamente jaló a la princesa hacia él colocando el filo de su arma en su cuello.

"¡Obsérvala por última vez, Kakarotto!" dijo con una media sonrisa y con toda intención de cortarle el cuello.

"¡NO LO HAGAS!" gritó Goku mientras aún permanecía en el suelo.

"¡Raditz! ¡Ella es la princesa del Reino de Flypa!" dijo inmediatamente Roshi con la esperanza de así salvar a Chi Chi.

El saiyajín de la larga cabellera a punto de cumplir su cometido, se detuvo al instante. "¿¡Qué has dicho!?" preguntó en el asombro.

"¡No lo hagas! ¡Ella es muy valiosa!" continuó el anciano tratando de convencerlo.

Raditz observó detenidamente a la peli-negra. No vestía como una princesa, pero analizó la posibilidad de usar aquella ropa para pasar desapercibida.

"Si es cierto que esta mujer es la princesa de ese reino… entonces estoy de suerte." dijo y a continuación miró a Goku "Apuesto que le encantará al Rey Vegeta, jajajajajaja" pudo notar que ante aquellas palabras, su rehén se estremecía de pavor "Y en el caso que sean sólo mentiras suyas… pues… al fin y al cavo será lo mismo… tendrá el mismo final. Claro que antes me divertiré con ella." terminó de decir mientras lamía la mejilla de Chi Chi y observaba divertido a su hermano.

"¡Déjala en paz!" exigió furioso Goku.

Raditz le dedicó una sonrisa perversa y rápidamente cargó a la princesa sobre su hombro y montó su caballo para salir a todo galope hacia el reino Saiyajín.

"¡CHI CHI!" Gritó el saiyajín más joven. A toda prisa corrió hacia la carreta y con su espada cortó las ataduras del caballo para liberarlo. Lo montó y siguió el camino por donde se había ido su hermano mayor.

Roshi simplemente observó cómo Goku se alejaba velozmente, deseándole suerte.


Chi Chi, quien iba sentada en el caballo delante de Raditz, abrió los ojos y divisó algo a lo lejos.

"Goku" susurró para ella misma con una pizca de esperanza.

"¿¡Qué!?" lamentablemente para ella, su raptor la había oído. Éste se giró y efectivamente comprobó que su hermano estaba alcanzándolo. "¡Maldición! ¡Hiá!". Azotó las riendas para ir más rápido, pero no hubo caso.

Rápidamente el caballo de Goku se puso a la par del pura sangre. Ambos caballos, uno al lado del otro, atravesaban con una velocidad peligrosa el gran bosque. Esquivaban árboles, ramas y hojas con gran dificultad debido al angosto espacio que había entre los árboles.

"Eres persistente, Kakarotto" dijo Raditz volviendo a desenvainar su espada y a continuación atacó al saiyajín más joven. Goku esquivó el ataque, pero una leve cortadura quedó en su pecho. Luego desenvainó su espada.

"¡Chi Chi! ¡Dame la mano!" dijo extendiendo su mano libre, mientras con la otra se defendía de los ataques.

Muy asustada y sin dudarlo Chi Chi estiró su mano y tomó la de Goku.

Al ver esto, el saiyajín de la larga cabellera guió su caballo sobre el su hermano empujándolo hacia un árbol. La fuerte embestida provocó que la pareja se soltase. Con un rápido movimiento, el jinete más joven, logró evitar que su caballo y él se estrellaran. Sin embargo, no vio venir la segunda embestida y el caballo fue inevitablemente arrojado hacia otro árbol, provocando un increíble choque. Tanto jinete como caballo quedaron inconscientes y con heridas muy graves.

Con amargas lágrimas en sus profundos ojos, Chi Chi veía alejarse velozmente aquella imagen en la que Goku permanecía inmóvil en el suelo.

"¡GOKUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!"

Continuará…


Capítulo 23. Tras los terribles enfrentamientos de ambos hermanos, Goku queda inconsciente y gravemente herido sin poder impedir que Raditz se lleve a Chi Chi, quien recientemente revive un horrible momento de su pasado. ¿Qué ocurrirá con la princesa de Flypa? ¿Qué sucederá con Goku? ¿Qué tan graves serán sus heridas? Por otro lado ¿Qué significan esas miradas entre Bardock y Tao Pai Pai?. Todo esto averígüenlo en el próximo capítulo.

Próximo capítulo. Jajaja esta vez los dejaré con la intriga. ¿Qué creen que pasará? Descúbranlo en la próxima actualización.

¡Hola a todos! ¿Cómo están? ¡Espero que muy contentos con este capítulo! ¿Qué les pareció? Como lo prometí, lo hice bien extenso como me gustan. Sé que algunos esperaban quizás algún momento romántico en este capítulo, pero no se aflijan que muy pero muy pronto Goku y Chi Chi se volverán a encontrar y les prometo que revivirán aquellos hermosos momentos anteriormente vividos. En cuando a la actualización, no se preocupen, parece que aún puedo subir un capítulo más antes de diciembre, quizás dos. Así que no se aflijan. En fin, espero que les haya gustado. Por favor, déjenme sus reviews para poder saberlo. Nuevamente les agradezco de corazón a todos los que dejan sus opiniones y los que se toman la molestia de leer mi fanfic. ¡Muchas gracias a todos!¡De verdad!. Bueno, me despido hasta la próxima. ¡Saludos y suerte!

¡Ah! ¡Me olvidaba! Si, Goku siempre lleva su espada, es parte de su uniforme de soldado de élite. Si hay más dudas háganmelo saber ¿Si?.

GokuxMilk