Chapter N°16: "Agridulce encuentro."
"Oh no" Stan se levantó de un salto y tomó el brazo del pelirrojo y haló de éste con fuerza para apartarlo de su descubrimiento. "¡Vámonos de aquí!" dijo en alta voz.
"¿Pero qué hay del Balón?" siendo arrastrado.
"No importa."
"Stan ¿Qué hay del bebé?" dijo tratando de soltarse del agarre.
"No podemos hacer nada por él"
"Podríamos cuidar de él"
"Kyle si mis padres me ven con ese bebé puede que crean que es mi hijo o algo así. No me voy a arriesgar" se detuvieron en la entrada.
"¡¿Qué? ¿Sólo eso te importa?" dijo soltándose. "Esa pobre criatura podría morir ahí ¿Quién sabe hace cuánto que está allí? Solito y con frío." Dijo Kyle con los ojos brillantes. Se dio media vuelta para volver a entrar.
"¡Espera, Ky!" Stan le siguió. "No me hagas ver como un egoísta, por favor"
"Si sólo eso eres al parecer. No te preocupes… ¡Yo estoy más sorprendido que tú!"
El pelinegro suspiró frustrado. Kyle ingresó al maloliente edificio nuevamente y caminando con dificultad entre los desperdicios se aproximó al lugar del hallazgo. Se agachó y se sacó el saco que llevaba, para envolver con él al bebé que continuaba su llanto. Lo acogió en sus brazos y lo miró dulcemente.
-Tranquilo. Ya estoy aquí. No tienes que llorar. – Kyle atrajo al bebé para darle calor. -¡Debes tener mucho frio! Este lugar es como un refrigerador. – fue entonces que notó que el pequeño había sido dejado dentro de un bolso. Con una mano sosteniendo al bebé, usó la otra para coger el bolso.
-¡Kyle, vámonos de aquí! – dijo impaciente el pelinegro desde el exterior. –El olor me está mareando.
-Cuando se trataba de tu balón no te importaba mucho eso ¿Verdad?
-¿Quieres dejar de decir eso? No tiene nada que ver.
-Sí, lo tiene. ¡Qué mal padre serías!
-¡Oye! No digas eso ¡Sabes que no es cierto! – dijo sintiendo herido su orgullo.
-¿Querías o no querías dejar al bebé aquí?
-¡¿Qué más se puede hacer? – dijo nervioso, pasándose una mano por el cabello.
-Voy a llevarlo a casa. Seguro que mis padres lo cuidarán. – dirigiéndose al bebé. -¿Verdad que sí? Aaaww ¡Porque eres la cosita más adorable del mundo!
-¡No! Lo llevaremos a la policía, mejor. Quién sabe, tal vez sus padres lo perdieron y lo estén buscando.
-Stan… - comenzó el ojiverde suavemente, para progresivamente subir el tono. -¿Qué clase de padres pierden a su hijito en un basurero? Dime. Aunque esa fuera la explicación, jamás les entregaría este bebé a esos negligentes. ¡Mira si lo pierden nuevamente o se les olvida en algún otro sitio más peligroso que este… si los hay!
-Bien. Tienes razón. ¿Pero no crees que es muy malo privar a una madre de ver a su hijo, por más negligente que sea?
-Supongo. ¡Pero aun así…! – dijo el pelirrojo pensando. -¿Quieres que dejemos a esta indefensa criatura con Barbrady? ¡Ni loco! – dijo negando con la cabeza.
-¡Ah! No había reparado en ese detalle. – dijo Stan dándole la razón.
-Ya ves.
-¿Y si lo llevamos al hospital? Ahí hay profesionales de la salud. Seguro alguno se apiada y se lo lleva.
-Stan, yo sé que siempre es más fácil seguir la filosofía del "Que lo haga otro" pero esto es serio. La vida de este bebé está en nuestras manos.
-Y no quiero tener esas responsabilidades aun. – dijo simplemente.
-Bien. Como quieras. Nosotros nos vamos. ¿Verdad que nos vamos, bebecito? Dile adiós al irresponsable tío Stanny. ¡Bye! – le dio la espalda y se dispuso a irse a su casa.
-¡Bah! No puedo creer que un tonto bebé nos separe. – se pasó una mano por la cara, pensativo. –De repente me convierto en el enemigo. ¡Y sólo porque no quiero cuidar de un bebé que ni siquiera me pertenece! Ya tendré tiempo para cuidar de los míos, si es que Kyle me vuelve a dirigir la palabra. Ufffff. No puedo creer que dejé a Kyle con un bebé. – pausa. -¿Dejé a Kyle a cargo de un bebé? ¡Oh Dios mío! ¡Resiste bebé! – el ojiazul salió disparado en la misma dirección en la que se había retirado el pelirrojo, solo que corriendo a gran velocidad. - ¡KYLE!
-¿Uh? Me pareció que alguien me llamaba ¿Tu oíste algo bebé? – el bebé bostezó y se acurrucó aún más en el pecho del ojiverde. - ¡Aawww! No puedo creer que Stan no se enterneciera con lo adorable que eres.
-¡Kyle! ¡Al fin te encuentro!
-¿Qué quieres? No me vas a hacer cambiar de opinión. Así que ahórrate las palabras.
-No puedes cuidar de ese bebé. – dijo con la respiración entrecortada, por estar corriendo.
-¿Por qué carajos no? – dijo al tiempo que una de las diminutas manos se prendaba de su ropa y tocaba su pecho en busca de leche. -¡Aayyy! ¡Me tocó el pecho! ¡Es un pervertido! – gritó sin soltarlo, escandalizado.
-¡Por eso! – señaló Stan. –Nunca podrías cuidar de él.
-¡Bien!- dijo admitiendo. –Mis padres pueden hacerse cargo. –dijo aún algo sonrojado.
-¿Qué pasó con eso de la filosofía del "Que lo haga otro"? – dijo el pelinegro echándoselo en cara.
-¿Eh? Bueno… yo…
-Olvídalo. Ven. Vamos a llevarlo al hospital.
-¡Ah! Pero no quiero dejarlo. – dijo el pelirrojo aferrándose más a él.
-Lo sé. Pero hay que pensar en qué es lo mejor para el bebé.
-Ya sé. – Kyle detuvo su andar y parecía confundido.
-¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien? – preguntó preocupado.
-Siento que olvidé algo. Algo de suma importancia para mí. ¿Qué puede ser?
-Seguro que no es nada importante. Digo… si se te olvidó, por algo será. – dijo Stan levantando los hombros.
-¿Qué hora es? – preguntó de repente. Sacó su celular de su bolsillo con la mano con la que cargaba el bolso. -¡Waaaa!
-¿Qué? – el pelinegro se tapó los oídos.
-Mira, mira… - dijo mostrándole la pantalla del celular.
-Ummm… ¡¿Veintinueve llamadas perdidas? ¿Qué? ¿Lo tenías en perfil silencioso? – preguntó confundido.
-¡No sé! ¡No me acuerdo si lo cambié o qué! – dijo revisando.
-¿De quién son esas llamadas? – su voz delataba algo de sospechas hacia su actual pareja.
-¡Son de mamá! – dijo algo aterrado.
-Ya sé que tu mamá es exagerada con eso de las salidas y los horarios, pero no es tan tarde como para que se preocupe tanto… ¡Al menos no como para llamarte treinta veces!
-¡Ah!
-Ash… ¿Ahora qué?
-Ya me acordé. – se cubrió la cara con su mano libre.
-¿Es algo malo?
-¡Sí, Stan! ¡Es algo muy malo! – dijo rodando los ojos como si fuese la cosa más obvia del mundo. -¡Hoy es el día en que se iban mis padres con Ike a visitar a la tía Ruth, ya sabes, la hermana de mamá, madre de mi fastidioso y más odiado primo Kyle!
-¡Puta madre! ¿Cómo se te olvidó? ¡Deberías estar con ellos ahora!
-¡Nah! Sólo tenía que acompañarlos al aeropuerto… pero igual… apuesto a que estará furiosa porque no llegué a casa a tiempo ¡Todo es tu culpa!
-¿Mi culpa? ¿Cómo es eso? – dijo molesto.
-Si no hubiese estado pasándola tan bien contigo… no se me hubiera olvidado.
-Eso no tiene el menor jodido sentido. – dijo Stan cruzándose de brazos. -¿Por qué dices ellos? ¿Tú no pensabas ir?
-No después de lo que pasó la última vez que el primo Kyle estuvo aquí. ¿Qué no te acuerdas?
*FlashBack*
-¡Carajo! – se quejaba Kyle2 mientras agrandaba el hoyo que había comenzado a cavar. La tierra era muy dura y seca. Ni hablar de la nieve de la superficie. Pero no iba a rendirse, necesitaba el agujero lo más pronto posible.
-Primo Kyle ¿Cuánto tiempo más tengo que estar parado aquí? ¡Me estoy congelando! – se quejaba el primo Kyle.
- ¡Ya te lo dije! ¡Hasta que termine de cavar este cabrón pozo para jugar a los enterrados vivos! – dijo al borde de perder la paciencia. Apretó los dientes para no soltarse a hacer alguna estupidez antes de tiempo.
-¡La nieve se convierte en agua en mi gorro de lana y me estoy mojando la cabeza! ¿Es que siempre hace este clima aquí?
-¡Sí! ¡Siempre hace este clima aquí… porque estamos cerca de las montañas! ¡Además estamos en invierno! – Kyle2 continuaba ininterrumpidamente con su labor a pesar de su frustración.
Cuando hubo terminado con su trabajo, se mostró muy orgulloso. -¡Primo Kyle! – lo llamó. - ¡Ya terminé!
-¡Oh! Vaya. ¡Qué bien! Pero… ¿Cómo se juega a esto? –preguntó el primo Kyle, acercándose al borde del hoyo.
-Yo te mostraré. – dijo siniestramente. Alzó la pala y se la estampó en la cara de un golpe. -¡Así se juega! – cayó dentro del pozo. -¡Muajajajajajaja! –risa malvada. -¡Al fin lo conseguí! ¡Después de tantos años! – alzó la pala, una vez más, esta vez en señal de victoria y se dispuso a regresar la tierra al agujero lentamente.
-¡Ah! Con que ahí estás. – dijo Stan apareciendo entre la blanca nieve. –Ky tus padres te están buscando… a ti y a… tu primo… ¿Qué haces? – dijo al verlo rellenando un agujero.
-Mmm… no mucho… ¿Tú que hacías? – dijo tratando de disimular.
-Eh… buscándote… creo… ¿Y ese agujero?
-¡Oh! Es solo un agujero.
-¿Y por qué traes una pala? ¿Para enterrar algún cadáver? –Stan rió ante la idea y Kyle le siguió.
-Sip. Es una pala para enterrar cadáveres.
-Y supongo que este es un hoyo para enterrar cadáveres también. –dijo acercándose al borde del pozo para echar una mirada.
Kyle solo rió y el pelinegro se aterró. El pelirrojo le cruzó la pala para que no pudiera avanzar y así evitar que mirara dentro del agujero. Sonrió.
-¿Por qué no me dejas ver lo que hay dentro? Si es que hay algo.
-Es que… no hay nada. Así que para ahorrarte el tiempo perdido…
-Mmm… me parece que sí hay algo dentro del pozo. ¡No me digas que mataste a Cartman y lo arrojaste aquí! – dijo dando un paso para atrás, temiendo ser la próxima víctima.
-Ay claro que no.
-Fiú. ¡Qué alivio!
-¿Cómo se te ocurre que yo pueda cargar a Cartman hasta aquí para enterrarlo? Con lo gordo que es. Me rompería la espalda en dos.
-¡Auch! ¡Primo Kyle, creo que me caí en el pozo! ¡Ayúdame a salir! – interrumpió.
-¡Carajo! ¡Cállate y quédate ahí hasta que termine de enterrarte! – le gritó al agujero sacudiendo la pala.
-¡Kyle! ¿Estabas tratando de enterrar vivo a tu primo? – dijo Stan regañándolo.
-¡No! Solo… estamos jugando…
-¡Sácalo del pozo, Kyle!
-¡No, aún no he terminado! – dijo y se puso a arrojarle tierra en la cara al primo Kyle.
-¡Oye! ¡Me entró tierra en los ojos! – se quejó el primo Kyle.
-¡Cállate! ¡Cállate! – gritó acelerando el ritmo.
-¡Ya basta Kyle! – dijo y le arrebató la pala de sus manos.
-¡Oh! Pero… - dijo Kyle2 haciéndole ojitos, tratando de convencerlo.
-Pero nada… nada de asesinatos.
*Fin del Flash Back*
-¡Ah, sí! Ya me acordé. ¿Por eso no vas?
-Así es. La tía Ruth estaba muy molesta. – dijo el ojiverde levantando los hombros. -¡Ah! Es perfecto.
-¿Qué cosa? –preguntó el ojiazul.
-Mi casa va a estar vacía, eso significa que puedo quedarme con el bebé. Yo lo cuidaré solito. –dijo seguro.
-¿Estás loco? ¿Cómo te las vas a arreglar?
-Bueno… no tengo nada que hacer. Estamos de vacaciones y mis padres vuelven dentro de mucho. No es como si tuviera algo mejor que hacer y mientras tanto podemos buscar a sus padres y darles una buena trompada en medio de la cara, por haberlo dejado. – en ese momento el bebé que hasta ese instante estaba tranquilo, rompió en llanto. Kyle se asustó.
-Oh no. Lo que me temía. – dijo Stan.
-¿Y ahora qué hacemos?
-No sé. Creí que tú sabías.
-Bueno… me acuerdo que cuando Ike lloraba era o porque quería que le cambien los pañales o porque quería comer.
-Entonces, vamos rápido a tu casa.
Caminando a una velocidad considerable y con el bebé llorando cada vez más fuerte llegaron al fin a la casa de Kyle.
-Ten. Sostenlo un momento. – dijo antes de darse la vuelta.
-¡E-espera! ¿A dónde vas?
-Voy a buscar una mamadera o algo para darle leche al bebé. Mamá siempre guarda esas cosas de cuando éramos pequeños.
-Oh. Bueno, supongo que está bien… si es por un rato… ¡Diablos, no sé ni siquiera cómo sostenerlo!- se quejaba Stan.
El pelirrojo subí al desván y allí se puso a revisar cajas. Hasta que halló una con baberos y juguetes de bebé y decidió que luego volvería por ellos, ya que lo más urgente era darle de comer o cambiarle los pañales al bebé.
-Mira, mira… encontré una mamadera… ahora solo hay que ir a comprar la leche para bebés.
-¿Qué no toman leche en tu casa?
-No se le puede dar leche normal a un bebé. Ash… ya vuelvo… voy a la tienda.
-Pero Ky… no me dejes solito….
-Stan, necesitamos pañales y otras cosas… enseguida vuelvo…- le guiñó un ojo y cerró la puerta tras de sí.
Mientras caminaba al supermercado chino más cercano se percató de algo. Sus manos y antebrazos sangraban y tenían numerosos cortes debido a estar buscando en el basurero entre vidrios rotos. Le había empezado a arder. Y temía una posible infección, al ser diabético.
Había estado tan preocupado todo el tiempo por el bebé que no se había dado cuenta de sus heridas y la gravedad de las mismas.
-Cuando llegue a casa me las curaré.
Entró en la tienda y recogió las cosas lo más veloz que pudo.
-¡Oh mierda! – se le había olvidado que ahí trabajaba Kenny part-time.
-¡Hola Kyle-Oh Dios mío! ¡Qué le pasó a tus manos! – dijo sin disimular.
-Me corté… un poco… bueno mucho… jejeje. – por suerte Kenny parecía tan preocupado que Kyle juraría que no se dio cuenta de lo que pasaba por la cinta.
-Oye… ¿Para qué son los pañales y la leche? ¿Acaso Stan y tú piensan adoptar?
-¡Claro que no! ¡Pervertido! Ahora tengo que irme.- le pagó e ignoró por completo las preguntas del rubio. Después de todo había dejado solo a Stan con el bebé.
CONTINUARÁ….
N/A: Muchas gracias por leer!
Y a todos los que dejaron un review aquí la continuación!
Espero que les gusté…. Se viene mucho contenido jejeje
Nos vemos en el próximo Chapter!
Matta ne!