Disclaimer: No me pertenecen los personajes de "Sorcerer Stabber Orphen".
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Duerme esta noche conmigo
Capítulo 1: "Un merecido descanso"
Ella era ingenua, inocente, recordaba a un ángel. Largos cabellos dorados y profundos ojos azules enmarcaban una suave y pálida piel, toda una muñeca de porcelana. Aún así su actuar no era el de una princesa, no era lo que se diría una dama, sino más bien una pequeña malcriada. Tenía solo 17 años, jamas besada, jamas tocada, ella era aún una niña, al menos en ese sentido. Su cuerpo por otro lado, decía que ya era toda una mujer.
Quizá se debía a su forma de ser o a sus ansias de descubrir el mundo lo que la había impulsado viajar con él, o tal vez ella solo había seguido una corazonada. Fuese el motivo que fuese Cleao había decidido dejar atrás a su familia, las comodidades de aquella mansión y los beneficios de la alta sociedad para recorrer el continente a su lado.
Él por su parte era muy opuesto a ella en muchos aspectos, aunque quizá tuvieran más en común de lo que a simple vista pareciera. Unos intensos ojos de color café y un alborotado cabello castaño oscuro, atada en su frente llevaba una cinta de color rojo sangre. Su piel era morena y cubriendo su cuerpo llevaba ropas viejas y gastadas, vestía principalmente de negro.
No llevaba ninguna vida de comodidades y lujos, era más bien un rezagado. Traicionado por las personas en quien más confiaba decidió dejar su hogar, sus amigos, sus estudios, todo en su búsqueda por recuperar el cuerpo de su amada Azalie, quien se había convertido en un monstruoso dragón por mano propia al utilizar un objeto mágico prohibido. Él era perseverante e incluso un poco testarudo. De temperamento fuerte y fácilmente irritable aunque todo un luchador. Jamás manifestaba abiertamente sus sentimientos, quizá se debiera a los sucesos en su vida, quizá simplemente no quisiera parecer vulnerable y débil. Se debiera a tanto una como otra, Orphen era, sin embargo un hombre de gran corazón y un hechicero poderoso.
Y fue aquella búsqueda lo que lo llevó al pueblo de Totokanta, quizá allí encontró más de lo que buscaba.
Así fue como conoció a Majic, un joven de 16 años ansioso por aprender hechicería y lo convirtió en su discípulo. Él chico de grandes ojos verdes y cabello corto de color rubio oscuro admiraba profundamente a aquel hechicero que había llegado un día a la taberna de su padre donde él ayuda limpiando pisos. A pesar de ser una persona tranquila y muy pacífica, era muy firme en sus decisiones y hacía elegido viajar con su Maestro, seguirlo hasta el fin del mundo si fuese necesario. Y así lo había hecho.
De aquel encuentro hacía ya un año, aproximadamente y los tres habían atravesado muchas cosas juntos. Habían devuelto a Azalie su forma humana y habían salvado también el alma de Childman, maestro de Orphen. Habían conocido muchas personas y hechos grandes amigos, aunque también demasiados enemigos. Juntos derrotaron al monstruo mágico Escalena y ahora se encontraban viajando hacia un nuevo destino, la ciudad de Ednhar.
Cleao: Repíteme Orphen... ¿Qué tiene de especial esa ciudad y para que vamos allí?
Orphen: - Perdiendo la paciencia- ¿Acaso tú eres sorda¡Te lo expliqué cinco veces anoche, tres hoy a la mañana y otra vez hace diez minutos!
Cleao: -Sonriendo- Lo siento, creo que no estaba prestando atención.
Orphen: No me sorprende...
Cleao: - Enfureciendo ligeramente ante el comentario del hechicero- ¿Y qué se supone que significa eso?
Orphen: Pues eso... ¡Que eres una niña despistada y malcriada!
Cleao¿A quien le dices despistada y malcriada? –Perdiendo totalmente los estribos-.
Orphen¡A ti, eres un desastre, cuando no te estas cayendo, te estas perdiendo o golpeando! Y lo único que logras es retrasarnos.
Cleao¡Pues si tanto te estorbo me iré!
Orphen¡Hazlo! No fui yo quien te pidió que vinieras conmigo.
Majic: - Intentando intervenir en la discusión para alivianar la tensión en el ambiente- Maestro, Cleao...
Orphen y Cleao¡¡Tú no te metas!! –Gritaron ambos al muchacho para impedir que siguiera hablando-
Majic: -Pensando- ¡Vaya no hay caso! Con ellos dos siempre es lo mismo, en un segundo actúan como amigos y al siguiente se agreden como enemigos, realmente no lo entiendo.
En ese momento el chico levantó la vista para ver que efectivamente ya se encontraban en la ciudad de Ednhar, finalmente habían llegado a destino después de viajar días enteros sin comodidades y durmiendo a la intemperie.
Majic¡Maestro mire! Ya llegamos- dijo en tono alegre- ¡Estamos en Ednhar!
Tanto Orphen como Cleao cesaron de discutir para levantar la vista y así poder admirar el paisaje que se alzaba frente a ellos. Era una gran ciudad, muy animada y llena de lugares para visitar.
Cleao: - Olvidándose por completo de la pelea con Orphen sonrió y grito felizmente- ¡Aahh! Por fin un bonito lugar para descansar, podré darme un baño de agua caliente y no tendré que dormir más en el suelo en medio de la nada. ¡Y cuantas tiendas y lugares interesantes para visitar!
Orphen: Al fin llegamos...
Cleao se arrodilló y con dulzura acarició a su pequeña mascota. Leki era su nombre y no resultaba ser una mascota ordinaria, común y corriente, él era un cachorro de Dragón Lobo. Su pelaje era de color azul intenso y sus ojos eran verdes, aunque pequeño era muy poderoso y protegía a su ama a toda costa.
Cleao¡Por fin llegamos Leki! Así podremos darnos un largo y relajante baño –el cachorro movió su cola en señal de afirmación-
Orphen¡Bien vamos! Lo primero que debemos hacer es conseguir un lugar donde quedarnos.
Majic: Estoy de acuerdo Maestro.
Decidido su primer destino los tres se dirigieron al hostal para registrarse y así tener un lugar donde pasar la noche antes de comenzar a recorrer aquella gran ciudad.
Caminaron por la calle principal durante tres cuadras y luego doblaron a la izquierda para encontrarse con amplio lugar cuyo cartel anunciaba: "Hostal Oasis".
Orphen: Aquí es.
Cleao¡Vaya que lugar más bonito y que lindo parque que tiene! –Dijo admirando las flores de todos colores que recubrían el edificio y los árboles que decoraban la entrada-
Majic¡Si que es muy bonito¿Verdad Maestro?
Orphen: Si, si como sea –dijo entrando ya al lugar y dejando a Majic y Cleao parados en la entrada- ¡Vamos¿Qué esperan?
Majic: Ehh... ¡Espéreme maestro!- Gritó el chico alcanzando al hechicero, seguido de Cleao-
Una vez adentro, un señor de aproximadamente unos cuarenta años de edad apareció de atrás del mostrador con una amplia sonrisa y un gesto de bienvenida y cordialidad.
Recepcionista¡Buenos días¿En qué puedo ayudarles? –Dijo amablemente-
Orphen: Bueno queríamos reservar para esta noche. Serían dos cuartos –mirando a sus acompañantes y volviéndose hacia el señor-
Recepcionista: No hay problema, síganme por aquí –Dijo guiándolos a través de unas escaleras a un segundo piso donde se podían ver muchas puertas a lo largo de un pasillo-
Deteniéndose finalmente en una puerta, la abrió cuidadosamente dejando ver la habitación a los nuevos huéspedes. Una gran cama se encontraba en el centro de la habitación cubierta con un precioso acolchado de color rosado, a juego con las paredes de la habitación que se encontraban pintadas en un tono rosa pastel. Dos mesas de noches junto a ambos lados de la cama y junto a la puerta un gran espejo y una mesita. Cerca a la cama se encontraba un gran armario y la puerta había un amplio baño que se encontraba decorado similar a la habitación a la que pertenecía. La ventana estaba cubierta por dos preciosas cortinas también a juego con el cuarto.
Recepcionista: Este es el cuarto de la señorita.
Cleao: - Fascinada con la decoración del cuarto y la vista que daba a un gran campo de girasoles, entró corriendo alegremente- ¡Vaya que bonito! Hacía demasiado que no nos quedábamos en un lugar tan agradable. ¿Verdad Leki?
Recepcionista: Su habitación caballeros está junto a esta –dijo procediendo a abrir la puerta de al lado-
Dejando ver un cuarto similar, decorado en tonos de verdes, pero en vez de una gran cama grande en el medio, el espacio se dividía entre dos camas para una persona, separadas por una mesita de noche.
Majic¡Vaya Maestro si que es un buen lugar¿No cree?
Orphen: Si, en verdad lo es.
Recepcionista: Me alegro que les guste, cualquier cosa que necesiten ya saben donde encontrarme. Que disfruten su estadía.
Dijo y sin decir nada mas se retiro nuevamente a su puesto en la recepción.
Majic: Maestro ¿Qué haremos ahora?
Orphen: -Estirándose- Pues aún es muy temprano para ir a la ciudad y ya hemos comido así que lo mejor será que descansemos un rato antes de partir hacia los lugares que debemos visitar.
Majic: Si, nos vendría bien dormir un rato.
Mientras en la habitación de Cleao...
Cleao: - Recostada en la cama acariciando suavemente a su mascota- Supongo que los chicos decidieron descansar un rato, yo también tengo bastante sueño, el viaje ha sido muy duro los últimos días-
Finalmente se entregó al cansancio cayendo en un profundo sueño. Al fin, un merecido descanso.