"Entonces te contare algo, querida…" le susurro Arkadiy a Sashenka.
Anna miraba a lo lejos a Sashenka reír y se preguntaba si reía de verdad o solo era una fachada para no pensar en Alexei.
De repente Anna vio como Sashenka se safo de Arkadiy.
"Que!" exclamo Sashenka.
"Esos son los rumores que se oyen por ahi, querida."
Sashenka sonrio.
"Arkadiy, me lo estas poniendo en bandeja de plata, por que? Que quieres?"
Arkadiy le devolvio la misma sonrisa, "Sashenka que crees que es lo que quiero?"
"Esta bien, se que lo deje muy abandnado y que me merezco el castigo, y con lo que me acaba de decir, hasta creo que se lo merece."
"Entonces, empezamos?" pregunto Arakadiy, lamiendose los labios.
"Subamos."
Anna surpervisaba todas las funciones de la casa, y ponía orden a los clientes que se querían pasar de la raya. Aunque Anna fuera una prostituta, era bastante respetada por los hombres que visitaban los burdeles y casi siempre la ayudaban con los clientes menos refinados.
"Que pasa Anna, hay alguien que le este faltando al respeto a alguna chica?" le pregunto un viejo cliente.
"No pasa nada, Dmitiri, sigue disfrutando tu noche."
"Sabes Anna, aqui les hacen falta mas muchachas. Esa niña es linda, pero parece que siempre trae ganas de llorar, es mas he oído de los otros que siempre llora cuando se la llevan a la cama…"
"Bueno, puede que sea cierto, pero a los hombres les gusta eso, si no no fuera tan concurrida." Le contesto Anna.
"Es cierto, pero hacen falta mas caras nuevas, ya que ustedes no se dan a basto."
"Hablare con Sashenka, es cierto que necesitamos mas ayuda."
"Y Anna, te podre llavar a la cama a ti?" le pregunto Dmitri.
"No lo se, ya estoy muy vieja para la mayoría de los hombres que vienen aqui. Yo ya no les intereso, asi que no se si en realidad quieras hacer eso."
"Anna, Anna, eres bella, y quien no quisiera llevarte a la cama, de todas las chicas, tu eres la mas experimentada."
"Por no llamarme vieja, eh?"
"Para nada Anna, siempre he tenido curiosidad por ti."
Era cierto, Anna había perdido terreno en la casa, los clientes prefiriendo la agresividad de Kharenka, la inocencia de Ninushka o la belleza de Sashenka, pero eso a Anna no le importaba mucho. Habido nacido y crecido en el mundo de la prostitución, Anna sabía que la vida de una prostituta no era muy larga ni prolifica, y al menos de que ella pudiera comprar su libertad y poner su propio burdel, a los treinta años acababa su carrera. Anna ya había llegado a la edad limite, la unica razón por la cual no andaba mendigando por las calles era porque Sashenka no era una dueña de burdel como las otras, y dos porque Anna era mas que una simple prostituta.
Anna se había ganado el respeto de muchas personas a lo largo de su carrera como prostituta y había sabido mantener esas relaciones, haciendola casi un miembro de la sociedad en comun.
Arkadiy siempre era rudo en la cama, pero esta vez lo fue mas.
Sashenka tenía mas de un mes que no trabajaba, y Arkadiy no era el primer cliente que le hubiera gustado a Sashenka.
Al final de esa agotadora jornada, Sashenka solo quería dormir.
"Sashenka, el baño esta listo." Le dijo Anna a traves de la puerta.
"Ugh, Anna estoy tan cansada…"
Anna abrio la puerta para encontrarse con una Sashenka desnuda y bañada en sudor y otras cosas.
"Creo que no tienes opción, no despues de como te desgasato Arkadyi." Le dijo Anna, ayudandola a pararse de la cama.
"Anna…estoy cansada."
"Lo se, no se que estabas pensando cuando te acostaste con Arkadyi. Ya sabes lo rudo que es."
"Lo se, y ese no era el plan, pero me esta cobrando el mes pasado muy caro, ademas…"
"Ademas que? Sashenka?"
"Anna, ayudame a llegar al baño, necesito relajarme, pensar, y prepararme para esta noche…"
"Perdón que te lo diga Sashenka, pero sabes que no puedes pasar toda la noche con Arkadyi hoy, verdad?"
"Lo se, va a ser una larga noche…" dijo Sashenka bostezeando.
"Que tratos hiciste con Arkadyi?"
"Ningún trato, solo me dio información sobre Elestrat."
"No Sashenka, debiste haber dejado a Elestrat en el pasado, para que traerlo de nuevo?"
"Porque Anna, soy una prostituta, una mujer que vende su cuerpo para darle placer a hombres hambrientos que por una vez en su vida quiere que alguien mas sufra por lo menos algo de lo que he sufrido yo!"
Anna no dijo nada, sabía muy bien el tipo de vida que Sashenka había tenido y sabía que Elestrat se merecía por lo menos un poco de incomodidad en su vida, algo que Arkadyi le iba a dar a Sashenka a cambio de su cuerpo.
"Que te dijo ese hombre?"
"No fue lo que me dijo, si no lo que me ofrecio. Arkadyi es un hombre respetado, tiene poder,y me ofrecio ese poder para humillar a Elestrat, y le voy a tomar la palabra."
"A cambio de que, exactamente?"
"Estoy dispuesta a hacer lo que sea a cambio de tener este placer." Un fuego frío ardía en los azules ojos de Sashenka. Era tanta su certeza, que Anna no tuvo nada mas que decirle. Si ya lo había decido,no iba haber nada en el mundo que la hiciese cambiar de opinión. "Si me pide que me case con el, me casaría sin pensarlo dos veces."
Anna sacudio la cabeza, "Y que pasa con los sentimientos que tienes hacia Alexei?"
De momento, los ojos de Sashenka dejarón ver sorpresa al recordar al chico que le había devuelto las ganas de vivir. "Alexei no va a regresar, y aunque lo hiciera, no tengo el derecho de amarrarlo a alguien como yo. El todavía tiene un futuro, el mío hace mucho tiempo que dejo de existir. Lo único que me queda en esta vida es tener el placer de ver destruído a uno de los hombres que me acabo de destruir la vida."
Anna jamas había oído a Sashenka hablar con tanto resentimiento, pero desde que Arkadyi le había prometido las armas para incomodar a Elestrat, algo en Sashenka había despertado.
"Y puedes confiar en Arkadyi?"
"Si una cosa he aprendido de esta vida,es que jamas se puede confiar en las palabras de un hombre cuando esta en tu cama, pero Arkadyi no tiene nada que perder y es lo suficientemente torcido para hallar la humillacíon de otro divertido."
"Bueno Sashenka, estare a tu lado pase lo que pase."
"Ya no me puede pasar mas de lo que ya me ha pasado."
Anna dejo a Sashenka sola mientras se bañaba. Algo en Sashenka había muerto para dejar pasar el resentimiento que se había mantenido oculto siempre.
Esa noche Arkadyi llego con mas noticias de las que Sasheka esperaba.
"Preciosa, mi mujer se esta muriendo." Su voz no discernaba sentimiento alguno.
"Y no le duele?" Sashenka tuvo que preguntar.
"Ay muchacha, en ese matrimonio nunca huvo amor ni nada. Por fin sere libre."
"Bueno pues, me alegro por usted."
"Sashenka, Sashenka, me parece que me evades, por que?"
"No lo evado, que le hace pensar eso?"
"Te acuerdas lo que te dije la otra noche? Que si no estuviera casado me casaría contigo sin pensarlo?"
"Pero eso solo era una broma, no?"
"Yo no bromeo asi. Me gustas y ahora sere libre."
"Si pero yo sigo siendo una prostituta."
"Nunca me ha importado lo que diga la gente y tu me gustas. Ya te conozco en la cama y se que somos compatibles. Entonces, aceptaras mi propuesta?"
Sashenka nunca se imagino que Arkadyi hablara en serio ni mucho menos que existiera la posibilidad de que eso pasara, y ahora que estaba pasando, Sashenka no sabía que contestar.
"Eh…primero lo una vez me he ilusionado con una promesa de matrimonio que nunca paso, asi que hasta no ver pruebas concretas,no puedo responder."
"Si que te han convertido en toda una cínica. Te ayudare a destruir a Elestrat,pero con la condicion de que aceptaras mi propuesta cuando hayas conseguido tu objetivo."
Sashenka sabía que si aceptaba la condición de Arkadyi, no tendría oportunidad alguna de vivir su sueño con Alexei, pero tambien sabía que si no aceptaba perdería la oportunidad de vengar un sueño truncado y el favor de alguien poderoso.
"Me dejara pensarlo, por lo menos?"
"No debería,pero para que veas que estoy hablando en serio, te dare esta noche para que lo pienses."
Sashenka sonrio, "Gracias, aunque ya estoy casi segura de lo que respondere."
"Me da gusto oír eso."
Esa noche Arkadyi se la dio libre y alejo a cualquier persona que quisiera pasar el rato con ella. "Esta es tu noche para pensar."
Y pensar hizo. La noche entera. Y a la siguiente noche,ya tenía su respuesta.
Una prostituta no nacía para ser feliz y amar, nacía para servir y solo para eso. Jamas sería feliz, y si dejaba pasar esa oportunidad, perderia la unica oportunidad de vengar las humillaciones sufridas.
"Acepto. Nos casaremos en cuanto Elestrat me pida de rodillas que lo perdone."
"Asi se habla muchacha."